Aburridísima película ésta de Woody Allen.
La idea es interesante y dónde muchos otros directores hubieran sacado un provecho bárbaro a Woody Allen se le ocurre hacer un falso documental que pierde todo su sentido y su gracia a los veinte minutos, y a partir de ahí se convierte en una constante mirada al reloj deseando que terminara la dichosa película...
La película se merecerá un tres o así, pero viendo su alta crítica tendré que puntuarla muy por debajo para bajar una nota inflada a más no poder..

Al margen del tema principal que es la venta arrepentida de la barbería, se enfoca también la vida de otros protagonistas, como lo es el atraco de un cajero automático, ésta es para mi la única historia potable de toda la película.
No es un tostón, pero no te perderás nada si no la ves.

Un joven investigador, clona a Kate (Ali Landry), la chica, que está buena en todos los sentidos, se pasa toda la película insinuándose (ambas), y como si de un nenuco se tratase, James Roday evita poder verla desnuda, y se aprovecha de ella lo menos posible.
Si el resto del film fuera aceptable, pues estaría bien, y así se podría recomendar a cualquier tipo de espectador, sin embargo, la película es bastante insulsa, sin gracia, previsible, y mala, realmente mala, por ello la única gracia que podría tener era ver algo de carne de la protagonista, pero aunque en muchas escenas está cerca, finalmente esto no llega a producirse.
Siempre es una alegría volver aparecer a Eugene Levy, pero la estupidez de sus personajes y su aparición en únicamente películas de este estilo desperdician a un actor que podría hacer algo mucho más provechoso con su carrera.

Lo cierto es que me esperaba tal vez un poquito más de la película, pero tampoco demasiado. En general está bastante bien contada, pero tiene algunas escenas poco creíbles, y algunas otras muy previsibles.
Habla de la Guerra Civil, y de una nueva versión de Romeo y Julieta, en la que esta vez, no podrán verse debido al encarcelamiento de "Romeo", debido a sus ideales políticos, los cuales durante toda la película le cuestan más de un disgusto.

Desde el principio comienza bastante regular, con una lucha sin saber porqué, y después de una divertida lucha por tratar de ver quien es el nuevo guerrero del dragón, todo se va desbaratando.
Todo muy previsible, y muchas veces sin gracia, quizás los niños de China que entienden esta modalida de lucha les parece interesante, sin embargo, a los niños españoles les suele parecer una película algo violenta y sin demasiado sentido.