A día de hoy esta película está suspendida. No lo entiendo, como tampoco estiendo que películas de la misma temática también estén tan mal consideradas, quizás por sus rarezas o bizarrismo.
En el apartado técnico, la fotografía es espectacular. Las actuaciones son buenas y creíbles, tanto del grupo de mujeres y en especial de la protagonista y el pastor.
El desarrollo se cuece a fuego lento, hay que tener paciencia, es cierto, pero una vez inmerso en el interior de la secta, uno se va dando cuenta de las intenciones, mentiras y manipulaciones del líder lo cual es un sello característico de este tipo de grupos.
No es una película excesivamente lasciva visualmente, se juega mucho más con el apartado psicológico.
En definitiva, no es redonda, pero si una de las mejores relacionada con sectas de los últimos años.

Estamos ante una película entretenida, mínimamente trabajada y valiente en su propuesta, ante un subgénero bastante trillado. El mejicano amoedo nos encierra en el mundo de la posesión, con unas decentes actuaciones y una trama nada perfecta pero efectiva en lo que concierne al interés general del espectador.

No me ha enganchado la historia que se nos presenta en esta segunda parte. Antes de la hora, ya miraba el reloj. Esa historia larga, de más de 2 horas, debe estar justificada, incluso en una película de este tipo. Excesiva en su duración y en casquería, aunque se sobreentiende que eso un buen slasher debe tenerlo sí o sí.
Me esperaba más en líneas generales.