Me ha quedado un regusto agridulce de la película. Es lenta, pero por el tema en si y por su tratamiento, no puede ser de otra manera. La fotografía es excelente, sobre todo en los interiores de la casa, pero cuando se aleja de esta, se vuelve más manida y previsible. Los personajes son excesivamente planos, no evolucionan a medida que transcurre la cinta. Eso contribuye a que el ritmo se antoje más lento de lo que realmente es. Al único que le salen resaltos, aunque a veces parecen un poco bruscos, es al artista, magnificamente interpretado por Jean Rochefort.

No es una mala película, pero si has leído el libro te va a parecer una estupidez, bueno, a mi me lo ha parecido. El libro es magnifico, pero de la película solo salvo las interpretaciones. El film se ha hecho con la visión de 2009, pero la novela es de 1962, con mucho más contenido sin explicitar por ser otra tiempo, eso, que podría ser un incinveniente, la hace magnifica. Abundando, el no poder explicitar abiertamente una serie de temas como la homosexualidad es lo que hace que sea un libro delicioso. No consigo entender las buenas críticas, aunque no descarto que si no hubiese leído con anterioridad la novela, igual me hubiese gustado más.

Escribo lo de "pequeña" con mayúsculas, con toda la intención e ironía. Estoy tan infectado por productos que me llegar asaltan con guiones tremebundos de sangre, oscuridad, giros constantes y efectos de circo, que cuando veo una película como esta casi se me escapan las lágrimas. Para hacer una gran película, no hacen falta fuegos de artificio, como John Ford nos enseñó con (por ejemplo) "Un Hombre tranquilo".
Diecisiete es una historia de relaciones entre dos hermanos en la que abundan pequeños toques de humor, efectivos, no de esos que te tienes que imaginar.
Los personajes están bien construidos y, dentro de la distancia que tenemos con ellos, generan una proximidad que ya la querrían muchas otras películas que tratan el mismo tema.
Las interpretaciones están a la altura de la dirección.

Después de la primera (creo que un 6 es lo más justo para ella), comencé a ver la segunda... y no he podido pasar del primer capítulo. No encuentro adjetivos para calificarla. Solo le pido a una serie que me entretenga y que cumpla con lo que plantean, en este caso, que sea más o menos realista. No dudo que el entretenimiento puro y duro pueda estar garantizado, pero la trama que desarrollan en Venezuela es para llorar de pena. Para desinformarme de lo que tristemente pasa en ese país, ya están los medios de comunicación. Ahora entiendo que mi visión de la primera temporada fue, evidentemente por mi desconocimiento sobre oriente medio, muy ingenua.

Antes de ver esta película, hay que tener claro que no se hizo para optar al Oscar, es una película de sobremesa, con todo lo que ello conlleva. Tiene acción ma non troppo, el guion es previsible, el ritmo se adereza con gags, más o menos infantiles de humor, los personajes son planos y no salen de su papel ni, aunque los maten (nunca mejor dicho) y hasta las vueltas de tuerca no sorprenden en exceso. Yo sí que entiendo que una serie de actores, con un buen currículo en sus espaldas se hayan apuntado a este proyecto y de paso, aparte de ganar unos dólares, echarse unas risas. Miremos por el lado de vista positivo, si la vemos después de comer y nuestros ojos se cierran en algún momento, tampoco nos hace sentir culpables ni tener la necesidad de volverla a ver. Hay películas para todo.
Dicho esto, entretiene y a mi juicio, siempre juzgándola bajo ese punto de vista, aprueba, justa, pero aprueba.