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Críticas ordenadas por utilidad
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7,3
2.366
9
10 de noviembre de 2010
10 de noviembre de 2010
47 de 56 usuarios han encontrado esta crítica útil
El irregular Sono se saca de la manga, y porque le sale de los cojones la rueda en 4 horazas, una historia que bien podría ser un mix de sus clarísimas influencias, desde los films de Tarantino y la saga Sasori de Meiko Kaji hasta el Almodóvar patrio estético.
La película roza la perfección en casi la totalidad de su metraje, si bien es cierto que a mi juicio hay una parte de este que sí que sobra, por embarrado, irregular y por realmente no pegar nada ni estéticamente ni argumentalmente con el todo que es esta obra maestra.
Pocos personajes recuerda uno con tanto carisma, dulzura, locura y atractivo como los tres protas de esta película, cada uno a su manera, ni secundarios más convenientes, correctos y amables.
La historia, una reflexión personalísima sobre la religión, el amor, el deber familiar, el rencor, la venganza y la locura en un universo particular recreado a la perfección no aburre ni un solo minuto, si bien la inmersión excesiva en el mundo sectario puede cansar un pelín.
Aún así, pocas películas desprenden la originalidad y personalidad propia de Love Exposure, que vergonzosamente no se estrenó en nuestro país más que en un DVD carente de extras y absolutamente descuidado.
Para no desvelar nada de su argumento haré análisis en spoiler, si bien el argumento llega un momento en que es lo de menos.
Lo mejor: Protagonistas y secundarios sublimes. Ese toque kistch que amalgama todo y lo convierte en una experiencia única.
Lo peor: ¿ Por qué no le doy el 10, que sin duda merece?, porque hay un momento en el que el director cae en lo deslavazado, lo mal compuesto y falto del vigor del resto de la cinta. Y porque he visto el cómo se hizo y el tal Sono es un déspota total que cae regular y menos...
Obligatoria para cualquier devoto del cine único y preciosista.
La película roza la perfección en casi la totalidad de su metraje, si bien es cierto que a mi juicio hay una parte de este que sí que sobra, por embarrado, irregular y por realmente no pegar nada ni estéticamente ni argumentalmente con el todo que es esta obra maestra.
Pocos personajes recuerda uno con tanto carisma, dulzura, locura y atractivo como los tres protas de esta película, cada uno a su manera, ni secundarios más convenientes, correctos y amables.
La historia, una reflexión personalísima sobre la religión, el amor, el deber familiar, el rencor, la venganza y la locura en un universo particular recreado a la perfección no aburre ni un solo minuto, si bien la inmersión excesiva en el mundo sectario puede cansar un pelín.
Aún así, pocas películas desprenden la originalidad y personalidad propia de Love Exposure, que vergonzosamente no se estrenó en nuestro país más que en un DVD carente de extras y absolutamente descuidado.
Para no desvelar nada de su argumento haré análisis en spoiler, si bien el argumento llega un momento en que es lo de menos.
Lo mejor: Protagonistas y secundarios sublimes. Ese toque kistch que amalgama todo y lo convierte en una experiencia única.
Lo peor: ¿ Por qué no le doy el 10, que sin duda merece?, porque hay un momento en el que el director cae en lo deslavazado, lo mal compuesto y falto del vigor del resto de la cinta. Y porque he visto el cómo se hizo y el tal Sono es un déspota total que cae regular y menos...
Obligatoria para cualquier devoto del cine único y preciosista.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Momentos memorables:
- La madre pidiendo que Yu encuentre a "su María". El rollo cristiano en Japón, más que interesante y precioso.
- El hijo pecando para establecer lazos perdidos con el padre. Una idea como pocas, una obra maestra.
- Todo el momento sacando fotos a bragas, brillante.
- La lucha en la que travestido nuestro prota ayuda a su nuevo, primer y único amor. Nueva forma de mostrar que hasta el kung fu puede ser romántico.
- Cualquiera de mi loca preferida y sus secuaces malvadas.
- El amiguete arropando con un abrigo con 50% de descuento para eliminar la mitad de la pena. Maravilloso.
- El final en el psiquiátrico, con dos escenas largas y durillas.
Uff... Es perfecta
Gracias, gracias, gracias por descubrírmela.
- La madre pidiendo que Yu encuentre a "su María". El rollo cristiano en Japón, más que interesante y precioso.
- El hijo pecando para establecer lazos perdidos con el padre. Una idea como pocas, una obra maestra.
- Todo el momento sacando fotos a bragas, brillante.
- La lucha en la que travestido nuestro prota ayuda a su nuevo, primer y único amor. Nueva forma de mostrar que hasta el kung fu puede ser romántico.
- Cualquiera de mi loca preferida y sus secuaces malvadas.
- El amiguete arropando con un abrigo con 50% de descuento para eliminar la mitad de la pena. Maravilloso.
- El final en el psiquiátrico, con dos escenas largas y durillas.
Uff... Es perfecta
Gracias, gracias, gracias por descubrírmela.
9
20 de agosto de 2012
20 de agosto de 2012
66 de 95 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que el tal Brad Parker no es Andrei Tarkovsky queda claro desde el minuto uno, y que cualquier parecido con Stalker es meramente anecdótico también. Pero eso no quita para que Atrapados en Chernobyl no sea una peli decente, con niveles de tensión y agobio más que logrados y sustos a tutiplén que hacen las delicias del cinéfago poco exigente que soy.
Un grupo de americanos medio, vamos, idiotas perdidos, en su periplo por Europa acaban visitando en plan turismo con encanto la ciudad rusa de Prypiat, abandonada a consecuencia del accidente catastrófico de la central nuclear. Como era de esperar las cosas se tuercen y el guía mazado chungo, Yuri, resulta igual de incompetente que ellos. A partir de ahí todo es una concatenación de sustos, reacciones bobas propias del género y una ambientación fascinante heredera de los survival horror de Konami.
Vamos, que me ha gustado. Y mucho más de lo que me esperaba tras leer alguna de las críticas pésimas que tiene.
Lo mejor: Es entretenida a rabiar. Tiene sustos cojonudos.
Lo peor: Pues lo esperable, poca profundidad al servicio de la tensión y el susto facilón.
Un grupo de americanos medio, vamos, idiotas perdidos, en su periplo por Europa acaban visitando en plan turismo con encanto la ciudad rusa de Prypiat, abandonada a consecuencia del accidente catastrófico de la central nuclear. Como era de esperar las cosas se tuercen y el guía mazado chungo, Yuri, resulta igual de incompetente que ellos. A partir de ahí todo es una concatenación de sustos, reacciones bobas propias del género y una ambientación fascinante heredera de los survival horror de Konami.
Vamos, que me ha gustado. Y mucho más de lo que me esperaba tras leer alguna de las críticas pésimas que tiene.
Lo mejor: Es entretenida a rabiar. Tiene sustos cojonudos.
Lo peor: Pues lo esperable, poca profundidad al servicio de la tensión y el susto facilón.
10
12 de enero de 2013
12 de enero de 2013
48 de 59 usuarios han encontrado esta crítica útil
Documental absolutamente cinematográfico que acaba congelando la sangre de las venas del espectador cuando, mentira tras mentira se va perfilando una verdad aún más horripilante que la del punto de partida. Imágenes impagables, entrevistas absolutamente oportunas y una fuerza narrativa brutal a la hora de contar la historia hacen de El Impostor uno de los mejores documentales que recuerdo haber visto en mi vida, porque ¿para qué contar una película con el cartelito de "basada en hechos reales" cuando puedes adentrarte en las mentes, los sentimientos, las mentiras de sus protagonistas?.
Una genialidad absoluta que te mantiene en tensión hora y media y te hace reflexionar una y mil cosas.
No se puede pedir más. Altamente recomendable.
Lo mejor: Las entrevistas al protagonista, su hipocresía y sangre fría. Lo que queda en el aire, perturbador.
Lo peor: No se me ocurre nada, en serio...
Una genialidad absoluta que te mantiene en tensión hora y media y te hace reflexionar una y mil cosas.
No se puede pedir más. Altamente recomendable.
Lo mejor: Las entrevistas al protagonista, su hipocresía y sangre fría. Lo que queda en el aire, perturbador.
Lo peor: No se me ocurre nada, en serio...

6,8
20.661
9
11 de octubre de 2014
11 de octubre de 2014
57 de 78 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los neozelandeses Taika Cohen y Jemaine Clement, creadores de Flight of the Conchords y Eagle vs. Shark llegan a Sitges para hacernos pasar uno de los mejores ratos del festival con una comedia vampírica que es mucho más en el fondo y que arrasó en Toronto. La cinta sigue las (no) vidas y movidas de los inadaptados Viago (Taika Waititi), Deacon (Jonathan Brugh), y Vladislav (Jemaine Clement), tres compañeros que comparten una casa en los suburbios de Wellington y afrontan la situación actual y los obstáculos y trabas que nos van poniendo día a día, pero con una peculiaridad, los tres son vampiros inmortales ansiosos de sangre humana. Salvando esa peculiaridad, y que tienen ciento y pico años, la peli nos relata el día a día, complicado y difícil de los muchachos, que tienen que hacer piruetas para pagar el alquiler, cumplir con las tareas del hogar, ir a los pubs de moda y superar los roces de la convivencia que todos los que hemos compartido piso nos sabemos de memoria. A lo que no todos estamos tan acostumbrados es a tener que asesinar, mutilar y beber sangre humana, que es el otro apartado de la vida de nuestros protagonistas, igualmente divertido y fascinante. Pasamos parte de las 48 horas de grabación, con estos tres vagos vampiros que no dejan de discutir sobre las tareas de la casa mientras planean la forma para atraer a su próxima víctima humana a la guarida para “llenar el frigo”. Esta premisa disparatada, con un sentido del humor espléndido es un vivo reflejo del cine que algunos cineastas de Nueva Zelanda se empeñan por sacar adelante y que tiene sus más claros orígenes en el inmenso Peter Jackson y sus clásicos de culto Bad Taste (1987) y Brain Dead, tu madre se ha comido a mi perro, (1992), cintas que con su bajo presupuesto se fijaron el exceso salvaje, brutal y divertido como objetivo y que hoy en día nadie se atrevería a menospreciar. Pues bien, en la peli que nos ocupa, los personajes son igualmente extremos, y sus directores los enfrentan a situaciones cotidianas que desde su punto de vista son absolutamente desternillantes. Humor a raudales, negro y macabro, estupendos aspectos técnico e interpretativo, (el sólido elenco está francamente perfecto, a destacar Jonathon Brugh-yo casi me muero de risa con su hilarante bailecito torpe), la única pega que uno puede ponerle después de disfrutarla a saco es su desarrollo demasiado convencional y no tener un final excesivo y salvaje como era de esperar.
El esfuerzo de llevar el argumento al género del falso documental, saturado como pocos, beneficia totalmente a la peli, que se permite incluso inventarse un organismo financiador como la “Junta Documental de Nueva Zelanda”, inexistente.
Usando la cámara como su propia herramienta, y como oportunidad de lucirse y destacar por encima de sus compis de piso, cada uno trata de superar las habilidades que utilizan los otros, como en la desternillante escena de la levitación. Cuando un recién converso presume de sus habilidades, nuestros protas tendrán que ingeniárselas, porque hasta ahora sólo se habían preocupado de sus problemas de vestuario (de partirse la caja, porque al no reflejarse en los espejos se tienen que dar consejos de moda), tratar de ir de fiesta a sitios donde nadie les invita y demás, todo narrado con una sucesión de gags vampíricos rápidos, fluídos y perfectamente insertados, manteniendo una capa sutil humorística a lo largo de todo el metraje, pero consciente también de su parte terrorífica, y tiene alguna escena francamente aterradora (la de la persecución por la casa es brutal). La cinta ofrece además una mirada conmovedora explorando los viejos valores, las creencias del pasado, las pérdidas y los prejuicios que sirve de metáfora reflexiva del momento crucial en el que nos encontramos, mostrando que con el paso de los años, es más fácil ir quedándose atascado en nuestros caminos, aún más para nuestros protagonistas que cuentan su edad no en años sino en décadas. También sirve como reflejo de cómo nos enfrentamos a nuestras relaciones. Cada uno de ellos tiene un desafío, una preocupación, Viago se enfrenta al clásico dilema del vampiro inmortal, de no envejecer mientras su amada lo hace, Vladislav tiene una bestia del pasado que podría revivir sus heridas y Deacon se enfrenta básicamente al reto de satisfacer una nueva generación mientras se da cuenta de que su propia juventud se le está escapando por momentos. La idea es genial, me lo reconocerán, pero la ejecución, que no deja de ser estupenda, pedía a gritos un desarrollo mucho más sangriento y salvaje y acaba no funcionando del todo. Aún así, es loable el intento de hacer un nuevo tipo de humor, de ajustado presupuesto pero estupenda factura, (no entiendo las críticas negativas menospreciándola) que revitalice el género de “comedia de terror” y nos brinde oportunidades refrescantes como ésta para pasar un rato estupendo y descubrir que Nueva Zelanda no sólo es un pequeño país donde se rodó El piano o El señor de los Anillos, situado en nuestras antípodas, cuya ave nacional no vuela, y que ha plantado cara a los mismísimos USA en varias ocasiones, sino un país cuna de geniales directores, originales y únicos. SIGO EN SPOILER.
El esfuerzo de llevar el argumento al género del falso documental, saturado como pocos, beneficia totalmente a la peli, que se permite incluso inventarse un organismo financiador como la “Junta Documental de Nueva Zelanda”, inexistente.
Usando la cámara como su propia herramienta, y como oportunidad de lucirse y destacar por encima de sus compis de piso, cada uno trata de superar las habilidades que utilizan los otros, como en la desternillante escena de la levitación. Cuando un recién converso presume de sus habilidades, nuestros protas tendrán que ingeniárselas, porque hasta ahora sólo se habían preocupado de sus problemas de vestuario (de partirse la caja, porque al no reflejarse en los espejos se tienen que dar consejos de moda), tratar de ir de fiesta a sitios donde nadie les invita y demás, todo narrado con una sucesión de gags vampíricos rápidos, fluídos y perfectamente insertados, manteniendo una capa sutil humorística a lo largo de todo el metraje, pero consciente también de su parte terrorífica, y tiene alguna escena francamente aterradora (la de la persecución por la casa es brutal). La cinta ofrece además una mirada conmovedora explorando los viejos valores, las creencias del pasado, las pérdidas y los prejuicios que sirve de metáfora reflexiva del momento crucial en el que nos encontramos, mostrando que con el paso de los años, es más fácil ir quedándose atascado en nuestros caminos, aún más para nuestros protagonistas que cuentan su edad no en años sino en décadas. También sirve como reflejo de cómo nos enfrentamos a nuestras relaciones. Cada uno de ellos tiene un desafío, una preocupación, Viago se enfrenta al clásico dilema del vampiro inmortal, de no envejecer mientras su amada lo hace, Vladislav tiene una bestia del pasado que podría revivir sus heridas y Deacon se enfrenta básicamente al reto de satisfacer una nueva generación mientras se da cuenta de que su propia juventud se le está escapando por momentos. La idea es genial, me lo reconocerán, pero la ejecución, que no deja de ser estupenda, pedía a gritos un desarrollo mucho más sangriento y salvaje y acaba no funcionando del todo. Aún así, es loable el intento de hacer un nuevo tipo de humor, de ajustado presupuesto pero estupenda factura, (no entiendo las críticas negativas menospreciándola) que revitalice el género de “comedia de terror” y nos brinde oportunidades refrescantes como ésta para pasar un rato estupendo y descubrir que Nueva Zelanda no sólo es un pequeño país donde se rodó El piano o El señor de los Anillos, situado en nuestras antípodas, cuya ave nacional no vuela, y que ha plantado cara a los mismísimos USA en varias ocasiones, sino un país cuna de geniales directores, originales y únicos. SIGO EN SPOILER.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
No es fácil hacer comedia buena de horror, y menos cuando es un poco “localista”, (hay gags como el de la policía que son más sociales), pero en este caso, el sentido del humor es absolutamente implacable, hasta el punto de que uno se pierde algún chiste porque se sigue riendo del anterior, y hace gala de una amplísima gama de comedia, desde la bufonada a la sátira y el sarcasmo más fino y sutil, de manera que con sólo 87 minutos de metraje uno sale del cine con dolor de estómago de reir. De hecho, mientras escribo ésto, sigo riéndome yo solo, como idiota reviviendo alguna de las bromas que, en serio, nadie debería perderse.
9
12 de abril de 2011
12 de abril de 2011
42 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
Neil Jordan rueda el piloto de este nuevo intento de la cadena Showtime por entregarnos series históricas de calidad. Y lo rueda con una filigrana artística impecable, con el claroscuro de Caravaggio y la terribilitá de la escultura de Miguel Ángel, con lo florido y hermoso de Rafael y lo oscuro y sucio de Gossaert como un compendio renacentista de escenas imborrables y en cierto modo impagables. Es sin duda esta dirección artística lo que más brilla en esta magnífica adaptación, de la mano nuevamente de Michael Hirst tras Los Tudor y las 2 preciosistas Elizabeth de Kapur, que si bien se deja aspectos históricos relevantes en el tintero y remezcla a Mario Puzo y a la leyenda de la familia valenciana más poderosa de la Roma de esos siglos, compone un retrato apasionante, apasionado y sumamente adictivo de estos Borgias, que de momento superan con creces a los de Antonio Hernández con Lluis Homar. Aquí, Irons vuelve a un papel decente y que le viene al pelo para volver a ser considerado lo que ha sido, un enorme actor, en el rol de ese Papa Alejandro VI corrompido por el ansia de poder y con el interno dilema eterno del bien y el mal de fondo.
Una serie de calidad recomendable y casi obligatoria.
Lo mejor: Dirección artística, vestuario, banda sonora, fotografía, ambientación. De 10.
Lo peor: Holliday Grainger ni se acerca a la carnalidad salvaje de Lucrecia que nuestra María Valverde supo explotar más que bien en la versión española.
Colm Feore, como Giuliano della Rovere, futuro Papa Julio II, está brillante.
Una serie de calidad recomendable y casi obligatoria.
Lo mejor: Dirección artística, vestuario, banda sonora, fotografía, ambientación. De 10.
Lo peor: Holliday Grainger ni se acerca a la carnalidad salvaje de Lucrecia que nuestra María Valverde supo explotar más que bien en la versión española.
Colm Feore, como Giuliano della Rovere, futuro Papa Julio II, está brillante.
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