You must be a loged user to know your affinity with Strénliko
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred
1
30 de agosto de 2021
30 de agosto de 2021
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando hace unas decenas de años leí "Los panzers de la muerte" y otras de Sven Hassel con los mismos personajes, no me parecieron malas novelas. Con toda seguridad influyó en esa opinión mi juvenil criterio de entonces y el plus de saber que estaban basadas en hechos reales; o al menos eso es lo que ponían las solapas de las obras de Hassel. Es decir, que nos encontrábamos ante una especie de "memorias" del autor, nacido en Dinamarca, de origen austrodanés y combatiente en la Segunda Guerra Mundial. Con esta carta de presentación, se otorgaba un aval de veracidad que le añadía un valor superior a una de total ficción.
Cuando recientemente vi la película, los disparates que en ella aparecían me indujeron a rescatar de mi librería la citada novela y le di un somero repaso al libro. Ya no era un lector juvenil y todas las truculencias prostibularias y escatológicas, como meros recursos para llamar la atención, quedaron como una evidencia de lo mucho que se había inventado el prolífico narrador austrodanés. Si fue capaz de escribir "Montecasino" y figurar como uno de sus personajes, cuando en su historial militar no figura que combatiese en Italia (según la solapa de sus libros combatió en Polonia, Francia,Yugoslavia, Grecia y Rusia, pero nunca en Italia), hay que llegar a la conclusión de que no reparó en añadir innumerables fabulaciones.
Tal como aparece en la película y en sus novelas, resulta inverosímil, por ejemplo, que el personaje Porta se pasease por todos esos frentes con un sombrero de copa amarillo y que a un disminuido mental como Hermanito se le encargaran funciones de artificiero. Ningún superior habría permitido semejantes dislates.
La película extrae lo peor de la novela. Tal como señalé anteriormente, es un conjunto de chascarrillos burdos, prostibularios y escatológicos, salpicado todo ello con acciones bélicas -recuérdese la voladura del tren en la retaguardia rusa- dignas de un tebeo, más propias de unos boyscouts que van de excursión.
En la zona del destripe apunto un último detalle.
Cuando recientemente vi la película, los disparates que en ella aparecían me indujeron a rescatar de mi librería la citada novela y le di un somero repaso al libro. Ya no era un lector juvenil y todas las truculencias prostibularias y escatológicas, como meros recursos para llamar la atención, quedaron como una evidencia de lo mucho que se había inventado el prolífico narrador austrodanés. Si fue capaz de escribir "Montecasino" y figurar como uno de sus personajes, cuando en su historial militar no figura que combatiese en Italia (según la solapa de sus libros combatió en Polonia, Francia,Yugoslavia, Grecia y Rusia, pero nunca en Italia), hay que llegar a la conclusión de que no reparó en añadir innumerables fabulaciones.
Tal como aparece en la película y en sus novelas, resulta inverosímil, por ejemplo, que el personaje Porta se pasease por todos esos frentes con un sombrero de copa amarillo y que a un disminuido mental como Hermanito se le encargaran funciones de artificiero. Ningún superior habría permitido semejantes dislates.
La película extrae lo peor de la novela. Tal como señalé anteriormente, es un conjunto de chascarrillos burdos, prostibularios y escatológicos, salpicado todo ello con acciones bélicas -recuérdese la voladura del tren en la retaguardia rusa- dignas de un tebeo, más propias de unos boyscouts que van de excursión.
En la zona del destripe apunto un último detalle.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La película finaliza cuando ese grupo de personajes, en medio de un bombardeo de la aviación rusa decide, nada más y nada menos, fusilar por su cuenta al coronel (David Carradine) y al general (Oliver Red). Sin embargo, en el repaso del final de la novela, tal excéntrico pasaje no existe. Es decir, que lo más fiel y similar del filme con el libro es solamente el título de "Los panzers de la muerte". A lo sumo es una muy mala adaptación, un guión de pena y una pésima dirección.

6,3
12.707
6
26 de noviembre de 2022
26 de noviembre de 2022
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No he visto toda la filmografía de Guy Ritchie, pero la que ha pasado ante mis ojos no ha merecido mi entusiasmo. Suelen ser sus películas algo así como de ritmo anfetamínico y tramas rococo. Esto, al parecer, le ha creado seguidores entre el público, aunque igualmente no pocos detractores hartos de sus artificios de embrollos y velocidad mareante.
Personalmente, carezco de prejuicios ante el hecho de que el motor de "Despierta la furia" sea la venganza. Es un tema tan válido como otros y no sería muy congruente despreciar, por ejemplo, "Los puentes de Madison" porque su eje central sea el amoroso y eso ya se ha tratado en tantísimas ocasiones. Así pues, el rencor y el ánimo de venganza me parecen muy válidos y nada desdeñables si el guión -quizás el más destacado elemento de una producción- no cae en lapsus que lo acerquen a la chapuza.
Y es precisamente ahí, en ese destacado elemento donde se dan esos diálogos -sobre todo entre Jason Statham y sus compañeros de la empresa de furgones blindados- tan burdos, insustanciales y más propios de adolescentes descerebrados a la salida de clase de un colegio de los de ahora. Pero no sólo eso: hay lapsus mayores que hacen desmerecer a la película en sus aspiraciones a una puntuación mayor. En el destripe me ocupo de ello. No obstante, "Despierta la furia" creo que concita el interés del espectador y por mi parte la he seguido con suma atención hasta el punto final.
Personalmente, carezco de prejuicios ante el hecho de que el motor de "Despierta la furia" sea la venganza. Es un tema tan válido como otros y no sería muy congruente despreciar, por ejemplo, "Los puentes de Madison" porque su eje central sea el amoroso y eso ya se ha tratado en tantísimas ocasiones. Así pues, el rencor y el ánimo de venganza me parecen muy válidos y nada desdeñables si el guión -quizás el más destacado elemento de una producción- no cae en lapsus que lo acerquen a la chapuza.
Y es precisamente ahí, en ese destacado elemento donde se dan esos diálogos -sobre todo entre Jason Statham y sus compañeros de la empresa de furgones blindados- tan burdos, insustanciales y más propios de adolescentes descerebrados a la salida de clase de un colegio de los de ahora. Pero no sólo eso: hay lapsus mayores que hacen desmerecer a la película en sus aspiraciones a una puntuación mayor. En el destripe me ocupo de ello. No obstante, "Despierta la furia" creo que concita el interés del espectador y por mi parte la he seguido con suma atención hasta el punto final.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
--En el segundo asalto al furgón donde se encuentra Jason Statham, quienes lo realizan son miembros de su propia banda. Resulta por lo menos insólito que sus autores llevaran a cabo tal acción sin advertir a su jefe (Statham), sabiendo que éste trabaja en la empresa y podría caer víctima del atraco.
--Lo de Andy García. Vamos a ver, todo indica que es del FBI, pero que tiene con Jason Statham una extraña relación nunca explicada a lo largo del metraje. Incluso en la escena final aparece cuando, cumplida la venganza, Statham sale de la casa donde ha liquidado al que mató a su hijo. ¿Pero cómo demonios era conocedor Andy García del domicilio del atracador ajusticiado? Es absurdo.
--En el atraco final, cuando marchan hacia la sede de la empresa y Bullet le pone al corriente de lo que va a ocurrir, hacen una parada en una especie de nave o garaje para que los del grupo paramilitar aten con unas bridas las manos de Statham para asegurarse de su inacción. Sin embargo, cuando ya están dentro de la sede y va a empezar el mayor lío de tiros, lo tumban en el suelo y le colocan de nuevo otras bridas. ¡Pero si ya estaba atado!
-Lo de únicamente dos motos squads. Ya se ha citado con anterioridad en otras críticas. ¡Sólo dos squads para un grupo de seis! Menudo fallo. Es un error en el montaje de la cinta o algo raro se habría tomado Guy Ritchie para no caer en la cuenta de este lapsus.
--Y por último. En el tiroteo final antes del escape de la sede de los furgones, al protagonista -ya se ha quitado el casco de kevlar- le alcanzan con numerosos disparos y cae al suelo como muerto. Para un fusil de asalto del calibre 5,56mm, a tan corta distancia, no hay chaleco antibalas que valga. Es decir, que ahí Jason ya debería ser cadáver. Esto no tiene discusión alguna. A pesar de todo -¡esto sí que es la repanocha!- el Statham se las arregla tras la huida de los supervivientes del grupo para dar con el domicilio de Scott Eastwood (el verdugo de su hijo), de llegar antes que él o cuando este malo se estaba duchando y penetrar en la casa sin que lo advirtiese. Al final, todo esto parece más inverosímil que un spagueti wenster. Después de anotar tantos fallos, casi me arrepiento de haberle dado un 6 a la película.
--Lo de Andy García. Vamos a ver, todo indica que es del FBI, pero que tiene con Jason Statham una extraña relación nunca explicada a lo largo del metraje. Incluso en la escena final aparece cuando, cumplida la venganza, Statham sale de la casa donde ha liquidado al que mató a su hijo. ¿Pero cómo demonios era conocedor Andy García del domicilio del atracador ajusticiado? Es absurdo.
--En el atraco final, cuando marchan hacia la sede de la empresa y Bullet le pone al corriente de lo que va a ocurrir, hacen una parada en una especie de nave o garaje para que los del grupo paramilitar aten con unas bridas las manos de Statham para asegurarse de su inacción. Sin embargo, cuando ya están dentro de la sede y va a empezar el mayor lío de tiros, lo tumban en el suelo y le colocan de nuevo otras bridas. ¡Pero si ya estaba atado!
-Lo de únicamente dos motos squads. Ya se ha citado con anterioridad en otras críticas. ¡Sólo dos squads para un grupo de seis! Menudo fallo. Es un error en el montaje de la cinta o algo raro se habría tomado Guy Ritchie para no caer en la cuenta de este lapsus.
--Y por último. En el tiroteo final antes del escape de la sede de los furgones, al protagonista -ya se ha quitado el casco de kevlar- le alcanzan con numerosos disparos y cae al suelo como muerto. Para un fusil de asalto del calibre 5,56mm, a tan corta distancia, no hay chaleco antibalas que valga. Es decir, que ahí Jason ya debería ser cadáver. Esto no tiene discusión alguna. A pesar de todo -¡esto sí que es la repanocha!- el Statham se las arregla tras la huida de los supervivientes del grupo para dar con el domicilio de Scott Eastwood (el verdugo de su hijo), de llegar antes que él o cuando este malo se estaba duchando y penetrar en la casa sin que lo advirtiese. Al final, todo esto parece más inverosímil que un spagueti wenster. Después de anotar tantos fallos, casi me arrepiento de haberle dado un 6 a la película.

6,4
2.694
6
23 de diciembre de 2021
23 de diciembre de 2021
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace muchísimos años, en los 70 del siglo XX, leí la novela que da título a la película. La distancia en el tiempo me impide recordar con exactitud si aspectos claves de la historia que escribió Mika Waltari fueron alterados o manipulados por el director Michael Curtiz. Lo digo porque creo rememorar que el joven médico Sinuhé era algo pardillo en lo de las relaciones sociales, pero no tan conspicuo gilipollas como aparece en la película. Me refiero a esa parte crucial en la que sufre el ruinoso encoñamiento con Nefernefer.
Detengámonos un poco en esta cuestión. Ella es una prostituta -de lujo pero puta-, y como tal a cambio de riquezas hace sus trabajitos. Ahora bien, resulta tan extremadamente inverosímil que el tonto Sinuhé le entregue primero el pesado collar de oro que le regaló el faraón y siga después donándole sus propiedades inmobiliarias, material quirúrgico y hasta el sepulcro adonde irán los cadáveres de sus padres, ¡y todo eso sin tan siquiera un mínimo toqueteo de lo que está comprando! Es tan absurdo el desarrollo de esta parte de la historia, tal como lo expone Curtiz, que me hace suponer que en la novela tuvo que existir algún intercambio de fluidos entre el médico y la meretriz, pero que el director de la película lo obvió por cuestiones puritanas del tiempo en que se rodó. Pero tampoco descarto que Mika Waltari cayera en la misma exageración sobre la estupidez del joven galeno y en su momento se sobrevalorara la credibilidad del autor finlandés al enjuiciar su obra.
En mi criterio, otro punto clave es el golpe de Estado contra el buenismo tontísimo o "power flowers" del ingenuo Akenatón, el gobernante que, ante una amenaza tangible como la de los hititas, creía que escribiéndole a éstos cartas llenas de amor universal y otras zarandajas podía evitar el desastre. Una auténtica anacronía de la época, pero que resulta bien traída y aleccionadora en el siglo XXI, cuando Europa y todo lo que consideramos Occidente se ven amenazados por los nuevos bárbaros que pretenden imponernos su fundamentalismo y dictadura religiosa medieval. Sin embargo, aun siendo evidente esa amenaza, los del "flower powers" actuales prefieren continuar con los ojos cerrados.
Detengámonos un poco en esta cuestión. Ella es una prostituta -de lujo pero puta-, y como tal a cambio de riquezas hace sus trabajitos. Ahora bien, resulta tan extremadamente inverosímil que el tonto Sinuhé le entregue primero el pesado collar de oro que le regaló el faraón y siga después donándole sus propiedades inmobiliarias, material quirúrgico y hasta el sepulcro adonde irán los cadáveres de sus padres, ¡y todo eso sin tan siquiera un mínimo toqueteo de lo que está comprando! Es tan absurdo el desarrollo de esta parte de la historia, tal como lo expone Curtiz, que me hace suponer que en la novela tuvo que existir algún intercambio de fluidos entre el médico y la meretriz, pero que el director de la película lo obvió por cuestiones puritanas del tiempo en que se rodó. Pero tampoco descarto que Mika Waltari cayera en la misma exageración sobre la estupidez del joven galeno y en su momento se sobrevalorara la credibilidad del autor finlandés al enjuiciar su obra.
En mi criterio, otro punto clave es el golpe de Estado contra el buenismo tontísimo o "power flowers" del ingenuo Akenatón, el gobernante que, ante una amenaza tangible como la de los hititas, creía que escribiéndole a éstos cartas llenas de amor universal y otras zarandajas podía evitar el desastre. Una auténtica anacronía de la época, pero que resulta bien traída y aleccionadora en el siglo XXI, cuando Europa y todo lo que consideramos Occidente se ven amenazados por los nuevos bárbaros que pretenden imponernos su fundamentalismo y dictadura religiosa medieval. Sin embargo, aun siendo evidente esa amenaza, los del "flower powers" actuales prefieren continuar con los ojos cerrados.
8 de diciembre de 2021
8 de diciembre de 2021
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película está bien hecha e interpretada. La continua acción bélica que se refleja a lo largo del metraje le confiere cierto aire de documental -no olvidemos que está basada en un hecho real-, de ahí esa sobriedad que apenas da un perfil más personalizado a los protagonistas. Para algunos espectádores, esta falta de "personalización" puede parecerle un demérito.
Lo cierto es que la película va al grano de inmediato, que es ese combate tan desigual en lo numérico entre ambos bandos. No se pueden poner pegas al realismo con que fue redada, a los muy conseguidos efectos especiales, al sonido y a la notable fotografía. Como digo en el título de esta crítica, no se queda atrás respecto a otras de la guerra del Vietnam mucho más famosas, con mayor promoción publicitaria y, sobre todo, con intérpretes también más conocidos (Mel Gibson, Charlie Sheen, Willen Dafoe, Matthew Modine, Thomas Berenger y otros). Eso, en el terreno de las comparaciones, le da alguna desventaja. Igualmente juega en su contra que casi no existe profundización psicológica en los personajes, ya que todo el esfuerzo del guion se lo llevan las acciones de combate. En este sentido es algo fría. Pero muy real.
Pero en definitiva, me ha parecido un buen producto y lo considero merecedor del notable.
Lo cierto es que la película va al grano de inmediato, que es ese combate tan desigual en lo numérico entre ambos bandos. No se pueden poner pegas al realismo con que fue redada, a los muy conseguidos efectos especiales, al sonido y a la notable fotografía. Como digo en el título de esta crítica, no se queda atrás respecto a otras de la guerra del Vietnam mucho más famosas, con mayor promoción publicitaria y, sobre todo, con intérpretes también más conocidos (Mel Gibson, Charlie Sheen, Willen Dafoe, Matthew Modine, Thomas Berenger y otros). Eso, en el terreno de las comparaciones, le da alguna desventaja. Igualmente juega en su contra que casi no existe profundización psicológica en los personajes, ya que todo el esfuerzo del guion se lo llevan las acciones de combate. En este sentido es algo fría. Pero muy real.
Pero en definitiva, me ha parecido un buen producto y lo considero merecedor del notable.

6,8
2.390
6
9 de agosto de 2021
9 de agosto de 2021
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No he leído la novela en la que se basa la película, pero supongo que un metraje de cerca de tres horas se debió al empecinamiento del director, Robert Wise, de adaptar la obra literaria al cine con la mayor textualidad posible. Me refiero sobre todo a esa parte de la prostituta novel y virgen y su romance con el marinero Frenchy (Richard Attemborourgh), lo cual convierte al filme en demasiado lento y pesado de sobrellevar. Porque lo que si es relevante es la presencia de un barco militar de una potencia extranjera en aguas del interior de China y la situación política que allí se daba en 1926. Es precisamente ese contexto el que proporcionará la verdadera dimensión dramática a la película.
Siendo el contexto político determinante para lo que se cuenta en "El Yangsé en llamas", el director y su guionista no parece que estuvieran muy acertados, porque más que un conflicto entre nacionalistas chinos, comunistas y naciones extranjeras con intereses allí, lo único que realmente se expone es la tensión entre los primeros (los nacionalistas de Chan Kai Cheg) y un pequeño cañonero norteamericano. Los comunistas no aparecen nada más que en una conversación entre el capitán del barco y su segundo.
Toda producción de estas características, por envergadura y tema, siempre cuenta con un asesor militar para la mayor verosimilitud posible en las escenas bélicas. Sin embargo, da la impresión de que Robert Wise quiso sacrificar lo lógico y lo real en pro de la espectacularidad. Me estoy refiriendo a uno de los momentos cumbre, como es el de la batalla para romper el cerco de barcazas chinas unidas por una gruesa maroma que impide el paso al cañonero San Pablo.
Vamos a ver. En una situación como la descrita, para qué demonios haría falta un abordaje del junco chino, lo cual era del todo previsible que ocasionara bajas en la marinería estadounidense. Lo que un militar profesional habría hecho es, una vez silenciado el fuego de los vetustos cañones chinos con la superioridad de la potencia de fuego de las ametralladoras y la pieza artillera del San Pablo, lo que realmente sucedería es situar la proa del navío a unos 25 metros de la maroma y disparar el cañón casi a bocajarro. Sin la menor duda la maroma se iría a tomar viento, sin necesidad por ello de exponer a los marinos al tiroteo y a la lucha cuerpo a cuerpo con un enemigo superior en número. Por lo tanto era absurdo esto último, donde se puede ver al pobre de McQueen sudando la gota gorda mientras arrea hachazos a la maroma mientras tiene la espalda desprotegida ante cualquier ataque. Tampoco es real, como he leído en otro comentario, que la barrera interpuesta por los chinos ante el San Pablo fuese obra de los comunistas, ya que los barcos chinos llevan la bandera nacionalista en vez de la roja del Partido Comunista Chino.
El cine no puede prescindir tan evidentemente de la realidad para sustituirla por la espectacularidad, salvo que se corra el riesgo de caer en la ridiculez.
Y por último, otra muestra del más que probable menosprecio de Wise a los consejos que se supone que le daría el asesor militar de la película.Cuando van a rescatar en tierra a los misioneros es de noche, pero al capitán no se le ocurre la más que elemental medidad de que el pelotón cambie sus blanquísimos uniformes por otros oscuros, cuando disponían de esta última vestimenta mucho más discreta y apropiada. Y el resultado ya lo saben: el pelotón fue un blanco perfecto.
Todo lo descrito podría llevarnos a la conclusión de lo pésimos que eran los militares estadounidenses, cuando todo este dislate del director se debe a un indisimulable deseo de espectacularidad. Por cierto, lo de la alusión a "la matanza de Nankín" por parte de tropas occidentales no me consta. La única masacre que sucedió en dicha ciudad tuvo lugar en la posterior guerra chino-japonesa de los años 30 y fue cometida por los nipones. Seamos fieles a la historia.
Siendo el contexto político determinante para lo que se cuenta en "El Yangsé en llamas", el director y su guionista no parece que estuvieran muy acertados, porque más que un conflicto entre nacionalistas chinos, comunistas y naciones extranjeras con intereses allí, lo único que realmente se expone es la tensión entre los primeros (los nacionalistas de Chan Kai Cheg) y un pequeño cañonero norteamericano. Los comunistas no aparecen nada más que en una conversación entre el capitán del barco y su segundo.
Toda producción de estas características, por envergadura y tema, siempre cuenta con un asesor militar para la mayor verosimilitud posible en las escenas bélicas. Sin embargo, da la impresión de que Robert Wise quiso sacrificar lo lógico y lo real en pro de la espectacularidad. Me estoy refiriendo a uno de los momentos cumbre, como es el de la batalla para romper el cerco de barcazas chinas unidas por una gruesa maroma que impide el paso al cañonero San Pablo.
Vamos a ver. En una situación como la descrita, para qué demonios haría falta un abordaje del junco chino, lo cual era del todo previsible que ocasionara bajas en la marinería estadounidense. Lo que un militar profesional habría hecho es, una vez silenciado el fuego de los vetustos cañones chinos con la superioridad de la potencia de fuego de las ametralladoras y la pieza artillera del San Pablo, lo que realmente sucedería es situar la proa del navío a unos 25 metros de la maroma y disparar el cañón casi a bocajarro. Sin la menor duda la maroma se iría a tomar viento, sin necesidad por ello de exponer a los marinos al tiroteo y a la lucha cuerpo a cuerpo con un enemigo superior en número. Por lo tanto era absurdo esto último, donde se puede ver al pobre de McQueen sudando la gota gorda mientras arrea hachazos a la maroma mientras tiene la espalda desprotegida ante cualquier ataque. Tampoco es real, como he leído en otro comentario, que la barrera interpuesta por los chinos ante el San Pablo fuese obra de los comunistas, ya que los barcos chinos llevan la bandera nacionalista en vez de la roja del Partido Comunista Chino.
El cine no puede prescindir tan evidentemente de la realidad para sustituirla por la espectacularidad, salvo que se corra el riesgo de caer en la ridiculez.
Y por último, otra muestra del más que probable menosprecio de Wise a los consejos que se supone que le daría el asesor militar de la película.Cuando van a rescatar en tierra a los misioneros es de noche, pero al capitán no se le ocurre la más que elemental medidad de que el pelotón cambie sus blanquísimos uniformes por otros oscuros, cuando disponían de esta última vestimenta mucho más discreta y apropiada. Y el resultado ya lo saben: el pelotón fue un blanco perfecto.
Todo lo descrito podría llevarnos a la conclusión de lo pésimos que eran los militares estadounidenses, cuando todo este dislate del director se debe a un indisimulable deseo de espectacularidad. Por cierto, lo de la alusión a "la matanza de Nankín" por parte de tropas occidentales no me consta. La única masacre que sucedió en dicha ciudad tuvo lugar en la posterior guerra chino-japonesa de los años 30 y fue cometida por los nipones. Seamos fieles a la historia.
Más sobre Strénliko
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here