Sorprendente película en la que Jaume Balagueró y Paco Plaza se coronan como maestros del género a nivel nacional.

El filme está tan bien rodado que hace al espectador palpitar con cada secuencia, con cada diálogo y con cada situación de suspense. Destaca, entre otras muchas cosas, la impresionante interpretación de Manuela Velasco, que eclipsa a sus compañeros de reparto desde el primer minuto (merecidísimo Goya a la mejor actriz revelación de la temporada).

Por destacar un aspecto negativo, tal vez cabría mencionar la poca fluidez narrativa de los primeros minutos. Sin embargo, el sólido guión, el saber hacer de los directores, los montadores y el equipo de sonido, crean un conjunto barroco digno de admiración.

A decir verdad, se echaba de menos un producto tan completo y de tanta calidad en el ámbito cinematográfico del terror. Muy recomendable para los amantes del género.

James Watkins adapta de manera pesada una historia poco creíble y sin giros que sigue un esquema de argumento lineal. A decir verdad, la película no tiene más que ambientes tenebrosos y escenarios oscuros para crear una tensión que acaba desapareciendo a partir de la mitad del metraje.

Las inverosimilitudes comienzan desde los primeros minutos. Partiendo de un Daniel Radcliffe en un papel que no se ajusta ni a su edad ni a sus cualidades interpretativas (francamente, decepciona) y pasando por un guión que se ciñe a truculencias fáciles y andanzas a través de pasillos siniestros.

No obstante, entre tanto sopor cabe destaca la excelente interpretación de Janet McTeer (una actriz donde las haya) y, por qué no concedérselo, la ausencia de gore y escenas sanguinolientas. Es una verdadera lástima que el final lo estropee todo; podría haber sido una película aceptable de no ser por su absurda conclusión...