La cantidad de aspectos culturales en esta película es fresca e innovadora; es agradable ver cómo se incorporan a la historia.

A parte de eso, no tengo mucho más positivo que decir al respecto; la película es un cliché, predecible, y las acciones de los personajes a menudo no tienen ningún sentido lógico. Nada sorprende, y los chistes no son realmente graciosos. Cuando tienen la oportunidad y el contexto para ofrecer un momento realmente cómico, prácticamente lo desperdician. No es un desastre de película, pero personalmente no la recomendaría.

Siento que se podría haber hecho mucho más con este proyecto; los personajes se sienten débiles y los chistes no son sobresalientes, originales ni ingeniosos. No es una película terrible en general, pero no ofrece nada realmente inolvidable más allá de los elementos culturales que presenta. Tiene momentos rescatables, pero en conjunto no termina de convencer.

Decidí ver esta película porque vi que 2ManyDJs, también conocidos Soulwax, habían compuesto la música y porque había cameos de artistas conocidos como Justice. Todo eso llamó mi atención y me creó grandes expectativas. Visualmente, la película tiene algunos momentos con estilo, y la música le da un buen toque, pero en general se queda un poco corta.

La historia parece poco desarrollada y el humor es demasiado superficial como para hacerla una comedia que sea recordada. Comparada con otras películas del ámbito de la música electrónica, como Berlin Calling, esta simplemente no alcanza el mismo nivel. Se puede ver, pero no es especialmente memorable.

Alex Rose (Sofia Carson) está intentando encontrar un rumbo para su vida. Su novio es un chico simpático que abandonó los estudios y está tratando de terminar su videojuego. Ella tiene un buen trabajo dentro de la exitosa empresa de su madre (Connie Britton). Cuando su madre muere, se sorprende al no heredar la empresa. En su lugar, su madre encontró la “lista de deseos” que Alex escribió cuando tenía 13 años, y le pide que la complete.

El guionista y director Adam Brooks tuvo algunas buenas películas en los años 2000. Como muchos otros, ahora trabaja para Netflix. En algún punto del camino, perdió algo. Muestra de ello es esta película con la que intenta abarcar demasiado y sin embargo me hizo sentir muy poco. Dura dos horas, y se notan.

En el lado positivo, me gusta Sofia Carson y la mayoría de los actores. Todos los distintos elementos de la historia logran mantenerme interesado, a pesar de que no están bien construidos en cuanto a tensión. Hay demasiada historia, y parece como si fuera un telefilm de sobremesa. Tal vez habría sido mejor eliminar al novio del videojuego y comenzar la lista antes.

La película tiene grandes personajes, pero realmente no hay historia. Tiene poca gracia y es una simple película de "Bob Esponja". Podrían haberlo hecho mejor.

Desafortunadamente, no hay mucho que ver aquí. La película anterior era tan divertida que esta me parece muy plana. La animación está bien y que se centren en la historia de sus relaciones es un punto a favor, pero no hay mucho más positivo en la película.

A los niños les gustará, al fin y al cabo es el público al que va dirigida la película, pero los adultos encontrarán poco con lo que disfrutar.

Esta película, dirigida por los hermanos Russo y con un presupuesto de más de 300 millones de dólares de Netflix, resulta en gran parte un desperdicio. La historia se sitúa en una guerra entre humanos y robots en los años 90, con una trama que sigue a Michelle Greene (Millie Bobby Brown), quien, tras perder a su familia en un accidente, se embarca en una misión con un robot que dice ser su hermano fallecido. Se suman a la aventura personajes como un mercenario (Chris Pratt) y un misterioso doctor (Ke Huy Quan).

La película es poco convincente y poco original, con un mundo mal construido y una planteamiento cuestionable. Falta emoción en las escenas de acción, hay abundancia de exposición sin tensión y un final insatisfactorio. También hay detalles como los extraños iconos pop alternativos y la mala peluquería de los personajes. Aunque la inversión se nota en la producción, la ejecución deja mucho que desear.