Nadie puede poner en duda la magnitud de esta película. Realmente yo acudí al cine para volver a disfrutar de la experiencia 3D después de tantos ellos, pensando que algo habría avanzado. No noté esa mejoría. Eso sí, cada vez imágenes más reales y perfectas, fruto de las nuevas tecnologías y del progreso informático. También es indudable la pericia de James Cameron para rodar un cine tan complejo y artificial. ¿El resultado? Creo que esta producción está demasiado orientada al público más joven, olvidando que el cine puede elevarse mucho más. La historia ronda lo anterior, los clichés se suceden una y otra vez, y la belleza de las imágenes hace que la película se largue demasiado.

Enorme éxito comercial que catapultó a una joven Julia Roberts y creó un icono moderno del cine. Se suele decir que es el cuento de Cenicienta recreado desde las miserias capitalistas de los 80 (la película es del año 90). Pero realmente hay un terrible tufo reaccionario detrás. El rico empresario que domina a la prostituta, y la hace sentirse feliz cual princesa, todo gracias al dinero. Con la perspectiva de hoy, la historia es tan políticamente incorrecta que casi genera un especial interés ético. De cualquier modo, el ritmo es brillante, y entretiene de forma indudable.

Como siempre, lo mejor de Polanski es la creación de atmósferas agobiantes. Este thriller incluye elementos extrañísimos, incluso humorísticos, que transmiten una sensación de descontrol en el argumento. Aunque hay aspectos que no parecen bien atados, el resultado final es atractivo.

Es el cierre de la denominada "trilogía del Baztán". He leído buenas críticas pero a mí no me entusiasmó. Es la menos autónoma de las películas, me hizo pensar por momentos que estaba viendo un capítulo de una serie de varias temporadas, y me parece que el cierre es mucho menos original de lo esperado. Hay giros forzados e interpretaciones sobreactuadas. No tendría sentido verla sin conocer las anteriores

Excelente trabajo de Alex de la Iglesia, probablemente su mejor película hasta la fecha, cuyo único defecto es, una vez más, un mal remate de la historia. Hubiera bastado con acabar la película cerca del clímax para que el resultado fuera sobresaliente. De cualquier manera es un enorme trabajo de actores, cuenta con un fantástico ritmo y un buen guión (aunque previsible en algún momento).
Prácticamente, el grueso de la película transcurre en una sola localización. Un piso de Madrid donde los protagonistas, un grupo de amigos, han quedado para cenar, y a los cuales se les ocurre el incómodo juego de poner los teléfonos móviles en común, para ver los mensajes recibidos y escuchar las llamadas que se producen durante la comida.
A medida que llegan las revelaciones, crece la tensión, magistralmente conducida por Alex de la Iglesia, el drama se mezcla con la comedia, con situaciones esperpénticas e hilarantes, dejando a la vista las vergüenzas de los personajes y ,en general, la hipocresía de la sociedad en la que vivimos.