You must be a loged user to know your affinity with Alesztejn
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred
Vídeo musical

5,9
28
8
11 de septiembre de 2021
11 de septiembre de 2021
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El beat constante de la batería electrónica y del sintetizador le dan al fragmento con el cual titulo mi reseña una base orquestal alucinante. Mientras tanto el cantante de los Babasónicos se formula con voz engolada la pregunta existencialista que atraviesa la canción entera.
Lo cierto es que me cuesta esfuerzo valorar este video como un supuesto crítico de cine. Quedo más bien algo obnubilado por la poesía, el ritmo y el sonido con el que se luce Adrián Dárgelos y la banda. El video musical de este temazo de los Babasonicos fue grabado en 2018 por el director de cine y publicista Juan Cabral en un paisaje serrano que remite a “Los Gigantes” en la provincia de Córdoba.
El videoclip -en cuanto a sus efectos lumínicos- contiene unos breves planos algo influenciados por el Spielbergiano film "Encuentros cercanos del tercer tipo" (1977) y no solo desde su lado estético, creo que incluso en su espíritu de sugerencia y comunicación con las señales del "mas allá" que sobrevuelan la canción.
Un mantra electrónico con guitarras buenas y una percusión constante de tambor tribalista nos remite al sonido tecno estilo Depeche Mode, mientras un Dargelos lookeado en una mezcla de Skywalker o de un homeless flashea sin revelarnos el misterio de "la pregunta". Eso sí, afortunadamente, lo que si descubrimos es un trabajo audiovisual muy bien filmado en sintonía con letra y música de esta muy reconocida y maravillosa canción.
Lo cierto es que me cuesta esfuerzo valorar este video como un supuesto crítico de cine. Quedo más bien algo obnubilado por la poesía, el ritmo y el sonido con el que se luce Adrián Dárgelos y la banda. El video musical de este temazo de los Babasonicos fue grabado en 2018 por el director de cine y publicista Juan Cabral en un paisaje serrano que remite a “Los Gigantes” en la provincia de Córdoba.
El videoclip -en cuanto a sus efectos lumínicos- contiene unos breves planos algo influenciados por el Spielbergiano film "Encuentros cercanos del tercer tipo" (1977) y no solo desde su lado estético, creo que incluso en su espíritu de sugerencia y comunicación con las señales del "mas allá" que sobrevuelan la canción.
Un mantra electrónico con guitarras buenas y una percusión constante de tambor tribalista nos remite al sonido tecno estilo Depeche Mode, mientras un Dargelos lookeado en una mezcla de Skywalker o de un homeless flashea sin revelarnos el misterio de "la pregunta". Eso sí, afortunadamente, lo que si descubrimos es un trabajo audiovisual muy bien filmado en sintonía con letra y música de esta muy reconocida y maravillosa canción.

4,8
248
7
2 de septiembre de 2021
2 de septiembre de 2021
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Voy a comenzar señalando que esta película de 2012 del director Gabriel Medina la he rescatado de una colección personal de dvds, no de alguna plataforma de streaming, lo cual de algún modo puede resultar para algunos una rareza de hallar dentro de la oferta disponible del cine actual.
El argumento trata acerca de un joven que padece esporádicos ataques de pánico y que llega junto a su padre a una cabaña situada en un entorno serrano y apacible. Al promediar la primera noche, el muchacho es picado por una araña de tamaño considerable y de temible aspecto. A la mañana siguiente, luego de concurrir al hospitalito de la comarca, una enfermera le inyecta corticoides y le explica que no es nada grave. Sin embargo, al poco tiempo el brazo en que fue picado comienza a infectarse notoriamente. Sin perder tiempo, el muchacho acude en busca de la opinión de uno de los habitantes del pueblo que le afirma que la única forma de "zafar" de la muerte es si logra conseguir que lo vuelva a picar otra araña de la misma especie, y eso debe ser rápidamente. De esa manera, bajo la guía de un baqueano alcohólico y ultra religioso comienza una búsqueda incesante por planicies y sierras del escondite donde se refugiarían las arañas.
Esta bastante claro que película tiene buenos elementos desde donde abordarla. Una historia sencilla pero interesante; una envoltura escenográfica notable con buenos paisajes de la provincia argentina de Córdoba; un trío de buenos actores (Martín Piroyansky, Alejandro Awada y Jorge Sesán) y la presencia espeluznante de un insecto que cinematográficamente suele causar repulsión, como ser una araña negra de patas largas y muy peluda.
Además se evidencia que el realizador subraya cierto cariño de las virtudes paisajísticas del entorno serrano donde se desarrolla la película, a juzgar principalmente por los escenarios que este escoge para filmarla. Tal es así que al momento de los créditos finales se destaca la siguiente leyenda “la producción agradece especialmente a la comuna de La Cumbrecita ( provincia de Córdoba) por hacer posible este film"
El problema de la película a mi modo ver es que después de un buen comienzo, promediando ya la mitad del film, comienza a resultar algo aburrida. Sobre todo en las secuencias en que se produce el periplo de exploración de los personajes en medio valles y sierras que se hacen algo largas. Creo que hubiera sido un brillante ejercicio fílmico si se hubiera concebido "la araña Vampiro" como un cuento para un mediometraje. Pero, aun así, a pesar de la extensión, el relato resulta bastante redondo narrativamente hablando, con un buen desarrollo y un inteligente final que por supuesto no voy a espoilear.
"La Araña vampiro" tuvo una gran oportunidad de hacerse ver en el Festival de Cine de Buenos Aires (Bafici 2012) donde obtuvo sus premios como mejor película argentina y otro galardón adicional para el por entonces prometedor protagonista Martin Piroyansky como mejor actor. En el balance, se puede deducir el carácter personal del director en esta ficción argentina y destacar su libertad artística. Hecha con pocos elementos y con un singular deleite por querer narrar una historia abriéndose al paisaje, sabe explorar con convicción la aventura, incluso el terror con ingredientes de western. Lo que suele reconocerse como cine independiente y de género.
El argumento trata acerca de un joven que padece esporádicos ataques de pánico y que llega junto a su padre a una cabaña situada en un entorno serrano y apacible. Al promediar la primera noche, el muchacho es picado por una araña de tamaño considerable y de temible aspecto. A la mañana siguiente, luego de concurrir al hospitalito de la comarca, una enfermera le inyecta corticoides y le explica que no es nada grave. Sin embargo, al poco tiempo el brazo en que fue picado comienza a infectarse notoriamente. Sin perder tiempo, el muchacho acude en busca de la opinión de uno de los habitantes del pueblo que le afirma que la única forma de "zafar" de la muerte es si logra conseguir que lo vuelva a picar otra araña de la misma especie, y eso debe ser rápidamente. De esa manera, bajo la guía de un baqueano alcohólico y ultra religioso comienza una búsqueda incesante por planicies y sierras del escondite donde se refugiarían las arañas.
Esta bastante claro que película tiene buenos elementos desde donde abordarla. Una historia sencilla pero interesante; una envoltura escenográfica notable con buenos paisajes de la provincia argentina de Córdoba; un trío de buenos actores (Martín Piroyansky, Alejandro Awada y Jorge Sesán) y la presencia espeluznante de un insecto que cinematográficamente suele causar repulsión, como ser una araña negra de patas largas y muy peluda.
Además se evidencia que el realizador subraya cierto cariño de las virtudes paisajísticas del entorno serrano donde se desarrolla la película, a juzgar principalmente por los escenarios que este escoge para filmarla. Tal es así que al momento de los créditos finales se destaca la siguiente leyenda “la producción agradece especialmente a la comuna de La Cumbrecita ( provincia de Córdoba) por hacer posible este film"
El problema de la película a mi modo ver es que después de un buen comienzo, promediando ya la mitad del film, comienza a resultar algo aburrida. Sobre todo en las secuencias en que se produce el periplo de exploración de los personajes en medio valles y sierras que se hacen algo largas. Creo que hubiera sido un brillante ejercicio fílmico si se hubiera concebido "la araña Vampiro" como un cuento para un mediometraje. Pero, aun así, a pesar de la extensión, el relato resulta bastante redondo narrativamente hablando, con un buen desarrollo y un inteligente final que por supuesto no voy a espoilear.
"La Araña vampiro" tuvo una gran oportunidad de hacerse ver en el Festival de Cine de Buenos Aires (Bafici 2012) donde obtuvo sus premios como mejor película argentina y otro galardón adicional para el por entonces prometedor protagonista Martin Piroyansky como mejor actor. En el balance, se puede deducir el carácter personal del director en esta ficción argentina y destacar su libertad artística. Hecha con pocos elementos y con un singular deleite por querer narrar una historia abriéndose al paisaje, sabe explorar con convicción la aventura, incluso el terror con ingredientes de western. Lo que suele reconocerse como cine independiente y de género.
DocumentalTV

--
9
17 de agosto de 2021
17 de agosto de 2021
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nashville Sounds (The Making of Stars and Stripes) se nos presenta hoy día como una especie de documental de segunda fila dentro de la obra artística de los Beach Boys. Relegado a una tirada en dvd poco difundida en su momento y con la posibilidad de rescatarlo hoy día solo por Youtube, es para mi gusto algo así como un tesoro desapercibido donde es posible hallar hermosas versiones de algunos de las inolvidables canciones de los Beach Boys.
En el año 1996 los Beach Boys se volvieron a reunir luego del prolongado letargo de Brian Wilson (producto en parte por sus problemas con las drogas como así también por su aislamiento de su corta etapa solista) y fueron a grabar un disco en la ciudad de Nashville con varios artistas de la música country, tal vez con la justificada presunción que muchos de sus fans gustaban de este estilo folk típicamente norteamericano e inclusive con el concepto de que el grupo tenía una inconfundible imagen muy estadounidense (acaso hay algo más estadounidense que los Beach Boys?)
Para este plan se reunió a varios artistas country para grabar un álbum tributo al legendario grupo musical californiano pero en este caso los mismos miembros de los BB participan como banda principal y como productores de los artistas country que reversionan algunas de sus canciones más emblemáticas.
El resultado es un interesante disco que consta de nuevas versiones de sus himnos como "Dont Worry Baby" a cargo de Lorrie Morgan, "Sloop John B" con Collin Ray, "Litle Deuce Coupe" con James House o el emblemático y maravilloso "I Get around" con Sawyer Brown por supuesto entre una lista de una docena de canciones más, todas inolvidables.
Lo curioso y maravilloso a la vez es que esta suerte de covers de "canciones viejas" muchas veces suenan tan o mucho más lindas que las originales. La incorporación de nuevas tecnologías que elevan la calidad del sonido, el uso de instrumentos folks que cada vez suenan mejor y el tono intimista de los interpretes las hace sencillamente conmovedoras y muy respetuosas de la personalidad propia de cada cantante.
Además el trabajo audiovisual que documenta las sesiones de grabación del album consta de muchas tomas desde la sala de control alternando el micrófono abierto de los músicos invitados con el coro permanente de los veteranos Mike Love o el mismo Brian Wilson acrecentando muy bien ese clima intimista y logrando lucir aun más ese cancionero tan rico en matices, letras y armonías.
Como dato adicional cabe agregar que el álbum grabado "Stars y Stripes" fue el último que los miembros restantes de la banda grabaron juntos como los Beach Boys, he aquí otro de los valores testimonial de este documental de 1996 muy digno de escucharlo y disfrutarlo entero, de punta a punta.
En el año 1996 los Beach Boys se volvieron a reunir luego del prolongado letargo de Brian Wilson (producto en parte por sus problemas con las drogas como así también por su aislamiento de su corta etapa solista) y fueron a grabar un disco en la ciudad de Nashville con varios artistas de la música country, tal vez con la justificada presunción que muchos de sus fans gustaban de este estilo folk típicamente norteamericano e inclusive con el concepto de que el grupo tenía una inconfundible imagen muy estadounidense (acaso hay algo más estadounidense que los Beach Boys?)
Para este plan se reunió a varios artistas country para grabar un álbum tributo al legendario grupo musical californiano pero en este caso los mismos miembros de los BB participan como banda principal y como productores de los artistas country que reversionan algunas de sus canciones más emblemáticas.
El resultado es un interesante disco que consta de nuevas versiones de sus himnos como "Dont Worry Baby" a cargo de Lorrie Morgan, "Sloop John B" con Collin Ray, "Litle Deuce Coupe" con James House o el emblemático y maravilloso "I Get around" con Sawyer Brown por supuesto entre una lista de una docena de canciones más, todas inolvidables.
Lo curioso y maravilloso a la vez es que esta suerte de covers de "canciones viejas" muchas veces suenan tan o mucho más lindas que las originales. La incorporación de nuevas tecnologías que elevan la calidad del sonido, el uso de instrumentos folks que cada vez suenan mejor y el tono intimista de los interpretes las hace sencillamente conmovedoras y muy respetuosas de la personalidad propia de cada cantante.
Además el trabajo audiovisual que documenta las sesiones de grabación del album consta de muchas tomas desde la sala de control alternando el micrófono abierto de los músicos invitados con el coro permanente de los veteranos Mike Love o el mismo Brian Wilson acrecentando muy bien ese clima intimista y logrando lucir aun más ese cancionero tan rico en matices, letras y armonías.
Como dato adicional cabe agregar que el álbum grabado "Stars y Stripes" fue el último que los miembros restantes de la banda grabaron juntos como los Beach Boys, he aquí otro de los valores testimonial de este documental de 1996 muy digno de escucharlo y disfrutarlo entero, de punta a punta.
SerieDocumental

7,0
127
8
25 de diciembre de 2024
25 de diciembre de 2024
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Argentina, aquí el mundial… 25 millones de argentinos jugaremos el mundial, mundial la justa deportiva sin igual, mundial un grito de entusiasmo universal, azul y blanco celestial"
Lo cierto es que aún hoy día continúa emocionándome aquella pegajosa marcha mundialista. Esa melodía con sus golpes percusivos casi marciales tiene algo especial para mí, admito que me parece bella.
Sin embargo, sobre este famosísimo mega evento deportivo en tierra argentina hay tantas versiones de lo que paso que uno se pierde entre lo que dice aquel y el otro. Y luego está la memoria, como se distorsiona por los recuerdos, teniendo en cuenta que han pasado ya más de cuatro décadas de aquellos acontecimientos.
El mundial y yo. El símbolo del Gauchito que estaba en todos lados, las tapitas de chapa de Coca-Cola con los escudos de los países participantes (una delicia), cuadernos, muñequitos de goma de mundialito, llaveros, pelotitas de ping pong y muchas cosas más. La pelota Tango original que tenía casi personalidad propia con su diseño atractivo y novedoso en perfecto blanco y negro. La remera marca Adidas de mangas largas (vale considerar que el mundial transcurrió en pleno invierno) con el cuello redondo cruzado con el logotipo de la marca y con el escudo de la AFA, los shorts cortísimos y sobre todo las camperas Adidas retro entalladas, también cortas y al cuerpo, de un excelente material del color de las banderas de cada país con sus puños y bolsillos acanalados de cierre frontal y cuello alto. Puro fetichismo si se quiere, pero apreciado por mí.
En este sentido casi todo me pareció interesante en esta serie documental de estructura convencional, pautada por testimonios de cabezas parlantes de los entrevistados e imágenes de archivo de noticieros y películas de aquella época. Un mega torneo que se hizo posible lo que a priori parecía imposible. Que un país bajo la dictadura militar que regía en aquel entonces, sin contar con la infraestructura necesaria para organizar y recibir a las distintas delegaciones mundialistas, pudiera hacer historia y llevar adelante una apuesta semejante.
Empezando por el futbol y aquel equipo argentino del 78, cuyos jugadores que fueron idolatrados al principio luego de la obtención del campeonato mundial y que unos pocos años más tarde fueron olvidados y hasta ninguneados para, ya más recientemente, justamente reivindicados. Porque realmente el grupo que había armado Cesar Luis Menotti era la de un verdadero equipo novedosamente federal y de muy buenos jugadores, algunos de ellos poco conocidos y no exentos de polémica por quienes quedaban afuera de convocatoria (Maradona y Alonso principalmente).
La prensa es otro de los capítulos que me interesaron aquí. Esta la voz de Ezequiel Fernandez Moores que nos explica en forma ilustrada, hasta con cuadros sinópticos, los cruces de los partidos, sin soslayar en ningún momento información con opinión. Buena ocasión para recoger también las voces de los mismos jugadores peruanos luego del célebre y polémico 6 a 0 a Perú. Eso complejiza las cosas aún más. La mudanza a Rosario luego de la derrota con Italia o los masivos y efusivos festejos de la gente en las calles luego de cada triunfo en la cancha.
Es controversial la participación del exlíder guerrillero Roberto Firmenich en el documental, una de las voces más cuestionadas de la política argentina. Sin embargo, es interesante escuchar las cosas que aporta junto a Miguel Bonasso en cuanto al accionar de la resistencia contra la dictadura durante aquella época de terrorismo de estado. Sobre todo, si a esto se le agrega la aparición del primer reportaje del periodista que filma frontalmente la voz desesperada de una de las Madres de Plaza de Mayo reclamando por la aparición con vida de sus hijos, super bien captada y para todo el mundo.
El imaginario social no olvida aquellos días de júbilo deportivo en convivencia con la oscuridad de las cárceles clandestinas existentes a solo unas pocas cuadras del principal estadio donde se disputaban los partidos. “Me parece que soy de la quinta que vio el mundial 78, me toco crecer viendo a mi alrededor paranoia y dolor” reflexiona Andrés Calamaro sugestivamente en una de sus canciones
Y más allá de la obtención de la copa del mundo, la remodelación de los estadios, aeropuertos y hoteles o la inauguración de la tv a color durante esos días, el mundial 78 fue todo eso y bastante más. Y esté atractivo documental, a su manera, se amontona también a nuestros distintos recuerdos.
Lo cierto es que aún hoy día continúa emocionándome aquella pegajosa marcha mundialista. Esa melodía con sus golpes percusivos casi marciales tiene algo especial para mí, admito que me parece bella.
Sin embargo, sobre este famosísimo mega evento deportivo en tierra argentina hay tantas versiones de lo que paso que uno se pierde entre lo que dice aquel y el otro. Y luego está la memoria, como se distorsiona por los recuerdos, teniendo en cuenta que han pasado ya más de cuatro décadas de aquellos acontecimientos.
El mundial y yo. El símbolo del Gauchito que estaba en todos lados, las tapitas de chapa de Coca-Cola con los escudos de los países participantes (una delicia), cuadernos, muñequitos de goma de mundialito, llaveros, pelotitas de ping pong y muchas cosas más. La pelota Tango original que tenía casi personalidad propia con su diseño atractivo y novedoso en perfecto blanco y negro. La remera marca Adidas de mangas largas (vale considerar que el mundial transcurrió en pleno invierno) con el cuello redondo cruzado con el logotipo de la marca y con el escudo de la AFA, los shorts cortísimos y sobre todo las camperas Adidas retro entalladas, también cortas y al cuerpo, de un excelente material del color de las banderas de cada país con sus puños y bolsillos acanalados de cierre frontal y cuello alto. Puro fetichismo si se quiere, pero apreciado por mí.
En este sentido casi todo me pareció interesante en esta serie documental de estructura convencional, pautada por testimonios de cabezas parlantes de los entrevistados e imágenes de archivo de noticieros y películas de aquella época. Un mega torneo que se hizo posible lo que a priori parecía imposible. Que un país bajo la dictadura militar que regía en aquel entonces, sin contar con la infraestructura necesaria para organizar y recibir a las distintas delegaciones mundialistas, pudiera hacer historia y llevar adelante una apuesta semejante.
Empezando por el futbol y aquel equipo argentino del 78, cuyos jugadores que fueron idolatrados al principio luego de la obtención del campeonato mundial y que unos pocos años más tarde fueron olvidados y hasta ninguneados para, ya más recientemente, justamente reivindicados. Porque realmente el grupo que había armado Cesar Luis Menotti era la de un verdadero equipo novedosamente federal y de muy buenos jugadores, algunos de ellos poco conocidos y no exentos de polémica por quienes quedaban afuera de convocatoria (Maradona y Alonso principalmente).
La prensa es otro de los capítulos que me interesaron aquí. Esta la voz de Ezequiel Fernandez Moores que nos explica en forma ilustrada, hasta con cuadros sinópticos, los cruces de los partidos, sin soslayar en ningún momento información con opinión. Buena ocasión para recoger también las voces de los mismos jugadores peruanos luego del célebre y polémico 6 a 0 a Perú. Eso complejiza las cosas aún más. La mudanza a Rosario luego de la derrota con Italia o los masivos y efusivos festejos de la gente en las calles luego de cada triunfo en la cancha.
Es controversial la participación del exlíder guerrillero Roberto Firmenich en el documental, una de las voces más cuestionadas de la política argentina. Sin embargo, es interesante escuchar las cosas que aporta junto a Miguel Bonasso en cuanto al accionar de la resistencia contra la dictadura durante aquella época de terrorismo de estado. Sobre todo, si a esto se le agrega la aparición del primer reportaje del periodista que filma frontalmente la voz desesperada de una de las Madres de Plaza de Mayo reclamando por la aparición con vida de sus hijos, super bien captada y para todo el mundo.
El imaginario social no olvida aquellos días de júbilo deportivo en convivencia con la oscuridad de las cárceles clandestinas existentes a solo unas pocas cuadras del principal estadio donde se disputaban los partidos. “Me parece que soy de la quinta que vio el mundial 78, me toco crecer viendo a mi alrededor paranoia y dolor” reflexiona Andrés Calamaro sugestivamente en una de sus canciones
Y más allá de la obtención de la copa del mundo, la remodelación de los estadios, aeropuertos y hoteles o la inauguración de la tv a color durante esos días, el mundial 78 fue todo eso y bastante más. Y esté atractivo documental, a su manera, se amontona también a nuestros distintos recuerdos.
Gianna Nannini & Edoardo Bennato: Un'estate italiana
Gianna Nannini & Edoardo Bennato: Un'estate italiana
Vídeo musical

6,0
45
Gianna Nannini, Edoardo Bennato. Intervenciones de: Diego Armando Maradona, Carlos Bilardo, Ruud Gullit
9
20 de enero de 2024
20 de enero de 2024
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En Argentina la coreabamos como "un estadio italiano". Sin embargo la letra se refiere a un "verano italiano". Poco importa, en realidad porque además de la pasión durante el desarrollo mundial 90 en el hemisferio sur transcurría un invierno rotundo.
Lo más relevante es que esta canción es realmente hermosa y a mí modo de entender la mejor canción que se recuerde de la historia de los himnos mundialistas. El video es variopinto. Nos muestra a diferentes cracks de la historia del fútbol en jugadas estelares y a una pareja de cantantes entonando la inspirada letra. Y cuando esté tema estaba de moda, la figura de Maradona era el emblema del mejor fútbol mundial. Sin embargo, el Diego no brilló como se esperaba y como había lucido cuatro años antes en el 86 (su mundial por excelencia).
Pero aún así ese mundial 90 ha resultado inolvidable para muchos. Más importante todavía es su canción mundialista, que es la que siempre va a quedar grabada en la memoria de la gente. No solo para los aficionados, sino para todos los que oigan los acordes y la letra del inolvidable estribillo "Notti machigue, inseguendo un goal sotto il cielo di un estate italiana". Fuaaa, eso lo es todo.
Lo más relevante es que esta canción es realmente hermosa y a mí modo de entender la mejor canción que se recuerde de la historia de los himnos mundialistas. El video es variopinto. Nos muestra a diferentes cracks de la historia del fútbol en jugadas estelares y a una pareja de cantantes entonando la inspirada letra. Y cuando esté tema estaba de moda, la figura de Maradona era el emblema del mejor fútbol mundial. Sin embargo, el Diego no brilló como se esperaba y como había lucido cuatro años antes en el 86 (su mundial por excelencia).
Pero aún así ese mundial 90 ha resultado inolvidable para muchos. Más importante todavía es su canción mundialista, que es la que siempre va a quedar grabada en la memoria de la gente. No solo para los aficionados, sino para todos los que oigan los acordes y la letra del inolvidable estribillo "Notti machigue, inseguendo un goal sotto il cielo di un estate italiana". Fuaaa, eso lo es todo.
Más sobre Alesztejn
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here