Sin miedo a que me tachen de sacrílego por fin he visto una película sobre los simios que no me ha dado vergüenza ajena.

Por alguna extraña razón que respeto aunque no comparto, crítica y público otorgaron a la obra protagonizada por el actor Charlton Heston el estatus de clásico, sólo porque Pierre Boulle (Autor de la novela "El puente sobre el río Kwai") había escrito algo sobre simios que aunque no conocía ni el tato aportó prestigio al filme.

Boulle pudo contemplar horrorizado como la otra mitad del trabajo de su vida era de nuevo alterada por los estudios cinematográficos creando un híbrido de serie AB que acabaría teniendo éxito y que llega hasta nuestros días. Hoy por fin podré decir que esta precuela es y será el único ejemplo de la saga que justificará la existencia de la misma. Fuera del ridículo y con valentía nos encontramos ante un gran espectáculo que hubiera alcanzado una categoría mayor sin la presión de los estudios.

Enhorabuena a James Franco que cada día es más grande, y el pésame al director pues ha de ver su film en un pack junto al chistoso remake de Burton. Esta es una obra en sí misma, con un carisma que la aleja de la parafernalia kitsch que le precede.

No me extiendo demasiado, sólo destacar que una vez más ha vuelto a lograr plasmar lo que quería con un contenido emocional sencillamente mágico. El racismo y los problemas de bandas vistos desde un prisma realista y en ocasiones ingenuo, pero la cadencia y el humor de la película acaba consiguiendo que ame más si cabe hasta lo más nimio de la historia.

Espero que el personaje que le marcó para siempre, el de Harry, no sea el que parece estar retratado en Gran Torino porque si lo es deberíamos pensar que se nos retira este genial director.

Yo suelo hacer críticas generalmente de aquellas películas o que bien he visto dos veces, o que me atrapan, de este modo trato de no caer en despellejar a una película por el mero hecho de que el día en que fui a verla un señor del "El País" o "El mundo" me dijeron previamente qué iba a ver y cómo me iba a sentir después. Eso es lo que llamo crítica destructiva.

Outlander no puede presumir de tener un gran actor como protagonista, Jim Caviezel es limitado en registro tanto como parco en sonrisas. Sin embargo la película goza de todo un elenco de actores solventes que suben el nivel de la interpretación.

¿Es una película de acción, o una película de monstruos...o es un slasher o es un...?. En fin, FilmAffinity pone una serie de etiquetas absurdas a una película de ciencia-ficción, y que es el género de la película y que vista bajo ese prisma se merece de sobra el notable que le he adjudicado.

Quizá no funcione como película de suspense, como película histórica o fantástica... normal, porque no pertenece a estos géneros, simplemente bebe de ellos para hilar una historia que por tener ese matiz de "mezcolanza", ya ha sido tachada de bodrio absoluto. Pero señores, es una película de ciencia-ficción y en este caso cumple su cometido de manera casi perfecta, con un buen equilibro entre entretenimiento, romanticismo, acción y un razonable uso de los efectos especiales que sabiendo su presupuesto elogiaría el mismísimo Guillermo del Toro, un maestro de hacer con poco un gran trabajo cinematográfico.

No voy a hacer ningún tipo de recomendación a los lectores amigos, porque ya son bastantes los intentos de boicot que van a leer simplemente porque el apodado crítico de turno pensó que iba al cine a ver una película de Zhang Yimou o los efectos especiales de Avatar (que me resultó mucho menos entretenida por cierto). Este filme puede presumir de no tener a James Cameron de director, y sin embargo poder mirar a la cara a la sobrevalorada Avatar, o "Pocahontas by Cameron" y ganarle en el pulso narrativo.

Un entretenimiento que bien no es dinámico es equilibrado en ritmo, hace "patchwork" con muchos géneros y los defiende a todos y cada uno. Una mística atmósfera la convierte en una obra comparable a muchas otras que corrieron su suerte como "DragonHeart" o "El guía del desfiladero", superdisfrutables las tres y con más garra y valentía como producto que cualquier moderno pastiche de efectos CGI.

En pocas palabras: Tiene la valentía de mirarse a si misma sin prejuicios, gozando de una apertura que otros films no tienen por miedo a abarcar campos no demasiado alabados por la crítica "especializada" que la tiene infravalorada y me quedaría corto con este adjetivo. Yo les critico a ellos, que están muy sobrevalorados.

La película arranca de un modo tan sutil y a la vez tan directo que situarse en el contexto y empatizar con los personajes es casi inmediato. Buenos diálogos y mucha tensión que parece alcanzar un cénit prematuro en cuanto al suspense. Esa magia que posee Soderbergh para jugar a las historias cruzadas se desmorona cuando apuesta por dar una mayor relevancia a las subtramas menos atractivas del filme.

Pasamos de 0 a 100 para volver a 0 casi sin darnos cuenta. Ya no hay crítica ni denuncia social, solo un conjunto de escenas entre lo patriota y lo cursi. De pronto te preguntas si te habrás dormido durante un buen rato, pero no, el final llega casi con efecto de anestesia.

Otro de los problemas tiene lugar cuando tres grandes actrices sostienen un filme no pueden dejarlo en manos del sexo contrario, ahí radica el gran error de una historia que con más ganas hubiera llegado a ser un referente del género.

Recomendada, sin duda, pero sin mucha expectativa.

Se trata de un film falto de complejos, istriónico, grandilocuente y hermoso que ha sentado un precedente en lo que a cine se refiere. Ni por asomo Chicago, aburrido exponente de lo políticamente correcto en Hollywood, ni la tediosa Nine le llegan a la suela del zapato.

El musical al que puede compararse por ideología, por originalidad y atrevimiento es Hair, en treinta años ningun musical había provocado en el público tanta controversia. Durante el visionado de la pelicula en cines, muchos se levantaron para abandonar la sala a los 15 minutos, otros más obstinados y abiertos aplaudimos de pie una lección magistral de cine, donde el éxito no se mide en cifras, ni en alabanzas de la crítica, el éxito está en que despues de 9 años algo nos explote dentro cada vez que la volvemos a ver.


PSD: Me encantaría que algunos de vosotros cinéfilos cibernéticos me comentarais si habeis leído alguna crítica del seño Carlos Boyero en la que no pusiera de vuelta y media cualquier película posterior a los años 30. Lo mío con Moulin Rouge en particular es fanatismo, no le juzgo por esta crítica, pero de amante del cine a "amante del cine", me parece usted un cansino.

¿Qué tiene que ver la sexualidad de un colectivo con su apreciación insultante hacia una película?. La generalización homófoba que hace usted me parece cuanto menos poco apropiada, y le pediría profusamente que hiciera usted "militancia" en algun tipo de inteligencia.

Frase textual de este señor Boyero recogida de una entrevista que le hace su propio periódico: "Por qué negarlo, me encantan los hoteles cojonudos y los mejores restaurantes de las ciudades". En la misma entrevista asegura que su gran pasón es la lectura. Señor mío, usted vive como un rey de destilar veneno y criticar películas que no ve. ¿Y escribe con tinta? yo diría que usa ponzoña.