Vaya por delante que soy un Neoburtoniano, o lo que es lo mismo soy un advenedizo para el cine de este autor. La primera vez que ví Eduardo Manostijeras debo reconocer que no la acabé (tendía unos 15 años), por lo que decir que siempre me ha gustado Tim Burton sería mentir. Dicho esto, esta película amén de la novedad de que se canta tal y como la moda Hollywoodiense mandaba, no está a la altura de mi ahora adorado Eduardo. Supongo que es un cine que necesita varios visionados (también me pasó con Mars Attack y ahora en cualquier zapping que pillo la veo da igual en qué momento ocurra). Oscura, demasiado oscuara. Música, demasiada música. Eso sí sólo Burton es capaz de recrear una atmósfera tan angustiosa y lúgubre.

Una película que se construye alrededor de Sean Penn. Gran actor que según madura se convierte en más creible. Es una película que por temática siento muy cerca por lo que posiblemente perdone más que de costumbre. Especial mención para James Franco que no sólo es guapísimo sino que se convierte en un muy creíble novio de Harvey.

Cuando de alguien como Almodovar se espera siempre que su última película supere a la anterior como si de la cuenta de resultados de una empresa se tratara (igual el tiene algo de culpa en esto), son esperables las frustaciones. A mí personalmente no me las ha producido. Es una película bien hecha, de eso no hay duda, con una historia que contar y con unos actores con pocas reválidas que pasar. Aún así carece del alma y la frescura de otras veces. En definitiva buen cine español aunque nos pese.

El mérito principal de la película es sin duda la atmósfera y la actuación de su trio protagonista. El lugar donde se desarrolla la trama, otro personaje clave de la misma, y la verosimilitud de la actuación de Cristian, Manolo y Tatiana hacen que te olvides incluso de lo que realmente está pasando. Para alguien que ha buscado y visionado cuanta película de temática gay que pasaba por sus manos, la esencia de esta cinta no podía sino escandalizarnos por un planteamiento tan victimista y lastimero. Este tono tan tormentoso en personajes homosexuales sólo se puede entender si pensamos que la cinta es peruana donde desgraciadamente seguramente un gran sector de la sociedad todavía confundirá la homosexualida con el transvestismo.
Bienvenidas sean cualesquiera que sean las temáticas donde se hagan visibles este tipo de personajes sobretodo en paises todavía tan atrasados en derechos de igualdad y de no discriminación al colectivo. Este es el pero (que por otra parte hace que me acuerde de películas españolas de hace unas décadas), no obstante te metes en la trama y el final hace incluso que te reconcilies con los chismosos de todos los pueblos.

Encontrarme a Bill Murray, recombertido en un alcalde glotón y avaricioso (cual político corrupto de hoy en día), a Tim Robbins haciendo de un padre con la ilusión desvanecida y a un par de niños que logran grandes dosis de verosimilitud en su necesidad de tener un futuro algo menos conformista que la de sus conciudadanos, hacen que analizar la película sea muy sencillo. Divertida.