Estamos a ante un western simpático y atípico en clave de humor, en plena época de western de caballería, indios y forajidos del lejano Oeste, lo que lo convierte al "Tesoro de lost Canyon" en un Wetern diferente.
El western básicamente fusiona como seria la vida de una persona culta y científica, en mitad del lejano Oeste, con un William Powell, que no se calla ni bajo el agua y no para de hacer bromas científicas y soltar frases cultas elocuentes, que lo convierten en un incomprendido, un adelantado a su tiempo y un nacido en una época que no le corresponde; como le paso en su dia al musico Trent Reznor, en el mundo de la música.
El film, mezcla todo esto con valores entrañables como los de "Quien tiene hijo varón, no dé voces al ladrón" que viene a decir algo así como: perdona los defectos ajenos, si tu sabes que vas incurrir en ellos y otras moralejas como "El dinero no da la felicidad" pero si lo tienes es mejor.

La película no tiene mucha historia, ya sabéis, es la típica resucita-glorias entretenida para verla después de comer esperando que te venza la siesta, ya que la película tarda mucho en arrancar y nunca acaba de despegar por lo que no esperéis que este largometraje vaya a ser venganza 4, por lo que al título acontece.
Por lo que respecta a Mel Gibson al igual que Bruce Willis, pues son actores que tuvieron su momento de gloria en los 90 y en la actualidad sus papeles pues desgraciadamente, han sido heredados por musculados actores que no tienen ni la mitad de perfil, planta y presencia que tenían los de los años 90, pero en fin, los tiempos cambian y esto ya es otra historia. Para concluir pues ya casi me olvido de comentar algo de la película pues diré que muy típico todo, ya sabéis, hija rebelde, padre duro y tipos malos que les hacen la vida difícil; por lo que si Hollywood le levanta el castigo, Mel como director mucho mejor.

Esta crítica es para estructurarla por partes, por un lado es una película que encaja dignamente dentro de la saga Rocky y por otro me pregunto si era necesaria llevarla a término, ¿tan mal esta Hollywood que tiene que inventarse descendientes de antagonistas míticos para revivir sus ya consagradas sagas? el problema de todo ello, es que no puedo soportar o llegar a pensar que si seguimos a este paso, conforme vayan pasando los años, mis ojos vayan a ver, cosas que no creeríais, como bien decía el replicante de Blade Runner, es decir, espero no encontrarme nunca a alguien saliendo de un Delorean que me diga que a visto al hijo de Apollo Crred pegarse con el nieto de Iván Drago o si lo extendemos a otras sagas me cuente que el bisnieto de Sara Connor sigue inmerso en la lucha contra las maquinas.
La fórmula de la película es sencilla, es decir, enciendo la chimenea, me siento en el sofá, visiono todas las películas de Rocky, anoto en un papel lo que me gusta de cada una y lo mezclo todo, creando un guion digno, llamo a Stallone y le digo: Hello Sylvestre, mi nombre es Ryan y estaba pensando si te interesaría hacerme un trabajito, ya que he estado investigando el árbol genealógico de Apollo Creed, y he descubierto que tiene un hijo, ¿estarías interesado, amigo, en que le hagamos una oferta para que deje los estudios y entrenarlo para convertirlo en un boxeador profesional siguiendo el método del libro ese que escribiste de cómo ser un champion in 6 weeks? Ouu yeahh Ryan,buen negocio, tenemos un asunto entre manos.
Finalmente, y poniéndonos más serios todavía diré que si Apollo Creed levantara cabeza pondría su hijo a estudiar y que si Ivan Drago rejuveneciera, ya solo por carisma, provocaría que el hijo de Apollo y los malotes de esta peli, se hicieran sus necesidades encima y es que las gallinas de hoy en día, ya no son lo que eran, como bien dice un digno Stallone, que tomó buena nota de las interpretaciones y métodos de su entrenador, Burgett Meredith, Poli, para los amigos, para dejarnos unas buenas frases de esas de antaño.

Lamentablemente a un Alan Ladd en horas bajas, se le ocurrió aceptar esta película que no tiene ni pies de cabeza, parece un cuento malo en formato panorámico. Soldados franceses en un desierto, lugareños rebeldes, una ciudad perdida, un malo muy malo, una chica muy guapa y para de contar.

Michael Fassbender, ese actor raro, que está de moda y que es capaz de interpretar lo que le den, da igual que le den algo freaky como la adorable “Frank” o algo que no se lleve como el lejano oeste de “Slow West” pues Fassbender se está curtiendo en un maestro del séptimo arte y por ello es lo más destacado de esta película. Fassbender se lo guisa y Fassbender se interpreta la cinta a su antojo, es decir, con un plus de calidad mediante el cual, pese a solo haber visto a Steve Jobs de pasada en la tele o documentales, puedes notar viéndole interpretar el aura, el espíritu e incluso la forma de moverse del propio Jobs, con el único dato fiable de que los que realmente le conocieron mencionan que Fassbender, lo hace fenomenal.
Por otro lado Fassbender para su gran actuación se ve rodeado de excelentes actores que están a la altura y arreglan la película como son las destacadas interpretaciones de Jeff Daniels y Seth Roger pero sobre todo la actuación de Kate Winset, que esta fantástica y en casi todos los momentos del film veo un duelo de actores de alto voltaje entre ella y Michael.
El director Danny Boyle, es el gran suspendido de esta cinta, pues no se puede enfocar y dejar ver cómo era un personaje como Steve Jobs entre bastidores, camerinos y de presentación en presentación, ante tales eventos, es imposible resolver toda tu vida y mucho menos mezclar la vida persona del alguien con momentos en los cuales está a punto de cambiar la vida de todos los demás. Este largometraje parece la extensión de la película de 2013 sobre Jobs, es como un complemento de esta y lo mejor que podría pasar es que alguien con coherencia cogiera las 2 cintas sobre Jobs las pegara y pusiera al frente de nuevo a Fassbender para arreglar este entuerto.