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Críticas de Aitor Galisteo
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Críticas 47
Críticas ordenadas por utilidad
8
17 de junio de 2021
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Secuela de la película que en 2018 nos puso los pelos de punta: "Un lugar tranquilo 2" demuestra no solo estar a la altura de la original, sino que logra superarla, porque consigue desarrollar la historia, ir un paso más allá, pero manteniendo los ingredientes de la primera que funcionaron.

De la primera, Krasinski toma el ritmo, frenético en las persecuciones y sosegado en el resto de la historia; también esa sensación constante de tensión que va in crescendo, potenciado por la banda sonora, que hace que te agarres a la butaca y que te acelera el pulso, y todo ello manteniendo el mismo eje argumental: luchar por la supervivencia en un mundo post-apocalíptico en el que los protagonistas deberán permanecer en silencio si no quieren morir.

Como punto a favor en esta entrega, una mayor profundización en la trama, con nuevos escenarios y protagonistas que aportarán un nuevo e interesante enfoque. La banda sonora es otro de los puntos fuertes de esta entrega, convirtiendo la historia en una auténtica experiencia inmersiva en la que seremos capaces de vivir y sentir el miedo y la tensión que sufren los protagonistas.

En el reparto, destaca una maravillosa Emily Blunt (Evelyn Abbot) que vuelve a poner los puntos sobre las íes con su fuerza y determinación como madre protectora, y la novel Millicent Simons en el papel de hija, cuya interpretación en la primera entrega le valió varias nominaciones en la categoría de "Mejor actuación juvenil".

En definitiva, "Un lugar tranquilo 2" tiene todo lo que debería tener cualquier película de terror que se precie: tensión, emoción, un buen argumento y una buena banda sonora. Si además tiene un elenco excelente y consigue generar tensión entre los espectadores sin necesidad de recurrir a los sustos imprevistos y la sangre, entonces no solo es una buena película de terror, sino que además es inteligente y aporta algo nuevo a un género que había perdido la frescura. Esta nueva entrega reafirma así el camino al que ya apuntaba su antecesora, y es que tiene todas las papeletas para convertirse en una nueva saga de referencia para los amantes del miedo. La tercera entrega, en 2023.
Aitor Galisteo
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8
24 de marzo de 2020
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
[Crítica 1ª, 2ª y 3ª temporada]

He leído muchas críticas acerca de Élite antes de escribir la mía y la mayoría son negativas: que si los actores no saben pronunciar, que si son demasiado mayores para interpretar a unos chicos de secundaria, que si es otro culebrón para adolescentes que viene siendo más de lo mismo...

Desde el primer capítulo de la primera temporada, Élite dio mucho de qué hablar. Fue una de las primeras producciones españolas de Netflix junto con Las chicas del cable. Eso ya es algo que celebrar. Hito más importante aún es que ha conseguido posicionarse como una de las series más exitosas y más vistas de la historia de la compañía, no solo en España, sino en todo el mundo, con más de 20 millones de suscriptores que vieron algún episodio de la temporada pasada.

Esos datos son objetivos y no son cuestionables. Élite gusta y engancha. ¿Por qué? Creo que sus creadores han sabido reinventar el concepto de culebrón adolescente y no han ofrecido otra telenovela más. Es cierto que encontramos a todos los prototipos de personajes: el bueno, la pija, el musculitos, la rara... pero, afortunadamente, creo que sus creadores han sabido ir más allá de la superficialidad de esos clichés y han ahondado en ellos.

No solo son los temas que se tratan, sino la naturalidad con la que se hace. El sexo, las drogas, la bisexualidad o incluso la muerte suponen un añadido que provoca tramas y subtramas muy interesantes y que enganchan fácilmente a todo tipo de públicos. Las dos madres de Polo, el matrimonio de conveniencia de los padres de Carla o la homosexualidad de Omar y el feminismo que predica Nadia en una familia tradicional árabe suponen enfoques muy interesantes y, si me lo permiten, necesarios.

La tercera temporada también trata temas tan espinosos y difíciles como el cáncer en la juventud o realidades poco exploradas, como las relaciones abiertas; temas muy importantes que articulan los nuevos episodios. No voy a entrar en si la historia es mejor o peor, porque cada uno tendrá sus gustos y simpatizará más con unos personajes u otros.

Élite no solo fue una de las primeras producciones españolas de Netflix, sino que además es marca España. La realidad que trata no será probablemente ni la de tu barrio ni la del mío. Pero es una gran lección para un país que ha tenido la corrupción como seña de identidad durante muchos años. Y estoy seguro de que gran parte de lo que viven las familias de los protagonistas, con sus contradicciones y sacrificios para llegar a formar parte de ese mundo de privilegios, es una historia mucho más real de lo que pensamos.

La magia de Élite reside en cómo puedes llegar a empatizar con todos ellos, aún siendo consciente de las atrocidades, crímenes y maldades que todos cometen. Obviando por razones evidentes los delitos, creo que todos nos hemos visto reflejados en algún comportamiento o pensamiento de todos ellos.

La exposición a las contradicciones, los golpes bajos constantes, los entramados amorosos... son situaciones que hemos vivido en primera persona o que conocemos de cerca y que, unidas a la inteligente manera de contar la historia empezando por el final y recurriendo a los flashbacks, funcionan. Si a esto le sumamos la brevedad de las temporadas (tres temporadas de ocho capítulos) y de los episodios (45-50 minutos), entonces no es de extrañar que el resultado sea una serie como Élite, tan adictiva como las drogas o como un buen polvo mañanero.
Aitor Galisteo
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8
7 de noviembre de 2020
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estados Unidos, años 40

Una enfermera que no es como parece ser, un centro psiquiátrico donde los que más enfermos están no son los pacientes y un ambiente que apesta a misoginia y homofobia son los ingredientes de "Ratched", una de las últimas super producciones de Netflix.

Ocho horas de misterio, tensión y terror psicológico distribuidos en una serie de ocho episodios dirigida por el gran Ryan Murphy, a quien hemos visto recientemente en otras series originales como "Hollywood" o "The Politician"..., y con un elenco nada desdeñable con Sarah Paulson al mando.

La que podría considerarse como la comedia negra del año (al menos de Netflix) cuenta la historia de la enfermera Mildred Ratched, encarnada por Paulson, que comienza a trabajar en un centro psiquiátrico del norte de California, en Estados Unidos. Su imagen de enfermera modélica se convertirá en una auténtica pesadilla para los enfermos de la institución mental cuando la máscara de la mentira caiga a los pies de la médico sin escrúpulos.

Un thriller impactante y memorable, extraño, pero entretenido, que tiene ritmo y una tensión que va in crescendo, consiguiendo transmitir esa sensación de mala espina constante que tiene que tener toda serie o película de terror que se precie. "Ratched" se apoya, además, en algunos elementos de clásicos de terror como "El silencio de los corderos" o "La milla verde", incluso muchas personas la comparan con "American Horror Story" y hablan de ella como si fuese otra temporada más.

En el reparto una Sarah Paulson (Ocean's 8, A ciegas) inmejorable; inquisitiva, empoderada y mordaz, en el que probablemente haya sido uno de sus mejores papeles de los últimos años. Sobresaliente es también el papel de Judy Davis (Maridos y mujeres, Pasaje a la India) como la fría enfermera Betsy; además del de Finn Wittrock, compañero de Paulson en "American Horror Story", y Sharon Stone (Casino, The Muse, El abogado).

Aunque en teoría la serie está basada en la novela "Alguien voló sobre el nido del cuco", del cuco queda poco más que el nombre en la serie. Murphy se aleja por completo de la versión literaria para ahondar en el personaje de la enfermera Ratched, explicando cómo se forja su siniestra y particular personalidad. Más que de una adaptación, podríamos hablar de un origen del clásico de Kesey, una exploración de los traumas de una infancia arrebatada por la brutalidad familiar. Asimismo, en la serie se profundiza en aspectos tan controvertidos para la época como importantes como el papel de la mujer en la sociedad americana o las relaciones entre personas del mismo sexo.

Netflix lo vuelve a hacer especialmente bien a nivel técnico, con un diseño de producción, una dirección de fotografía y un vestuario realmente excelentes. La combinación de varios planos que muestran distintas acciones que les están ocurriendo a varios personajes de forma simultánea es una técnica que funciona e imprime más tensión y acción a la serie, que ya de por sí lleva un ritmo bastante trepidante.

En definitiva, "Ratched" es un thriller que poco tiene que ver con la idea original pero que de algún modo refuerza el origen de una de las enfermeras más siniestras que haya conocido el continente americano. Una precuela amena, que engancha y que tiene un reparto y una producción tan sobresalientes que solo por eso merece la pena ver, independiente de su fidelidad a la historia original.
Aitor Galisteo
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6
28 de diciembre de 2018
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tal y como estamos acostumbrados, esta nueva entrega de "Black Mirror" vuelve a ir un paso más allá y nos presenta una historia completamente interactiva en la que nosotros como espectadores tenemos la posibilidad de convertirnos en guionistas y meternos en la cabeza del personaje para controlar su cerebro.

"Black Mirror: Bandersnatch" nos remonta a 1984 y presenta la historia de un joven programador que intenta adaptar una complicada novela al mundo de los videojuegos, un desafío que le hará perder toda su cordura para tratar de conseguirlo. Será el espectador quien, precisamente, se encargue de tomar las decisiones que este llevará a cabo.

Sin duda, independientemente del contenido y de la historia, este episodio de Black Mirror supone todo un punto de inflexión y toda una propuesta de intenciones en el panorama audiovisual del momento. Netflix vuelve a coronarse como la vanguardia y el buque insignia del cine y el audiovisual con un formato totalmente innovador que descubre todo un mundo de posibilidades tanto para los usuarios como para los diseñadores, directores y guionistas.

La posibilidad de elegir en tiempo real y de que nuestras decisiones tengan un impacto directo posibilita hasta cinco finales distintos para un mismo episodio, de modo que un mismo material se presenta como diferente para distintas personas. Esta interactividad descubre un nuevo campo con inmensas posibilidades y abre las puertas a una gran innovación de cara a próximas producciones audiovisuales en el futuro, en el que la experiencia de un capítulo es distinta y personalizable para cada persona, de modo que de una misma idea resultan cinco productos distintos en cuyo proceso de creación podemos participar nosotros como usuarios.

Por tanto, el espectador, que hasta ahora solo podía adoptar una actitud pasiva ante el audiovisual, puede, desde este momento tomar sus propias decisiones que desencadenarán una serie de consecuencias que tendrán como resultado un final completamente distinto. El usuario/espectador pasa, por tanto, a adoptar un rol versátil.

¿Se imaginan un mundo en el que fuésemos al cine a ver una misma película con nuestro grupo de amigos pero en la que el final fuese distinto para cada uno de nosotros? El futuro pasa por la elección, por la interacción y por la personalización. El futuro es ahora.
Aitor Galisteo
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9
10 de marzo de 2018
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No son pocas las series que me ha recomendado Netflix desde que soy usuario de la plataforma. Normalmente, y no sé si hago bien o no, tiendo a declinar sus recomendaciones. Sin embargo, por alguna extraña razón, cuando me recomendaron "The End Of The F***ing World" sentí una curiosidad que pocas veces consigue despertarme una serie con tan solo leer el título y el argumento.

A medida que vas adentrándote en la serie, te vas percatando de por qué esta sí te llamó la atención y no otra. Porque no es la típica serie estadounidense para adolescentes que busca el humor fácil y que está repleta de situaciones y diálogos más que conocidos por todos. Es rara, diferente, innovadora... pero sobre todo es interesante, que es el ingrediente clave para una buena receta.

La serie gira en torno a las aventuras de una pareja de jóvenes adolescentes, James (Alex Lawther), un joven psicópata asesino, y Alyssa (Jessica Barden), una adolescente ninfómana de marcado carácter. Lejos de llevar una relación convencional, mientras que Alyssa solo busca sexo en James, las intenciones del joven distarán por completo de los planes de la primera.

Son muchos los calificativos con los que podría describir esta mini-serie: atrevida, vanguardista, extraña, escalofriante, macabra, desagradable, atractiva... Una tragicomedia de apenas tres horas, tan tierna como feroz, digna de ver en una sola dosis.

En cuanto a nivel audiovisual, este vuelve a ser uno de los puntos fuertes de Netflix, haciendo de la serie no solo un producto interesante y arriesgado, sino también de calidad, dotando de personalidad y atractivo a la serie.

En definitiva, "The End Of The F***ing World" no es la típica serie de "chico conoce chica". Es un diamante en bruto que termina resultando una auténtica joya del inmenso catálogo de productos de Netflix.
Aitor Galisteo
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