Cuesta mucho no comparar esta nueva versión con la película original y, si toda comparación es odiosa, en este caso lo es aún más. Sin embargo, primero quiero hacer una crítica como película independiente:

West Side Story (2021) es un musical que, a pesar de su duración, no llega a aburrir. Destacan tres personajes en especial: Anita (tanto a nivel interpretativo como musical), María (únicamente a nivel musical) y Bernardo (a nivel interpretativo). Cuesta saber si la menor credibilidad de personajes importantes como María, Tony o Riff se debe a su peor calidad como actores o si es debido al guion. Y es que encontramos que los personajes tienen unas personalidades y reacciones que cuesta comprender. Lo que sí resulta más evidente es la pésima voz de Riff y el muy limitado registro de Tony, algo que parece impensable en un musical. Aun así, se deja ver (y se presta a ser olvidada).

Pero si comparamos la nueva versión con la original, la película de 2021 sale peor parada. Se alargan diálogos con el fin de explicar en mayor detalle lo que ocurre y eso simplemente ralentiza la trama, dando un ritmo irregular a la película. Curiosamente, las escenas que son una copia casi exacta de la original tampoco acabab de resultar satisfactorias, ya que no están al nivel de espectacularidad de la anterior. El tono dramático también queda atenuado, como es propio en el cine de Spielberg, ya sea por el ya mencionado alargamiento de escenas o por restar crudeza a otras (es claro el ejemplo en la escena final de Anita). Pero, sobre todo, es destacable (negativamente) la pérdida a nivel musical: no solo por la capacidad de ciertos actores, sino también por malas decisiones, como dar a Tony una canción de Riff -cosa que rompe el tipo de melodía del personaje de Tony-, acortar canciones y, sobre todo, hacer que la trama gire demasiado en torno a un nuevo personaje que contente a los nostálgicos, interpretado por Rita Moreno, que es correcta pero no debería haber cantado una canción de María y Tony con tanto peso dramático y romántico en la original.

Los Mitchell contra las máquinas es una película irregular, con momentos brillantes en los apartados de argumento, humor, emoción y animación pero también con momentos en los que los mismos aspectos no consiguen estar ni de lejos a la altura.

La animación es probablemente el aspecto más destacable, con una mezcla de 2D y 3D original y fresca, en ocasiones demasiado recargada (puede llegar a costar captar todos los estímulos simultáneos) y otras veces demasiado simple (un ejemplo claro es todo lo relacionado con PAL y las máquinas, que puede llegar a parecer una animación propia de televisión).

Otro tanto ocurre con el humor, muy actual y con referencias al mundo de los memes y vines (humor que personalmente me encanta), pero que probablemente no envejezca bien y que viene acompañado de otras muchas escenas de humor de distinto tipo que llegan incluso a romper el ritmo (chistes para toda la familia que podrían aparecer en cualquier película de animación y que no acaban de contentar a ninguna edad).

Finalmente, el argumento tiene un muy buen planteamiento con el que es fácil identificarse: una chica en la edad de no sentirse comprendida por nadie, menos aún por su padre y que sueña con cambiar de vida. Por desgracia, el desarrollo es muy básico y resultaría más llamativo si no lo hubiésemos visto tantas veces (es la historia de Ariel, Mérida y tantos otros personajes que han de aceptar su pertenencia al mismo tiempo que descubren su propia identidad).

En resumen, una película que ofrece momentos que la hacen única, pero que cae en los clichés más habituales, lo que, en comparación con su brillantez lleva a la decepción, con un ritmo rápido y ágil que puede llegar a ser agotador. Está bien, pero ya está.

PD: dos detalles que me parecieron particularmente odiosos son el hermano (su animación y su voz en el doblaje inglés original) y el hecho de que parezca que hay que dar a "pause" y rebobinar si quieres ver cada detalle

La película no tiene más pretensión que lo que se puede observar a simple vista en el trailer. Una comedieta musical alegre, colorida y divertida sin segundas lecturas, que fuerza las situaciones e incluso los nombres de ciertos personajes para dar pie a números musicales con la icónica música de Raffaella Carrà. Los actores jóvenes destacan en sus actuaciones, si bien les puede llegar a fallar la voz a la hora de cantar, especialmente a los hombres. Recomendable, divertida, simplona y alegre.

Nota: 6'75

La intención es buena, la ejecución es irregular: la animación es extraña, a veces muy original (el humo, las explosiones y los fondos son francamente bonitoz), pero en general todo parece un videojuego, quizá busquen un estilo propio y acabemos acostumbrándonos.

La trama es muy ambiciosa porque quiere seguir toda la peli del Capitán América en media hora, pero el tono es muy ligero y a veces me he perdido por no tener fresca la peli (cosa que, creo yo, es un fallo). En cuanto al rollo de "Nos volvemos locos en Marvel con esta serie", lo dudo mucho, porque me da la impresión de que quieran que la serie sea canónica y asiente bases del futuro multiverso, así que no arriesgarán demasiado con las tramas...

Merece la pena verlo, y la serie en general puede ser interesante. No te aburres con este primero pero esperemos una subida de nivel.