Kubrick: dícese del director de cine chapucero. Es como mi ex marido en la cocina, ingredientes de primerísima calidad, material y equipamiento de lujo, una cocina magnífica, preciosa, inspiradora, libros de recetas de toda condición y pelaje, un comienzo y algunos puntitos afortunados ... Pero el plato final, el guiso que ha fraguado es prácticamente una mezcla absurda de todo un poco y de lo poco inservible. Mucho ruido y pocas nueces, que diría Shekaspeare si hubiese hablado castellano. Kubrick no hace más que idioteces. Punto.

Me gusta, a veces los comentarios son realmente cañeros, cultísimos, sabios, graciosos, y hasta alguna que otra vez, mejor que la misma peli que se comenta en estos abruptos territorios, a la par que entretenidos. Según la peculiaridad del título de la reseña me lanzo o no a leerlo. Si el crítico hace gala de correcta ortografía, y demuestra cultura de esa de enamorar, no hablo de sabiondos pedantes, la leo hasta el final. Pero las reseñas que más rechazo me producen son esas de encabezado SIN DUDA, LA MEJOR PELÍCULA DE LA HISTORIA, EL MEJOR WESTERN DE LA HISTORIA, LA MEJOR COMEDIA DE LA HISTORIA, BLBLBLA. Será para usted, señor, señora, ente, corpúsculo, que comenta. Decir esto no es algo baladí, en absoluto. Denota un catetismo palmario; una pedantería hostiable, una rotunda falta de CULTURA. Y esta NO es la mejor película de vampiros de la historia. Hombre ya. Es agradable de ver, fantástica como historia al margen de Bram Stoker. Me encanta. La he visto dos o tres veces. Bien. Y si quiere saber más sobre el cine de vampiros le recomiendo encarecidamente que escuche o vea mi programa de Tiempo de hadas, en Ivoox, ESPEJOS, CRUCES Y ATAÚDES. De nada.

Por respeto a Don Íñigo Montoya no le planto un 1 pataturo. Es, como dice alguien por estos recónditos lares, junto con el Gigante, los únicos personajes interesantes que me merecían la película entera para ellos. Los niños de ayer a veces, a través del cristal de la nostalgia, siguen siendo los niños de hoy. Y NADA se les puede reprochar. Cómo dijo Ana María Matute: la infancia dura toda la vida.

Si algún profe tiene la genial idea de poner está película en clase, por favor: amar el rock, dar a conocer incluso a través de una peli un poco panfletaria, música que va a morir pisoteada por las basuras reguetoneras que nos llegan desde Sudamérica, lo aplaudimos encarecidamente Pero NADA DE DOBLADA AL CASTELLANO POR El ANORMAL DEL VOCALISTA DEL GRUPO ESE.

Colonialismo en plan cuentos de Hadas. O Disney. Meryl Streep está a la altura de Ariel, Mulan o Bella, las heroínas post ochenta, las más feministas y las más moñas. Cosas bonitas de Memorias de África: la preciosa música de Williams, esas imágenes africanas desde las alturas, de cebras y elefantes correteando sábana arriba, atardecer abajo; las interpretaciones de Redford y todos los demás. La dirección de Sídney Pollack. Cosas que no me gustan: básicamente el maldito colonialismo y Meryl Streep.