Aburrida es el mejor adjetivo para definirla, no esperéis que sea algo parecido a Shrek porque no le hace ni sombra, el señor Chris Miller solo intenta coger el tren del dinero, dejando solo clichés típicos de películas infantiles en las que no deja nada para los adultos que vayan al cine a llevar a sus parientes más jóvenes.

Naufragando también con algunos jóvenes porque en mi caso fui con cuatro primos pequeños y tres salieron defraudados del cine, a si que este film es una secuela malograda para sacar algo de tajada de una vieja gloria

Bueno pues aquí estoy con un pequeño dolor de cabeza mitigado por las dosis de ingenio de esta gran película, que por el mismo motivo que es grande no llega a ser sublime. Este motivo para mi es la paranoia extrema en que te sumerge el director. Un continuo juego de muñecas Rusas con la realidad, la ficción de la película y el subconsciente propio y de la película.

Es un autentico ejercicio visual, repleto de metáforas, en el que es fácil perderse, pero que a la vez te hace estar muy atento para no pegarte un leñazo.

Lo que más me impresiona de la película es que sea una ópera prima como director, ya que por su complejidad y su buena dirección nadie lo diría. Aunque esto hay que matizarlo ya que también ha sido guionista.

Bueno como no me gusta extenderme mucho en mis críticas solo me queda argumentar el título de mi crítica: Puro Marketing.

Estaba un día el señor Marv Newland sentado en su sofá, le entró un poco de mal cuerpo y fue al wc, se sentó en la taza y ¡ZAS! nació este corto.
Lo que más me ha gustado del corto ha sido ver el los líos que llevan por delante en las críticas hechas a este corto y como disfrutan algunos creyéndose intelectuales.
También tengo que añadir que esto es lo mismo que algunos intentos de arte moderno como:
Tirar una tarta contra la pared y dejarla ahí pegada, una cabeza de Lenin hecha con helados frigopié, ha quien le guste esto y pueda puntuarlo bien le doy mi enhorabuena, porque ve cosas donde no las hay.

Gran historia Argentina en la que las cosas sencillas toman fuerza. Bonita historia sin atractivos reseñables, pero que entretiene al espectador por su historia emotiva tan cercana a la vida cotidiana de España de un pueblo perdido en la Castilla profunda.
Trata de un viaje fuera de lo común en el que se embarca un anciano para buscar a su perro, que alguien le dijo estaba a 300km de donde vive él, a su vez la película entrelaza dos historias mas: la de una joven que le toca un premio que tiene que ir a concursar lo y la de un comercial que esta enamorado de una clienta.
Lo mejor de la película son los actores de reparto, o extras que están super bien elegidos ya que dan a la película un tono realista y humorístico.

Esta película me recuerda a muchas cosas que me traen buenos recuerdos y buenos pensamientos:

Me recuerda a París esa gran ciudad con su luz, sus calles empinadas empedradas y sus barrios estancados en el tiempo en el que no se nota el transcurrir del tiempo.

Me recuerda a Daniel el travieso con esa manera de hacer pequeñas trastadas de una manera inocente.

Me recuerda a la imaginación de los niños que a veces nosotros los adultos también tenemos en nuestras mentes esos chispazos de magia.

Me recuerda que en el cine no debería haber reglas.

Y sobre todo me recuerda que la belleza del mundo esta en las pequeñas cosas, en como uno puede buscar alegría en las pequeñas cosas que rodean su vida (como bien cuenta amelie) y así poder contagiarse en pequeñas dosis de esa felicidad, aunque claro "son tiempos difíciles para soñadores".