Sátira del uso que hacen algunas personas de las redes sociales. La película bordea temas interesantes, sin llegar a molestar. Los comentarios pueden ser personales, incluso inventados y la protagonista se lo lleva a lo personal. Poco creíble la transición de columnista a serial Killer. No se toma demasiado en serio a si misma, cuando realmente es lo que hacía falta. Este tipo de argumento necesita credibilidad.

Kevin Hart se aleja un poco de lo normalmente establecido para él, muestra una credibilidad desatada en esta película bien intencionada que no molesta a nadie. Su guión radica en la esperanza, el paso del tiempo y la ilusión. Esta dramedia es ligeramente sensible, una historia común llena de frescura para superar la pérdida. Su desarrollo indudablemente está pensada para crear un derroche de ternura lacrimógena. Un alegato a los padres solteros.

La franquicia sigue derribando la puerta de la espectacularidad endiosando a los protagonistas y secuencias cada vez más rocambolescas.
El carisma de sus personajes sigue vigente, agotando las persecuciones a un ritmo intrépido.
Un villano que coquetea el ridículo constantemente, pasado de rosca.
Cada película se supera en monólogos ordinarios, personajes suicidas y un sin fin de escenas aleatorias e inverosímiles que no llevan la historia a ningún lado.
Su osadía produce vergüenza ajena.

Una obra sutil, pero totalmente menor de David Fincher, creada por y para netflix con la única voluntad de satisfacer a la plataforma.
La soledad imperante que ataca continuamente al protagonista, debido a su trabajo y a su irreverente comportamiento, carece de carácter para una propuesta que intenta ser sólida, alargando su metraje con una tediosa voz en off.
El film es demasiado obvio, se vuelve repetitivo, avanzando constantemente hacia ningún lugar, recorriendo un camino sin contundencia y plagado de desengaño.

Una película totalmente frustrada que intenta homenajear al giallo quedando en un ridículo paseo, por su falta de interés.
Los personajes se pasan el metraje dudando y se nota que no creen en la historia. Un derroche macabro que no sirve en ningún momento de entretenimiento, ahogandose en lo convencional sin llegar a mostrar un misterio que es totalmente irritante.
Desbordada desde el primer minuto por la magnética Venecia y por su falta de empatía.