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6,4
48.899
8
20 de julio de 2015
20 de julio de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todos conocemos la figura de Clin Eastwood, buena parte de sus películas y sus ideales; republicano y un patriota profundamente enamorado de su país y de la justicia. Llevaba tiempo sin realizar una cinta de lo que más le gusta, desde "Invictus" quizá, a pesar de no estar ambientada en EEUU, y tras varios trabajos que han pasado sin pena ni gloria vuelve con más ruido que fuerza a sus pasiones con "El francotirador".
He dicho que vuelve con más ruido porque ha tenido una repercusión tremenda y no sólo en taquilla, el tema ha levantado polémica por el supuesto homenaje que el director le hace al soldado del ejército americano con más muertes en su haber y abriendo el dilema de la heroicidad o asesino sobre este personaje.
Cuando empecé a ver la película tenía la idea de que iba a ver la biografía de un monstruo, alguien que dispara a diestro y siniestro con el fin justificado por su persona de defender a su país de los males externos y aunque un tipo que tiene como mayores ideales Dios y la patria no es mi fuerte, he de decir que me he llevado una sorpresa al descubrir a un ser humano como cualquier otro, sólo que con una habilidad que le hace superior en su trabajo.
Le ha llovido de todo a Eastwood, aunque debe de estar acostumbrado a que le llamen facha, pero resulta luego sorprendente a la par que contradictorio que la gente en general comulgue con sus ideales de justicia y su visión de las cosas, además ha hecho películas todavía más patriotas que esta, "El sargento de hierro" por ejemplo , y no será una obra maestra, pero a todo el mundo le gusta y sirve de antídoto para cualquier depresión.
En cuanto al supuesto homenaje hay que decir varias cosas al respecto y la primera de ellas es que para un norteamericano este señor es un héroe, básicamente por la educación tan patriota que reciben los habitantes de EEUU y Eastwood no es una excepción algo que en España por ejemplo no sucede y de ahí que de no haya sido bien recibida por ciertos sectores y para terminar, no lo muestra como un héroe, pero tampoco como a un asesino. Como a un héroe no lo muestra porque en la película se ven reflejados sus defectos y sus secuelas mentales a causa de la guerra y ni mucho menos como a un asesino debido a que básicamente el hecho de que tenga que matar a una mujer o a un niño le remueven todas las entrañas.
Dejando a parte los ideales y la política, estamos ante una cinta bélica muy bien dirigida con buenas secuencias típicas del género en las que afortunadamente no hay reflejo de heroicidad sino de crueldad típica de estos conflictos,completamente creíbles y con alguna que otra escena tan atroz como real, además de ir alternándose la vida familiar del protagonista e incluso sus inicios. Bradley Cooper ha cumplido mis expectativas de ser un actor que va más allá de "Resacón en las Vegas" aunque espero que escoja buenos guiones como este y deje de trabajar con David O Rusell. Al que sí le rinde un pequeño homenaje y habrá sido ignorado por muchos es a Ennio Morricone utilizando un tema suyo de un spaguetti western del que hablaré en el spoiler.
En definitiva, será etiquetada por muchos de facha e incluso de nostálgica de la era Bush, pero es una cinta bélica muy buena con tintes clásicos e incluso de western, es decir el sello Eastwood que aunque a muchos les pese me parece superior a algunas de las mejores cintas del género. Sólo espero que este señor siga teniendo cerebro y capacidad para seguir haciendo buenas películas porque el legado que va a dejar tiene el listón demasiado alto.
He dicho que vuelve con más ruido porque ha tenido una repercusión tremenda y no sólo en taquilla, el tema ha levantado polémica por el supuesto homenaje que el director le hace al soldado del ejército americano con más muertes en su haber y abriendo el dilema de la heroicidad o asesino sobre este personaje.
Cuando empecé a ver la película tenía la idea de que iba a ver la biografía de un monstruo, alguien que dispara a diestro y siniestro con el fin justificado por su persona de defender a su país de los males externos y aunque un tipo que tiene como mayores ideales Dios y la patria no es mi fuerte, he de decir que me he llevado una sorpresa al descubrir a un ser humano como cualquier otro, sólo que con una habilidad que le hace superior en su trabajo.
Le ha llovido de todo a Eastwood, aunque debe de estar acostumbrado a que le llamen facha, pero resulta luego sorprendente a la par que contradictorio que la gente en general comulgue con sus ideales de justicia y su visión de las cosas, además ha hecho películas todavía más patriotas que esta, "El sargento de hierro" por ejemplo , y no será una obra maestra, pero a todo el mundo le gusta y sirve de antídoto para cualquier depresión.
En cuanto al supuesto homenaje hay que decir varias cosas al respecto y la primera de ellas es que para un norteamericano este señor es un héroe, básicamente por la educación tan patriota que reciben los habitantes de EEUU y Eastwood no es una excepción algo que en España por ejemplo no sucede y de ahí que de no haya sido bien recibida por ciertos sectores y para terminar, no lo muestra como un héroe, pero tampoco como a un asesino. Como a un héroe no lo muestra porque en la película se ven reflejados sus defectos y sus secuelas mentales a causa de la guerra y ni mucho menos como a un asesino debido a que básicamente el hecho de que tenga que matar a una mujer o a un niño le remueven todas las entrañas.
Dejando a parte los ideales y la política, estamos ante una cinta bélica muy bien dirigida con buenas secuencias típicas del género en las que afortunadamente no hay reflejo de heroicidad sino de crueldad típica de estos conflictos,completamente creíbles y con alguna que otra escena tan atroz como real, además de ir alternándose la vida familiar del protagonista e incluso sus inicios. Bradley Cooper ha cumplido mis expectativas de ser un actor que va más allá de "Resacón en las Vegas" aunque espero que escoja buenos guiones como este y deje de trabajar con David O Rusell. Al que sí le rinde un pequeño homenaje y habrá sido ignorado por muchos es a Ennio Morricone utilizando un tema suyo de un spaguetti western del que hablaré en el spoiler.
En definitiva, será etiquetada por muchos de facha e incluso de nostálgica de la era Bush, pero es una cinta bélica muy buena con tintes clásicos e incluso de western, es decir el sello Eastwood que aunque a muchos les pese me parece superior a algunas de las mejores cintas del género. Sólo espero que este señor siga teniendo cerebro y capacidad para seguir haciendo buenas películas porque el legado que va a dejar tiene el listón demasiado alto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Eastwood no suele hacer mucho uso de la banda sonora en sus películas y ésta no es una excepción, pero siempre ha tenido muy buen gusto tal y como se ve reflejado en los créditos finales poblados de imágenes reales del funeral de Chris Kyle utilizando una versión del clásico toque de silencio que el gran Ennio Morricone compuso para el spaguetti western "Una pistola para Ringo". Huele a homenaje al músico con el que coincidió en su juventud cuando interpretaba al hombre sin nombre en la "Trilogía del dolar" de Leone y francamente no puede ser más idóneo llegando a dotar a esos créditos finales de emotividad convirtiéndolo en uno de los momentos que más me gusta de la película.

7,4
43.374
8
12 de julio de 2015
12 de julio de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La mayoría de las películas ambientadas más o menos en la actualidad nos muestran la vida en general de personas con las que podemos identificarnos que pasan por momentos buenos y malos, pero luego hay cineastas que utilizan el cine como herramienta para torturarnos y mostrarnos nuestros temores y miserias que nos provocan una debilidad tan grande como para dejarnos sin reacción alguna, Bergman hizo eso a lo largo de prácticamente medio siglo teniendo como consecuencia el origen de influencias en otros compañeros de profesión.
Haneke es uno de esos discípulos Bergmanianos que aunque ha creado un estilo y una temática más bien propia consigue dejar noqueado al espectador por su uso de la violencia y la crudeza de sus guiones, y "Funny Games" es la cima de todo esto.
Como en la "Naranja mecánica", los protagonistas son unos psicópatas que disfrutan haciendo sufrir a sus inocentes e inofensivas víctimas sólo que aquí la ironía desaparece convirtiendo esa mítica cinta en un cuento infantil. La película es un thriller, de eso no hay duda porque la tensión y la intriga se apoderan de las casi dos horas de duración, pero bien es verdad que podría haber sido catalogada dentro del género de terror debido al horror que muestra elevando esta característica a niveles que sobrepasan los de las películas más decentes de este género con el agravante de que esto es real. Es raro el mes o incluso la semana en la que no tenemos noticias de asesinatos despiadados que nos impactan, pero muchas veces ni nos remueven las entrañas porque lo hemos adoptado como costumbre y Michael Haneke se encarga en esta cinta de hacer que desaparezcan esas sensaciones con planos fijos de duración prolongada en los que queda enmarcado el sufrimiento humano con mayúsculas tanto físico como psíquico, sin banda sonora de fondo (salvo un grotesco tema de heavy metal que encaja muy bien con los protagonistas) y con un uso tácito de la violencia que aunque lo peor no se vea directamente, vemos sus terribles consecuencias, todo muy opuesto a la violencia efectista que puebla buene parte de las películas de hollywood e incluso a la de Tarantino usándola éste como medio humorístico e increíble.
Una película tan magistral como cruda y terrible digna de una mente tan retorcida e inteligente como la de Haneke que no se puede recomendar a cualquiera, pero que muestra algo real aunque muchos opinen lo contrario y tras ver esta película y "Amor"(su último trabajo) mis ganas de ver su filmografía son enormes.
Haneke es uno de esos discípulos Bergmanianos que aunque ha creado un estilo y una temática más bien propia consigue dejar noqueado al espectador por su uso de la violencia y la crudeza de sus guiones, y "Funny Games" es la cima de todo esto.
Como en la "Naranja mecánica", los protagonistas son unos psicópatas que disfrutan haciendo sufrir a sus inocentes e inofensivas víctimas sólo que aquí la ironía desaparece convirtiendo esa mítica cinta en un cuento infantil. La película es un thriller, de eso no hay duda porque la tensión y la intriga se apoderan de las casi dos horas de duración, pero bien es verdad que podría haber sido catalogada dentro del género de terror debido al horror que muestra elevando esta característica a niveles que sobrepasan los de las películas más decentes de este género con el agravante de que esto es real. Es raro el mes o incluso la semana en la que no tenemos noticias de asesinatos despiadados que nos impactan, pero muchas veces ni nos remueven las entrañas porque lo hemos adoptado como costumbre y Michael Haneke se encarga en esta cinta de hacer que desaparezcan esas sensaciones con planos fijos de duración prolongada en los que queda enmarcado el sufrimiento humano con mayúsculas tanto físico como psíquico, sin banda sonora de fondo (salvo un grotesco tema de heavy metal que encaja muy bien con los protagonistas) y con un uso tácito de la violencia que aunque lo peor no se vea directamente, vemos sus terribles consecuencias, todo muy opuesto a la violencia efectista que puebla buene parte de las películas de hollywood e incluso a la de Tarantino usándola éste como medio humorístico e increíble.
Una película tan magistral como cruda y terrible digna de una mente tan retorcida e inteligente como la de Haneke que no se puede recomendar a cualquiera, pero que muestra algo real aunque muchos opinen lo contrario y tras ver esta película y "Amor"(su último trabajo) mis ganas de ver su filmografía son enormes.

7,7
69.971
8
7 de mayo de 2015
7 de mayo de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estados Unidos en cuanto a cine se refiere es un monopolio taquillero, sólo por el simple hecho de que una película provenga de Hollywood ya es motivo más que suficiente para que un incontable número de espectadores inviertan unos euros y se acomoden en una sala de cine, pero muchas veces se ignora que ese monopolio está desproporcionado con algo tan importante como la calidad y acabe suponiendo una decepción. Al margen de Estados Unidos, todos los países producen al año cientos de películas, pero hay algunos a los que no hay que perderles de vista porque cada tiempo indefinido nos ofrecen auténticas joyas que muchas veces brillan más de la cuenta y acaban siendo éxitos mundiales, uno de ellos es Argentina.
"Relatos salvajes" se ha unido a ese selecto club que en los últimos años comparte con otras cintas argentinas tales como "Nueve reinas", "El secreto de sus ojos" (en general casi todo el cine de Juan José Campanella), y aunque no presenta demasiadas similitudes con estos títulos no quiere decir que deje de ser fantástica.
No he visto muchas "películas de episodios", pero tras ver ésta las ganas por adentrarme en este curioso subgénero aumentan, porque supone una experiencia disfrutar de seis historias repletas de humor negro, violencia, venganza e incluso crítica social en la que no hay artificio ninguno y por raro que parezca a veces todo tiene un sentido. Factor admirable es la regularidad de la película, porque la subjetividad de cada uno hacia los episodios influye mucho en la valoración final, pero es innegable que son todos geniales con características idénticas eso sí.
El título ya desvela demasiado, y la violencia juega un papel fundamental como algo que todos llevamos dentro, desde el ser más inofensivo que ni con una marabunta de insultos se altera hasta el que le hierve la sangre por un mero silbido, y no utilizamos por miedo a las consecuencias o por control de nuestro ánimo, pero de la que disfrutamos todos cuando se mezcla con humor negro, algo muy talentoso por cierto producir risa con cosas que no tienen gracia.
En fin, una tarantiniana película para el recuerdo en la que todo funciona a la perfección y que no produce indiferencia, unos episodios gustarán más otros menos, pero si de algo estoy seguro es de que el bueno de Tarantino más de una carcajada habrá soltado, si me dicen que es de él y no la producen los Almodóvar, me lo creo.
Por cierto mi episodio favorito es el último, al cual le dedico este título tan Lorquiano.
"Relatos salvajes" se ha unido a ese selecto club que en los últimos años comparte con otras cintas argentinas tales como "Nueve reinas", "El secreto de sus ojos" (en general casi todo el cine de Juan José Campanella), y aunque no presenta demasiadas similitudes con estos títulos no quiere decir que deje de ser fantástica.
No he visto muchas "películas de episodios", pero tras ver ésta las ganas por adentrarme en este curioso subgénero aumentan, porque supone una experiencia disfrutar de seis historias repletas de humor negro, violencia, venganza e incluso crítica social en la que no hay artificio ninguno y por raro que parezca a veces todo tiene un sentido. Factor admirable es la regularidad de la película, porque la subjetividad de cada uno hacia los episodios influye mucho en la valoración final, pero es innegable que son todos geniales con características idénticas eso sí.
El título ya desvela demasiado, y la violencia juega un papel fundamental como algo que todos llevamos dentro, desde el ser más inofensivo que ni con una marabunta de insultos se altera hasta el que le hierve la sangre por un mero silbido, y no utilizamos por miedo a las consecuencias o por control de nuestro ánimo, pero de la que disfrutamos todos cuando se mezcla con humor negro, algo muy talentoso por cierto producir risa con cosas que no tienen gracia.
En fin, una tarantiniana película para el recuerdo en la que todo funciona a la perfección y que no produce indiferencia, unos episodios gustarán más otros menos, pero si de algo estoy seguro es de que el bueno de Tarantino más de una carcajada habrá soltado, si me dicen que es de él y no la producen los Almodóvar, me lo creo.
Por cierto mi episodio favorito es el último, al cual le dedico este título tan Lorquiano.
20 de marzo de 2015
20 de marzo de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El tiempo, eso de apariencia lenta pero que pasa tan rápido como un abrir y cerrar de ojos y que por mucho que intentemos no podremos recuperar ha sido el tema principal de muchas películas, aunque en contraste con esto el tiempo real es algo que no hemos visto mucho en el séptimo arte.
Como he dicho, no se ha visto mucho , pero se ha visto y un ejemplo lo tenemos en Truffaut con sus secuelas de su ópera prima "Los 400 golpes" contándonos la complicada vida de Antoni Doinel, y por supuesto un ejemplo más reciente lo encontramos en la trilogía "Antes del..." de Richard Linklater con un espacio temporal de diez años aproximadamente entre cada una, y no contento con esto, quiso repetir la experiencia con "Boyhood".
Al igual que en las sagas antes mencionadas, los cambios físicos que se aprecian en los personajes son reales, con la diferencia de que es en una solo cinta y no en varias. En esta ocasión se nos narra la vida de Mason desde su infancia hasta su avanzada adolescencia que coincide con su entrada en la Universidad.
Más allá de las complicaciones que surgen de rodar esta película en 39 día a lo largo de 12 años, Linklater pretende acercarnos lo más posible a lo cotidiano, con sencillez en la forma que por momentos da la sensación de estar viendo uno de esos telefilms que ocupan las tardes en antena 3 los fines de semana, y con sencillez en el fondo, repleto de momentos, situaciones y sentimientos completamente humanos.
Tras un notable ejercicio el resultado es una construcción del personaje de Mason que bien podríamos asociarla con cualquiera de la vida real ; una vida llena de sueños, felicidad, decepción ante una realidad poco agradable, , frustraciones, el despertar sexual y el amor son sensaciones absolutamente humanas que pueblan su vida en la que también participan un buen número de personajes muy bien construidos.
Diálogos, interpretaciones, todo fluye con una naturalidad que no acaba cayendo en momentos sensibleros o de un dramatismo desmesurado ni excesivamente cómicos, con la ayuda de buenas interpretaciones entre las que destacan por encima del resto la de la recientemente oscarizada Patricia Arquette y ese actor tan interesante e infravalorado de nombre Ethan Hawke y muy habitual en las películas de Linklater.
Una lástima que a pesar de sus no pocas virtudes, la cinta no llegue a lo sobresaliente por motivos relacionados con el desarrollo de su guión en el que escasean los giros argumentales y alguna secuencia de tensión o incluso trágica o para el recuerdo, de esas que hacen inolvidable una cinta.
Pero desde luego la crítica tenía motivos para nombrarla la película del año, y para calificar de injusto el trato que la Academia de Hollywood ha tenido con "Boyhood" tendré que ver "Birdman", pero esta cinta es otro ejemplo del talento de Linklater, una de las joyas del cine independiente que con esta película probablemte haya conseguido su obra maestra
Como he dicho, no se ha visto mucho , pero se ha visto y un ejemplo lo tenemos en Truffaut con sus secuelas de su ópera prima "Los 400 golpes" contándonos la complicada vida de Antoni Doinel, y por supuesto un ejemplo más reciente lo encontramos en la trilogía "Antes del..." de Richard Linklater con un espacio temporal de diez años aproximadamente entre cada una, y no contento con esto, quiso repetir la experiencia con "Boyhood".
Al igual que en las sagas antes mencionadas, los cambios físicos que se aprecian en los personajes son reales, con la diferencia de que es en una solo cinta y no en varias. En esta ocasión se nos narra la vida de Mason desde su infancia hasta su avanzada adolescencia que coincide con su entrada en la Universidad.
Más allá de las complicaciones que surgen de rodar esta película en 39 día a lo largo de 12 años, Linklater pretende acercarnos lo más posible a lo cotidiano, con sencillez en la forma que por momentos da la sensación de estar viendo uno de esos telefilms que ocupan las tardes en antena 3 los fines de semana, y con sencillez en el fondo, repleto de momentos, situaciones y sentimientos completamente humanos.
Tras un notable ejercicio el resultado es una construcción del personaje de Mason que bien podríamos asociarla con cualquiera de la vida real ; una vida llena de sueños, felicidad, decepción ante una realidad poco agradable, , frustraciones, el despertar sexual y el amor son sensaciones absolutamente humanas que pueblan su vida en la que también participan un buen número de personajes muy bien construidos.
Diálogos, interpretaciones, todo fluye con una naturalidad que no acaba cayendo en momentos sensibleros o de un dramatismo desmesurado ni excesivamente cómicos, con la ayuda de buenas interpretaciones entre las que destacan por encima del resto la de la recientemente oscarizada Patricia Arquette y ese actor tan interesante e infravalorado de nombre Ethan Hawke y muy habitual en las películas de Linklater.
Una lástima que a pesar de sus no pocas virtudes, la cinta no llegue a lo sobresaliente por motivos relacionados con el desarrollo de su guión en el que escasean los giros argumentales y alguna secuencia de tensión o incluso trágica o para el recuerdo, de esas que hacen inolvidable una cinta.
Pero desde luego la crítica tenía motivos para nombrarla la película del año, y para calificar de injusto el trato que la Academia de Hollywood ha tenido con "Boyhood" tendré que ver "Birdman", pero esta cinta es otro ejemplo del talento de Linklater, una de las joyas del cine independiente que con esta película probablemte haya conseguido su obra maestra

6,1
36.844
7
7 de febrero de 2015
7 de febrero de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace 5 años aproximadamente un prácticamente desconocido Daniel Monzón nos sorprendió a todos con la magnífica "Celda 211", película que hay que colocarla entre las mejores de este jugoso subgénero. A día de hoy a vuelto a arrasar en taquilla cambiando la cárcel por el Gibraltar profundo y sin Malamadre, obteniendo como resultado "El Niño". La trama gira en torno al tráfico de drogas que hay en Gibraltar en nuestros días y partiendo de esa base se nos presentan a varios personajes pertenecientes a bandos opuestos; Un atractivo joven con una vida normal que se irá introduciendo en el mundo del narcotráfico hasta llegar a ser uno de los más perseguidos, y un grupo de policías entre los que destaca Jesús (Luis Tosar), un perro viejo cuya vida gira en torno únicamente a su trabajo. Dejando aparte lo bien tratados que están los personajes, destacan en algunos de ellos, los acentos andaluces cerrados que aporta bastante realismo, un buen detalle desde luego. Aunque si hay que hablar de puntos fuertes en esta película, sin duda alguna son las escenas de acción (en su mayoría en el mar) dignas de Hollywood y que poco tienen que envidiarle a buena parte de los thrillers norteamericanos. Tiene un buen ritmo la película y un más que notable trabajo de dirección, pero alguna que otra secuencia se extiende más del tiempo debido y se nota la ausencia de algún imprevisto giro argumental que habría hecho redonda la película. Puede parecer injusto hacer comparaciones con "Celda 211", pero al tratarse del mismo director resulta inevitable, por ello se tiene en la memoria a Malamadre, y aunque Luis Tosar como siempre hace un buen papel, no es motivo suficiente para echar en falta un personaje de ese tipo en "El niño"
Esta película es un gran ejemplo de la buena racha por la que atraviesa el cine español, con una nueva generación de cineastas liderada por Daniel Monzón y Alberto Rodríguez que está aportando un soplo de aire fresco y una "despolitización" en nuestro cine. Por cierto ahora se están dando los premios Goya, le deseo mucha suerte a esta película.
Esta película es un gran ejemplo de la buena racha por la que atraviesa el cine español, con una nueva generación de cineastas liderada por Daniel Monzón y Alberto Rodríguez que está aportando un soplo de aire fresco y una "despolitización" en nuestro cine. Por cierto ahora se están dando los premios Goya, le deseo mucha suerte a esta película.
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