No conozco el original nórdico, pero esta versión española rebosa frivolidad. Y, en calidad, está a años luz de otras propuestas nacionales como Merlí, la serie catalana que, aparte de exponer los problemas de los adolescentes, es interesante.

Yo tengo una hija adolescente, justo de la misma edad que los que salen en la serie, y no habla ni de lejos como los personajes de Skam España (que pretende ser un retrato de los adolescentes actuales). En la serie utilizan un lenguaje desfasado, con palabras y expresiones que pertenecen más a los años 80 que a la actualidad, pues se llaman entre ellos «tronco» o usan palabras como «dabuti». Vamos, que el guionista se ha lucido, porque parece que ni se ha molestado en averiguar cómo hablan los adolescentes en la actualidad, no escuchándose ninguna de las coletillas que sí que utilizan hoy en día, como, por ejemplo, «en plan».

Por otro lado, los secundarios que van apareciendo parecen extraídos de un circo, o de un espectáculo de varietés, y no de la realidad. En el capítulo que acabamos de ver, aparece un médico cubano que, con todos mis respetos, ni es realista ni resulta gracioso, es más bien patético.

Serie sin ninguna profundidad. Poco interesante. Bastante floja.

Debo decir que las tres primeras temporadas me gustaron, como serie para adolescentes y con mensaje motivador, había logrado enganchar a quienes en nuestra infancia vimos con enorme placer las películas en las que se inspira.

Pero hay un dicho que dice que lo importante no es como las cosas empiezan, sino como acaban. Y en esta 4a temporada el desastre es tan monumental, el bodrio es tan descomunal, que echa a perder todo el esfuerzo previo. Ya que ha pasado de ser una serie que yo recomendaría, a una que no, jamás, simplemente porque ya sé que al final la serie caerá en la más completa estupidez, y entonces ya no merece la pena empezarla.

Porque, ciertamente, y esto sin ninguna duda tiene que deberse a un cambio radical de los guionistas, los personajes han pasado de ser coherentes, simpáticos, y hasta interesantes, a parecer, todos ellos, sin excepción, planos, lerdos, vacíos e incoherentes. Y con unas frases que continuamente los hacen caer en el ridículo.

Y como suele suceder cuando hay un bajón tan bestial en el guión, los actores se dan cuenta de que están diciendo memeces, y eso también los descentra y lleva a que sus actuaciones se resientan bastante.

Una lástima, porque la serie, sin ser ninguna obra maestra , molaba bastante, y ahora ha quedado convertida en un producto ridículo.

Sorprende cómo se invierte tanto en una serie de época y los textos son tan pobres, y las interpretaciones tan flojas. En general, resulta endeble y dan ganas de cambiar de canal buscando algo mejor.
Es una pena, porque la transición da mucho de si, y la historia de estas mujeres abogadas, luchadoras, seguro que fue fascinante. Pero no lo parece de la manera un tanto frívola como la cuentan aquí.
Las expectativas eran altas. Pero nos encontramos ante un producto muy pobre. Penoso que hagan esto con una idea / material que podría ser tan bueno, y que malgasten así el dinero público.

Toda mi vida, desde los 12 años, he seguido a Tolkien. Leí completo El Señor de los Anillos en 1984.

No sé si esta serie se merecerá un diez, a mí me está gustando. Para los tolkenianos Galadriel es un personaje mágico y principal.

Lo que sí que me asquea es que la gente ponga a un producto como esté la nota mínima porque salen negros o mujeres.

Qué clase de trogloditas, machistas, retrógrados estamos engendrando? Si la serie está bien, no existe el menor problema en que salga un hobbit o un elfo negro. Tolkien era muy conservador, sí, pero también se mostró contrario al Nazismo. Y él era producto de la educación de su época. Una época en la que el Ku Klux Klan mataba a los negros en EEUU y en la que las mujeres seguían completamente anuladas. Quienes critican que en esta serie salgan negros, entiendo que están a favor de ideas de pureza racial bastante repugnantes, y eso no debería permitirse, ni en esta página ni en ninguna.