Una dualidad lograda con enorme destreza que termina en uno de los más bellos diálogos audiovisuales de la historia del cine. El espectador se vuelve aliado de ambas partes, alumno y tutor tienen un por qué que da empatía.

«Whiplash» es un filme con retos extremos y un verdugo catártico en un duelo que no acaba hasta que sangre, hasta llegar al limite donde deba terminar.

Una inverosímil historia que se cierra con un predecible final, aún así disfrutable, te mantiene atento. Buenas escenas de acción aunque con coreografías de peleas poco convincentes (como hachazos que no tienen donde caer), pero con buenos momentos y raros personajes que quisieras trascendieran no sólo dentro de esta historia, sino en la historia del cine.

Siempre me atrapan las historia post-apocalípticas, pensar lo terrible de sobrevivir una catástrofe, y este filme muestra las cosas horribles que llegan a suceder por hambre. Un tren que lleva lo mejor y lo peor del mundo: los seres humanos.

¡Buenísima! No es nada fácil el camino para llegar a ser quien se es y no lo que los demás quieren que seas. Extraordinaria actuación de Guillaume Gallienne, lo amé desde la primera escena.

Excelente giro dramático, no me lo esperaba. Además como plus, me llevé la sorpresa al ver que la abuela de Guillaume era la Maud de Eric Rohmer, Françoise Fabian de «Mi noche con Maud».

Con escenas estéticas y visualmente bien logradas que junto con la musicalización crean una atmosfera inquietante pero que su intención y acción se repiten tanto que cae una y otra vez hasta destrozarse. Esperaba algo mejor de Jonathan Glazer, más que hacer que Scarlett Johansson desquitara el sueldo desnudándose una y otra vez.

Curtains es una película que todo el tiempo rompe fronteras, en algunas partes no sabemos si es una situación real o sólo el ensayo de una escena teatral, o si la protagonista se hace pasar por loca o ha dejado de actuar al estar en un hospital psiquiátrico en donde «incluso las risas son tristes». Jonathan Stryker (John Vernon) además de ser un director bastante riguroso, pareciera que amarra navajas entre Samantha Sherwood (Samantha Eggar) y las actrices de la audición, por lo que la tensión en la casa es continua.

Con escenas maravillosamente bien logradas, buenas actuaciones, locaciones bien escogidas, una muñeca perfecta (no ridiculeces como Anabelle) y una máscara aterradora que tiene sentido tanto en la historia de Audra como en la propia trama, Curtains me hizo gritar y sobrecogerme, con giros que realmente me sorprendieron, la amé.