La verdad, es que me esperaba bastante más de esta recreación de la vida de Chanel, un biopic que cae en los típicos tópicos de siempre, se hace incluso insustancial y bastante pesado. Una historia que atrapa pero no apasiona. A pesar de su condición de tópico biopic, tengo que decir que es bastante bello, y lo que podría haber quedado en una pastelosa historia de amor, ha salido de ese riesgo notablemente. Todo en gran parte se debe a esa conjunción técnica, que desborda frescura y una brillante elegancia. Los preciosos vestuarios, de gran riqueza artística y variados, merecen un Oscar, se enlazan con una notable ambientación, una gran caracterización física, una cálida fotografía de colores, luces y sombras muy bien combinados. Pero lo que más me ha gustado de su apartado técnico, es su preciosa banda sonora, que es tan sencilla, como bella, Desplat pide el Oscar a gritos, en lo que puede ser su tercera lucha por la estatuilla. A parte de envolvernos esta lujuria técnica, el guión nos convencen y la dirección nos hace aplaudir.
Los actores están algo flojos, en conjunto, destacan del insustancial reparto, la maravillosa Audrey Tautou, que, aunque no llega a brillar, afronta el reto de interpretar a esta rebelde Chanel, notablemente. Su compañero de fatigas, Benoît Poelvoorde, hace una interesante interpretación.
Una película correcta, y muy buena artística y musicalmente.

Preciosa historia de amor entre dos seres humanos comunes, que fluye sin problemas a pesar de las adversidades. Eso es lo que nos ha querido mostrar Adolfo Aristarain adaptando esta novela.
Increible guión, muy bien escrito, capaz de aflorar todas nuestras emociones. Paisajes preciosos que relajan y te dan una sensación de tranquilidad, como nunca has sentido en otra película. Director que cada vez más, va encabezado a conseguir una obra maestra. Fotografía muy bonita y ciudada. Maravillosas interpretaciones, especialmente de Federico Luppi, espléndido, como siempre y de Mercedes Sampietro.
Una película humana, conmovedora, creible, realista.
Toda una belleza del cine argentino.

Por fin he visto la ganadora del cine independiente, una película dura y de ilusiones. Una historia de superación, de olvidos, de recuerdos, de amor, de lucha. Muchos pueden temer verla por pensar que puede ser simple Wrestling, con actores fantásticos. Pero os aseguro que los combates apenas determinan el transcurso de la película y tampoco la invanden. Es una historia mucho más universal y mucho más accesible para todo tipo de público.
Darren Aronofsky se atreve y se arriesga, y realiza un magnífico trabajo. Un guión solvente, y lleno de buenos momentos. Los apartados técnicos están bastante bien, en especial la cuidada fotografía, el espectacular montaje y la soprendente fuerza sonora. Destaca en especial el maquillaje, realmente creíble, cuando lo observas te dan asco las heridas, por los realistas que son. La canción de los títulos de crédito, realmente buena. Pero el alma del film, sin duda es Mickey Rourke, que brilla con luz propia, se traga cada una de las escenas, hace una película completamente suya. Con respecto al resto del reparto, merece mención su hija en la ficción, Evan Rachel Wood, realmente maravillosa, pero escasamente presente, lo que no permite definir bien su personaje. Marisa también hace un buen trabajo, alegre y dramático a la vez.
Sencilla historia y sincera metáfora sobre la vida.

En general, no tenía una esperanza muy abierta sobre el último film del "maestro" Daldry, me esperaba algo tópico, que iba a caer en el maniqueísmo, que iba a ser pesada. Pues no, esa no es la verdad, puede que no sea la obra maestra "Las horas" o "Billy Elliot", pero es una película inteligente, ágil y bien resuelta. Una historia interesante, tremendamente triste y bastante dura. Un film dirigido con pulso, con brillantez y solidez. Una bella novela, y un guión perfeccionado al milímetro. Una fotografía preciosa, con un contraste espectacular entre la muerte y la esperanza. Unos decorados bellos y unos paisajes preciosos, para este sueño romántico de verano, atrapado en el olvido de la guerra. Claro que el equipo, en conjunto, ha hecho un importante trabajo, pero no nos podemos olvidar de los fallos. En primer lugar hablamos de una banda sonora repetitiva, mal intercalada, aunque a veces resulta entretenida. Un maquillaje exagerado, no adaptado a las edades, poco trabajado. Todo ello no quita mérito para que consiga ser un film sobresaliente. Un punto fuerte y un peso pesado, es el espléndido elenco. Destacamos en primer lugar a una brillantísima Kate Winslet que sella su carrera con un Oscar y con un trabajo perfecto. Besa todas las escenas y las transforma, agarra la película y no la suelta, ella es la absoluta protagonista del film. Pero a pesar de su grandeza, no podemos olvidarnos de un elenco en estado de gracia. Especialmente David Kross, realmente conmovedor. Ralp Fiennes, está creíble y sincero, al igual que Lena Olin y un extenso reparto de Oscar.
Una historia muy dura transformada por la fuerza de una actriz.

La verdad es que esta película me ha gustado bastante, es una verdadera joya. No es un obra maestra, pero tiene esa esencia y esa maestría que solo consigue el buen cine. Uno de sus puntos débiles, es la excesiva duración y el final, que aunque está muy bien tratado, ha quedado algo absurdo y ñoño. La factura técnica es increible, realmente asombrosa. Una fotografía de Oscar, de las mejores que he visto desde hace años y años. Una banda sonora imponente y emocionante. Un sonido maravilloso, sobre todo en lo que respecta a las mezclas y el montaje. El montaje de imágenes deja al espectador asombrado, porque es un juego que fluye sin que puedas comprenderlo, se pasea ante tus ojos como un rayo de luz. Algo maravilloso. Los efectos visuales, de los mejores que he visto este año, ni siquiera los de "El caballero oscuro" pueden superarlos. Una ambientación hermosa, especialmente los bellos vestuarios. El maquillaje juega un papel importante en la transformación de los actores y es acorde con el trabajo decorativo y de vestuario. Sin embargo, tengo que decir que el guión ha quedado flojillo y no está a la altura, este error queda tapado por el magistral equipo técnico. El elenco de actores hace un buen trabajo, todos esos actores desconocidos por nosotros, nos brindan una imagen de naturalidad y emotividad. Pero la gran carga, tanta cómica, como dramática, la lleva Nicole Kidman, que nos regala una brillante interpretación. Está increible. Consigue atrapar todo el film por momentos. Hugh Jackman está más que correcto, pero todavía le queda mucho por mejorar. El espectáculo de color que se nos ofrece es una belleza, esos paisajes, esos lugares. Algo maravilloso. También tengo que destacar la bellísima canción "By the boab three", desde luego merece el Oscar, porque es una canción preciosa. Con respecto a Baz Luhrmann, hace un trabajo respetable, pero no es para tirar cohetes. Vedla, porque os maravillará.

Lo mejor: Su poderío visual y la bellísima fotografía.

Lo peor: Es demasiado ambiciosa, y como ha sido ignorada en las nominaciones a los Globos de oro, donde podría haber destacado.