Fue una película de encargo que el gran Coppola hizo suya, nos muestra como un joven y prometedor abogado, sin dinero, sin enchufes pero con muy buenas intenciones debe ganarse la vida empezando por buscar clientes en las unidades de accidentados en los hospitales junto a un impagable Danny de Vito. De ahi pasa a conseguir pequeños clientes e incluso a enfrentarse a las grandes multinacionales defendidas por sus multimillonarios abogados.

Si bien la película es muy optimista y quizás se echa de menos algún que otro tropiezo del protagonista, lo cierto es que es fácil identificarse con un chaval recién licenciado que pretende ayudar a los pobres contra los poderosos y a la jovén(y bella) chica en apuros frente a su "malísssimo" marido.

Para la segunda parte Segura empleo más dinero a sabiendas del exito que seguro obtendría, como resultado obtenemos mejores decorados, efectos, vestuario, pero lamentablemente patinó en la elección de los actores, si bien Gabino Diego no llega al nivel de Javier Cámara, cumple dignamente, pero Tony Leblanc como mafioso es mucho menos creible que como el padre de Torrente en la primera parte, y que decir de los malos¡¡ Penosa la elección de José Luis Moreno como el malo de la función!!
El guión es mucho peor que en la primera y más que una historia todo parece una sucesión de cameos y sketches, muy graciosos pero poco trabajados en cuanto a la interpretación a base de meter famosos que no saben nada de actuar. No obstante el film hace gracia y admite un primer visionado con risas, pero no más pues la película tras una primera vez pierde toda gracia. En fin, peor que la primera, pero infinitamente mejor que el bodrio sin gracia que ha sido la 3º parte.

Los productores de la película debieron pesar que sí. Yo no.
Y es que en efecto, el film es por completo una historia almibarada de Superman tratando de recuperar a una Lois Lane, que en el fondo le sigue amando pero que se niega a volver con el porque ya tiene un novio y un hijo con él.
Lex Luthor y sus planes para dominar al mundo apenas ocupan espacio dentro de la película, y los litros de almibar que se desprenden de la historia la hacen muy tediosa, y si bien en la serie de Smallville el almibar funciona pues hay equilibrio entre la acción y el amor, aquí se pierde por completo en escenas de muchas miradas afectuosas y pocas palabras que invitan mucho al bostezo.
Aparte del guión y la dirección , el resto es muy correcto, buenas interpretaciones, excelentes efectos...lástima que al director se le olvidara sobre que personaje iba la historia, en mi opinión muy inferior a la saga de Spiderman y a la fabulosa Batman Begins.

Antes que nada debo decir que yo he jugado al primer juego de la saga, y que la pelicula aunque ambiciosa, con unos decentes efectos y una excelente escenografía, no me ha acabado de convencer. La coloco en el grupo de para ver una vez y olvidar.
La historia es desde luego muy original, pero la atmosfera opresiva y asfixiante del juego no se consigue alcanzar nunca en la pelicula, y los personajes no convencen, no porque los actores sean malos sino porque el guion no profundiza en ellos(algo necesario en una pelicula aunque no en un videojuego), es decir, en demasiadas ocasiones, no nos concentramos en la película sino que vemos un espectaculo de efectos y situaciones muy espectaculares pero que carecen de credibilidad. Habrá que seguir esperando el film definitivo basado en un videojuego.

Siempre he dicho y seguiré diciendo que lo más importante de una película es un guión original, y éste es de lo más original que he visto. Un matrimonio vive en su cenit, son ricos, tienen una gran casa, y el es un muy reputado abogado, vamos que han vivido por completo el sueño americano. Sin embargo llega el personaje de James Spader, que está obsesionado con el sexo y derrumba ese matrimonio que en lo único que se basaba era en una mera fachada de opulencia, pues el amor había desaparecido. TODOS los actores están estupendos y los diálogos son tan reales que te da la impresión de ver una historia que podría pasarle a los vecinos de al lado. El ritmo del film está estupendamente llevado por un gran Soderbergh, de modo que en ocasiones estamos concentrados en la pantalla deseosos de saber que contestará el personaje a continuación. Magistral y real como la vida misma. Su influencia posterior se nota en otra gran película como fue American Beauty.