Y no sólo por el aporte de fantasía. El malo, el que de verdad da miedo, no es el Fauno, no es el Monstruo devorador de niños con ojos en las manos, no son los laberintos del "otro mundo", no es el Sapo gigante... El que de verdad es un monstruo es el Capitán. Sergi López da vida a un villano sin escrúpulos con una naturalidad que asusta. Y Maribel Verdú teje el "papel de su vida" con una soltura que traslada veracidad. La otra gran protagonista, la niña Ivana Baquero está fantástica también. Y los efectos especiales "made in spain" cumplen sobradamente a crear una atmósfera que te envuelve de principio a fin. Por favor, un Oscar para Guillermo del Toro, pero también para sus actores.

Cuando uno va a ver una película convencido de ver una obra maestra (haciendo caso de críticas y opiniones ajenas), y la película no supera las expectativas, decepciona. Y si encima esa película tiene una de sus principales virtudes en un final "distinto", y conoces ese final, la cosa se agrava. Ese ha sido mi caso.
Este verano pude ver la original, "Infernal Affairs". Me pareció un tratamiento muy original de la típica historia de policías-mafia, jugando a ambos lados, de manera que el espectador llega un momento en el que no sabe con quién identificarse. Pero aunque la película de Scorsese tiene más medios, no marca diferencias con el original (incluso tomas como los encuentros en el tejado son calcados en ambos filmes). Últimamente al cine Estadounidense se le acaban las ideas y bebe de fuentes ajenas sin aportar "valor añadido" (eso sí, aportan más dólares en la realización y estrellas de renombre). No es suficiente. Por cierto, uno de los añadidos han sido los minutos de la cinta, supongo que para dar oportunidades de lucimiento, especialmente a Nicholson, que se le ve pasárselo pipa en el papel de Capo Irlandés.