Esta película tendrá sus fallos, pero nadie puede negar que tiene un humor inteligente, que es fresca, que el personaje de Sancho Gracia es totalmente genial y que la historia es enternecedora. Es un buen homenaje a los stuntmen, tan poco reconocidos en la industria del cine, y un homenaje también al Pequeño Hollywood de Almería, igualmente olvidado pese a la importancia que representó para grandes películas que hoy son clásicos. Me conmueve mucho el final, a medio camino entre la fantasía y la realidad, o provocado por unos personajes idealistas que no terminan de aceptar la realidad en que viven. En este sentido se acerca a Terry Gilliam. Creo que tiene mucho más trasfondo filosófico y social del que parece, y es incomprensible que tenga tan baja calificación y que fuera olvidada tan rápidamente.

Una aventura emocionante. La mejor fotografía, mejor música. Dos protagonistas excelsos, una historia magnífica. En fin, no veo cómo se puede no disfrutar de esta película. Los protagonistas reflejan a la perfección el lado más sinvergüenza del imperialismo británico, y a la vez el más aventurero. No sé si llegó a haber personajes así en la realidad. Creo recordar que Kipling sí se inspiró efectivamente en un hecho real. Pero el giro que toma la historia es realmente sorprendente, y nos conecta con los albores más épicos de la historia de la humanidad. Dos personajes que de alguna manera se ven envueltos en una situación que les supera y que tendrán que resolver a su manera, usando sus habilidades más gamberras y divertidas de soldados de fortuna, que es en el fondo lo que son, pero a la vez sin perder su orgullo británico. El final en este sentido es impactante, y creo que es una de las escenas cumbres de la carrera de Sean Conery.

Meryl Streep hace un trabajo deslumbrante aquí. Te hace desternillar de risa con cada mirada, cada gesto, cada postura. Nos trasmite celos, hipocresía, falsa alegría, vileza, inmoralidad... La otra lo hace muy bien también y juntas conseguirán momentos de auténtica comedia negra. Es una película que trata en un tono amargo y cómico al mismo tiempo la vanidad de lo superfluo y el egoísmo humano. Es crítica social y al mismo tiempo humor negro.

Esta película es, a mi juicio, la obra cumbre de Borau. El director llega a lo más profundo de la vida rural española, anclada en el aislamiento y las costumbres más atávicas todavía en 1975. Los poderes fácticos de la dictadura: guardia civil, iglesia y caciquismo dominan absolutamente este entorno. Quizás lo que más impresiona es comprender en el momento en que está hecha la película, con Franco todavía vivo o a punto de morir, de manera que el director en ningún momento hace un análisis retrospectivo o sensacionalista. De hecho, creo que Borau ni siquiera tuvo la intención de realizar una película antifranquista, sino que únicamente con la plasmación de una realidad aún existente en su época, nos golpea hasta lo más hondo y nos hace plantearnos la fragilidad y lo cambiante de las mentalidades y convicciones sociales, que pueden llegar a amoldarse y aceptar cualquier situación por opresiva que ahora nos resulte en nuestra época actual.

La serie es entretenida. No he visto aún todos los episodios pero puedo decirte que lo pasarás bien viéndola. Es folletín de jóvenes, sí, pero los personajes están bien, tienen problemas más o menos reales (es una serie, no es perfecta, siempre se estereotipa un poco), y abordan las cosas con relativa inteligencia y buen humor. No me parece demasiado pretenciosa con eso de que se mueve todo en un ambiente de facultad de filosofía, creo que está todo bien encajado y de forma más o menos verosímil. La profesora alcohólica de ética te hará cagar de risa, hace un trabajo muy bueno como actriz, e incluso te podrá recordar al estilo de algunos profesores que todos hemos tenido (da igual si en la universidad o en el instituto), y que nos dan ternura y nostalgia años después. En resumen, creo que la serie tiene posibilidades al haber creado personajes bastante robustos y que engancha. Obviamente es un producto light, quiero decir, no esperéis que hagan saltar por los aires a la sociedad o que hagan referencias políticas demasiado directas.