El conocimiento enciclopédico que del cine tiene José Luis Garci no es algo que vaya a pillar a alguien por sorpresa, su programa de televisión "¡Qué grande es el cine!" demostró esto con creces regalándonos todas las semanas algunas de las mejores veladas que un servidor ha podido disfrutar frente al tubo catódico. Sin embargo, y mal que les pese a sus (cada vez más numerosos) detractores, Garci es también un enamorado de las imágenes y un genuino cineasta de corte clásico (con todo lo bueno que ello conlleva).

"El Crack" es buena prueba de ello, un homenaje a las raíces de un género poco cultivado en nuestro país, aunque con notables ejemplos como "Los Ojos dejan huellas" o "Apartado de Correos 1001". Alfredo Landa compone un Germán Areta para la eternidad, un personaje que queda en la memoria del espectador mucho más tarde de haber dejado la retina, una composición casi "lemmoniana" (de Jack, por supuesto) que lo convierte en el más grande entre los grandes.

Pero, como no iba a ser extraño en la filmografía de Garci, la película está plagada de guiños cinéfilos y notas para el alumno aventajado que redondean una historia enormemente entretenida. Sin animo de desvelar nada, les remito a una escena cercana a "Los sobornados" de Lang, en la que... bueno, cuando lo vean sabrán a que me refiero.

A destacar el gran elenco actoral, no sólo Landa está magnífico, tenemos a toda la pléyade propia del Garci de la época: Miguel Rellán, José Bódalo, María Casanova... Un lujazo y un film a rescatar del olvido.

Brian De Palma es uno de esos directores a los que la crítica les niega los laureles, sus flamantes planos secuencia, su puesta en escena estudiada milimétricamente y su manera de amar a la cámara no son suficientes para concederle ese "honor".

Lejos quedan ya los tiempos en los que su filmografía era despachada como un simple homenaje/plagio a Hitchcock; ahora, simplemente se reniega de él, dejándolo de lado y dedicando páginas y páginas a la obra de sus "quintos" (Scorsese, Coppola, Spielberg, Lucas...), personajes estos mucho más queridos por la crítica y por el público en general que el autor de "Impacto".

Esta versión de "La Dalia Negra" no iba a ser menos y todo ello ha mermado su carrera comercial; sin embargo, para el que esto escribe estamos ante una de las muestras de cine negro más contundentes y redondas de las últimas décadas (con permiso de esa obra maestra llamada L.A. Confidential, con la que comparte algo más que el texto original de Ellroy). Tiene todos los elementos que definen al género: la voz en off (imprescindible desde "Perdición" hasta "Blade Runner"), la figura de la mujer fatal (aquí, demostrando una vez más, el caracter hiperbólico del cine de De Palma, hay dos "femmes" que vuelven loco al pobre Harnett), el mundo del boxeo (aunque sea de manera tangencial a través del pasado de los dos detectives), la trama alambicada y pretendidamente confusa (este último punto ha sido el blanco principal de los críticos, los mismos que alaban "El sueño eterno" de Hawks y adoran los "sinsentidos" de su argumento).

En fin, por mucho que hubiera hecho Brian De Palma, las mieles del éxito no se le hubieran otorgado; a pesar de ello, "La Dalia Negra" es todo un ejercicio de estilo, cercano a los clásicos y plagado de imágenes y momentos visualmente perfectos (me remito a cierto tiroteo con una escalinata de por medio que recuerda en tempo y escenario a sus "Intocables").

Lo mejor: Hillary Swank. Hillary Swank. Hillary Swank!!!
Lo peor: Josh Harnett. Josh Harnett. Josh Harnett.

Tras muchos años intentando llevar a buen puerto la adaptación de "The Hoods", será a mediados de los 80, cuando Sergio Leone
se espolse del poncho vaquero una obra maestra absoluta. Todo en esta película es necesario, desde la primera imagen hasta el plano
congelado de Robert De Niro (y no desvelo nada), es esplendorosa, una joya a descubrir por muchos.
El reparto magnífico y la banda sonora del genio Ennio Morricone un ejemplo de como la música debe acompañar a las imágenes,
complementándolas y dándoles un significado.

OBRA MAESTRA

Estamos ante una comedia típica del panorama cinematográfico americano de la época, divertida, plagada de actores cómicos salidos del Saturday Night Live y con una banda sonora pop melosa y romanticona (con canción incluída del pasteloso Barry Manilow). Sin embargo, "Juego peligroso" destaca sobre las demás, por su creativa puesta en escena que intenta emular el "savoir-faire" de Alfred Hitchcock a través de algún que otro plano secuencia sugerente y ciertas soluciones de cámara brillantes.

A destacar de entre todo el elenco a Dudley Moore, divertido en su rol de obseso sexual, cuyas apariciones son con mucho lo mejor del film.

Lo dicho, una comedia entretenida, para pasar un rato distraído, pero con poca miga más allá de su trama elemental.

Desde un punto de arranque sugerente y atractivo, la trama de "Misteriosa Obsesión" comienza a llenarse de clichés y "topicazos" varios,
que la hacen flojear y perder enteros. A pesar de todo, resulta entretenida y el giro que da a mitad del film de thriller a ciencia ficción es una
de sus mejores bazas (de la cual los puristas renegarán). Como siempre, Julianne Moore espléndida.