El remake de Hellraiser se sumerge en el terror con una nueva visión, manteniendo la esencia siniestra del original. Aunque presenta una estética visual renovada y efectos mejorados, algunos fans pueden extrañar la crudeza artesanal del clásico. La trama, aunque sigue siendo intrigante, no logra superar completamente la fuerza del original. El elenco hace un esfuerzo sólido, pero comparaciones inevitables afectan la percepción. A pesar de sus diferencias y desafíos, el remake de Hellraiser ofrece un viaje decente para los amantes del horror, mereciendo su lugar en la oscura mitología de la serie.

"65, plantea un intrigante escenario de ciencia ficción, explorando el dilema ético de la inmortalidad a través de la clonación. Sin embargo, la película tropieza con un guion desordenado y diálogos poco convincentes, dejando agujeros en la trama. Aunque el concepto tiene potencial, la ejecución resulta confusa y la falta de desarrollo de personajes socava la conexión emocional. Las actuaciones, aunque esforzadas, no logran elevar el material. En última instancia, 65 deja una sensación de oportunidad desperdiciada, incapaz de traducir su premisa intrigante en una experiencia cinematográfica cohesiva."

"Old, dirigida por M. Night Shyamalan, presenta una premisa intrigante con el envejecimiento acelerado en una playa misteriosa. Aunque el concepto ofrece momentos tensos, la ejecución se ve lastrada por diálogos forzados y una resolución confusa. Las actuaciones varían en calidad, y el ritmo de la película es inconsistente, contribuyendo a una experiencia desigual. Aunque visualmente impactante, las lagunas en la trama y decisiones narrativas cuestionables dificultan la inmersión. En resumen, Old, a pesar de sus momentos impactantes, no alcanza las expectativas y se queda corta en cohesión y ejecución.''

Barry Keoghan brilla con una actuación magistral, ofreciendo expresiones cautivadoras y una presencia que eriza la piel. La película, aunque no apta para todos los públicos, mantiene al espectador atrapado con una trama que, aunque previsible en ocasiones, se enriquece con detalles y una fotografía excepcional.

Contrario a las críticas sobre la falta de historia o coherencia, la trama sirve como una aguda crítica social, particularmente dirigida a la alta sociedad inglesa. La obra destaca cómo la apariencia supera al ser, revelando los excesos diarios de una élite que convierte sus acciones caritativas en instrumentos de poder sutil. Este enfoque no solo es revelador sino también cómico, ofreciendo una mirada incisiva a la ambición y envidia que subyacen en aquellos que anhelan ese estatus.

Las actuaciones adicionales, como las de Rosamund Pike y Richard Grant, complementan la narrativa con personajes entrañables y poderosos. Grant, en particular, destaca al dar profundidad a un personaje aparentemente plano. Paul Rhys, en el papel del mayordomo, emerge como un símbolo de la sociedad que sabe todo pero actúa poco, manteniendo su statu quo.

"Saltburn" es una obra que va más allá de la pantalla, ofreciendo una crítica social astuta y actuaciones destacadas que hacen de esta película una experiencia cinematográfica que despierta reflexiones profundas sobre la naturaleza humana y la sociedad.

FNAF presenta una interpretación visualmente atractiva del popular juego, capturando eficazmente la esencia del horror. Si bien la trama sigue líneas familiares y carece de profundidad, el elenco entrega actuaciones adecuadas para el género. Los efectos especiales contribuyen a la atmósfera inquietante, aunque algunos momentos pueden sentirse forzados. Para los seguidores del juego, las referencias son un punto destacado, pero la película podría beneficiarse de una narrativa más elaborada. Aunque no alcanza su máximo potencial, FNAF ofrece entretenimiento para los aficionados al género de terror.