La historia se centra en una niña que se llama Aitor pero que desearía no llamarse así y que los demás dejaran de tratarla como si fuera un niño.

Me ha parecido una película muy bonita y muy real. La manera sobria de contar la historia, respetando tiempos y centrándose en los silencios y las acciones de la protagonista, me parece un gran acierto. Realmente podemos ver todos las preocupaciones que le pasan por la cabeza: "¿por qué tuve que nacer así?", "¿pasa algo malo conmigo?", "quiero ponerme un vestido pero si me lo pongo todo el mundo va a criticarme", etc.

Me ha gustado mucho, ya que me ha parecido muy realista, el hecho de que la madre sea una persona abierta y razonable, que ha educado a sus hijos explicándoles que las cosas no tienen género y que todo puede ser de niños y de niñas; sin embargo tarda en darse cuenta de lo que le está sucediendo a su hija, a pesar de que la acusan de que su hija sea así porque ella se lo ha metido en la cabeza. Irónico.

En fin, además de todo esto, se trata de un film cuidado, con una fotografía excelente y unos actores súblimes, destacando por supuesto a la jovencísima actriz protagonista.

Totalmente recomendable.