Parece increíble con todo el cine que hay, con todas las pelis malas que uno se puede encontrar, pero ésta en especial fue la primera que me hizo abandonarla una vez vi los primeros 20 o 30 minutos... no recuerdo. La razón: insufribles comportamientos exagerados de los actores, plagio de lo que sucede en la primera película pero esta vez mucho peor (no es que la otra fuese mala) y un "instructor" penoso que ya le gustaría ser Takeshi Kitano, y eso que el tío me pareció interesante en Dead or Alive de Takashi Miike pero aquí..... en fin... menuda falsedad; y como no, la gran decepción de un director que tan buenas escenas nos deleitó en Battle Royale nos sale ahora con unos tíos militarizados e insoportables, una guerra moderna que no cuaja y una historia poco original que finalmente se lleva mi disgusto. Pocas pelis dejé de ver por que me defraudaron de verdad, pero esta se lleva la palma. ¡Olé!

The Fighter resulta ser un retrato social sobre una familia. Escasean los combates, las míticas peleas donde los planos cortos golpean la cámara y el espectador, y se centra en el futuro de un luchador y lo que hace para llegar a donde llegó, a través de los problemas familiares. Quizá sea peor superar todo lo que ello trae consigo, las dudas, la falta de confianza o el abuso de ella, ya que donde hay confianza hay más críticas y problemas. Es algo muy común lo que le pasa al protagonista, espléndido Mark Wahlberg, dejarse llevar por lo desconocido y emprender su futuro por un lado distinto al que le ha sido impartido durante toda su vida a través de su familia. Pero es esto lo que diferencia el film de otros como Toro Salvaje, Million Dollar Babe... aparte de su visión cercana y realista con cámara en mano del realizador David O. Russell. Christian Bale sorprende con su actuación más allá de lo que nos ha venido enseñando todos estos años, en su pleno descubrimiento, va más allá y nos ofrece una visión descontrolada de su realidad, a veces no se sabe muy bien, si cómica o trágica. Un planteamiento llevadero y unas buenas interpretaciones, hacen que The Fighter se convierta en un film que retrata una sociedad, y en concreto, de una familia que está demasiado unida.

Este film no merece mucha atención que digamos. Para empezar, su idea principal es buena, la de dejar a un hombre solo en una ciudad desierta. El fallo es en su planteamiento, lleno de escenas más que previsibles y de situaciones un poco mejores pero que solo nos atraen un poquito. No quería dejar este film junto a los muchos que me resultan totalmente iguales… pero lo tendré que hacer.

Me interesé en Insidius con el fin de encontrarme ante una muestra del ingenio por parte de su realizador, el antiguamente "novato" James Wan, creador, entre otras, de la sag de Saw. Y es que solo el primer film merecio mi atención más de una vez, incluso llegué a recomendarla para pasar un mal trago (como Martyrs o Funny Games). Sin embargo, Insidious es otra cosa.
Sin haber visto ninguna de sus siguientes películas, James Wan me parece a día de hoy, muy avanzado ya para poder crear algo original, y no una simple historia de fantasmas. Y más aún de una casa encantada, algo que no sé como siguen insistiendo en hacerlo real cuando ni existen ni existirán. Tras unos minutos, sabía que no estaba ante un film creíble o realista. Aún así, logré seguirla con normalidad y acepté todos sus giros argumentales que poco a poco, irían desvelando su propuesta sobre espíritus malvados.
Con todo esto, Insidious se desarrolla de forma correcta, a veces previsible pero manteniendo inquieto al espectador, como si en todo momento fuese a pasar algo malo. Con pocos personajes y una casa grande como único escenario, James Wan resuelve algunas situaciones con maestría, pero sin llegar a sorprender ni a impactar. Y esto se debe a que la historia no da pié a nada original.
La película llega a ser entretenida, pese a que su parte final baje de intensidad y se parezca a las propuestas argumentales de Poltergeist o Ink. Si es que a veces, da mas miedo lo que no se ve, lo ausente, que lo que se aprecia con claridad. Pero bueno, esperemos que algún día, alguien se decida a sorprendernos con una trama completamente distinta.

Blue Valentine fue presentada como un film alternativo en el festival de Sundance de 2010 y en verdad, lo es. Sin embargo, y hablando sinceramente, por mal que me pese (me hice expectativas) no es más que un film que ofrece mucho menos que la mucho más que recomendable Antes del amanecer (y su segunda parte). Centrándome en lo que quiero contar sobre ella, empezaré por la historia, sencilla pero intensa. Me recordó a la reciente Rabbit Hole, donde los momentos intensos son los que hacen seguir la historia y hacerla llevadera. Pero sin embargo aquí no son tan creíbles, y no se por que. Los actores principales (Gosling y Williams) hacen un trabajo excelente, de hecho son los que guían el film, los que hacen que, como espectador, te impresiones con ellos y sientas como ellos; pero, el borracho tiene que ser borracho del todo, y lo mismo con la amargada, con la cansada, con el romántico... No es tan original tampoco la forma de contar los hechos en los que se centra la película, situándonos en sus momentos felices para acto seguido ver los trágicos, o viceversa. Sí me gusta, en cambio, la forma en la que está grabada, sobre todo al principio, cuando aún no sabemos nada de la historia ni de los personajes, planos lejanos, ajenos a todo como si fuera el espectador, con un largo zoom que crea una atractiva profundidad de campo (quizá una de las formas de diferenciar la película como una cinta alternativa, aparte de la música y los créditos finales, un poco a hacerse parecer un film alternativo). Blue Valentine carece de esas míticas escenas por las que todos la recordarán, como la canción que escuchan los protagonistas de Antes del Amanecer en la cabina de la tienda de música, con sus miradas tímidas y dudosas, a punto de explotar sus sentimientos. Aquí, hasta su primer encuentro es poco creíble: no es casual que encuentres a una mujer con la que compartirás tu vida, de repente y lo sepas en unos segundos, por lo menos. Bastaría con un diálogo inteligente. Destaca tan solo la escena del baile, buena dosis de cine alternativo romántico, para amantes del amor y de lo espontáneo. Y el final, a mi parecer, no trata de sorprender ni de ser el final más justo, solo trata de cerrar la historia. Blue Valentine se queda en una buena película, con buenos actores e intensas situaciones, capaces de mantenernos casi dos horas atento a lo que pasa. Creo que nada más, y me fastidia. El trailer prometía más. Bastaba con inmortalizar de forma más bella, real y sorprendente esta historia de amor.