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7,5
23.819
10
16 de septiembre de 2012
16 de septiembre de 2012
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Escribo a más de 10 años de haber visto esta película INOLVIDABLE.
Me ha parecido ESTÉTICAMENTE BELLÍSIMA!!! No tengo conocimientos técnicos para juzgar si "esto o aquello"... sólo puedo referirme a lo que vi, y a cómo lo vi: ESTÉTICAMENTE BELLÍSIMA, en perfecta armonía con la intensidad de esta historia.
Me decidió a escribir el haber leído las 93 críticas precedentes y no encontrar ninguna que expresara algunos aspectos que me parecen imprescindibles. Por eso voy a esquematizar algunos de ellos, de la mejor manera que me lo permita el recuerdo pese al tiempo transcurrido.
1) LOCURA: no tengo conocimientos científicos, pero es más que evidente que la protagonista sufre gravísimos trastornos psiquiátricos, al margen de las razones que puedan haberlos provocado y que podemos analizar por separado. Este es un rasgo sobresaliente, y no si ella es buena, muy buena, ingenua, etc.; lo sobresaliente es su perturbada mente).
2) OSCURANTISMO: aquí sí vamos a las razones, a la realidad social, con un asfixiante clima generado por el más nefasto oscurantismo religioso, que sin dudas influye en el comportamiento de Bess, así como el de la mayoría de los personajes lugareños (a diferencia del marido y sus amigos), propios de un pueblo chico (infierno grande), en una tierra árida, aislada y atrasada. Ese oscurantismo que en la película, y a lo largo de siglos, ha sumido a los pueblos en la más criminal ignorancia (aquí el término criminal no es un mero recurso literario, sino que muestra sus consecuencias prácticas, como miles de veces en la historia, de la humanidad y del cine). Esto se expresa incluso en el personaje de la cuñada, que podría ser el más lúcido durante el desarrollo de esta historia. Ella tiene las herramientas para entender lo que está pasando y, sin embargo, tampoco lo hace, o no pelea lo suficiente para que Bess lo comprenda y no se sumerja en su completa locura. (Esto se relaciona con el punto 5, como verán si es que llegan a leer hasta ahí).
3) AMOR: ésta es, en lo fundamental, una película de amor, que se despliega en todas y cada una de las escenas y situaciones, y en el comportamiento de los protagonistas. Es el amor el que mueve las acciones de Bess y Jan, las felices, las risueñas, las dramáticas, las trágicas, las incomprensibles...
4) LIBERTAD: es la compañera inseparable de ese amor. Lo que hace sólido, hasta el extremo de lo trágico, el amor que une a Bess y Jan, es el incomparable encuentro sexual que los une. Pocas veces he visto tanta audacia a la hora de plasmar que la base de un amor extremo está en el buen sexo: se comparta o no esta idea, es indiscutible que eso es lo que la película nos plantea con toda claridad, cuando Bess no puede soportar que Jan tenga que embarcarse; es el sexo lo que no soporta perder; es ése el vínculo que la libera por completo de su oscuro entorno, es lo que la hace libre y lo que la encadenará a esa libertad hasta extremos impensables.
5) TERAPIA INTENSIVA: me interesa detenerme en este aspecto. Lo que más me ha extrañado de las 93 críticas es que nadie lo haya tomado en cuenta. Y en realidad es la clave que da sentido al despliegue trágico de los dos protagonistas. Si alguien ha transitado la experiencia de tener un ser querido internado en una unidad de cuidados intensivos, sin dudas sabe de qué hablo. Tratándose de un herido con traumatismos gravísimos como sufre Jan, hay una sola manera de sobrellevar los dolores intensos que sufre: mediante altas dosis de morfina. Esto provoca un estado de delirio permanente (incluso alucinaciones) en el paciente, y de absoluto desconcierto en quienes lo rodean, que no entienden lo que sucede, excepto que alguien se los explique con claridad... cosa que nadie suele hacer (por lo menos, ésa es mi experiencia aquí en la Argentina). Ni hablar de los médicos que, directamente, no se preocupan por contrarrestar la ignorancia de los familiares que rodean al paciente, y los dejan librados a la dinámica de sus sentimientos y sus angustias, productos de su desconocimiento, sin aportarles el menor elemento para la comprensión de lo que está pasando con su ser querido, momentáneamente invalidado. Por eso, es equivocada la interpretación que hacen muchos de la inesperada recuperación de Jan: no tiene nada de raro; lo que estaba distorsionado era nuestra propia visión de su estado, que partía de la misma ignorancia en que estaba sumida Bess: él no requería un milagro, ni estaba afrontando con lucidez el destino de su esposa, simplemente estaba muy grave y sometido a los cuidados necesarios para recuperarse, lo que incluye estados de delirio donde puede llegar a plantearle a su esposa que se prostituya, etc., etc... (personalmente, viví la experiencia de que mi pareja creyera que era víctima de un secuestro, y me exigiera que planeáramos una fuga; por suerte, aunque no entendía bien qué pasaba, yo sí tenía la capacidad de discernir entre delirio y realidad; pero pasaron meses muy traumáticos hasta que un médico me aclaró lo de la morfina). Por supuesto que, además de la crueldad del entorno social, se suma la ignorancia del oscurantismo antes aludido, para desembocar en una tragedia sin retorno.
Por último, quiero decir que el último gesto de Jan y sus amigos para con Bess me parecen un inmenso gesto de amor, que cierra el círculo inicial (y lamento no poder recordar el tema de las campanas al que tantos aluden); me quedo con esa maravillosa entrega al mar que, con su inmensidad, es también por sí mismo otra alegoría sobre la libertad!
En síntesis, esta película me ha entretenido del comienzo al final; me ha hecho feliz; me ha hecho desdichada; me ha hecho reír; me ha hecho llorar; me ha conmovido; me ha desgarrado; me ha fortalecido en mi rechazo a las religiones; me ha cautivado; me ha hecho renovar el amor por el cine y por la libertad.
Gracias Lars Von Trier. Y gracias Emily Watson, inmensa, indescriptible!
Pasaron a formar parte de los momentos inolvidables en mi vida.
Me ha parecido ESTÉTICAMENTE BELLÍSIMA!!! No tengo conocimientos técnicos para juzgar si "esto o aquello"... sólo puedo referirme a lo que vi, y a cómo lo vi: ESTÉTICAMENTE BELLÍSIMA, en perfecta armonía con la intensidad de esta historia.
Me decidió a escribir el haber leído las 93 críticas precedentes y no encontrar ninguna que expresara algunos aspectos que me parecen imprescindibles. Por eso voy a esquematizar algunos de ellos, de la mejor manera que me lo permita el recuerdo pese al tiempo transcurrido.
1) LOCURA: no tengo conocimientos científicos, pero es más que evidente que la protagonista sufre gravísimos trastornos psiquiátricos, al margen de las razones que puedan haberlos provocado y que podemos analizar por separado. Este es un rasgo sobresaliente, y no si ella es buena, muy buena, ingenua, etc.; lo sobresaliente es su perturbada mente).
2) OSCURANTISMO: aquí sí vamos a las razones, a la realidad social, con un asfixiante clima generado por el más nefasto oscurantismo religioso, que sin dudas influye en el comportamiento de Bess, así como el de la mayoría de los personajes lugareños (a diferencia del marido y sus amigos), propios de un pueblo chico (infierno grande), en una tierra árida, aislada y atrasada. Ese oscurantismo que en la película, y a lo largo de siglos, ha sumido a los pueblos en la más criminal ignorancia (aquí el término criminal no es un mero recurso literario, sino que muestra sus consecuencias prácticas, como miles de veces en la historia, de la humanidad y del cine). Esto se expresa incluso en el personaje de la cuñada, que podría ser el más lúcido durante el desarrollo de esta historia. Ella tiene las herramientas para entender lo que está pasando y, sin embargo, tampoco lo hace, o no pelea lo suficiente para que Bess lo comprenda y no se sumerja en su completa locura. (Esto se relaciona con el punto 5, como verán si es que llegan a leer hasta ahí).
3) AMOR: ésta es, en lo fundamental, una película de amor, que se despliega en todas y cada una de las escenas y situaciones, y en el comportamiento de los protagonistas. Es el amor el que mueve las acciones de Bess y Jan, las felices, las risueñas, las dramáticas, las trágicas, las incomprensibles...
4) LIBERTAD: es la compañera inseparable de ese amor. Lo que hace sólido, hasta el extremo de lo trágico, el amor que une a Bess y Jan, es el incomparable encuentro sexual que los une. Pocas veces he visto tanta audacia a la hora de plasmar que la base de un amor extremo está en el buen sexo: se comparta o no esta idea, es indiscutible que eso es lo que la película nos plantea con toda claridad, cuando Bess no puede soportar que Jan tenga que embarcarse; es el sexo lo que no soporta perder; es ése el vínculo que la libera por completo de su oscuro entorno, es lo que la hace libre y lo que la encadenará a esa libertad hasta extremos impensables.
5) TERAPIA INTENSIVA: me interesa detenerme en este aspecto. Lo que más me ha extrañado de las 93 críticas es que nadie lo haya tomado en cuenta. Y en realidad es la clave que da sentido al despliegue trágico de los dos protagonistas. Si alguien ha transitado la experiencia de tener un ser querido internado en una unidad de cuidados intensivos, sin dudas sabe de qué hablo. Tratándose de un herido con traumatismos gravísimos como sufre Jan, hay una sola manera de sobrellevar los dolores intensos que sufre: mediante altas dosis de morfina. Esto provoca un estado de delirio permanente (incluso alucinaciones) en el paciente, y de absoluto desconcierto en quienes lo rodean, que no entienden lo que sucede, excepto que alguien se los explique con claridad... cosa que nadie suele hacer (por lo menos, ésa es mi experiencia aquí en la Argentina). Ni hablar de los médicos que, directamente, no se preocupan por contrarrestar la ignorancia de los familiares que rodean al paciente, y los dejan librados a la dinámica de sus sentimientos y sus angustias, productos de su desconocimiento, sin aportarles el menor elemento para la comprensión de lo que está pasando con su ser querido, momentáneamente invalidado. Por eso, es equivocada la interpretación que hacen muchos de la inesperada recuperación de Jan: no tiene nada de raro; lo que estaba distorsionado era nuestra propia visión de su estado, que partía de la misma ignorancia en que estaba sumida Bess: él no requería un milagro, ni estaba afrontando con lucidez el destino de su esposa, simplemente estaba muy grave y sometido a los cuidados necesarios para recuperarse, lo que incluye estados de delirio donde puede llegar a plantearle a su esposa que se prostituya, etc., etc... (personalmente, viví la experiencia de que mi pareja creyera que era víctima de un secuestro, y me exigiera que planeáramos una fuga; por suerte, aunque no entendía bien qué pasaba, yo sí tenía la capacidad de discernir entre delirio y realidad; pero pasaron meses muy traumáticos hasta que un médico me aclaró lo de la morfina). Por supuesto que, además de la crueldad del entorno social, se suma la ignorancia del oscurantismo antes aludido, para desembocar en una tragedia sin retorno.
Por último, quiero decir que el último gesto de Jan y sus amigos para con Bess me parecen un inmenso gesto de amor, que cierra el círculo inicial (y lamento no poder recordar el tema de las campanas al que tantos aluden); me quedo con esa maravillosa entrega al mar que, con su inmensidad, es también por sí mismo otra alegoría sobre la libertad!
En síntesis, esta película me ha entretenido del comienzo al final; me ha hecho feliz; me ha hecho desdichada; me ha hecho reír; me ha hecho llorar; me ha conmovido; me ha desgarrado; me ha fortalecido en mi rechazo a las religiones; me ha cautivado; me ha hecho renovar el amor por el cine y por la libertad.
Gracias Lars Von Trier. Y gracias Emily Watson, inmensa, indescriptible!
Pasaron a formar parte de los momentos inolvidables en mi vida.
5 de febrero de 2012
5 de febrero de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
A la sinopsis publicada por FA, puedo agregar el detalle de un tan interesante como variado elenco:
Isabelle Huppert (Aline Kaminker / Édith Weber), Richard Berry (Lucien Sabatier), Vittorio Mezzogiorno (Max Halimi), Jean Benguigui (Rony), Jean-Claude Leguay (Brunet), Jean-Pierre Moulin (Cordet), Clément Harari (Samuel Weber), Daniel Jégou (Dujarric), Jenny Clève (Madame Beffroit), Jean-Pierre Bagot (Monsieur Beffroit), Madeleine Marie (Gouvernante de Weber), Bérangère Bonvoisin (La femme de Lucien), Mado Maurin (Madame Pasquet), Philippe Fretun (Didier), Brigitte Guillermet (Secrétaire de Brunet), Stéphanie Seilhean (Edwige), Michèle Moretti (La fille rousse), Vicky Messica (Contre-maître Nando), Julie Malbequi (Petite fille).
La escena mencionada entre Huppert y Berry, pueden verla en http://www.youtube.com/watch?v=2jlpW75Qx9A, y tampoco se pierdan otro tramo jugado en la misma carretera, esta vez con Mezzogiorno, de una violencia que paraliza por su extrema frialdad (en http://www.youtube.com/watch?v=83IZStIa4rA).
La película, filmada en 35 mm, propone un juego macabro y que camina peligrosamente hacia la locura, de la mano de Aline/Edith, esta "garce" cuya traducción/interpretación no es muy exacta, y tanto podría entenderse como "puta" o "traviesa".
Tal vez esté expresando el complejo universo de Christine Pascal, esta joven realizadora (nacida el 29 de noviembre de 1953), tan talentosa como actriz, escritora y directora, que en una entrevista en el mismo año del estreno de esta película, ante la pregunta "¿Cómo le gustaría morir?", respondió simplemente: "Me mataré, cuando llegue el momento".
Y así lo hizo el 30 de agosto de 1996, estando internada; razón por la cual, en 2003 el psiquiatra a cuyo cuidado estaba Christine fue condenado a un año de prisión por no haber actuado con la responsabilidad suficiente como para evitar este trágico final.
La película es difícil de conseguir y son muy pocos los datos que pueden hallarse en la Red. Incluso muchas filmografías de Isabelle Huppert, simplemente la omiten.
Por todo esto, no sólo se las recomiendo para que no se pierdan este producto inquietante y de indudable calidad. También les pido que todos aquellos que la hayan visto, o sepan cómo conseguirla hoy, aporten datos para los que nos quedamos con las ganas de volver a verla desde 1984,y para que quienes no la vieron, puedan hacerlo. Es un raro caso de un film más que olvidado, casi silenciado. Y seguramente es por algo, no precisamente positivo.
Gracias! Y que la disfruten (o que la sufran, que en este caso, es casi lo mismo)
Isabelle Huppert (Aline Kaminker / Édith Weber), Richard Berry (Lucien Sabatier), Vittorio Mezzogiorno (Max Halimi), Jean Benguigui (Rony), Jean-Claude Leguay (Brunet), Jean-Pierre Moulin (Cordet), Clément Harari (Samuel Weber), Daniel Jégou (Dujarric), Jenny Clève (Madame Beffroit), Jean-Pierre Bagot (Monsieur Beffroit), Madeleine Marie (Gouvernante de Weber), Bérangère Bonvoisin (La femme de Lucien), Mado Maurin (Madame Pasquet), Philippe Fretun (Didier), Brigitte Guillermet (Secrétaire de Brunet), Stéphanie Seilhean (Edwige), Michèle Moretti (La fille rousse), Vicky Messica (Contre-maître Nando), Julie Malbequi (Petite fille).
La escena mencionada entre Huppert y Berry, pueden verla en http://www.youtube.com/watch?v=2jlpW75Qx9A, y tampoco se pierdan otro tramo jugado en la misma carretera, esta vez con Mezzogiorno, de una violencia que paraliza por su extrema frialdad (en http://www.youtube.com/watch?v=83IZStIa4rA).
La película, filmada en 35 mm, propone un juego macabro y que camina peligrosamente hacia la locura, de la mano de Aline/Edith, esta "garce" cuya traducción/interpretación no es muy exacta, y tanto podría entenderse como "puta" o "traviesa".
Tal vez esté expresando el complejo universo de Christine Pascal, esta joven realizadora (nacida el 29 de noviembre de 1953), tan talentosa como actriz, escritora y directora, que en una entrevista en el mismo año del estreno de esta película, ante la pregunta "¿Cómo le gustaría morir?", respondió simplemente: "Me mataré, cuando llegue el momento".
Y así lo hizo el 30 de agosto de 1996, estando internada; razón por la cual, en 2003 el psiquiatra a cuyo cuidado estaba Christine fue condenado a un año de prisión por no haber actuado con la responsabilidad suficiente como para evitar este trágico final.
La película es difícil de conseguir y son muy pocos los datos que pueden hallarse en la Red. Incluso muchas filmografías de Isabelle Huppert, simplemente la omiten.
Por todo esto, no sólo se las recomiendo para que no se pierdan este producto inquietante y de indudable calidad. También les pido que todos aquellos que la hayan visto, o sepan cómo conseguirla hoy, aporten datos para los que nos quedamos con las ganas de volver a verla desde 1984,y para que quienes no la vieron, puedan hacerlo. Es un raro caso de un film más que olvidado, casi silenciado. Y seguramente es por algo, no precisamente positivo.
Gracias! Y que la disfruten (o que la sufran, que en este caso, es casi lo mismo)

8,3
15.148
10
2 de abril de 2011
2 de abril de 2011
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una de las pinturas más descarnadas de lo que significa para una inmensa porción de la población mundial la persistencia de la sociedad de clases.
No me parece correcto hablar de una película cuyos protagonistas son "marginales", sino que son MARGINADOS (tan reconocibles por cualquiera de nosotros, en el Gran Buenos Aires y en los bordes de todas las grandes ciudades de nuestra América latina... o Nueva York o de Tailandia). Esta aparente sutil diferencia en la definición, nos pone ante la posibilidad de reconocer la raíz de los problemas y el por qué de su inexorable destino: sin terminar con las relaciones de explotación y un sistema social que trabaja para la ganancia, los marginados del mundo no harán más que multiplicarse.
La huella profunda que deja Los Olvidados hace imposible no recordarla cuando se ve una versión menos "molesta" para el espectador, como la excelente "Los 400 golpes" (Francia, 1959), o las más modernas "Ciudad de Dios" (Brasil, 2002) o "Pizza, birra y faso" (Argentina, 1998).
Buñuel muestra aquí, como pocos, no sólo la denuncia contra las políticas represivas sino, sobre todo, la inutilidad e impotencia de las almas sensibles del progresismo: llenas de buenas intenciones (concedámosles) que no sirven para nada cuando se pretende que crezca un jazmín en un pantano de estiércol...
En esta demostración despiadada está, a la vez, la mejor manera de demostrar que sí hay esperanza para "los olvidados" si se ataca de raíz el poder de los explotadores y se pone en pie la construcción de una sociedad que trabaje para el hombre, y no sólo para su bolsillo.
Imprescindible verla, con los ojos lo suficientemente abiertos como para reconocer que esa realidad está hoy presente a la vuelta de tu casa, y no en un costado "marginal". Y tampoco "olvidado", ya que los marginados están allí, porque ése es el lugar que imprescindiblemente deben ocupar para que el resto de la música social siga sonando en armonía. ¿Qué sería de las conciencias de las clases poseedoras, si no tuvieran ese espejo de miserias humanas para autojustificar su podredumbre elegante? ¿Qué sería de las capas medias del progresismo, si los marginados no estuvieran allí para que ellos realicen sus "buenas obras" un día del año, para poder dormir tranquilos los otros 364, sin comprender nunca por qué esa ingrata gente un buen día, les roba el auto o el celular...?
No te la pierdas; es un Buñuel IMPRESCINDIBLE!!
No me parece correcto hablar de una película cuyos protagonistas son "marginales", sino que son MARGINADOS (tan reconocibles por cualquiera de nosotros, en el Gran Buenos Aires y en los bordes de todas las grandes ciudades de nuestra América latina... o Nueva York o de Tailandia). Esta aparente sutil diferencia en la definición, nos pone ante la posibilidad de reconocer la raíz de los problemas y el por qué de su inexorable destino: sin terminar con las relaciones de explotación y un sistema social que trabaja para la ganancia, los marginados del mundo no harán más que multiplicarse.
La huella profunda que deja Los Olvidados hace imposible no recordarla cuando se ve una versión menos "molesta" para el espectador, como la excelente "Los 400 golpes" (Francia, 1959), o las más modernas "Ciudad de Dios" (Brasil, 2002) o "Pizza, birra y faso" (Argentina, 1998).
Buñuel muestra aquí, como pocos, no sólo la denuncia contra las políticas represivas sino, sobre todo, la inutilidad e impotencia de las almas sensibles del progresismo: llenas de buenas intenciones (concedámosles) que no sirven para nada cuando se pretende que crezca un jazmín en un pantano de estiércol...
En esta demostración despiadada está, a la vez, la mejor manera de demostrar que sí hay esperanza para "los olvidados" si se ataca de raíz el poder de los explotadores y se pone en pie la construcción de una sociedad que trabaje para el hombre, y no sólo para su bolsillo.
Imprescindible verla, con los ojos lo suficientemente abiertos como para reconocer que esa realidad está hoy presente a la vuelta de tu casa, y no en un costado "marginal". Y tampoco "olvidado", ya que los marginados están allí, porque ése es el lugar que imprescindiblemente deben ocupar para que el resto de la música social siga sonando en armonía. ¿Qué sería de las conciencias de las clases poseedoras, si no tuvieran ese espejo de miserias humanas para autojustificar su podredumbre elegante? ¿Qué sería de las capas medias del progresismo, si los marginados no estuvieran allí para que ellos realicen sus "buenas obras" un día del año, para poder dormir tranquilos los otros 364, sin comprender nunca por qué esa ingrata gente un buen día, les roba el auto o el celular...?
No te la pierdas; es un Buñuel IMPRESCINDIBLE!!

4,1
12.951
10
30 de marzo de 2014
30 de marzo de 2014
9 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acabo de verla por primera vez, y no puedo parar de reírme.
Nunca se ha visto una película tan rematadamente MALA... ¡y eso merece un premio!! Por eso mi nota. Le corresponde el 10 a la más mala película que jamás se haya visto (o por lo menos que recuerde en las últimas décadas).
Hay películas malas, por puro mediocres. Otras, por lo mal actuadas. Otras, por un pésimo guión. Otras, porque aunque están muy bien hechas, tienen un contenido profundamente negativo...
Nada de esto pasa con El Especialista. Es mala, malísima, pero a lo grande. Es ridícula de principio a fin.
1) En montones de escenas, pretenden imprimirle un tono dramático, debido a que toda la trama se desata a partir del asesinato mafioso de una familia, y una hija-niña-testigo que crece planeando la venganza. Y ante cada gesto dramático... es imposible parar de reírse.
2) Si Stallone suele trabajar mal (aunque respeto varios de sus protagónicos), en esta lo hace peor que nunca.
3) La belleza de Sharon Stone está en la cumbre, es un deleite verla, pero también es imposible dejar de reírse cuando intenta poner carita de sufrimiento mientras franelea con los asesinos (en particular con Eric Roberts), supuestamente para estar lo suficientemente cerca como para poder concretar su venganza. Sería más fácil, por ejemplo, echarle cianuro en la bebida una vez que logra la primera cita, y ¡adiós!... Pero no, parece que hay que intimar lo más posible para... ¿qué?, ¿que se muera en medio de un orgasmo?... objetivo que, por lo que muestra la película sería más bien difícil ya que todas las escenas "eróticas" también dan para la risa. De esto no se salva tampoco el "encuentro" entre Stallone y Stone en la ducha: si no basta con que los tacones aguja de ella la pongan 10 cm por encima del "rudo", cuando están desnudos en la ducha, ella sigue 10 cm por encima de él... No se puede entender en ningún momento cómo copulan, si el pubis de ella está siempre a la altura del estómago de Rambo... Insisto, la risa es imparable.
4) James Woods es, para mi gusto, uno de los más grandes actores de su generación. Y verlo aquí, también, con su excelente desempeño, lo coloca por encima de un Groucho Marx. No se puede actuar como en "Killer: A Journal of Murder" para esta payasada...
5) Si algo faltaba, allí está el INMENSO Rod Steiger... ¿en qué estaba pensando esta gente cuando decidió actuar en esta película?, espero que les hayan pagado muuuuuchísisisisímo; es lo único que haría que su imagen no se venga abajo abruptamente.
6) Las explosiones (que sobreabundan) son lo más absurdo de todo: los "especialistas" son tan expertos, que en 10 segundos arman explosivos capaces de volar hasta 3 km a la redonda, pese a que 10 segundos antes estaban desnudos en una cama... Es, sencillamente, HILARANTE. Ni hablar de cuando vuelan medio piso del Hilton, y la conserjería anuncia a los pasajeros "Hubo un accidente, pero no hay de qué preocuparse".
En fin, no puedo seguir enumerando "los méritos" de esta película, porque la lista sería interminable.
Pero todo esto la convierte en una peli divertidísima para un fin de semana lluvioso (como ocurre hoy en Buenos Aires), y es algo tan tan tan malo y tan bizarro, que la hace sencillamente GENIAL entre las malas.
Esta crítica es sólo para compartir estas risas que me tomaron sola, por sorpresa.
Saludos a toda la gente que comparte este agradable sitio de FilmAffinity.
Nunca se ha visto una película tan rematadamente MALA... ¡y eso merece un premio!! Por eso mi nota. Le corresponde el 10 a la más mala película que jamás se haya visto (o por lo menos que recuerde en las últimas décadas).
Hay películas malas, por puro mediocres. Otras, por lo mal actuadas. Otras, por un pésimo guión. Otras, porque aunque están muy bien hechas, tienen un contenido profundamente negativo...
Nada de esto pasa con El Especialista. Es mala, malísima, pero a lo grande. Es ridícula de principio a fin.
1) En montones de escenas, pretenden imprimirle un tono dramático, debido a que toda la trama se desata a partir del asesinato mafioso de una familia, y una hija-niña-testigo que crece planeando la venganza. Y ante cada gesto dramático... es imposible parar de reírse.
2) Si Stallone suele trabajar mal (aunque respeto varios de sus protagónicos), en esta lo hace peor que nunca.
3) La belleza de Sharon Stone está en la cumbre, es un deleite verla, pero también es imposible dejar de reírse cuando intenta poner carita de sufrimiento mientras franelea con los asesinos (en particular con Eric Roberts), supuestamente para estar lo suficientemente cerca como para poder concretar su venganza. Sería más fácil, por ejemplo, echarle cianuro en la bebida una vez que logra la primera cita, y ¡adiós!... Pero no, parece que hay que intimar lo más posible para... ¿qué?, ¿que se muera en medio de un orgasmo?... objetivo que, por lo que muestra la película sería más bien difícil ya que todas las escenas "eróticas" también dan para la risa. De esto no se salva tampoco el "encuentro" entre Stallone y Stone en la ducha: si no basta con que los tacones aguja de ella la pongan 10 cm por encima del "rudo", cuando están desnudos en la ducha, ella sigue 10 cm por encima de él... No se puede entender en ningún momento cómo copulan, si el pubis de ella está siempre a la altura del estómago de Rambo... Insisto, la risa es imparable.
4) James Woods es, para mi gusto, uno de los más grandes actores de su generación. Y verlo aquí, también, con su excelente desempeño, lo coloca por encima de un Groucho Marx. No se puede actuar como en "Killer: A Journal of Murder" para esta payasada...
5) Si algo faltaba, allí está el INMENSO Rod Steiger... ¿en qué estaba pensando esta gente cuando decidió actuar en esta película?, espero que les hayan pagado muuuuuchísisisisímo; es lo único que haría que su imagen no se venga abajo abruptamente.
6) Las explosiones (que sobreabundan) son lo más absurdo de todo: los "especialistas" son tan expertos, que en 10 segundos arman explosivos capaces de volar hasta 3 km a la redonda, pese a que 10 segundos antes estaban desnudos en una cama... Es, sencillamente, HILARANTE. Ni hablar de cuando vuelan medio piso del Hilton, y la conserjería anuncia a los pasajeros "Hubo un accidente, pero no hay de qué preocuparse".
En fin, no puedo seguir enumerando "los méritos" de esta película, porque la lista sería interminable.
Pero todo esto la convierte en una peli divertidísima para un fin de semana lluvioso (como ocurre hoy en Buenos Aires), y es algo tan tan tan malo y tan bizarro, que la hace sencillamente GENIAL entre las malas.
Esta crítica es sólo para compartir estas risas que me tomaron sola, por sorpresa.
Saludos a toda la gente que comparte este agradable sitio de FilmAffinity.

7,1
100.983
2
11 de enero de 2012
11 de enero de 2012
8 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que esto es lo peor que se puede decir de una película, y basta para justificar la calificación. Todo lo positivo que pueda tener jamás puede compensar el bostezo constante, la falta de sorpresas. Coincido con quienes dijeron que hubiera mejorado si fuera un cortometraje.
110 minutos para contar semejante pavada apoyada en tres ideas triviales por lo archirepetidas hasta el cansancio en la historia del cine, son demasiado.
Para colmo, lo "bueno" no sólo no abunda sino que es casi inexistente.
Soy admiradora de Edward Norton, y nunca hubiera pensado que lo vería en una interpretación tan mala, tan burda, tan ridícula y acartonada. El maquillaje recuerda las actuaciones infantiles escolares, donde la barba de Norton estaría pintada con corcho quemado, y al bigote del príncipe parece que le faltó adhesivo para que quedara bien pegado...
El personaje del policía borda el absurdo: primero aparece como un lacayo total del "noble", para luego revelarse como un completo idiota, al que simplemente jamás se le había ocurrido hacer la menor investigación.
Cada suceso es previsible por lo obvio, pero hay que esperar media hora para que suceda...
Es demasiado. Lo mejor es reemplazar esta película por una buena siesta, sobre todo si es verano.
110 minutos para contar semejante pavada apoyada en tres ideas triviales por lo archirepetidas hasta el cansancio en la historia del cine, son demasiado.
Para colmo, lo "bueno" no sólo no abunda sino que es casi inexistente.
Soy admiradora de Edward Norton, y nunca hubiera pensado que lo vería en una interpretación tan mala, tan burda, tan ridícula y acartonada. El maquillaje recuerda las actuaciones infantiles escolares, donde la barba de Norton estaría pintada con corcho quemado, y al bigote del príncipe parece que le faltó adhesivo para que quedara bien pegado...
El personaje del policía borda el absurdo: primero aparece como un lacayo total del "noble", para luego revelarse como un completo idiota, al que simplemente jamás se le había ocurrido hacer la menor investigación.
Cada suceso es previsible por lo obvio, pero hay que esperar media hora para que suceda...
Es demasiado. Lo mejor es reemplazar esta película por una buena siesta, sobre todo si es verano.
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