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6,8
29.155
6
13 de abril de 2011
13 de abril de 2011
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El largometraje arranca con lo que fue en sus días el monumento a la grandilocuencia americana, las famosas Torres Gemelas, mientras se escucha “Fly me to the moon” cantada por Sinatra. Premonitorio.
Luego aparece, Charlie Sheen, cuando aun caía bien, en unas oficinas rodeado de gente que no triunfaron y que nunca triunfaran, al que le toca pagar los platos rotos de sus clientes. Este aspira trabajar para Gordon Gekko (Michael Douglas, actor al que le sientan estos papeles, mejor que los trajes que luce en ellos), un tiburón que le impulsa a lanzarse a un trampolín de éxitos y lujo, sin advertirle que lo que hay abajo es una piscina llena de mierda, perdonen la expresión. Y lo mismo que ocurre en cualquier piscina publica, si el que salta no sabe hacerlo bien, acaba salpicando a todos.
El largometraje cuenta con un plantel de lujo, desde Martin Sheen (haciendo de padre humilde de Charlie Sheen, curioso), Terence Stamp (rival de Gekko), Daryl Hannah o un jovencito James Spader.
Sobre el argumento diré que el otro día leí un artículo que decía, que si esos señores de Wall Street, deciden que el trigo tenga más valor, a todos nos va costar más caro comprar pan.
Luego aparece, Charlie Sheen, cuando aun caía bien, en unas oficinas rodeado de gente que no triunfaron y que nunca triunfaran, al que le toca pagar los platos rotos de sus clientes. Este aspira trabajar para Gordon Gekko (Michael Douglas, actor al que le sientan estos papeles, mejor que los trajes que luce en ellos), un tiburón que le impulsa a lanzarse a un trampolín de éxitos y lujo, sin advertirle que lo que hay abajo es una piscina llena de mierda, perdonen la expresión. Y lo mismo que ocurre en cualquier piscina publica, si el que salta no sabe hacerlo bien, acaba salpicando a todos.
El largometraje cuenta con un plantel de lujo, desde Martin Sheen (haciendo de padre humilde de Charlie Sheen, curioso), Terence Stamp (rival de Gekko), Daryl Hannah o un jovencito James Spader.
Sobre el argumento diré que el otro día leí un artículo que decía, que si esos señores de Wall Street, deciden que el trigo tenga más valor, a todos nos va costar más caro comprar pan.

5,2
2.015
4
11 de abril de 2011
11 de abril de 2011
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una cena de compromiso, se convierte en punto de inflexión para la vida de todos los asistentes. A partir de la cual surgirían reconciliaciones paterno-filiales, matrimoniales, sentimentales y profesionales, se entrecruzaran vidas y saldrá alguna que otra aventura extramatrimonial. Largometraje coral, proveniente del país galo, en donde como es habitual en este tipo de producciones, abunda el buen vino y los coloquios.
Especial mención merecen los dos actores más veteranos, pues cuando se encuentran ambos, quizá sea, el mejor momento del largometraje. Estoy indeciso entre agradecer que solo durase cien minutos, o pensar que debía extenderse más, para profundizar en los personajes, y los temas que intenta abordar.
Quien mucho abarca, poco aprieta, y eso es lo que le pasa a esta cinta, que quiere abarca temas como la relación de pareja, las relaciones padre-hija, los éxitos y fracasos laborales, la vida y la muerte, pero sin profundizar en ninguno de ellos. Curiosa la banda sonora, con toques de flamenco.
Especial mención merecen los dos actores más veteranos, pues cuando se encuentran ambos, quizá sea, el mejor momento del largometraje. Estoy indeciso entre agradecer que solo durase cien minutos, o pensar que debía extenderse más, para profundizar en los personajes, y los temas que intenta abordar.
Quien mucho abarca, poco aprieta, y eso es lo que le pasa a esta cinta, que quiere abarca temas como la relación de pareja, las relaciones padre-hija, los éxitos y fracasos laborales, la vida y la muerte, pero sin profundizar en ninguno de ellos. Curiosa la banda sonora, con toques de flamenco.

6,7
17.133
5
28 de diciembre de 2013
28 de diciembre de 2013
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Clint Eastwood es la estrella, dirige, produce y actúa. Su personaje es el ejemplo que ningún hombre de bien debe seguir, es mujeriego, fumador, bebedor, conduce superando la tasa de alcoholemia y sobrepasando los límites de velocidad, antepone el trabajo a su familia, es conflictivo en el trabajo, mal padre y peor marido, y literalmente hace lo que le pasa por las narices. Pero Eastwood es un tío con tanto carisma que hasta esta clase de personas hace que te caiga bien si es Eastwood quien las interpreta.
El conjunto del largometraje es aceptable, donde brillan algunos diálogos entre Woods y Eastwood, pero falla cuando lo que pretende es tocarnos la fibra sensible, ahí es donde a mí me ha dejado más frío, pues no me ha llegado a lo más hondo y eso que yo soy de mucho llorar. Tampoco se decanta hacía ningún lado a la hora de posicionarse en lo que respecta a un tema como la pena de muerte, tan solo centra en la investigación de un caso concreto, el único que sale un poco escaldado del asunto es el clero. Y brillan también los penúltimos quince minutos, y digo penúltimos por qué para mí sobra ese final feliz, si hubiera cerrado la película con la imagen del puño golpeando el cristal, hubiera sido de los mejores finales vistos en el séptimo arte. Esos quince penúltimos minutos concentran toda la tensión de la película y es ahí donde vemos la firma del artista. Pero a pesar de todo, siempre disfruto con los registros de Eastwood, esa cara de sorprendido, ese entrecejo fruncido, esa cara de enfado que causa respeto y esa sonrisa socarrona.
El conjunto del largometraje es aceptable, donde brillan algunos diálogos entre Woods y Eastwood, pero falla cuando lo que pretende es tocarnos la fibra sensible, ahí es donde a mí me ha dejado más frío, pues no me ha llegado a lo más hondo y eso que yo soy de mucho llorar. Tampoco se decanta hacía ningún lado a la hora de posicionarse en lo que respecta a un tema como la pena de muerte, tan solo centra en la investigación de un caso concreto, el único que sale un poco escaldado del asunto es el clero. Y brillan también los penúltimos quince minutos, y digo penúltimos por qué para mí sobra ese final feliz, si hubiera cerrado la película con la imagen del puño golpeando el cristal, hubiera sido de los mejores finales vistos en el séptimo arte. Esos quince penúltimos minutos concentran toda la tensión de la película y es ahí donde vemos la firma del artista. Pero a pesar de todo, siempre disfruto con los registros de Eastwood, esa cara de sorprendido, ese entrecejo fruncido, esa cara de enfado que causa respeto y esa sonrisa socarrona.

6,1
4.279
6
19 de octubre de 2013
19 de octubre de 2013
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se hace raro ver al bueno de Clint Eastwood de policía y sin sacar la pistola en una hora, aunque la de la entrepierna nos dan a entender que sí la gasta. La verdad es que es un poco lenta al principio y le cuesta arrancar, tiene sus momentos de tensión y en su segunda parte gana enteros respecto a la primera, quizás sobra en los últimos minutos "el momento mano", a mi parecer un poco chapucero. Un largometraje con altibajos, sobre una investigación que se resuelve rápidamente en los últimos quince minutos. Para seguidores de Clint Eastwood y sus chaquetas con coderas. Los que esperen que va a llevar una Smith & Wesson M29 se sentirán algo decepcionados. Entretener entretiene eso sí.

7,3
10.796
5
1 de junio de 2013
1 de junio de 2013
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Perdónenme si en algún momento de la crítica improviso pero estamos hablando de Jazz, y el Jazz es eso improvisación, y al Jazz o lo admiras hasta el punto de decir que es música para gente inteligente (como los chistes malos y las películas de Allen) o lo aborreces hasta tal punto que te da dolor de cabeza. Si eres del segundo grupo no hace falta ni que te replantees ver este biopic, dos horas de música Jazz acompañada de imágenes.
No voy a ser yo el profano que diga que Charlie Parker no era un genio, seguramente lo era, y como casi todos los grandes creadores autodestructivo, en cuanto Clint Eastwood su obra y su aportación al séptimo arte es incuestionable, si hablamos de la pareja protagonista realizan un gran trabajo, seguramente en versión original lo claven.
La atmosfera del largometraje está muy bien conseguida, esas calles frías y oscuras, esos locales llenos de humo al futuro estilo Eurovegas. Clint Eastwood de vez en cuando nos regala algún fotograma de esos que se te quedan en la memoria fotográfica. Pero son dos horas de escuchar música Jazz y yo no es que lo aborrezca pero tampoco soy un devoto de ese tipo de música, luego están los saltos en el tiempo que llega un momento que andas más perdido que un pingüino en un supermercado. No seré yo quien diga que es un tostón, pero tampoco es una obra maestra.
No voy a ser yo el profano que diga que Charlie Parker no era un genio, seguramente lo era, y como casi todos los grandes creadores autodestructivo, en cuanto Clint Eastwood su obra y su aportación al séptimo arte es incuestionable, si hablamos de la pareja protagonista realizan un gran trabajo, seguramente en versión original lo claven.
La atmosfera del largometraje está muy bien conseguida, esas calles frías y oscuras, esos locales llenos de humo al futuro estilo Eurovegas. Clint Eastwood de vez en cuando nos regala algún fotograma de esos que se te quedan en la memoria fotográfica. Pero son dos horas de escuchar música Jazz y yo no es que lo aborrezca pero tampoco soy un devoto de ese tipo de música, luego están los saltos en el tiempo que llega un momento que andas más perdido que un pingüino en un supermercado. No seré yo quien diga que es un tostón, pero tampoco es una obra maestra.
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