Como la diversidad humana, esta película es la historia de varias vidas que se entrelazan fatalmente.

Veremos como la vida de un hombre honesto y felizmente casado, sufrirá, -por causa de un incidente irrelevante-, un giro brusco que lo llevará por derroteros antes insospechados para él.

De otro lado, un hombre que vive atormentado con la idea de haber heredado de sus antepasados una agresividad que repentinamente anula su voluntad, ha logrado evitar hasta entonces, implicarse con los demás. Su felicidad se ha limitado a llevar su locomotora a la próxima estación.

Por circunstancias casuales y una mujer "fatal", todos verán sus vidas correr fatalmente hacia un destino tan inevitable, como lo es, para un tren, llegar, ineludiblemente, a la próxima estación.

En su contenido, esta película, -de belleza inusual-, tiene como tema central, el conflicto entre el necesario orden social y la justicia como aspiración humana, (un asesino confeso luego arrepentido, debe ser ejecutado); pero la respuesta no es fácil, y al respecto es famosa la frase del escritor Goethe "prefiero una injusticia al desorden".

La película nos cuenta la historia de la mujer del oficial encargado de la custodia del condenado, la cual se empeña en demostrarse así misma la bondad del ser humano, para lo cual, haciendo uso del poder de la autoridad de su marido, da al reo una oportunidad de demostrar su rehabilitación.

Misión difícil para quien emprenda esa labor, máxime en este caso, porque si para unos es un Mito, para otros es un despiadado asesino. Muchos valorarán al personaje, -y a la película-, según sus ideas políticas, por lo que nunca quedarán todos satisfechos; pero ha de intentarse hacerle justicia, el director al personaje y nosotros a la película.

La vida del Che está muy documentada, por lo que ateniéndose a los datos contrastado y verosímiles y eludiendo las infundadas e interesadas afirmaciones, ésta película puede ser un buen reflejo de lo que fue su vida y sus motivaciones; su pensamiento, -su ideal de una sociedad mas justa-, y el camino para lograrlo, la Revolución.

Aunque era un idealista, -dedicó su vida a la realización de sus ideales-, no fue evidentemente un pacifista, tampoco fue, -como, probablemente, la CIA pretendió hacer creer para, difamandolo, matar tambien su Mito-, un "despiadado asesino". Fue ....

Un hombre se ve inesperadamente ante el drama de no poder sufragar los costes médicos que requiere la enfermedad de su hijo, -que necesita un trasplante de corazón-, cuando le informan de que su seguro privado no los cubre. ¿Qué puede hacer?, ¿Dejar morir a su hijo?. Ayudémosle, ¿que hariamos nosotros?

Comparto con quienes me preceden en el tiempo de que esta película es una crítica al sistema liberal de la sanidad de EEUU; pero creo que la reflexión va mucho mas allá y cuestiona el propio liberalismo a ultranza, el salvaje, el libérrimo, el que va mas allá hasta olvidar la condición humana.

El liberalismo tiene establecido que “tanto tienes, tanto puede comprar”, y convierte esta afirmación en axioma, y el axioma en Leyes, pero hay derechos, los Humanos, que van más allá que las leyes. Somos nosotros los que hemos de decidir si queremos leyes libérrimas o humanas.

Muy buena casi toda la película, en la que se pone de manifiesto el fuerte arraigo del pre-juicio racial de los colonos norteamericanos ante los indios nativos, esos infieles, esos ignorantes, esos supersticiosos, sus enemigos, ... sus inferiores.

Una familia de prósperos colonos, solidamente arraigada en la comunidad, verá cuestionada la pureza de sangre de un de sus miembros, -la entrañable y querida hija menor-, cuando un lunático resentido traiga el recuerdo de un pasado olvidado. La propia hija empezará a experimentar un desconcertante desarraigo.