La opera prima de Martin McDonagh (Tres anuncios a las afueras, The Banshees of Inisherin) es un ingenioso y contenido divertimento de diálogos y personajes. Una comedia negra que marca el camino de toda su fantástica filmografía.

Brendan ya se ganó el corazón del público y de la crítica tiempo atrás, pero con películas así me sorprende lo poco valorado que sigue Colin Farrel para muchos.

Claustrofóbica, tensa, un reparto de lujo y un montón de imágenes para el recuerdo.

Si te atrae la estética espacial o los misterios psico-sobrenaturales, deberías darle una oportunidad.

Poco crédito se le da al terror espacial de Horizonte Final, por mucho, la mejor película de Paul W.S. Anderson.

Irreverente y llena de tacos pero, sobre todo, con un Bruce Willis que derrocha carisma.

El Último Boy Scout de Tony Scott es más que simple pirotecnia, es una representación como pocas de la época dorada del cine de acción de los 90. Joe Hallenbeck no es John McClane, pero poco le falta.

En su momento fue el guion más caro de la historia. De hecho, Shane Black fue el primer escritor en vender un guion por 1 millón de dólares.

He de decir que esta película me ha sorprendido de grata manera.
No diré que es un peliculón porque no lo es, pero si diré que algo de magia tiene.
Película que gustará todos aunque solo sea un poquito, y que no hará sollozar a nadie.
Los niños hacen muy bien su papel, y aunque el final es un poco flojo -con irregularidades varias en el guión-, la idea no está nada mal

La, por el momento, última aportación a la saga nos hizo la cobra y no nos contó lo que realmente queríamos. Después de Prometheus volvieron los Xenomorfos pero perdimos prácticamente todo el interés que generó la predecesora.

En atmósfera no mejora la Alien original, para acción mejor Aliens, y como historia me quedo con Prometheus.

Lo mejor, su cartel.