Con un argumento apocalíptico más o menos convincente y más o menos original, la serie avanza a paso moderado, introduciendo personajes y tramas secundarias que le van aportando vigor y cierta complejidad a una trama aparentemente simple.

La mayoría de los personajes son poco reseñables e insustanciales, pero de alguna manera la fluidez que aportan como grupo compensa con el hastiado aburrimiento que caracteriza a la mayoría por separado.

Sin mucho más que poder añadir, la serie se precipita hacia un final poco obvio y definitivo al que el espectador llega cuando se percata de la ausencia de un siguiente capítulo.

El argumento simple pero emocionante, el acertado y talentoso elenco, el perverso atractivo visual , y la apoteósica acción que acompaña al metraje durante toda su duración, dan lugar a un filme irrepetible e inmejorable.

Con paso ligero y una fotografía sencillamente sublime, la película narra la historia de dos soldados cualesquiera en una misión a contrarreloj en la guerra. Los protagonistas ofrecen unas actuaciones ejemplares que hacen al espectador preguntarse el porqué hasta ahora no habían sabido de ellos, pues la ausencia de fama de los mismos es en cierta manera lo que hace de esta cinta algo más personal, evitando así que la estrella de turno de Hollywood acapare toda la atención de la cámara, el espectador y la prensa, si bien es cierto que las apariciones estelares siguen estando presentes, aunque de una manera breve y concisa.

A través de la increíble fotografía, se consigue contar una historia de una manera diferente a la habitual, logrando con ello la inmersión completa del espectador en la guerra y la misión narrada. El estilo de toma única o plano secuencia permite al espectador explorar, al mismo que los protagonistas, el paraíso visual creado para contar esta particular epopeya.

Los verdaderos fans del cine disfrutarán como niños pequeños en una película de Marvel mientras la acción se desarrolla y el argumento se desenvuelve, tratando en todo momento de identificar donde Mendes ha escondido los cortes entre escenas (algunos más obvios que otros) con suma inteligencia.

Sin duda mi favorita del año junto a Joker y merecedora muy por encima de Parasite del Oscar a mejor película y mejor dirección.

Infinity War une todos los lazos, tramas y personajes de Marvel que hemos visto durante una década, en un solo lugar y bajo un mismo propósito; por desgracia el mismo de siempre. Si bien la fórmula que sigue la casa continua funcionando perfectamente, el genero comienza a resultar cansado, abarrotado de cliches, predecible y nada novedoso. Funciona, pero también aburre.

Quizás lo más (sino único) destacable de esta película es el villano, a quien han construido un arco argumental en el que se presta especial atención al desarrollo del personaje. Sus valores, miedos y motivaciones logran trasmitirse con sorprendente facilidad y entendimiento, creando incluso en el espectador una cierta simpatía y comprensión hacia Thanos, quien es, indudablemente, el protagonista de la película.

Por último, mencionar que en un universo como el creado por estas películas, la constante propaganda de futuros filmes, así como la falta de valor para matar personajes en previas entregas, hacen de este tipo de sagas algo predecible y, hasta cierto punto, inapetente.

Partiendo de la base de que esta película marcará un antes y un después en el cine debido que tanto la dirección como la interpretación protagonista corren a cuenta de mujeres (algo que debería ser más común en el siglo que vivimos), me pregunto si es este el único factor que la crítica ha tenido en cuanta a la hora de valorar la película.

Si bien la cinta no peca de un argumento ni sobre-saturado ni vacío y profundiza en la temática de los dioses griegos como origen para la heroína, dando un toque de aire fresco a lo que venimos acostumbrados a ver en el cine, los estúpidos y aborrecidos diálogos de los que parece hacerse alarde recuerdan una vez más la falta y necesidad de guionistas cuya principal arma no sea el cliché.

Por otro lado, el ansia por hacer de esta película algo épico y provechoso para el decadente universo de DC, pude apreciarse fácilmente en varias escenas que aunque bienintencionadas, carecen de sentido, originalidad y carisma, aportando zero a la historia que se esta contando y dejando entrever la latente desesperación por evitar el fracaso.

Por supuesto, no todo esta perdido. Gal Gadot y, especialmente, Chris Pine logran salvar la película con unas de las mejores interpretaciones vistas en el universo DC y Marvel. La primera logra embaucar al espectador desde el comienzo gracias a la inocencia y furia que demuestra interpretando a Diana Prince, y el segundo demuestra que cuando no esta en escena la cinta pierde chispa, gracia y fuerza.

Así pues, Wonder Woman es una película entretenida, con grandes escenas de acción, buenas interpretaciones y efectos visuales, a ratos graciosa, diferente en pocas cosas, pero igual en muchas otras.