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Cortometraje

4,4
208
8
28 de junio de 2014
28 de junio de 2014
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El mundo del cortometraje, ese gran desconocido para mí hasta hace no mucho, se ha convertido en uno de mis descubrimientos más sorprendentes y satisfactorios. Cuando todavía no había visto ninguno guardaba ciertos prejuicios hacia los cortos porque no entendía como, en apenas cinco o diez minutos, podían ser capaces de contar una historia coherente, o de transmitir ideas o sentimientos. No podía estar más equivocada, los cortos son pequeñas joyas cargadas de emociones, sentimientos e historias que necesitan ser contadas.
Vi "Metamorphose" en un festival de cine de terror al que acudí y quede impresionada tanto por la fuerza de la historia, como por las imágenes tan salvajes y violentas que me dejaron sin aliento. El corto que yo vi, es una versión extendida del que presentó su director, Sergio Morcillo, para el concurso "ABC's of Death The 26th Director", y que formaría parte de la antología de "ABC's of Death 2" y que es el que aquí aparece de 3 minutos de duración. La historia que cuenta es tan brutal que seguiremos pensando en ella días después de su visionado. El tema que trata está desgraciadamente a la orden del día, pero aquí su guionista, Paco Vázquez, le da una vuelta de tuerca, ofreciéndonos una historia tremendamente sangrienta y sobrecogedora. La violencia se muestra sin ningún tipo de censura, haciéndonos partícipes del horror que sienta la protagonista. Esta historia, aparentemente sencilla, en la que sólo aparecen dos personajes, nos mostrará como las víctimas pueden llegar a convertirse en verdugos cuando es la única forma que tiene de escapar del horror y la barbarie.
El título del corto, excelentemente elegido, nos hace pensar en su significado que, a mi parecer, hace referencia a la metamorfosis que sufren los personajes a lo largo de su vida juntos. Merecen una mención especial el equipo de maquillaje, Inside FX, responsable de la saga REC, y la actriz Marta Molero, que debuta en el cine con un papel, en que sin palabras, nos transmite todo un torrente de emociones.
Después de este sorprendente trabajo, Sergio Morcillo, será uno de esos directores a tener en cuenta, y tendremos que estar atentos a sus próximas propuestas, ya que estoy segura que no nos defraudará.
En definitiva, preparaos para quedar sin aliento, pegados a la butaca con las uñas clavadas en los reposabrazos. Y, chicas, decidme si, al igual que a mí, se os dibujó una sonrisa en la cara cuando acabó el corto.
Vi "Metamorphose" en un festival de cine de terror al que acudí y quede impresionada tanto por la fuerza de la historia, como por las imágenes tan salvajes y violentas que me dejaron sin aliento. El corto que yo vi, es una versión extendida del que presentó su director, Sergio Morcillo, para el concurso "ABC's of Death The 26th Director", y que formaría parte de la antología de "ABC's of Death 2" y que es el que aquí aparece de 3 minutos de duración. La historia que cuenta es tan brutal que seguiremos pensando en ella días después de su visionado. El tema que trata está desgraciadamente a la orden del día, pero aquí su guionista, Paco Vázquez, le da una vuelta de tuerca, ofreciéndonos una historia tremendamente sangrienta y sobrecogedora. La violencia se muestra sin ningún tipo de censura, haciéndonos partícipes del horror que sienta la protagonista. Esta historia, aparentemente sencilla, en la que sólo aparecen dos personajes, nos mostrará como las víctimas pueden llegar a convertirse en verdugos cuando es la única forma que tiene de escapar del horror y la barbarie.
El título del corto, excelentemente elegido, nos hace pensar en su significado que, a mi parecer, hace referencia a la metamorfosis que sufren los personajes a lo largo de su vida juntos. Merecen una mención especial el equipo de maquillaje, Inside FX, responsable de la saga REC, y la actriz Marta Molero, que debuta en el cine con un papel, en que sin palabras, nos transmite todo un torrente de emociones.
Después de este sorprendente trabajo, Sergio Morcillo, será uno de esos directores a tener en cuenta, y tendremos que estar atentos a sus próximas propuestas, ya que estoy segura que no nos defraudará.
En definitiva, preparaos para quedar sin aliento, pegados a la butaca con las uñas clavadas en los reposabrazos. Y, chicas, decidme si, al igual que a mí, se os dibujó una sonrisa en la cara cuando acabó el corto.

5,5
7.370
7
16 de junio de 2014
16 de junio de 2014
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tengo que decir que vi esta película, poco después de haber visto la segunda parte y quedar más que impresionada. Así que sabía muy bien de qué iba a ir la trama y estaba deseando volver a ver a Mick Taylor en acción. Ese asesino tan peculiar, con pinta de paleto, vestido a lo cocodrilo Dundee, con un sentido del humor de lo más macabro y que torturará y acabará con sus víctimas de las maneras más sanguinarias que podamos imaginar. Ese asesino que te acabará enganchando por su peculiaridad y que al acabar la película entenderás porque se ha convertido con tan sólo esta película, en uno de los asesinos míticos del cine de terror.
La película empieza como cualquier otro slasher con temática de turistas, presentándonos y dándonos algunos rasgos de la personalidad de los personajes. Un grupo de 3 jóvenes, dos británicas y un australiano, están recorriendo Australia para disfrutar de sus parajes y de las fiestas que encuentran a su paso. Tras una de estas fiestas y con una buena resaca a cuestas, deciden ir de excursión al cráter de Wolf Creek conocido por su espectacularidad. Hasta aquí, la película se hace un poco lenta, porque no pasa apenas nada. Pero tranquilos, porque a partir del momento en el que aparece un simpático Mick Taylor a ayudarles con su coche, que se ha averiado, sin que hasta la fecha nadie sepamos por qué, no tendremos ni un minuto de descanso. Seremos espectadores de persecuciones en las que nos quedaremos sin aliento, viviremos la angustia y desesperación de los personajes como si fuera la nuestra, y echaremos a temblar cada vez que aparezca Mick en pantalla. Esos momentos en los que piensas que van a escapar, que parece que lo van a conseguir y siempre, siempre aparece Mick. Seamos realistas, por mucho que corras, te escondas o luches, Mick siempre estará ahí para atraparte en sus garras.
Sin duda, está película fue un gran debut de su director Greg McLean, y tras ver la segunda parte y quedar más que satisfecha, estoy deseando ver la película que rodó entre ambas, “Rogue”, que seguramente no nos decepcionará.
La película empieza como cualquier otro slasher con temática de turistas, presentándonos y dándonos algunos rasgos de la personalidad de los personajes. Un grupo de 3 jóvenes, dos británicas y un australiano, están recorriendo Australia para disfrutar de sus parajes y de las fiestas que encuentran a su paso. Tras una de estas fiestas y con una buena resaca a cuestas, deciden ir de excursión al cráter de Wolf Creek conocido por su espectacularidad. Hasta aquí, la película se hace un poco lenta, porque no pasa apenas nada. Pero tranquilos, porque a partir del momento en el que aparece un simpático Mick Taylor a ayudarles con su coche, que se ha averiado, sin que hasta la fecha nadie sepamos por qué, no tendremos ni un minuto de descanso. Seremos espectadores de persecuciones en las que nos quedaremos sin aliento, viviremos la angustia y desesperación de los personajes como si fuera la nuestra, y echaremos a temblar cada vez que aparezca Mick en pantalla. Esos momentos en los que piensas que van a escapar, que parece que lo van a conseguir y siempre, siempre aparece Mick. Seamos realistas, por mucho que corras, te escondas o luches, Mick siempre estará ahí para atraparte en sus garras.
Sin duda, está película fue un gran debut de su director Greg McLean, y tras ver la segunda parte y quedar más que satisfecha, estoy deseando ver la película que rodó entre ambas, “Rogue”, que seguramente no nos decepcionará.

5,4
7.720
7
13 de noviembre de 2017
13 de noviembre de 2017
Sé el primero en valorar esta crítica
Cole, es un chico de 12 años, sobreprotegido, un tanto friky y objeto de las bromas de sus compañeros, entre otras cosas, por seguir teniendo una niñera a su edad. Pero afortunadamente para él, Bee, es una niñera extremadamente sexy, divertida, que entiende tanto de Stark Trek como de Alien y utiliza, muy a menudo, citas de películas en sus conversaciones. Una noche Cole se queda despierto para averiguar qué es lo que realmente hace Bee cuando él se va a la cama y lo que descubre le dejará con el culo torcido.
Esta comedia de terror, irreverente hasta límites insospechados, que dudo que se hubiese estrenado en salas sin algún tijeretazo en sus diálogos, es obra de McG, conocido principalmente por un par de películas de los Angeles de Charlie y Terminator Salvation (2009).
La película, con clara estética videoclipera, arranca con la presentación de los personajes. La estrecha relación, casi de hermanos de Cole (Judah Lewis) y Bee (Samara Weaving), la autentica estrella de la cinta, los curiosos padres de Cole, que suelen irse de escapada para solucionar sus problemillas maritales y su vecinita (Emely Alyn Lind), la única amiga del colegio que tiene una situación familiar un tanto peculiar con las "protestantes" de su padre, jajaja. Una vez conocidos todos, empieza la marcha con el sorprendente descubrimiento de Cole y todo se convierte en una espiral de violencia, sangre y muertes, en esta especie de Home Alone (1990) gore.
Como no os quiero desvelar mucho de la trama, para no estropearos la experiencia, os diré que la premisa que se establece para que empiece el festival gore, está introducida como escusa porque apenas se explica nada del sentido que tiene todo esto, ni lo que intentan conseguir con ello. Sólo hay unos de los personajes, la animadora interpretada por la ex chica Disney, Bella Thorne, que sí que explica sus razones para estar en la casa de Cole con oscuros propósitos. Para mí es de los personajes secundarios más divertidos y el que tiene las líneas de dialogo, más irreverentes y políticamente incorrectas. Me alegro de que Netflix haya llegado a nuestras vidas, porque ese tipo de diálogos serían impensables en la televisión o salas de cine españolas.
Babysitter tienes momentos bastante cómicos con lo que confieso que me reí, pero sobre todo escenas en las que lo ojos se me iban salir de las órbitas ante la sorpresa de lo que estaba viendo. Esta película se definiría como un enorme WTF que no te abandona nunca. Y, para los que estéis dudando de si además de humor, esta cinta tiene sangre, os diré que hay litros y litros, pero también explosiones, pechos disparados, muertes a tupliplén y hasta un tórrido beso entre dos de las actrices principales, al más puro estilo de Wild Thing (1998). El grupo de amigos de Bee están estereotipados hasta la máxima potencia, pero eso no afecta en absoluto a la trama. Tenemos a la animadora superficial sólo preocupada por su físico, el chico cachas que siempre va sin camiseta, la asiática sádica, el negro gracioso y que siempre acaba cubierto de sangre y el friky al que nunca han besado. Todo un cocktail de personajes de lo más varipinto.
Es posible que Babysitter no sea del gusto de todo el mundo, porque no es la quinta esencia del cine de terror, ni nada parecido. Hay que tomársela como lo que es, una comedia con un humor negrísimo, desenfada y con muy mala leche que promete hacernos pasar un buen rato y que pasado un tiempo, nos acordaremos poco o nada de ella. Sin embargo, hoy por hoy es la mejor comedia de terror del año (creo que no he visto otra, jajaja).
Mi recomendación es que no indaguéis absolutamente nada sobre ella, si queréis disfrutarla a lo grande, sin saber qué es lo que se os viene encima. Hasta la propia sinopsis de Netflix ya es un spoiler en sí misma y os cuenta mucho más de lo que yo os he contado aquí. Así que poneros la película directamente y no seáis curiosos que la curiosidad mató al gato y en el cine de terror, a todo el mundo, jejeje.
Esta comedia de terror, irreverente hasta límites insospechados, que dudo que se hubiese estrenado en salas sin algún tijeretazo en sus diálogos, es obra de McG, conocido principalmente por un par de películas de los Angeles de Charlie y Terminator Salvation (2009).
La película, con clara estética videoclipera, arranca con la presentación de los personajes. La estrecha relación, casi de hermanos de Cole (Judah Lewis) y Bee (Samara Weaving), la autentica estrella de la cinta, los curiosos padres de Cole, que suelen irse de escapada para solucionar sus problemillas maritales y su vecinita (Emely Alyn Lind), la única amiga del colegio que tiene una situación familiar un tanto peculiar con las "protestantes" de su padre, jajaja. Una vez conocidos todos, empieza la marcha con el sorprendente descubrimiento de Cole y todo se convierte en una espiral de violencia, sangre y muertes, en esta especie de Home Alone (1990) gore.
Como no os quiero desvelar mucho de la trama, para no estropearos la experiencia, os diré que la premisa que se establece para que empiece el festival gore, está introducida como escusa porque apenas se explica nada del sentido que tiene todo esto, ni lo que intentan conseguir con ello. Sólo hay unos de los personajes, la animadora interpretada por la ex chica Disney, Bella Thorne, que sí que explica sus razones para estar en la casa de Cole con oscuros propósitos. Para mí es de los personajes secundarios más divertidos y el que tiene las líneas de dialogo, más irreverentes y políticamente incorrectas. Me alegro de que Netflix haya llegado a nuestras vidas, porque ese tipo de diálogos serían impensables en la televisión o salas de cine españolas.
Babysitter tienes momentos bastante cómicos con lo que confieso que me reí, pero sobre todo escenas en las que lo ojos se me iban salir de las órbitas ante la sorpresa de lo que estaba viendo. Esta película se definiría como un enorme WTF que no te abandona nunca. Y, para los que estéis dudando de si además de humor, esta cinta tiene sangre, os diré que hay litros y litros, pero también explosiones, pechos disparados, muertes a tupliplén y hasta un tórrido beso entre dos de las actrices principales, al más puro estilo de Wild Thing (1998). El grupo de amigos de Bee están estereotipados hasta la máxima potencia, pero eso no afecta en absoluto a la trama. Tenemos a la animadora superficial sólo preocupada por su físico, el chico cachas que siempre va sin camiseta, la asiática sádica, el negro gracioso y que siempre acaba cubierto de sangre y el friky al que nunca han besado. Todo un cocktail de personajes de lo más varipinto.
Es posible que Babysitter no sea del gusto de todo el mundo, porque no es la quinta esencia del cine de terror, ni nada parecido. Hay que tomársela como lo que es, una comedia con un humor negrísimo, desenfada y con muy mala leche que promete hacernos pasar un buen rato y que pasado un tiempo, nos acordaremos poco o nada de ella. Sin embargo, hoy por hoy es la mejor comedia de terror del año (creo que no he visto otra, jajaja).
Mi recomendación es que no indaguéis absolutamente nada sobre ella, si queréis disfrutarla a lo grande, sin saber qué es lo que se os viene encima. Hasta la propia sinopsis de Netflix ya es un spoiler en sí misma y os cuenta mucho más de lo que yo os he contado aquí. Así que poneros la película directamente y no seáis curiosos que la curiosidad mató al gato y en el cine de terror, a todo el mundo, jejeje.

5,2
403
6
13 de noviembre de 2017
13 de noviembre de 2017
Sé el primero en valorar esta crítica
Una joven pareja se ha mudado al tranquilo pueblo irlandés de Wake Wood para superar la trágica muerte de su hija. Cuando pensaban que era imposible soportar la perdida de la niña y que incluso, la pena iba a acabar con la relación, descubren que el pueblo guarda un secreto que puede devolver la felicidad a su vidas.
Y, como no podría ser de otra manera, el responsable de esta película es un irlandés, David Keating que, salvo por un par de películas más y otros tantos documentales, no se ha prodigado mucho por la meca del cine. Aunque Wake Wood se comercializó como una producción de la nuevamente resurgida Hammer, lo cierto es que ésta no invirtió un solo duro en su creación, sino que adquirió los derechos una vez terminada, para su distribución.
Dicho esto, vamos a adentrarnos un poco más en la película, una especie de Pet Semetary (1989) con magia pagana irlandesa de por medio. Porque sí, tendremos a una niña que vuelve de la muerte un tanto cambiada, más que por su aspecto físico, que no acojona como lo hacía Cage en la adaptación de la novela de Stephen King, por sus preferencias a la hora de divertirse. Y es que si el pueblo tiene una serie de normas por la cuáles se te concede el don de recuperar a un ser querido tras su muerte, quien eres tu, aunque seas el mismísimo Little Finger de Game of Thrones (2011 - ), para llevarles la contraría.
Así que como consecuencia de contradecir una de las reglas sobrenaturales del pueblo, tendremos a una niña mortífera, que asesinará a todo aquel que se cruza en su camino, en una espiral de violencia y mala leche muy interesante.
Aunque estemos hablando de una pequeña producción irlandesa, no penséis que han escatimado en sordidez porque hay una cuantas escenas un pelín desagradables, como en la que Aidan Gillen le hace una cesárea a una vaca o el propio ritual para resucitar a los muertos. Hay un elemento bastante curioso que utiliza la gente del pueblo, una especie de ábaco con extrañas propiedades que no terminan de estar muy claras. Por un lado, parece una especie de ordenador arcaico en el que se introducen los datos y características del fallecido y pluf, ¡magia!, le tienes vivito y coleando pero, en otra ocasión, se utiliza para detectar a un posible resucitado fraudulento. Así que no me termina de quedar muy claro la utilidad de este ábaco tan peculiar.
El papel de Eva Birthistle aquí es bastante similar al que interpretaba en la grandiosa The Children (2008). Una joven madre a la que le cuesta ver a sus propios hijos como una amenaza y enfrentarse a ellos con dureza. Como os he comentado antes, Aidan Gillen es el amoroso padre y esposo, capaz de todo por devolver la felicidad a su mujer, rota por el dolor por la muerte de su hija. Y entre los secundarios, cabría destacar a Timothy Spall, el druida y líder del pueblo, que le plantea la posibilidad al matrimonio de recuperar a su hija.
Lo que más me ha gustado de este drama sobrenatural, además de la profunda tristeza y desesperación que trasmiten los padres de la niña, es esa atmósfera oscura de pequeño pueblo escondido de la campiña irlandesa que sigue conservando sus extraños rituales y tradiciones. Todo muy parecido a The Wicker Man (1978), dónde también se veía con cierta suspicacia a la gente que venía de fuera y no les dejaban integrarse en la comunidad.
Interesante cinta de terror con niños mortíferos, en la que el drama de la perdida del ser querido y las consecuencias de quebrantar las reglas divinas, acarren consecuencias terribles. Una película con cierto regusto a las cintas de serie B de estilo gótico, dónde la historia se va desarrollando de manera pausada y el terror es limitado,pero efectivo. Wake Wood no aporta nada que no hallamos visto en numerosas ocasiones, pero sí que es cierto que lo envuelve en un áurea melancólica y creepy que la hacen muy disfrutable.
Y, como no podría ser de otra manera, el responsable de esta película es un irlandés, David Keating que, salvo por un par de películas más y otros tantos documentales, no se ha prodigado mucho por la meca del cine. Aunque Wake Wood se comercializó como una producción de la nuevamente resurgida Hammer, lo cierto es que ésta no invirtió un solo duro en su creación, sino que adquirió los derechos una vez terminada, para su distribución.
Dicho esto, vamos a adentrarnos un poco más en la película, una especie de Pet Semetary (1989) con magia pagana irlandesa de por medio. Porque sí, tendremos a una niña que vuelve de la muerte un tanto cambiada, más que por su aspecto físico, que no acojona como lo hacía Cage en la adaptación de la novela de Stephen King, por sus preferencias a la hora de divertirse. Y es que si el pueblo tiene una serie de normas por la cuáles se te concede el don de recuperar a un ser querido tras su muerte, quien eres tu, aunque seas el mismísimo Little Finger de Game of Thrones (2011 - ), para llevarles la contraría.
Así que como consecuencia de contradecir una de las reglas sobrenaturales del pueblo, tendremos a una niña mortífera, que asesinará a todo aquel que se cruza en su camino, en una espiral de violencia y mala leche muy interesante.
Aunque estemos hablando de una pequeña producción irlandesa, no penséis que han escatimado en sordidez porque hay una cuantas escenas un pelín desagradables, como en la que Aidan Gillen le hace una cesárea a una vaca o el propio ritual para resucitar a los muertos. Hay un elemento bastante curioso que utiliza la gente del pueblo, una especie de ábaco con extrañas propiedades que no terminan de estar muy claras. Por un lado, parece una especie de ordenador arcaico en el que se introducen los datos y características del fallecido y pluf, ¡magia!, le tienes vivito y coleando pero, en otra ocasión, se utiliza para detectar a un posible resucitado fraudulento. Así que no me termina de quedar muy claro la utilidad de este ábaco tan peculiar.
El papel de Eva Birthistle aquí es bastante similar al que interpretaba en la grandiosa The Children (2008). Una joven madre a la que le cuesta ver a sus propios hijos como una amenaza y enfrentarse a ellos con dureza. Como os he comentado antes, Aidan Gillen es el amoroso padre y esposo, capaz de todo por devolver la felicidad a su mujer, rota por el dolor por la muerte de su hija. Y entre los secundarios, cabría destacar a Timothy Spall, el druida y líder del pueblo, que le plantea la posibilidad al matrimonio de recuperar a su hija.
Lo que más me ha gustado de este drama sobrenatural, además de la profunda tristeza y desesperación que trasmiten los padres de la niña, es esa atmósfera oscura de pequeño pueblo escondido de la campiña irlandesa que sigue conservando sus extraños rituales y tradiciones. Todo muy parecido a The Wicker Man (1978), dónde también se veía con cierta suspicacia a la gente que venía de fuera y no les dejaban integrarse en la comunidad.
Interesante cinta de terror con niños mortíferos, en la que el drama de la perdida del ser querido y las consecuencias de quebrantar las reglas divinas, acarren consecuencias terribles. Una película con cierto regusto a las cintas de serie B de estilo gótico, dónde la historia se va desarrollando de manera pausada y el terror es limitado,pero efectivo. Wake Wood no aporta nada que no hallamos visto en numerosas ocasiones, pero sí que es cierto que lo envuelve en un áurea melancólica y creepy que la hacen muy disfrutable.
15 de junio de 2016
15 de junio de 2016
Sé el primero en valorar esta crítica
Película que causó una gran controversia en su momento. Esta división de opiniones es algo habitual en el cine de terror ya que está claro que no a todo el mundo le dan miedo las mismas cosas y que, a veces, las campañas publicitarias, en su intento por captar espectadores, son muy engañosas y provocan que nos enfrentemos a las películas con expectativas errónea
Una arqueóloga cree haber descubierto la localización de la piedra filosofal de Nicolás Flamel oculta en las catacumbas de Paris. Entusiasmada con el descubrimiento, contrata a un grupo de expertos que, junto con un periodista que está grabando un documental sobre ella, se adentrarán en el interior de esa intrincada red de túneles que se encuentran bajo las calles de Paris y que les guiará hasta el mismísimo infierno.
Así en la tierra.. está escrita y dirigida por los hermanos Dowdle. Sin embargo, la idea de ambientar una película de terror en las catacumbas de Paris fue del director ejecutivo de Legendary Pictures, Thomas Tull, que contactó con ellos y les encargó la historia. Los hermanos son conocidos por The Poughkeepsie Tapes (2007), Quarentine (2008), remake instantáneo de la española REC (2007) y La trampa del mal (2010), más conocida como la película del ascensor maldito, jejeje. En su último trabajo, Golpe de estado (2015), los hermanos han aparcado el género de terror y se han decantado por un thriller de acción con varias caras conocidas como la de Owen Wilson o Pierce Brosnan.
La cinta que tenemos entre manos es un mockumentary en el que se mezcla el terror y la aventura, es decir, una combinación entre El proyecto de la bruja de Blair (1999) y las películas de Indiana Jones. Creo que ésta era la película que le hubiese gustado hacer a Aja y compañía, en vez del truño de La Pirámide (2014) porque menuda castaña les salió. La angustia y el agobio que me provocaba ver a los protagonistas adentrándose más y más en esos túneles por los que ya no podían volver, fue considerable. Sé que esta película no es ninguna maravilla pero me encantó la forma en la que consiguió sugestionarme.
El punto de partida de la película es la búsqueda de esa reliquia oculta que tan ansiosamente quiere conseguir Scarlett, la intrépida y carismática arqueóloga interpretada por Perdita Weeks. A medida que el equipo se van introduciendo en esa intrincada red de túneles y pasadizos subterráneos, todos sus miedos, errores y aquello de lo que se arrepienten, empezará a manifestarse tan vívidamente que les hará confundir la realidad con las alucinaciones conduciéndoles a un estado de locura y paranoia absoluto.
Algo que me llamó la atención de la producción fue averiguar que no se utilizaron apenas decorados, sino que se grabó en las auténticas catacumbas de Paris. Si de algo puede estar orgullosa esta película de bajo presupuesto es de haber sido la primera en obtener el permiso de gobierno francés para grabar en las zonas cerradas al público. Contar con este beneficio también les acarreó más de un inconveniente, ya que grabar en túneles subterráneas a varios metros de profundidad, no son las condiciones más idóneas para un rodaje. En los túneles no había electricidad por lo que tenían que utilizar las luces frontales de los cascos de los actores para iluminar las escenas, no había cobertura, no funcionaban los walkie-talkies, estaban rodeados por cientos de esqueletos de hace cientos de años,… Vamos, que no les hacía falta mucho más para reproducir una atmósfera tenebrosa y mal rollera porque lo tenían todo, jejeje.
Debido a estas condiciones de grabación está más que justificado que utilizaran el formato de mockumentary. Además, el hecho de documentar una expedición por zonas no permitidas al público, tiene su razón de ser, así como el seguir grabando a pesar de estar huyendo y aterrados, ya que necesitan la luz del foco de la cámara para saber por dónde van.
Una de las cosas de las que sí peca esta película es que termina haciéndose un poco repetitiva y larga, a pesar de que tiene 1 hora y media de duración. Las alucinaciones y apariciones se hacían demasiado recurrentes. Tampoco es que tenga muchas escenas de terror, más bien lo que transmite es el miedo y la claustrofobia que supone el ir descendiendo por túneles por los que ya no se puede volver porque se han colapsado, inundado o desaparecido. Como bien reza la frase que aparece en el cartel de la película: “La única salida está hacia abajo”.
En definitiva, a mi Así en la tierra... me funcionó ya que consiguió angustiarme y que me revolviese intranquila en el sillón. Seguramente sea uno de mis placeres culpables, pero quien esté libre de pecado…. Por cierto, a quién le guste seguir pecando, hay otra película llamada Catacoms (2007) que como su propio nombre indica tiene lugar en las catacumbas de Paris, aunque verdaderamente se grabó en unos estudios en Bulgaria. Esta cinta cuenta cómo tras una fiesta celebrada en este emplazamiento, una de las chicas se separa del grupo y suceden cosas…
https://thebloodyprincesss.blogspot.com.es/2016/06/asi-en-la-tierra-como-en-el-infierno.html
Una arqueóloga cree haber descubierto la localización de la piedra filosofal de Nicolás Flamel oculta en las catacumbas de Paris. Entusiasmada con el descubrimiento, contrata a un grupo de expertos que, junto con un periodista que está grabando un documental sobre ella, se adentrarán en el interior de esa intrincada red de túneles que se encuentran bajo las calles de Paris y que les guiará hasta el mismísimo infierno.
Así en la tierra.. está escrita y dirigida por los hermanos Dowdle. Sin embargo, la idea de ambientar una película de terror en las catacumbas de Paris fue del director ejecutivo de Legendary Pictures, Thomas Tull, que contactó con ellos y les encargó la historia. Los hermanos son conocidos por The Poughkeepsie Tapes (2007), Quarentine (2008), remake instantáneo de la española REC (2007) y La trampa del mal (2010), más conocida como la película del ascensor maldito, jejeje. En su último trabajo, Golpe de estado (2015), los hermanos han aparcado el género de terror y se han decantado por un thriller de acción con varias caras conocidas como la de Owen Wilson o Pierce Brosnan.
La cinta que tenemos entre manos es un mockumentary en el que se mezcla el terror y la aventura, es decir, una combinación entre El proyecto de la bruja de Blair (1999) y las películas de Indiana Jones. Creo que ésta era la película que le hubiese gustado hacer a Aja y compañía, en vez del truño de La Pirámide (2014) porque menuda castaña les salió. La angustia y el agobio que me provocaba ver a los protagonistas adentrándose más y más en esos túneles por los que ya no podían volver, fue considerable. Sé que esta película no es ninguna maravilla pero me encantó la forma en la que consiguió sugestionarme.
El punto de partida de la película es la búsqueda de esa reliquia oculta que tan ansiosamente quiere conseguir Scarlett, la intrépida y carismática arqueóloga interpretada por Perdita Weeks. A medida que el equipo se van introduciendo en esa intrincada red de túneles y pasadizos subterráneos, todos sus miedos, errores y aquello de lo que se arrepienten, empezará a manifestarse tan vívidamente que les hará confundir la realidad con las alucinaciones conduciéndoles a un estado de locura y paranoia absoluto.
Algo que me llamó la atención de la producción fue averiguar que no se utilizaron apenas decorados, sino que se grabó en las auténticas catacumbas de Paris. Si de algo puede estar orgullosa esta película de bajo presupuesto es de haber sido la primera en obtener el permiso de gobierno francés para grabar en las zonas cerradas al público. Contar con este beneficio también les acarreó más de un inconveniente, ya que grabar en túneles subterráneas a varios metros de profundidad, no son las condiciones más idóneas para un rodaje. En los túneles no había electricidad por lo que tenían que utilizar las luces frontales de los cascos de los actores para iluminar las escenas, no había cobertura, no funcionaban los walkie-talkies, estaban rodeados por cientos de esqueletos de hace cientos de años,… Vamos, que no les hacía falta mucho más para reproducir una atmósfera tenebrosa y mal rollera porque lo tenían todo, jejeje.
Debido a estas condiciones de grabación está más que justificado que utilizaran el formato de mockumentary. Además, el hecho de documentar una expedición por zonas no permitidas al público, tiene su razón de ser, así como el seguir grabando a pesar de estar huyendo y aterrados, ya que necesitan la luz del foco de la cámara para saber por dónde van.
Una de las cosas de las que sí peca esta película es que termina haciéndose un poco repetitiva y larga, a pesar de que tiene 1 hora y media de duración. Las alucinaciones y apariciones se hacían demasiado recurrentes. Tampoco es que tenga muchas escenas de terror, más bien lo que transmite es el miedo y la claustrofobia que supone el ir descendiendo por túneles por los que ya no se puede volver porque se han colapsado, inundado o desaparecido. Como bien reza la frase que aparece en el cartel de la película: “La única salida está hacia abajo”.
En definitiva, a mi Así en la tierra... me funcionó ya que consiguió angustiarme y que me revolviese intranquila en el sillón. Seguramente sea uno de mis placeres culpables, pero quien esté libre de pecado…. Por cierto, a quién le guste seguir pecando, hay otra película llamada Catacoms (2007) que como su propio nombre indica tiene lugar en las catacumbas de Paris, aunque verdaderamente se grabó en unos estudios en Bulgaria. Esta cinta cuenta cómo tras una fiesta celebrada en este emplazamiento, una de las chicas se separa del grupo y suceden cosas…
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