You must be a loged user to know your affinity with heronation
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred

6,4
2.131
8
19 de octubre de 2024
19 de octubre de 2024
Sé el primero en valorar esta crítica
Película del tipo ‘basada en hechos reales’, en este caso el secuestro del buque danés MV Rozen por parte de piratas somalíes y los dramáticos sucesos que se produjeron durante el rapto, su incidencia sobre la tripulación y las negociaciones que se abrieron para la liberación de aquella.
La película maneja magistralmente el punto de vista, la tensión y la humanización/deshumanización de los personajes. Asimismo se mueve en dos escenarios diametralmente opuestos; el buque y la sala de negociaciones a miles de kilómetros del punto de conflicto. Finalmente la trama nos muestra el derrumbe psicológico de los afectados, en este caso, la tripulación y el negociador.
Lógicamente la película tiene puntos en común con otra muy conocida de buques secuestrados y prácticamente coetánea a esta, Capitán Phillips dirigida por Paul Greengrass, pero el tratamiento de un suceso parecido, sin embargo, se desarrolla de manera muy diferente por parte del realizador danés. Sobre todo en cuanto a la deshumanización de los captores y su falso victimismo. Son verdugos y como tales son tratados y reflejados en la historia, sin más.
Tono, perspectiva, punto de vista y estructura de la trama se desarrollan en un guion milimétrico y una dirección potente, vigorosa e hiperrealista, casi documental. Un poderoso live action de tensión creciente hacia el climax final.
La película maneja magistralmente el punto de vista, la tensión y la humanización/deshumanización de los personajes. Asimismo se mueve en dos escenarios diametralmente opuestos; el buque y la sala de negociaciones a miles de kilómetros del punto de conflicto. Finalmente la trama nos muestra el derrumbe psicológico de los afectados, en este caso, la tripulación y el negociador.
Lógicamente la película tiene puntos en común con otra muy conocida de buques secuestrados y prácticamente coetánea a esta, Capitán Phillips dirigida por Paul Greengrass, pero el tratamiento de un suceso parecido, sin embargo, se desarrolla de manera muy diferente por parte del realizador danés. Sobre todo en cuanto a la deshumanización de los captores y su falso victimismo. Son verdugos y como tales son tratados y reflejados en la historia, sin más.
Tono, perspectiva, punto de vista y estructura de la trama se desarrollan en un guion milimétrico y una dirección potente, vigorosa e hiperrealista, casi documental. Un poderoso live action de tensión creciente hacia el climax final.

7,1
4.664
9
19 de octubre de 2024
19 de octubre de 2024
Sé el primero en valorar esta crítica
Estamos ante uno de los films más áridos, deprimentes y sórdidos de la selección de 30 mejores películas danesas de los últimos 30 años. No conviene verla en un momento de bajón emocional o depresión porque sería algo así como el baldón anímico definitivo.
Y al mismo tiempo estamos ante una película IMPRESIONANTE.
Acertada su estructura mediante un montaje paralelo y el uso de recurrentes elipsis para contarnos la historia de dos hermanos que por haber sufrido una tragedia familiar durante su pre-adolescencia, se distancian ya adultos e inician una carrera desenfrenada por determinar cuál de los dos se autodestruye más y con más desafuero. La historia de dos hombres destruidos, herederos de las consecuencias de haber nacido en una familia desestructurada y transmisores ellos mismos de la misma semilla de nihilismo vital. Se reencontrarán bien entrados en la treintena en situaciones muy puntuales que inciden en esa sensación de distancia emocional, vacío, frialdad…
Dirección y actuaciones sobresalientes de los actores Jakob Cedergren (The Guilty) y Peter Plaugborg, que interpretan al hermano mayor y menor, respectivamente.
Una vez más subyace la idea de redención. Finalmente todas las piezas de unas vidas rotas acaban encajando en el puzzle emocional que monta el director y no es casualidad que la película termine en una iglesia, precisamente.
Y al mismo tiempo estamos ante una película IMPRESIONANTE.
Acertada su estructura mediante un montaje paralelo y el uso de recurrentes elipsis para contarnos la historia de dos hermanos que por haber sufrido una tragedia familiar durante su pre-adolescencia, se distancian ya adultos e inician una carrera desenfrenada por determinar cuál de los dos se autodestruye más y con más desafuero. La historia de dos hombres destruidos, herederos de las consecuencias de haber nacido en una familia desestructurada y transmisores ellos mismos de la misma semilla de nihilismo vital. Se reencontrarán bien entrados en la treintena en situaciones muy puntuales que inciden en esa sensación de distancia emocional, vacío, frialdad…
Dirección y actuaciones sobresalientes de los actores Jakob Cedergren (The Guilty) y Peter Plaugborg, que interpretan al hermano mayor y menor, respectivamente.
Una vez más subyace la idea de redención. Finalmente todas las piezas de unas vidas rotas acaban encajando en el puzzle emocional que monta el director y no es casualidad que la película termine en una iglesia, precisamente.

6,5
12.372
8
19 de octubre de 2024
19 de octubre de 2024
Sé el primero en valorar esta crítica
La película tiene a Dante y Virgilio, La Divina Comedia y el cuadro La barca de Dante como referentes culturales inmediatos.
La sinópsis es sencilla: Jack, el protagonista, es un psicópata. Ha matado a más de 60 personas en un periodo comprendido de unos 12 años, entre mediados de los años 70 hasta bien entrados los 80, alrededor la zona de Seattle en el estado de Washington. Jack relata, voz en off, a un segundo personaje sus terribles crímenes. No todos, sólo algunos, y la película se construye en base a 'incidentes'. Durante los incidentes el espectador asiste, cada vez más atónito, quizás espantado e irritado, a las digresiones teóricas de los dos protagonistas, que dialogan o discuten, voz en off como ya he dicho, sobre el arte en general. arquitectura, pintura, literatura, filosofía, mientras cada vez más sádicas formas de matar se suceden en la pantalla en imágenes inusualmente explícitas.
¿Cuál es el propósito de Lars von Trier con esta película? La verdad que resulta complicado determinarlo. Secuenciemos.
-- El primer propósito de Trier radica precisamente en que puede hacer una película como esta en la actualidad. La sociedad actual, europea y estadounidense, está sometida a la dictadura de la corrección política, la 'democracia sentimental' basada en microderechos o/y 'chorradas' y el infantilismo sentimentaloide como perspectiva de análisis de los acontecimientos. Las sociedades occidentales se están sumiendo en una decadencia ideológica y también cultural sin precedentes. Universitarios analfabetos, ojo...esta 'democracia sentimental' se fundamenta en varios dogmas que construyen la religión laica a la que hay que someterse. Dos de esos dogmas son, sin duda, el FEMINISMO y el ANIMALISMO, un animalismo prosopopéyico, que le otorga a los animalitos características y condiciones humanas, paradigma definitivo de ese actual infantilismo reinante y rampante.
Pues bien, Von Trier lanza un torpedo directamente contra la línea de flotación de esos dos dogmas (de hecho la corriente cinematográfica que lideró el danés se denominó así, dogma, ¿no?) Lo hace de manera profundamente irrespetuosa, ofensiva y, además, banalizando y ridiculizando situaciones concretas en escenas de una crueldad extrema, muy irreverente por cierto...Animales y mujeres son las víctimas de los 'incidentes' protagonizados por Jack y que le sirven de mera excusa para luego, soltar peroratas larguísimas sobre la esencia última del arte como manifestación del alma humana, o algo así...En cada 'incidente' aparece un tipo o mejor dicho, un 'estereotipo' de mujer, que Jack no duda en criticar y por ello, ajusticiar. Mujeres urbanitas que van de 'sobradas' de clase media alta, desafiantes y provocadoras para con los hombres, amas de casa vulgares de perfil bajo, mediocres, mamás convencionales con un sentido 'instintivo' maternal (el incidente que particularmente más me.... hizo pensar 'verás tú, verás tú Jack'), jovencitas infantiloides, a gusto con su simpleza y sumisión a los cánones estéticos, MILF's ultra operadas para ser bombas sexuales y que no pasan de ser grotescas caricaturas de feminidad...
La película también está jalonada de fragmentos de crueldad extrema (¿y gratuita?, sin una finalidad, una razón de ser aparte de la pretensión intencionada de desafiar al espectador) hacia los animales que seguro provocarían espasmos y desmayos en los miembros y ‘miembras’ del PACMA.
Aquí se nos presenta el Trier más anti Dogma 95 que se pueda imaginar. Él mismo rompe groseramente con sus propios postulados cinematográficos porque la película no puede ser más efectista formalmente, y vacía esencialmente. Quizás sea esa su pretensión última: la pura iconoclastia. Desafiar de manera premeditada al espectador con sucesivos episodios de sadismo violento en imágenes explícitas que no llevan a ninguna parte. En un momento dado del metraje, se nos muestra a un Jack niño que captura con una red a un patito de un estanque. Lo acaricia y acto seguido le corta fría y cruelmente las patas a la altura de las aletas con unas tenazas para luego soltarlo nuevamente en el estanque observando cómo el pobre pato chapotea agónicamente. A continuación el niño Jack mira directamente a la cámara, esto es, a nosotros, desafiante como diciendo ¿Y ahora…qué? Evidentemente Trier está siendo efectista. La escena tiene cantidad de efectos especiales y él no puede haberle dicho al niño que interpreta al jovencito Jack que va a hacer lo que precisamente se ve en pantalla, so pena de ser automáticamente procesado judicialmente. Quizás ahí está la razón de ser de la película, en un ‘puedo hacerlo y os desafío…voy a ser PREMEDITADAMENTE OFENSIVO sin más fin que el mero hecho de serlo, y además voy a contar con una gran producción de medios detrás para llevarlo a cabo de la manera más efectista e hiperrealista posible.
¿El sentido de 'la casa'? Una casa como idea arquitectónica que hay que diseñar, construir...quizás una alegoría del propio Jack. Muy endeble, un simple esbozo de algo que nunca podrá ser erigido por carecer de bases (morales)...no me quedó nada claro vaya...
Trier fue entronizado como Dios del cine europeo por la izquierda internacionalista cuando estrenó su ya lejana peli Europa (neonazis, extrema derecha, bla, bla, bla...) Lleva tiempo siendo agresivo, subversivo y muy crítico con los cánones occidentales que antes decíamos, así que si se aprueba ese nuevo delito que quieren establecer las feministas...'banalización de la violencia de género o mejor, terrorismo machista' quizás esta sería la primera película en ser prohibida o 'secuestrada'
PD: Esta película además del referente literario de La Divina Comedia tiene otro cinematográfico muy claro. Ocurrió cerca de su casa, una película belga de los años 90, en blanco y negro, que contaba también de forma transgresora y jocosa las andanzas de otro psicópata. Te he pillao Lars Von Trier, jaja...
La sinópsis es sencilla: Jack, el protagonista, es un psicópata. Ha matado a más de 60 personas en un periodo comprendido de unos 12 años, entre mediados de los años 70 hasta bien entrados los 80, alrededor la zona de Seattle en el estado de Washington. Jack relata, voz en off, a un segundo personaje sus terribles crímenes. No todos, sólo algunos, y la película se construye en base a 'incidentes'. Durante los incidentes el espectador asiste, cada vez más atónito, quizás espantado e irritado, a las digresiones teóricas de los dos protagonistas, que dialogan o discuten, voz en off como ya he dicho, sobre el arte en general. arquitectura, pintura, literatura, filosofía, mientras cada vez más sádicas formas de matar se suceden en la pantalla en imágenes inusualmente explícitas.
¿Cuál es el propósito de Lars von Trier con esta película? La verdad que resulta complicado determinarlo. Secuenciemos.
-- El primer propósito de Trier radica precisamente en que puede hacer una película como esta en la actualidad. La sociedad actual, europea y estadounidense, está sometida a la dictadura de la corrección política, la 'democracia sentimental' basada en microderechos o/y 'chorradas' y el infantilismo sentimentaloide como perspectiva de análisis de los acontecimientos. Las sociedades occidentales se están sumiendo en una decadencia ideológica y también cultural sin precedentes. Universitarios analfabetos, ojo...esta 'democracia sentimental' se fundamenta en varios dogmas que construyen la religión laica a la que hay que someterse. Dos de esos dogmas son, sin duda, el FEMINISMO y el ANIMALISMO, un animalismo prosopopéyico, que le otorga a los animalitos características y condiciones humanas, paradigma definitivo de ese actual infantilismo reinante y rampante.
Pues bien, Von Trier lanza un torpedo directamente contra la línea de flotación de esos dos dogmas (de hecho la corriente cinematográfica que lideró el danés se denominó así, dogma, ¿no?) Lo hace de manera profundamente irrespetuosa, ofensiva y, además, banalizando y ridiculizando situaciones concretas en escenas de una crueldad extrema, muy irreverente por cierto...Animales y mujeres son las víctimas de los 'incidentes' protagonizados por Jack y que le sirven de mera excusa para luego, soltar peroratas larguísimas sobre la esencia última del arte como manifestación del alma humana, o algo así...En cada 'incidente' aparece un tipo o mejor dicho, un 'estereotipo' de mujer, que Jack no duda en criticar y por ello, ajusticiar. Mujeres urbanitas que van de 'sobradas' de clase media alta, desafiantes y provocadoras para con los hombres, amas de casa vulgares de perfil bajo, mediocres, mamás convencionales con un sentido 'instintivo' maternal (el incidente que particularmente más me.... hizo pensar 'verás tú, verás tú Jack'), jovencitas infantiloides, a gusto con su simpleza y sumisión a los cánones estéticos, MILF's ultra operadas para ser bombas sexuales y que no pasan de ser grotescas caricaturas de feminidad...
La película también está jalonada de fragmentos de crueldad extrema (¿y gratuita?, sin una finalidad, una razón de ser aparte de la pretensión intencionada de desafiar al espectador) hacia los animales que seguro provocarían espasmos y desmayos en los miembros y ‘miembras’ del PACMA.
Aquí se nos presenta el Trier más anti Dogma 95 que se pueda imaginar. Él mismo rompe groseramente con sus propios postulados cinematográficos porque la película no puede ser más efectista formalmente, y vacía esencialmente. Quizás sea esa su pretensión última: la pura iconoclastia. Desafiar de manera premeditada al espectador con sucesivos episodios de sadismo violento en imágenes explícitas que no llevan a ninguna parte. En un momento dado del metraje, se nos muestra a un Jack niño que captura con una red a un patito de un estanque. Lo acaricia y acto seguido le corta fría y cruelmente las patas a la altura de las aletas con unas tenazas para luego soltarlo nuevamente en el estanque observando cómo el pobre pato chapotea agónicamente. A continuación el niño Jack mira directamente a la cámara, esto es, a nosotros, desafiante como diciendo ¿Y ahora…qué? Evidentemente Trier está siendo efectista. La escena tiene cantidad de efectos especiales y él no puede haberle dicho al niño que interpreta al jovencito Jack que va a hacer lo que precisamente se ve en pantalla, so pena de ser automáticamente procesado judicialmente. Quizás ahí está la razón de ser de la película, en un ‘puedo hacerlo y os desafío…voy a ser PREMEDITADAMENTE OFENSIVO sin más fin que el mero hecho de serlo, y además voy a contar con una gran producción de medios detrás para llevarlo a cabo de la manera más efectista e hiperrealista posible.
¿El sentido de 'la casa'? Una casa como idea arquitectónica que hay que diseñar, construir...quizás una alegoría del propio Jack. Muy endeble, un simple esbozo de algo que nunca podrá ser erigido por carecer de bases (morales)...no me quedó nada claro vaya...
Trier fue entronizado como Dios del cine europeo por la izquierda internacionalista cuando estrenó su ya lejana peli Europa (neonazis, extrema derecha, bla, bla, bla...) Lleva tiempo siendo agresivo, subversivo y muy crítico con los cánones occidentales que antes decíamos, así que si se aprueba ese nuevo delito que quieren establecer las feministas...'banalización de la violencia de género o mejor, terrorismo machista' quizás esta sería la primera película en ser prohibida o 'secuestrada'
PD: Esta película además del referente literario de La Divina Comedia tiene otro cinematográfico muy claro. Ocurrió cerca de su casa, una película belga de los años 90, en blanco y negro, que contaba también de forma transgresora y jocosa las andanzas de otro psicópata. Te he pillao Lars Von Trier, jaja...
19 de octubre de 2024
19 de octubre de 2024
Sé el primero en valorar esta crítica
Películas sobre internados, orfanatos, hospicios y los abusos que los adultos responsables de los mismos cometieron sobre los menores internos, hay muchas.
Este film danés se basa, tristemente, en hechos reales. Lo que nos cuenta aconteció en el internado Godhavn Boys Home sito en la localidad de Gudbjerg, que cerró sus puertas en el año 1976 gracias a los testimonios de antiguos niños residentes quienes, una vez adultos, denunciaron los terribles abusos de todo tipo que sufrieron en el centro por parte de profesores y cuidadores.
La trama se basa concretamente en las vivencias de 2 hermanos de alrededor de 13 y 8 años, respectivamente, que fueron enviados al centro en cuestión en el periodo comprendido entre los años 1967 y 1970, ya que su madre enferma de cáncer no podía hacerse cargo de ellos, así pues el Estado del bienestar danés hizo las veces de tutor de ambos.
Uno afronta el visionado del filme con prejuicios, lo reconozco. Vas a asistir a una serie de escenas efectistas, tremendas, violentas, de abuso infantil. Las referencias son películas como Sleepers o la irlandesa Las hermanas de la Magdalena. Sin embargo El día llegará es muy diferente a las dos referencias indicadas a la vez que muy parecida. Es mucho mejor que cualquiera que hayas visto de tal temática.
Y sí, hay tremendos abusos sexuales, físicos, psíquicos a lo largo del metraje. Aparecen profesores sádicos, torturadores, pedófilos, psicópatas. Auténticos MONSTRUOS. Y monstruos reales, de verdad, de esos que aprovechan su posición y jerarquía para gozar de total impunidad a la hora de realizar sus terribles delitos sobre carne inocente.
Pero hay sutiles diferencias con respecto a otros filmes de parecida temática.
Sobre los monstruos hay pocos matices en el guion: se dibujan perfiles simples y crueles hasta la enfermedad. El sádico director con accesos de violencia física incontenible. Su servil lacayo, otro profesor, que anhela el reconocimiento de su amo a través del abuso y la violencia sobre los chicos. Tenemos al médico cobarde que tapa todos los abusos y lesiones tremendas que presentan los niños cuando llegan a su consulta. Está por supuesto el profesor pedófilo que cada vez que tiene guardia de noche provocará el pánico paralizante en los niños porque saben que uno de ellos será ‘el elegido’.
Pero también tenemos inocencia, valentía, coraje, resiliencia, honradez, honestidad, pureza.
La película es una gran batalla entre el BIEN Y EL MAL, así en mayúsculas. Y hay una profunda evolución psicológica en los dos hermanos desde el comienzo del metraje hasta el final de la película.
Lo que más impacta sin duda es la interpretación de los dos jóvenes actores en sus papeles de los hermanos Erik y Elmer, sobre todo del segundo, el más pequeño.
La crudeza y la brutalidad de la película te hace preguntarse hasta qué punto es lícito que un niño tan pequeño viva situaciones tan extremas y sórdidas, aun cuando las interprete. Dicen que en realidad los niños no actúan sino que simplemente dejan salir sus emociones, siendo este el caso, estamos ante un caso de interpretación espontánea absolutamente asombrosa. Solamente se me ocurre el caso del por aquel entonces niño Jacob Tremblay en la película La Habitación (Room) del año 2015.
La película no es una sucesión de escenas que describen actos brutales de abusos y violencia sin más. El guion es sólido y progresivo en cuanto a la evolución de personajes y situaciones. Al tratarse de hechos reales, las situaciones resultan coherentes y creíbles. La dirección es sobria y sólida. Consigue crear un filme tremendamente emotivo pero no sentimentaloide.
Los actores, adultos y niños, están sencilla y absolutamente sobrecogedores cada uno en su rol. Especial mención al hermano del asiduo Mads Mikkelsen, Lars, que dibuja uno de los personajes más crueles que se hayan visto en pantalla, y como ya hemos comentado, el niño Elmer, que sueña con ser astronauta y se evade de una terrible realidad soñando que viaja por el espacio. Que persigue su ‘billete a la eternidad’ que significa la libertad, salir de ese infierno en la tierra que es, que fue el internado Godhavn.
Como epígrafe, el propio estado danés tuvo que pedir perdón a las numerosas víctimas que pasaron por el centro una vez la riada de testimonios y denuncias fue imparable.
Esta película retrata y revive, con respeto y honestidad, las vivencias inhumanas que padecieron miles de niños, cuyas secuelas psicológicas marcaron para siempre sus vidas.
Este film danés se basa, tristemente, en hechos reales. Lo que nos cuenta aconteció en el internado Godhavn Boys Home sito en la localidad de Gudbjerg, que cerró sus puertas en el año 1976 gracias a los testimonios de antiguos niños residentes quienes, una vez adultos, denunciaron los terribles abusos de todo tipo que sufrieron en el centro por parte de profesores y cuidadores.
La trama se basa concretamente en las vivencias de 2 hermanos de alrededor de 13 y 8 años, respectivamente, que fueron enviados al centro en cuestión en el periodo comprendido entre los años 1967 y 1970, ya que su madre enferma de cáncer no podía hacerse cargo de ellos, así pues el Estado del bienestar danés hizo las veces de tutor de ambos.
Uno afronta el visionado del filme con prejuicios, lo reconozco. Vas a asistir a una serie de escenas efectistas, tremendas, violentas, de abuso infantil. Las referencias son películas como Sleepers o la irlandesa Las hermanas de la Magdalena. Sin embargo El día llegará es muy diferente a las dos referencias indicadas a la vez que muy parecida. Es mucho mejor que cualquiera que hayas visto de tal temática.
Y sí, hay tremendos abusos sexuales, físicos, psíquicos a lo largo del metraje. Aparecen profesores sádicos, torturadores, pedófilos, psicópatas. Auténticos MONSTRUOS. Y monstruos reales, de verdad, de esos que aprovechan su posición y jerarquía para gozar de total impunidad a la hora de realizar sus terribles delitos sobre carne inocente.
Pero hay sutiles diferencias con respecto a otros filmes de parecida temática.
Sobre los monstruos hay pocos matices en el guion: se dibujan perfiles simples y crueles hasta la enfermedad. El sádico director con accesos de violencia física incontenible. Su servil lacayo, otro profesor, que anhela el reconocimiento de su amo a través del abuso y la violencia sobre los chicos. Tenemos al médico cobarde que tapa todos los abusos y lesiones tremendas que presentan los niños cuando llegan a su consulta. Está por supuesto el profesor pedófilo que cada vez que tiene guardia de noche provocará el pánico paralizante en los niños porque saben que uno de ellos será ‘el elegido’.
Pero también tenemos inocencia, valentía, coraje, resiliencia, honradez, honestidad, pureza.
La película es una gran batalla entre el BIEN Y EL MAL, así en mayúsculas. Y hay una profunda evolución psicológica en los dos hermanos desde el comienzo del metraje hasta el final de la película.
Lo que más impacta sin duda es la interpretación de los dos jóvenes actores en sus papeles de los hermanos Erik y Elmer, sobre todo del segundo, el más pequeño.
La crudeza y la brutalidad de la película te hace preguntarse hasta qué punto es lícito que un niño tan pequeño viva situaciones tan extremas y sórdidas, aun cuando las interprete. Dicen que en realidad los niños no actúan sino que simplemente dejan salir sus emociones, siendo este el caso, estamos ante un caso de interpretación espontánea absolutamente asombrosa. Solamente se me ocurre el caso del por aquel entonces niño Jacob Tremblay en la película La Habitación (Room) del año 2015.
La película no es una sucesión de escenas que describen actos brutales de abusos y violencia sin más. El guion es sólido y progresivo en cuanto a la evolución de personajes y situaciones. Al tratarse de hechos reales, las situaciones resultan coherentes y creíbles. La dirección es sobria y sólida. Consigue crear un filme tremendamente emotivo pero no sentimentaloide.
Los actores, adultos y niños, están sencilla y absolutamente sobrecogedores cada uno en su rol. Especial mención al hermano del asiduo Mads Mikkelsen, Lars, que dibuja uno de los personajes más crueles que se hayan visto en pantalla, y como ya hemos comentado, el niño Elmer, que sueña con ser astronauta y se evade de una terrible realidad soñando que viaja por el espacio. Que persigue su ‘billete a la eternidad’ que significa la libertad, salir de ese infierno en la tierra que es, que fue el internado Godhavn.
Como epígrafe, el propio estado danés tuvo que pedir perdón a las numerosas víctimas que pasaron por el centro una vez la riada de testimonios y denuncias fue imparable.
Esta película retrata y revive, con respeto y honestidad, las vivencias inhumanas que padecieron miles de niños, cuyas secuelas psicológicas marcaron para siempre sus vidas.

7,2
1.569
8
18 de octubre de 2024
18 de octubre de 2024
Sé el primero en valorar esta crítica
Nikolaj Lie Kaas y Mads Mikkelsen copan el 90% de la cuota de pantalla danesa, creo. De ahí lo que comentábamos de que el danés, afortunadamente, es un cine cero paritario. La paridad no es un criterio de producción cinematográfica. La calidad, sí. Y este Reconstruction es ante todo un peliculón. Tal cual.
Reconstruction es eso mismo, una reconstrucción de los hechos.
El cine es un lenguaje que utiliza imágenes en lugar de palabras como forma esencial de comunicación. Igual que en la retórica existe la logomaquia en donde la forma se impone al fondo, lo que tenemos aquí es un ejercicio de logomaquia visual. ¿Y eso por qué?
Porque la historia que se nos narra es bastante banal, cotidiana, prosaica incluso: una infidelidad. Las infidelidades, los cuernos, ocurren cada día, en todos lados y en todo tipo de parejas. La forma en la que el director Christoffer Boe nos detalla esa infidelidad sí resulta muy interesante, incluso original.
Porque ciertamente estamos ante la reconstrucción de una infidelidad, desde que se produce hasta que no fructifica en relación estable, con sus dos amantes y sus dos cornudos. Pero es una reconstrucción parcial, sincopada, subjetiva, no lineal, incluso con elementos oníricos y hasta fantásticos, simbólicos. Con un punto de vista imaginado pero muy literario, el de un escritor (cornudo).
August es un exitoso escritor, maduro, frisando la vejez, casado con una bellísima y joven mujer, y encima rubia y sueca. Tremenda vamos. En una gira de presentación de su último libro en Copenhage, August se ausenta varias jornadas, en una de las cuales Aimée (la sueca tremenda) conoce al joven Alex (Nikolaj Lie Kaas) cuando ambos coinciden en el típico bar nocturno tan escandinavo que se puede fumar dentro y todo. Alex a su vez tiene novia, Simone….pero en esa noche la vida de 4 personas cambiará drásticamente.
Lo meritorio en este film es el que podríamos denominar punto de fractura o cuándo se elige que los hechos dejen de ser narrados sin solución de continuidad. El concepto de elipsis cinematográfica alcanza otra dimensión ya que lo que en la película apenas dura una jornada, en realidad resume varios meses de sucesos que son convenientemente discriminados y pasados por el filtro de…ese escritor cornudo que al principio de la película anda de gira de presentación de su último libro. Y ese último libro se llama precisamente Reconstrucción, en el que se revive oníricamente la infidelidad que la peli nos cuenta.
Y además, la estructura y la perspectiva de la película, tan desafiantes, ocupan apenas un metraje de 90 minutos.
Reconstruction es eso mismo, una reconstrucción de los hechos.
El cine es un lenguaje que utiliza imágenes en lugar de palabras como forma esencial de comunicación. Igual que en la retórica existe la logomaquia en donde la forma se impone al fondo, lo que tenemos aquí es un ejercicio de logomaquia visual. ¿Y eso por qué?
Porque la historia que se nos narra es bastante banal, cotidiana, prosaica incluso: una infidelidad. Las infidelidades, los cuernos, ocurren cada día, en todos lados y en todo tipo de parejas. La forma en la que el director Christoffer Boe nos detalla esa infidelidad sí resulta muy interesante, incluso original.
Porque ciertamente estamos ante la reconstrucción de una infidelidad, desde que se produce hasta que no fructifica en relación estable, con sus dos amantes y sus dos cornudos. Pero es una reconstrucción parcial, sincopada, subjetiva, no lineal, incluso con elementos oníricos y hasta fantásticos, simbólicos. Con un punto de vista imaginado pero muy literario, el de un escritor (cornudo).
August es un exitoso escritor, maduro, frisando la vejez, casado con una bellísima y joven mujer, y encima rubia y sueca. Tremenda vamos. En una gira de presentación de su último libro en Copenhage, August se ausenta varias jornadas, en una de las cuales Aimée (la sueca tremenda) conoce al joven Alex (Nikolaj Lie Kaas) cuando ambos coinciden en el típico bar nocturno tan escandinavo que se puede fumar dentro y todo. Alex a su vez tiene novia, Simone….pero en esa noche la vida de 4 personas cambiará drásticamente.
Lo meritorio en este film es el que podríamos denominar punto de fractura o cuándo se elige que los hechos dejen de ser narrados sin solución de continuidad. El concepto de elipsis cinematográfica alcanza otra dimensión ya que lo que en la película apenas dura una jornada, en realidad resume varios meses de sucesos que son convenientemente discriminados y pasados por el filtro de…ese escritor cornudo que al principio de la película anda de gira de presentación de su último libro. Y ese último libro se llama precisamente Reconstrucción, en el que se revive oníricamente la infidelidad que la peli nos cuenta.
Y además, la estructura y la perspectiva de la película, tan desafiantes, ocupan apenas un metraje de 90 minutos.
Más sobre heronation
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here