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7,4
45.180
7
20 de julio de 2023
20 de julio de 2023
78 de 104 usuarios han encontrado esta crítica útil
Christopher Nolan es uno de mis directores favoritos, gracias a esa obra maestra que es El caballero oscuro, así como la fabulosas Batman Begins, Origen o Interstellar, aunque también es capaz de patinar, y no hay que irse demasiado lejos, ya que sus dos últimas películas, la fallida Dunkerque y la olvidable Tenet, son dos buenos ejemplos de ello.
No es un cineasta perfecto, pero sí uno de los más importantes del momento, generando debate siempre que saca nueva película, y con el caso de Oppenheimer, biopic del padre de la bomba atómica, no iba a ser la excepción, siendo una de las películas más esperados del año, con permiso de la horrible Barbie, siendo un suicidio por parte del estudio que hayan coincidido. Aunque por lo que se comenta, esta vez Nolan ha sido más inteligente, con un presupuesto de 100 millones, en lo que sólo se puede definir como un drama vendido como blockbuster veraniego, algo que va a cabrear a más de uno, de eso no me cabe duda.
Afortunadamente, no me encuentro entre ese grupo, ya que Oppenheimer me ha parecido una película espléndida, una fascinante radiografía sobre un hombre capaz de construir el arma más letal de la humanidad, pero también de hacerse preguntas, en una película que humaniza a la leyenda. Sobra decir que me parece una de las mejores películas del cineasta, uniéndose al selecto club antes mencionado, además de una cinta que os recomiendo desde ya, aunque no sea para todo tipo de público, pero mejor ir por partes.
Qué decir de Christopher Nolan como director a estas alturas del cuento. Pues que es un maestro en lo suyo, con una dirección impecable y rodeándose de un elenco cinco estrellas al que sabe manejar a la perfección. Quizás sea una de sus películas más pequeñas, a pesar de las expectativas generadas, porque no deja de ser un drama sin grandes alardes, agradeciéndose que este tipo de historias se cuenten con tanto brío y ritmo, en una época en la que el género de los biopics no deja de sorprender y de dar en la diana. Yo me estoy haciendo fan.
Y sí, la película no da respiro al espectador, lo que es un arma de doble filo. Por mi parte ninguna queja, ya que temía aburrirme con este film de tres horas, pero que no ha perdido mi atención en ni un solo minuto, con unos personajes que no dejan de hablar en ningún momento, lo que quizás sature a una parte del público, aturdido ante unos diálogos incesantes que no se detienen jamás. Yo lo aviso, porque si no entras en la historia, es posible que abandones el barco antes de tiempo. Son las reglas del juego, pero siempre agradeceré que no hayan recurrido al banal recurso de presentar imágenes o planos interminables, lo que para un servidor sí es aburrido y no lleva a ninguna parte.
Por otro lado, tenemos tres películas en una, con los inicios del personaje, la creación de la bomba, y el juicio, haciéndonos la obligada pregunta de si esto no habría quedado mejor como una miniserie, aunque todos conocemos el amor que procesa el señor Nolan por el cine, y creo que el resultado final responde a la cuestión, pero si alguien me dice que estamos ante una película caótica, tampoco se lo voy a discutir, ya que no recuerdo tantos personajes en pantalla, exigiendo más atención en el espectador de lo habitual. No sé si el público de hoy en día está preparado para películas como la que nos ocupa, pero a Nolan le da igual todo, y yo que me alegro.
Y bueno, respecto al cacareado momento de la bomba, no revelaré absolutamente nada, pero no me parece de lo mejor de la película, ni tampoco le veo el sentido a filmarlo sin efectos visuales. Al final es lo que se me ha quedado más cojo de la cinta, en un claro caso de mucho ruido y pocas nueces, aunque es lo de menos en una película en la que lo que realmente importa son los personajes y las reflexiones presentadas, como la de la ambición del ser humano, y la culpa que eso acarrea.
Ya os adelanto que un sector del público no va a salir nada contento con lo que aquí se expone, por lo que no queda más que aplaudir la valentía de Nolan, encargándose del guion él solo, algo que podría haber acabado muy mal, ya que este tipo de saltos a la escritura en solitario de cineastas suele derivar en fracaso (y al amigo Christopher no se le dan muy bien el tema de los sentimientos, algo que me temía que se iba a repetir aquí, después de la frialdad mostrada en Dunkerque o Tenet), pero afortunadamente, no es el caso, ya que estamos ante un biopic que emociona y entretiene a partes iguales, y con un catálogo de personajes a cada cual más fascinante e interesante.
Gran parte del mérito es del inmenso reparto, repleto de rostros conocidos, y con todos los actores entregándose al máximo. Podría nombrarlos uno por uno, porque se lo merecen, pero esto sería más largo que la propia película, por lo que haré mención especial a los que más destacan, empezando por un magnífico Cillian Murphy. Adoro a este actor, y sé que es capaz de lo mejor, pero los adelantos hacían presagiar una actuación fría y distante, y al final es todo lo contrario, con un Murphy espléndido, y regalándonos un protagonista memorable y repleto de matices. ¿Alguien dijo nominación al Oscar? Ni lo dudes, siendo la oportunidad que Nolan le debía desde hace años, al ser uno de sus actores fetiche. Me alegro por él, porque se lo merece.
Sigue en spoilers sin spoilers por falta de espacio.
Más críticas: ocioworld.net
Youtube: Javi McClane
No es un cineasta perfecto, pero sí uno de los más importantes del momento, generando debate siempre que saca nueva película, y con el caso de Oppenheimer, biopic del padre de la bomba atómica, no iba a ser la excepción, siendo una de las películas más esperados del año, con permiso de la horrible Barbie, siendo un suicidio por parte del estudio que hayan coincidido. Aunque por lo que se comenta, esta vez Nolan ha sido más inteligente, con un presupuesto de 100 millones, en lo que sólo se puede definir como un drama vendido como blockbuster veraniego, algo que va a cabrear a más de uno, de eso no me cabe duda.
Afortunadamente, no me encuentro entre ese grupo, ya que Oppenheimer me ha parecido una película espléndida, una fascinante radiografía sobre un hombre capaz de construir el arma más letal de la humanidad, pero también de hacerse preguntas, en una película que humaniza a la leyenda. Sobra decir que me parece una de las mejores películas del cineasta, uniéndose al selecto club antes mencionado, además de una cinta que os recomiendo desde ya, aunque no sea para todo tipo de público, pero mejor ir por partes.
Qué decir de Christopher Nolan como director a estas alturas del cuento. Pues que es un maestro en lo suyo, con una dirección impecable y rodeándose de un elenco cinco estrellas al que sabe manejar a la perfección. Quizás sea una de sus películas más pequeñas, a pesar de las expectativas generadas, porque no deja de ser un drama sin grandes alardes, agradeciéndose que este tipo de historias se cuenten con tanto brío y ritmo, en una época en la que el género de los biopics no deja de sorprender y de dar en la diana. Yo me estoy haciendo fan.
Y sí, la película no da respiro al espectador, lo que es un arma de doble filo. Por mi parte ninguna queja, ya que temía aburrirme con este film de tres horas, pero que no ha perdido mi atención en ni un solo minuto, con unos personajes que no dejan de hablar en ningún momento, lo que quizás sature a una parte del público, aturdido ante unos diálogos incesantes que no se detienen jamás. Yo lo aviso, porque si no entras en la historia, es posible que abandones el barco antes de tiempo. Son las reglas del juego, pero siempre agradeceré que no hayan recurrido al banal recurso de presentar imágenes o planos interminables, lo que para un servidor sí es aburrido y no lleva a ninguna parte.
Por otro lado, tenemos tres películas en una, con los inicios del personaje, la creación de la bomba, y el juicio, haciéndonos la obligada pregunta de si esto no habría quedado mejor como una miniserie, aunque todos conocemos el amor que procesa el señor Nolan por el cine, y creo que el resultado final responde a la cuestión, pero si alguien me dice que estamos ante una película caótica, tampoco se lo voy a discutir, ya que no recuerdo tantos personajes en pantalla, exigiendo más atención en el espectador de lo habitual. No sé si el público de hoy en día está preparado para películas como la que nos ocupa, pero a Nolan le da igual todo, y yo que me alegro.
Y bueno, respecto al cacareado momento de la bomba, no revelaré absolutamente nada, pero no me parece de lo mejor de la película, ni tampoco le veo el sentido a filmarlo sin efectos visuales. Al final es lo que se me ha quedado más cojo de la cinta, en un claro caso de mucho ruido y pocas nueces, aunque es lo de menos en una película en la que lo que realmente importa son los personajes y las reflexiones presentadas, como la de la ambición del ser humano, y la culpa que eso acarrea.
Ya os adelanto que un sector del público no va a salir nada contento con lo que aquí se expone, por lo que no queda más que aplaudir la valentía de Nolan, encargándose del guion él solo, algo que podría haber acabado muy mal, ya que este tipo de saltos a la escritura en solitario de cineastas suele derivar en fracaso (y al amigo Christopher no se le dan muy bien el tema de los sentimientos, algo que me temía que se iba a repetir aquí, después de la frialdad mostrada en Dunkerque o Tenet), pero afortunadamente, no es el caso, ya que estamos ante un biopic que emociona y entretiene a partes iguales, y con un catálogo de personajes a cada cual más fascinante e interesante.
Gran parte del mérito es del inmenso reparto, repleto de rostros conocidos, y con todos los actores entregándose al máximo. Podría nombrarlos uno por uno, porque se lo merecen, pero esto sería más largo que la propia película, por lo que haré mención especial a los que más destacan, empezando por un magnífico Cillian Murphy. Adoro a este actor, y sé que es capaz de lo mejor, pero los adelantos hacían presagiar una actuación fría y distante, y al final es todo lo contrario, con un Murphy espléndido, y regalándonos un protagonista memorable y repleto de matices. ¿Alguien dijo nominación al Oscar? Ni lo dudes, siendo la oportunidad que Nolan le debía desde hace años, al ser uno de sus actores fetiche. Me alegro por él, porque se lo merece.
Sigue en spoilers sin spoilers por falta de espacio.
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En cuanto a los secundarios, destacaría a un increíble Matt Damon, en un rol opuesto a todo lo que nos había mostrado hasta el momento, un fabuloso Robert Downey Jr., una sobresaliente Florence Pugh, robando el show en cada aparición que tiene, una sensacional Emily Blunt, que también aprovecha sus momentos para lucirse, o un felizmente recuperado Josh Harnett, a la cabeza de una serie de jóvenes actores a los que Hollywood les ha dado la espalda. Nolan no, y aquí está el resultado, confirmando que merecen más atención y reconocimiento, como el señor Harnett, el cual está saboreando la segunda vida que le han dado, y confirmando lo estupendo intérprete que siempre ha sido. ¿El mejor reparto del año? Es más que posible.
Y no me olvido de la estupenda banda sonora del ascendente y brillante Ludwig Göransson. Creo que podemos afirmar, sin temor a equívoco, que es el nuevo Hanz Zimmer, recordándonos al maestro, pero con su propio sello de identidad. Cuando Zimmer deje la música, el mundo será un lugar más triste, pero quedará en buenas manos, gracias a su gran alumno. No obstante, sorprende que la banda sonora suena en casi toda la película, sin casi ni una escena sin música, y hablamos de tres horas, un hecho que no recuerdo haber visto en ninguna otra producción. ¿Era necesario? Pues no sé hasta qué punto es necesario poner música orquestal a cada diálogo entre los personajes, pero como la banda sonora me sigue pareciendo ejemplar, chitón.
En conclusión, Oppenheimer es una de las mejores películas del Christopher Nolan, además de una de las mejores del año, recordándonos porque el cineasta es uno de los mejores de la actualidad, y haciendo que recuperemos la fe en su cine. El excelente reparto tiene gran parte de culpa de que la cinta sea tan sensacional, pero Nolan ha dado el resto, en un biopic de esos que dejan huella y que quedan para los anales de la historia. Gracias, Nolan.
Y no me olvido de la estupenda banda sonora del ascendente y brillante Ludwig Göransson. Creo que podemos afirmar, sin temor a equívoco, que es el nuevo Hanz Zimmer, recordándonos al maestro, pero con su propio sello de identidad. Cuando Zimmer deje la música, el mundo será un lugar más triste, pero quedará en buenas manos, gracias a su gran alumno. No obstante, sorprende que la banda sonora suena en casi toda la película, sin casi ni una escena sin música, y hablamos de tres horas, un hecho que no recuerdo haber visto en ninguna otra producción. ¿Era necesario? Pues no sé hasta qué punto es necesario poner música orquestal a cada diálogo entre los personajes, pero como la banda sonora me sigue pareciendo ejemplar, chitón.
En conclusión, Oppenheimer es una de las mejores películas del Christopher Nolan, además de una de las mejores del año, recordándonos porque el cineasta es uno de los mejores de la actualidad, y haciendo que recuperemos la fe en su cine. El excelente reparto tiene gran parte de culpa de que la cinta sea tan sensacional, pero Nolan ha dado el resto, en un biopic de esos que dejan huella y que quedan para los anales de la historia. Gracias, Nolan.

1,5
2.158
1
14 de octubre de 2018
14 de octubre de 2018
65 de 79 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya que veo que nadie da el paso... lo daré yo.
Esto no es una película, es una estafa (no confundir con broma o "troleo") para sacar el dinero a la gente y hacer un documental de m**** por el que este personaje sacará aún más dinero.
Si queréis ver este despropósito podéis hacerlo gratis en su canal de m****, eso sí, con 8 anuncios, que no se diga, que estos "ninis" tienen que comer.
Lo dicho, he visto a gente en la cárcel por menos. Un aplauso al inútil de Angel Sala ("crítico" de cine y director de Sitges) por permitir esto. 11 euros cobraban la entrada, y que yo sepa, aún no han devuelto el dinero...
Es un punto de inflexión, ya que, hasta que no digamos basta, esto seguirá sucediendo y se le seguirán riendo las gracias a estos catetos sin dos neuronas que se piensan que son gracioso...
Mas críticas: ocioworld.net
Esto no es una película, es una estafa (no confundir con broma o "troleo") para sacar el dinero a la gente y hacer un documental de m**** por el que este personaje sacará aún más dinero.
Si queréis ver este despropósito podéis hacerlo gratis en su canal de m****, eso sí, con 8 anuncios, que no se diga, que estos "ninis" tienen que comer.
Lo dicho, he visto a gente en la cárcel por menos. Un aplauso al inútil de Angel Sala ("crítico" de cine y director de Sitges) por permitir esto. 11 euros cobraban la entrada, y que yo sepa, aún no han devuelto el dinero...
Es un punto de inflexión, ya que, hasta que no digamos basta, esto seguirá sucediendo y se le seguirán riendo las gracias a estos catetos sin dos neuronas que se piensan que son gracioso...
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
todo es un bucle

6,8
32.509
5
12 de julio de 2019
12 de julio de 2019
83 de 116 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo confieso: No soy fan de Almodóvar. Su cine nunca ha conseguido conectar conmigo, ya sean sus películas más aplaudidas ("Volver" o "Hable con ella", que no me gustaron nada), las más arriesgadas ("La piel que habito", que me pareció una bizarrada infumable), las más olvidadas ("Los abrazos rotos, que curiosamente, no me desagradó) o cosas como "Los Amantes Pasajeros", que prometía demasiado con sus trailers y ese reparto, y acabo siendo un despropósito indefendible. Reconozco que tengo pendiente un revisionado de "Todo sobre mi madre", que vi en su momento y recuerdo que no me desagradó. Algo es algo.
Una vez hecha la confesión, debo decir que me aventuraba en esta nueva película de Pedro sin prejuicio alguno, y bastante animado ante las críticas y comentarios de los espectadores, llegándose a decir que es su obra maestra.
Pues una vez vista, debo decir que, para un servidor, es otra película sobrevalorada del popular director manchego, ya que, sí bien es cierto que hay muy buenos momentos y diálogos a recordar, y las actuaciones son fabulosas, no creo que estemos ante una obra de arte ni una película que merezca tantos aplausos. Pero como siempre, vayamos por partes.
Por un lado tenemos la dirección, que, sinceramente, me parece plana y con pocos momentos a destacar. Incluso he visto algunos planos televisivos, como su estuviésemos viendo un capítulo de una serie (los momentos de su infancia). Nada destacable técnicamente, ya que creo que hay películas de su filmografía mucho mejor rodadas.
El guion es otra historia, ya que la película es autobiográfica, y se nota que el director nos está contando su vida sin tabús ni complejo alguno, abriéndose (de forma visceral) ante el espectador, y creo que es un gesto generoso y cariñoso por parte suya.
Hay diálogos memorables y momentos muy logrados (casi todas las conversaciones que tiene Salvador, el protagonista, con personajes secundarios), pero parece como si la película estuviese dividida en episodios, ya que hay personajes (como el de Alberto o Federico) que están algo desaprovechados y desaparecen sin explicación alguna.
Esa narración episódica (me) impide ver la película como un conjunto, aunque el personaje de Banderas sea el pegamento que une todas las piezas y el máximo protagonista. Lamentablemente, no todos los momentos están inspirados, y la película dura demasiado y se hace algo lenta.
Luego tendríamos el reparto, que seguramente sea lo mejor de la película, con un fabuloso Banderas haciendo de Almodóvar, ya que coge muchos tics y forma de hablar del director, y la imitación/interpretación resulta impecable. Me parece más que merecida su galardón en Cannes, pero parece como si ahora la gente hubiese descubierto que Antonio es buen actor, cuando lo ha sido siempre, por mucho que haya tenido la fama de actor de serie B. No vayamos ahora de descubridores de la pólvora, por favor...
Luego tenemos a un sobresaliente Asier Etxeandia, en el que es su mejor papel, con un personaje interesante y logrado, y que merecía más minutos en pantalla. Si Banderas recibe premios, él también debería recibirlos, ya que tiene mucha química con el protagonista, y sus escenas juntos son de lo mejor de la cinta.
Leonardo Sbaraglia tiene una breve aparición, pero está cargada de magia, y se le ve muy sentido al actor, en un momento único y muy íntimo, como toda la película. Gran aportación, aunque sea demasiado corta.
El resto del reparto bien, aunque Raúl Arévalo está muy desaprovechado (podría considerarse incluso un cameo) y Penélope Cruz, aunque entregada, repite los tics de todas sus interpretaciones más aplaudidas. Empiezo a pensar que esta actriz hace de sí misma casi siempre...
En conclusión, estamos ante una película íntima y sincera, pero también decepcionante, ya que esperaba mucho más después de las desorbitadas críticas. Seguramente sea de lo mejor del director, pero no creo que sea ninguna obra maestra, aunque tampoco me ha parecido una mediocridad y tiene bastantes aciertos.
Respeto y entiendo a los que han disfrutado y conectado con este autoretrato del director más premiado y conocido de España, pero también se debe entender que su cine no está hecho para todos, y no creo que sea un tema de sensibilidad. Si te gusta el cine del director, la aplaudirás a rabiar, pero si no es el caso, a no ser que surja la magia (que tampoco es imposible), o te dejará indiferente (como es mi caso) o pensarás que has perdido el tiempo. Ni más ni menos.
Más críticas: ocioworld.net
Una vez hecha la confesión, debo decir que me aventuraba en esta nueva película de Pedro sin prejuicio alguno, y bastante animado ante las críticas y comentarios de los espectadores, llegándose a decir que es su obra maestra.
Pues una vez vista, debo decir que, para un servidor, es otra película sobrevalorada del popular director manchego, ya que, sí bien es cierto que hay muy buenos momentos y diálogos a recordar, y las actuaciones son fabulosas, no creo que estemos ante una obra de arte ni una película que merezca tantos aplausos. Pero como siempre, vayamos por partes.
Por un lado tenemos la dirección, que, sinceramente, me parece plana y con pocos momentos a destacar. Incluso he visto algunos planos televisivos, como su estuviésemos viendo un capítulo de una serie (los momentos de su infancia). Nada destacable técnicamente, ya que creo que hay películas de su filmografía mucho mejor rodadas.
El guion es otra historia, ya que la película es autobiográfica, y se nota que el director nos está contando su vida sin tabús ni complejo alguno, abriéndose (de forma visceral) ante el espectador, y creo que es un gesto generoso y cariñoso por parte suya.
Hay diálogos memorables y momentos muy logrados (casi todas las conversaciones que tiene Salvador, el protagonista, con personajes secundarios), pero parece como si la película estuviese dividida en episodios, ya que hay personajes (como el de Alberto o Federico) que están algo desaprovechados y desaparecen sin explicación alguna.
Esa narración episódica (me) impide ver la película como un conjunto, aunque el personaje de Banderas sea el pegamento que une todas las piezas y el máximo protagonista. Lamentablemente, no todos los momentos están inspirados, y la película dura demasiado y se hace algo lenta.
Luego tendríamos el reparto, que seguramente sea lo mejor de la película, con un fabuloso Banderas haciendo de Almodóvar, ya que coge muchos tics y forma de hablar del director, y la imitación/interpretación resulta impecable. Me parece más que merecida su galardón en Cannes, pero parece como si ahora la gente hubiese descubierto que Antonio es buen actor, cuando lo ha sido siempre, por mucho que haya tenido la fama de actor de serie B. No vayamos ahora de descubridores de la pólvora, por favor...
Luego tenemos a un sobresaliente Asier Etxeandia, en el que es su mejor papel, con un personaje interesante y logrado, y que merecía más minutos en pantalla. Si Banderas recibe premios, él también debería recibirlos, ya que tiene mucha química con el protagonista, y sus escenas juntos son de lo mejor de la cinta.
Leonardo Sbaraglia tiene una breve aparición, pero está cargada de magia, y se le ve muy sentido al actor, en un momento único y muy íntimo, como toda la película. Gran aportación, aunque sea demasiado corta.
El resto del reparto bien, aunque Raúl Arévalo está muy desaprovechado (podría considerarse incluso un cameo) y Penélope Cruz, aunque entregada, repite los tics de todas sus interpretaciones más aplaudidas. Empiezo a pensar que esta actriz hace de sí misma casi siempre...
En conclusión, estamos ante una película íntima y sincera, pero también decepcionante, ya que esperaba mucho más después de las desorbitadas críticas. Seguramente sea de lo mejor del director, pero no creo que sea ninguna obra maestra, aunque tampoco me ha parecido una mediocridad y tiene bastantes aciertos.
Respeto y entiendo a los que han disfrutado y conectado con este autoretrato del director más premiado y conocido de España, pero también se debe entender que su cine no está hecho para todos, y no creo que sea un tema de sensibilidad. Si te gusta el cine del director, la aplaudirás a rabiar, pero si no es el caso, a no ser que surja la magia (que tampoco es imposible), o te dejará indiferente (como es mi caso) o pensarás que has perdido el tiempo. Ni más ni menos.
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4,6
2.266
1
16 de octubre de 2020
16 de octubre de 2020
81 de 113 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sabía nada de este proyecto hasta que comencé a leer estupendas críticas sobre el mismo, captando mi interés al estar protagonizado por los geniales Pepón Nieto y Carmen Machi. Es por ello que he decidido verla en la oferta del festival de Sitges de este año. Craso error.
Calificada como una obra diferente y única, debería haber tenido activado mi sentido arácnido, más que nada porque este tipo de propuestas (tonterías que se creen mejores de lo que realmente son) no suelen ser de mi agrado, no siendo este caso una excepción. No aprendo…
Y es que estamos nuevamente ante una sobrevalorada tontada, la cual toma el pelo al espectador de forma descarada, teniendo quizás su público entre los que se las dan de intelectuales, pero siendo un enorme fiasco para el resto de mortales, entre los que me incluyo. Y no se me caen los anillos al reconocerlo.
El primer error es catalogar a la película como comedia, más que nada porque no lo es, a pesar de una sola escena que se podría definir como chistosa, pero casi que ni por esas. Estoy bastante cansado de que no se sepa definir a productos pedantes y existencialistas como el que nos ocupa, y que por ello se clasifique como comedia en todas partes, cuando las risas brillan por su ausencia.
Son decisiones más que cuestionables que lo único que consiguen es engañar al espectador y confundirlo todavía más, si es que eso es posible teniendo en cuenta la premisa de la cinta. Por lo tanto, no es una comedia, por mucho que las melodías de su estupenda banda sonora (muy por encima del resto de elementos, sin contar el reparto) inviten a pensar lo contrario. Que no os engañen.
Luego tenemos la dirección, de corte independiente e intimista, notándose el bajo presupuesto pero tampoco siendo un escollo que arruine la función. No, el problema no es ese, sino más bien su ridículo guion, supuestamente original e innovador y que juega al despiste con el espectador a cada minuto, agotando la paciencia del más pintado, en un bizarro cóctel de imposible digestión.
La película dura poco más de una hora, pero se hace eterna y agobiante, siendo quizás la intención del realizador y autor del libreto (son la misma persona), en una sucesión de escenas que se repiten sin ton ni son, haciendo perder la calma a los espectadores poco habituados a este tipo de absurdos experimentos.
En cuanto a los dos grandes protagonistas, tenemos a una Machi y un Nieto que se entregan a la causa, ofreciendo dos buenas interpretaciones y haciendo que nos creamos sus estrafalarios personajes. Misión cumplida, aunque duele verlos en semejante bobada.
Y oye, soy consciente de que esta producción tendrá su público, pero no puedo evitar quedarme con la sensación agridulce de haber sido estafado en la que es, de lejos, una de las peores películas de un año 2020 que nos está dando más disgustos que alegrías. Otra rareza que sólo disfrutarán los de siempre. Bien por ellos, pero me niego a creer que esta tomadura de pelo sea recordada con los años. Un efecto óptico y una pérdida de tiempo.
Más críticas: ocioworld.net
Calificada como una obra diferente y única, debería haber tenido activado mi sentido arácnido, más que nada porque este tipo de propuestas (tonterías que se creen mejores de lo que realmente son) no suelen ser de mi agrado, no siendo este caso una excepción. No aprendo…
Y es que estamos nuevamente ante una sobrevalorada tontada, la cual toma el pelo al espectador de forma descarada, teniendo quizás su público entre los que se las dan de intelectuales, pero siendo un enorme fiasco para el resto de mortales, entre los que me incluyo. Y no se me caen los anillos al reconocerlo.
El primer error es catalogar a la película como comedia, más que nada porque no lo es, a pesar de una sola escena que se podría definir como chistosa, pero casi que ni por esas. Estoy bastante cansado de que no se sepa definir a productos pedantes y existencialistas como el que nos ocupa, y que por ello se clasifique como comedia en todas partes, cuando las risas brillan por su ausencia.
Son decisiones más que cuestionables que lo único que consiguen es engañar al espectador y confundirlo todavía más, si es que eso es posible teniendo en cuenta la premisa de la cinta. Por lo tanto, no es una comedia, por mucho que las melodías de su estupenda banda sonora (muy por encima del resto de elementos, sin contar el reparto) inviten a pensar lo contrario. Que no os engañen.
Luego tenemos la dirección, de corte independiente e intimista, notándose el bajo presupuesto pero tampoco siendo un escollo que arruine la función. No, el problema no es ese, sino más bien su ridículo guion, supuestamente original e innovador y que juega al despiste con el espectador a cada minuto, agotando la paciencia del más pintado, en un bizarro cóctel de imposible digestión.
La película dura poco más de una hora, pero se hace eterna y agobiante, siendo quizás la intención del realizador y autor del libreto (son la misma persona), en una sucesión de escenas que se repiten sin ton ni son, haciendo perder la calma a los espectadores poco habituados a este tipo de absurdos experimentos.
En cuanto a los dos grandes protagonistas, tenemos a una Machi y un Nieto que se entregan a la causa, ofreciendo dos buenas interpretaciones y haciendo que nos creamos sus estrafalarios personajes. Misión cumplida, aunque duele verlos en semejante bobada.
Y oye, soy consciente de que esta producción tendrá su público, pero no puedo evitar quedarme con la sensación agridulce de haber sido estafado en la que es, de lejos, una de las peores películas de un año 2020 que nos está dando más disgustos que alegrías. Otra rareza que sólo disfrutarán los de siempre. Bien por ellos, pero me niego a creer que esta tomadura de pelo sea recordada con los años. Un efecto óptico y una pérdida de tiempo.
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4,6
4.048
2
29 de octubre de 2023
29 de octubre de 2023
58 de 67 usuarios han encontrado esta crítica útil
Five Nights at Freddy’s es un popular videojuego de terror del año 2014, estrenándose sin mayores pretensiones (teniendo en cuenta que era de un estudio independiente), y siendo un éxito rotundo alrededor del mundo, con sus consabidas secuelas, spin-off, merchandising, y ahora, una película. Lo admito, jamás he jugado al videojuego, por lo que me ahorraré las comparaciones. Bueno, lo reconozco, lo probé, pero supe enseguida que no era para mí, así que mejor me centro en la película.
Y es que estamos ante uno de los mayores éxitos de terror, pero no del año, ni de los últimos años… de la historia, estimando una cifra entre los 70 y los 80 millones de dólares en su primer fin de semana. Una locura que nadie predijo, ya que no se estaba hablando nada de la adaptación en las últimas semanas, pero los fans del juego estaban ahí, agazapados y esperando con ansias esta cinta de terror. Habemus saga, esto está claro.
Pero todavía más impresionante que esa incontestable taquilla, que ya quisieran para sí otras producciones de terror de bajo presupuesto, es que estamos ante un estreno simultáneo en plataforma, es decir, se ha estrenado en cines estadounidenses y en la plataforma Peacock al mismo tiempo, un movimiento absurdo y que los estudios deberían dejar de hacer, pero que no ha afectado a la taquilla de la película, algo digno de estudio y al nivel del Barbenheimer.
Una vez se ha dejado claro que estamos ante una de las adaptaciones de videojuego y películas de terror más exitosas de la historia, afirmación que ya se puede hacer cuando todavía no han pasado ni tres días de su estreno, vamos a hablar de las críticas, con unos profesionales del medio (o eso dicen…), que no han tenido piedad con la cinta, dejándola como un desastre, un somnífero y una película terrible.
Pues bien, la he sufrido y debo decir que… estoy totalmente de acuerdo, porque la película es todo eso y más, siendo una oportunidad perdida de crear una gran franquicia a tenor de las cifras, como si el estudio, Blumhouse (especialista en el género) no hubiese tenido ningún interés en ella, desaprovechando el potencial de una marca que ha dejado claro que es una gallina de los huevos de oro. Estoy seguro de que más de un productor se va a tirar de los pelos cuando vea decaer la taquilla en las próximas semanas, porque si hubiese sido una propuesta decente, el éxito habría sido todavía más rotundo, pero el público va a ver este ladrillo y se va a quedar igual que estaba. Bueno, parece que algunos están saliendo contentos, porque ya sabéis que hay de todo en la villa del señor.
Y es que la película no tiene alma, ni garra, ni tensión, ni nada de nada. Es eso, la nada más absoluta, produciendo el mismo efecto que mirar la tele apagada. Y para más inri, no da miedo, con unos instantes supuestamente terroríficos aptos para todos los públicos, notándose que no se quiere renunciar al público adolescente, y si me apuras, al familiar, con una película que renuncia a las vísceras en pro de ser un producto light sin nada de chicha.
Mira que fui duro en su momento con la también lamentable Willy´s Wonderland, cinta con Nicolas Cage que no dejaba de ser una adaptación inconfesa del videojuego que nos ocupa, porque era más mala que pegar a un padre, pero al menos no traicionaba a su género y nos regalaba algunos momentos violentos. Aquí no hay nada de eso, dirigiéndose a todo tipo de público, con una premisa que no invita a ello.
Fijaos si creían poco en el proyecto, que han contratado a una directora con pocos trabajos a sus espaldas, y vaya si se nota, con una dirección mediocre y sin pulso. Antes he mencionado que esto se ha estrenado en plataformas, y una vez vista, ese tendría que haber sido su único destino, porque no merece un estreno en salas, siendo una producción pobre, fea y sin vida, lo que viene siendo un directo al videoclub de los de toda la vida, siendo una locura que haya recaudado esa millonada cuando no lo merece. Y espera, que ha costado 25 millones de dólares, un dineral que no luce por ningún lado, entendiendo que se han gastado 23 en pagar los derechos de la adaptación, porque otra explicación no le encuentro…
La verdad es que es una lástima que el fan del videojuego vaya con ilusión al cine, y se encuentre con una película tan perezosa, sosa, insípida y olvidable, siendo un producto de encargo que se olvida tan rápido como se consume. Que eh, no pasa nada por engullir un fast food de vez en cuando, ya que hay cintas de terror que te dan un par de buenos sustos y al menos estás servido, pero es que aquí te aburres toda la película, abusando de una trama con flashbacks diseñada para adormecer al espectador, ocultando a los protagonistas reales, es decir, los animatronics, no vaya a ser que se les dispare el presupuesto. Tacaños…
De verdad, ¿hay algo peor que una película aburrida? Sí, que vengas de un videojuego y tus pretensiones sean divertir al espectador, porque entonces nos adentramos en el sombrío mundo de las ilusiones rotas y la estafa. Y es que la cinta se toma demasiado en serio a sí misma, cuando esto pedía a gritos ser un despiporre de tomo y lomo, pero no, un drama familiar, que eso no lo hemos visto nunca… Joder, que hablamos de animatronics asesinos, ¡céntrate!
Sigue en spoilers sin spoilers por falta de espacio.
Más críticas: Javi McClane (Youtube)
Y es que estamos ante uno de los mayores éxitos de terror, pero no del año, ni de los últimos años… de la historia, estimando una cifra entre los 70 y los 80 millones de dólares en su primer fin de semana. Una locura que nadie predijo, ya que no se estaba hablando nada de la adaptación en las últimas semanas, pero los fans del juego estaban ahí, agazapados y esperando con ansias esta cinta de terror. Habemus saga, esto está claro.
Pero todavía más impresionante que esa incontestable taquilla, que ya quisieran para sí otras producciones de terror de bajo presupuesto, es que estamos ante un estreno simultáneo en plataforma, es decir, se ha estrenado en cines estadounidenses y en la plataforma Peacock al mismo tiempo, un movimiento absurdo y que los estudios deberían dejar de hacer, pero que no ha afectado a la taquilla de la película, algo digno de estudio y al nivel del Barbenheimer.
Una vez se ha dejado claro que estamos ante una de las adaptaciones de videojuego y películas de terror más exitosas de la historia, afirmación que ya se puede hacer cuando todavía no han pasado ni tres días de su estreno, vamos a hablar de las críticas, con unos profesionales del medio (o eso dicen…), que no han tenido piedad con la cinta, dejándola como un desastre, un somnífero y una película terrible.
Pues bien, la he sufrido y debo decir que… estoy totalmente de acuerdo, porque la película es todo eso y más, siendo una oportunidad perdida de crear una gran franquicia a tenor de las cifras, como si el estudio, Blumhouse (especialista en el género) no hubiese tenido ningún interés en ella, desaprovechando el potencial de una marca que ha dejado claro que es una gallina de los huevos de oro. Estoy seguro de que más de un productor se va a tirar de los pelos cuando vea decaer la taquilla en las próximas semanas, porque si hubiese sido una propuesta decente, el éxito habría sido todavía más rotundo, pero el público va a ver este ladrillo y se va a quedar igual que estaba. Bueno, parece que algunos están saliendo contentos, porque ya sabéis que hay de todo en la villa del señor.
Y es que la película no tiene alma, ni garra, ni tensión, ni nada de nada. Es eso, la nada más absoluta, produciendo el mismo efecto que mirar la tele apagada. Y para más inri, no da miedo, con unos instantes supuestamente terroríficos aptos para todos los públicos, notándose que no se quiere renunciar al público adolescente, y si me apuras, al familiar, con una película que renuncia a las vísceras en pro de ser un producto light sin nada de chicha.
Mira que fui duro en su momento con la también lamentable Willy´s Wonderland, cinta con Nicolas Cage que no dejaba de ser una adaptación inconfesa del videojuego que nos ocupa, porque era más mala que pegar a un padre, pero al menos no traicionaba a su género y nos regalaba algunos momentos violentos. Aquí no hay nada de eso, dirigiéndose a todo tipo de público, con una premisa que no invita a ello.
Fijaos si creían poco en el proyecto, que han contratado a una directora con pocos trabajos a sus espaldas, y vaya si se nota, con una dirección mediocre y sin pulso. Antes he mencionado que esto se ha estrenado en plataformas, y una vez vista, ese tendría que haber sido su único destino, porque no merece un estreno en salas, siendo una producción pobre, fea y sin vida, lo que viene siendo un directo al videoclub de los de toda la vida, siendo una locura que haya recaudado esa millonada cuando no lo merece. Y espera, que ha costado 25 millones de dólares, un dineral que no luce por ningún lado, entendiendo que se han gastado 23 en pagar los derechos de la adaptación, porque otra explicación no le encuentro…
La verdad es que es una lástima que el fan del videojuego vaya con ilusión al cine, y se encuentre con una película tan perezosa, sosa, insípida y olvidable, siendo un producto de encargo que se olvida tan rápido como se consume. Que eh, no pasa nada por engullir un fast food de vez en cuando, ya que hay cintas de terror que te dan un par de buenos sustos y al menos estás servido, pero es que aquí te aburres toda la película, abusando de una trama con flashbacks diseñada para adormecer al espectador, ocultando a los protagonistas reales, es decir, los animatronics, no vaya a ser que se les dispare el presupuesto. Tacaños…
De verdad, ¿hay algo peor que una película aburrida? Sí, que vengas de un videojuego y tus pretensiones sean divertir al espectador, porque entonces nos adentramos en el sombrío mundo de las ilusiones rotas y la estafa. Y es que la cinta se toma demasiado en serio a sí misma, cuando esto pedía a gritos ser un despiporre de tomo y lomo, pero no, un drama familiar, que eso no lo hemos visto nunca… Joder, que hablamos de animatronics asesinos, ¡céntrate!
Sigue en spoilers sin spoilers por falta de espacio.
Más críticas: Javi McClane (Youtube)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Y ojo cuidado, que esto lo han escrito tres personas, repito, tres, una de ellas la directora, el otro el creador del videojuego, y el otro… no sé quién es, pero estoy seguro que uno de ellos fue el típico que escurre el bulto y no trabaja un carajo, porque tres son multitud, y es impensable que esta historia tan vacía y pobre haya salido de tres cabezas pensantes. Algo no cuadra. Y hablando de no cuadrar, el propio creador de la obra original ha perpetrado esta inmundicia, con una trama que, por lo que he estado leyendo, no se ajusta a lo presentando en los videojuegos. Quizás algún fan me saque de mi error, pero si no es el caso, la fidelidad ya si eso, para otro día. Ni eso les han dado a los fieles espectadores que han pagado religiosamente su entrada para ver un truño.
Y saltamos al reparto, que, por suerte, es lo mejor de la película, y quien dice lo mejor, te dice lo único digerible. De protagonista tenemos a Josh Hutcherson, un actor que siempre me ha convencido y que aquí se entrega en su rol dramático. Una lástima que no le hayan permitido desmelenarse un poco, ya que el humor ni está ni se lo espera en este aborto cinematográfico. Otra vez será, Josh. Por otro lado, tenemos a Matthew Lillard, el mítico Stu de la saga Scream, y que es uno de esos actores que mereció mejor suerte, y su aparición en esta película es buena prueba de ello. Y es que los pocos minutos que aparece nos confirman que Hollywood le tiene injustamente apartado en el olvido. Mira, si esta exitosa película sirve para que lo rescaten a lo Keanu Reeves en John Wick, se lo perdono todo a esta memez. Palabra.
Y ya está, no merece la pena darle más vueltas al asunto, porque nos hacemos daño. Y es que me parece más interesante hablar del fenómeno que está siendo en la taquilla, que de la propia película, que será por lo que sea recordada con el paso de los años, porque la cinta no merece ni tanta atención ni tanto dinero.
Directo a lo peor del año, que menuda racha llevo, y encima todo del género del terror. Si es que no me da más que disgustos, aunque en honor a la verdad, no creo que a esto se lo pueda llamar terror, pasando a engrosar la terrible colección de peores adaptaciones de videojuegos de la historia. Con la buena racha que estábamos teniendo últimamente... En fin, que espero que la más que predecible secuela sea un poquito mejor después de confirmarse que la marca se vende sola. Iluso, a quién quieres engañar…
Y saltamos al reparto, que, por suerte, es lo mejor de la película, y quien dice lo mejor, te dice lo único digerible. De protagonista tenemos a Josh Hutcherson, un actor que siempre me ha convencido y que aquí se entrega en su rol dramático. Una lástima que no le hayan permitido desmelenarse un poco, ya que el humor ni está ni se lo espera en este aborto cinematográfico. Otra vez será, Josh. Por otro lado, tenemos a Matthew Lillard, el mítico Stu de la saga Scream, y que es uno de esos actores que mereció mejor suerte, y su aparición en esta película es buena prueba de ello. Y es que los pocos minutos que aparece nos confirman que Hollywood le tiene injustamente apartado en el olvido. Mira, si esta exitosa película sirve para que lo rescaten a lo Keanu Reeves en John Wick, se lo perdono todo a esta memez. Palabra.
Y ya está, no merece la pena darle más vueltas al asunto, porque nos hacemos daño. Y es que me parece más interesante hablar del fenómeno que está siendo en la taquilla, que de la propia película, que será por lo que sea recordada con el paso de los años, porque la cinta no merece ni tanta atención ni tanto dinero.
Directo a lo peor del año, que menuda racha llevo, y encima todo del género del terror. Si es que no me da más que disgustos, aunque en honor a la verdad, no creo que a esto se lo pueda llamar terror, pasando a engrosar la terrible colección de peores adaptaciones de videojuegos de la historia. Con la buena racha que estábamos teniendo últimamente... En fin, que espero que la más que predecible secuela sea un poquito mejor después de confirmarse que la marca se vende sola. Iluso, a quién quieres engañar…
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