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Críticas ordenadas por utilidad
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8,0
34.038
5
29 de noviembre de 2010
29 de noviembre de 2010
9 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mucha razón, es un westerncito. Ni malo ni bueno. Buena fotografía, buena música, una que otra escena entretenida. John Wayne está muy bien, además.
Pero yo la esperaba como la segunda llegada del Mesías. Así es, unos tipos se encargaron de arruinármela.
Que si me gusta John Ford, así es. No se que sería de mi adoración por el cine si no fuera por “Las Uvas de la Ira”, “Hombres Intrépidos”, “El Delator”, “El Hombre Que Mató a Liberty Valance” o “La Legión Invencible". Ojo, los dos últimos títulos son westerns, ejemplos notables del género. Pero no, no soy digno de decir eso. Se me olvida que “Centauros del Desierto” es el mejor…. sí, el MEJOR western de la historia del cine. Ya me jodí, tengo que aceptarlo. Soy un gusano, tengo que entenderlo.
Me salen los de Cahiers de Cinema. Paren por favor, silencio, sube al púlpito el sumo sacerdote. Empieza el ritual de los sacramentos. Debes arrodillarte como un indigno y recibir la ostia de manos de Jean-Luc Godard. No se te ocurra mirarlo a los ojos, o te transformas en sal. Una ostia me gustaría darle a él, eso si.
Luego me sale el Scorsese. Ojo, que este habla hasta por los codos. Habla y habla una verborrea sobre lo maravillosa que es tal película para decirle cállate ya. Soy de los que creen que Martin es un director talentoso, pero hace rato que no me la venden que es un genio del cine. Y sigue hablando… como habla y habla este petiso.
Me sale el tal Peter Bogdanovich ese. ¿Lo conocen? Uno que usa gafas de pasta y tiene un pañuelito de seda envolviendo su cuello. ¿No lo conocen? Vamos, que sí. Cada vez que de aburridos recurren a los comentarios especiales en los DVD´s se les aparece este señor. Este habla y habla también, pero no te cae bien como el Martin, ya que se dedica a pontificar sobre la santa verdad y los absolutismos. “La mejor”, “El mejor”, “La más”, “La menos”. Dicen que este señor dirigió una excelente película en 1971, después nada más. Luego de eso se dedicó a hablar y a hablar.
Luego me salieron los de una panda llamada Miradas Del Cine. Estos escriben y escriben. De repente crees que estás leyendo una crítica de “Tango y Cash”, pero mentira, al final te das cuenta que estás leyendo la tesis de grado de algún estudiante de filosofía. No sabes donde quedó la película y te ves enredado en una marea de palabritas y palabrotas, vaya a saber cual mas complicada. Ya me imagino a estos en una reunión de pauta. Tened miedo.
(sigue en spoilers, mi poder de síntesis da pena, lo sé)
Pero yo la esperaba como la segunda llegada del Mesías. Así es, unos tipos se encargaron de arruinármela.
Que si me gusta John Ford, así es. No se que sería de mi adoración por el cine si no fuera por “Las Uvas de la Ira”, “Hombres Intrépidos”, “El Delator”, “El Hombre Que Mató a Liberty Valance” o “La Legión Invencible". Ojo, los dos últimos títulos son westerns, ejemplos notables del género. Pero no, no soy digno de decir eso. Se me olvida que “Centauros del Desierto” es el mejor…. sí, el MEJOR western de la historia del cine. Ya me jodí, tengo que aceptarlo. Soy un gusano, tengo que entenderlo.
Me salen los de Cahiers de Cinema. Paren por favor, silencio, sube al púlpito el sumo sacerdote. Empieza el ritual de los sacramentos. Debes arrodillarte como un indigno y recibir la ostia de manos de Jean-Luc Godard. No se te ocurra mirarlo a los ojos, o te transformas en sal. Una ostia me gustaría darle a él, eso si.
Luego me sale el Scorsese. Ojo, que este habla hasta por los codos. Habla y habla una verborrea sobre lo maravillosa que es tal película para decirle cállate ya. Soy de los que creen que Martin es un director talentoso, pero hace rato que no me la venden que es un genio del cine. Y sigue hablando… como habla y habla este petiso.
Me sale el tal Peter Bogdanovich ese. ¿Lo conocen? Uno que usa gafas de pasta y tiene un pañuelito de seda envolviendo su cuello. ¿No lo conocen? Vamos, que sí. Cada vez que de aburridos recurren a los comentarios especiales en los DVD´s se les aparece este señor. Este habla y habla también, pero no te cae bien como el Martin, ya que se dedica a pontificar sobre la santa verdad y los absolutismos. “La mejor”, “El mejor”, “La más”, “La menos”. Dicen que este señor dirigió una excelente película en 1971, después nada más. Luego de eso se dedicó a hablar y a hablar.
Luego me salieron los de una panda llamada Miradas Del Cine. Estos escriben y escriben. De repente crees que estás leyendo una crítica de “Tango y Cash”, pero mentira, al final te das cuenta que estás leyendo la tesis de grado de algún estudiante de filosofía. No sabes donde quedó la película y te ves enredado en una marea de palabritas y palabrotas, vaya a saber cual mas complicada. Ya me imagino a estos en una reunión de pauta. Tened miedo.
(sigue en spoilers, mi poder de síntesis da pena, lo sé)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En fin, hace poco tuve el agrado de ver un peliculón del oeste llamado “El Correo del Infierno”. Una historia simple a más no poder pero con un guión más firme que un tanque. Entretenida, intensa, tierna, áspera, violenta. Creo que lo tenía todo, además de mucho realismo e interpretaciones excelentes, sobre todo la de Susan Hayward.
Pausa.
Ah ver, párate allí. ¿“El Correo del Infierno”, pero si en esa no sale Tyrone Power? ¿Y Quién la dirigió?.... ¿Henry Hathaway? Pero si ese tipo es de serie B. No encuentro ningún artículo del Truffaut donde la nombre. Sin ir mas lejos, fue este tal Hathaway el que dirigió a la Monroe en “Niágara”, cuando todos sabemos debió haber pasado a manos del Santísimo Hitchcock. Era obvio, es una historia “a lo Hitchcock”.
Sobre la película misma en cuestión, gente más capacitada que yo como Txarly y Vircenguetorix han dejado sus ideas claras, las cuales comparto al 100%, valga el absolutismo.
Pausa.
Ah ver, párate allí. ¿“El Correo del Infierno”, pero si en esa no sale Tyrone Power? ¿Y Quién la dirigió?.... ¿Henry Hathaway? Pero si ese tipo es de serie B. No encuentro ningún artículo del Truffaut donde la nombre. Sin ir mas lejos, fue este tal Hathaway el que dirigió a la Monroe en “Niágara”, cuando todos sabemos debió haber pasado a manos del Santísimo Hitchcock. Era obvio, es una historia “a lo Hitchcock”.
Sobre la película misma en cuestión, gente más capacitada que yo como Txarly y Vircenguetorix han dejado sus ideas claras, las cuales comparto al 100%, valga el absolutismo.

6,9
99.249
8
24 de mayo de 2011
24 de mayo de 2011
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por supuesto que muchos ahora desearían que se hubiesen esperado unos años mas, para realizar una adaptación del libro en manos de alguien como Peter Jackson. Seguro hubiera estado dotada de toda esa perfección fílmica y narrativa del neocelandés, el cual seguro no se hubiera ahorrado ningún capítulo de la novela, traduciéndola en una duración titánica de 4 horas. Muchos también no hubieran tenido que mamarse el tema electro-pop de los créditos, el que apesta por todos lados al genial Giorgio Moroder.
Pero si nos dejamos de caldos mentales (sobrados, por cierto) y nos abstraemos un pelín, nos daremos cuenta que este filme está supeditado totalmente a su época, los ochentas. Una época odiada casi unánimemente por la masa pensante. El alivio de su servidor es que nunca se leyó el libro y además vivió su infancia en esos años. Y si me remito al título de la crítica, nostalgia es lo único que corre acá.
Es que La Nada si existe, y el Petersen lo deja claro para niños y para adultos. Es esa fuerza que te consume con los años, esa negación a “irse” por unos minutos (y no con alcohol), la carencia del asombro y la sorpresa. Es toda esa mierda que se va apoderando de ti y te va convirtiendo en hipócrita y falso. Combatirla es siempre posible, pero se hace tan jodidamente difícil, casi como la travesía del pobre del Atreyu. En retrospectiva, puedo decir que aprendí un par de cosas gracias a esta peli. Y me alegra que sean los buenos los que ganen. Rara vez pasa eso.
Uno se da cuenta al re-verla después de casi 2 décadas que la cinta está muy bien narrada, además que su enfoque es tan directo y exento de ambiciones huevonas. Por que buscarle la quinta pata al gato a esto… por favor.
Me quedo con la versión doblada que disfruté de niño, titulada como “La Historia Sin Fin”. La secuencia central del vuelo del dragón con su música inolvidable y la elocuente escena del fracaso del gigante de piedra me bastan para atesorarla por siempre.
Pero si nos dejamos de caldos mentales (sobrados, por cierto) y nos abstraemos un pelín, nos daremos cuenta que este filme está supeditado totalmente a su época, los ochentas. Una época odiada casi unánimemente por la masa pensante. El alivio de su servidor es que nunca se leyó el libro y además vivió su infancia en esos años. Y si me remito al título de la crítica, nostalgia es lo único que corre acá.
Es que La Nada si existe, y el Petersen lo deja claro para niños y para adultos. Es esa fuerza que te consume con los años, esa negación a “irse” por unos minutos (y no con alcohol), la carencia del asombro y la sorpresa. Es toda esa mierda que se va apoderando de ti y te va convirtiendo en hipócrita y falso. Combatirla es siempre posible, pero se hace tan jodidamente difícil, casi como la travesía del pobre del Atreyu. En retrospectiva, puedo decir que aprendí un par de cosas gracias a esta peli. Y me alegra que sean los buenos los que ganen. Rara vez pasa eso.
Uno se da cuenta al re-verla después de casi 2 décadas que la cinta está muy bien narrada, además que su enfoque es tan directo y exento de ambiciones huevonas. Por que buscarle la quinta pata al gato a esto… por favor.
Me quedo con la versión doblada que disfruté de niño, titulada como “La Historia Sin Fin”. La secuencia central del vuelo del dragón con su música inolvidable y la elocuente escena del fracaso del gigante de piedra me bastan para atesorarla por siempre.

5,3
3.179
3
16 de febrero de 2011
16 de febrero de 2011
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quizás esta crítica la debería haber escrito después de ver The Squid & The Whale, pero fue acertado esperar ver otra entrega para tener un panorama mas amplio sobre las cosas que pretende contarnos este director.
Ya le sacamos la foto, Sr. Baumbach. Su objetivo no es más que hablar de usted, de usted y de usted. Claramente es un derecho básico de cada autor, pero se le olvida que una buena obra es la que transmite sus inquietudes personales y las convierte en temas universales, ya sea en el cómodo living de su penthouse en Manhattan como en el medio del Kalahari.
Ya esta mas que claro que al amigo Noé le viene el tema de las familias disfuncionales. Pero no cualquiera, sino las de pijos, intelectuales, artistas, fanfarrones, sabihondos, perdidos. De personajes que necesitan vomitar el discurso del guionista a través de sus discos favoritos, recitando poesías para el bronce, nombrando como loros nombres de escritores sesudos o hablando de otras películas. Madre del amor hermoso, a quién mierda le interesan estos pajarones? Supongo que a los críticos y sus repelentes festivales, cada vez mas desprestigiados. De esas que tienen hojitas de laurel en sus afiches, esas que te dicen "esta es buena".
Amigo Noé, usted no es Woody Allen, el único capaz de darse ese tipo de licencias. Además con todo respeto, amiguete, usted tiene una mirada algo preocupante de la sexualidad. Quizás algún trauma del pasado, no lo culpo.
Margot en la Boda desde su primer fotograma impide al espectador (al tonto como uno) poder involucrarse con la historia de esos subnormales. Ojo, que no es necesario identificarse con los personajes, es más el director aplica de manera bastante ramplona el distanciamiento, pero cuando la historia (lo que importa) se aleja y encasilla tanto, estamos en verdaderos problemas.
Las interpretaciones están bien. En mi opinión la Jennifer Jason Leigh puede sacar adelante el papel que le pongan… hasta la Kidman está bien. Pero el trazado en la tinta de sus personajes es tan indignantemente vacío, sus pre-historias tan intrascendentes y el universo descrito tan enclaustrado, que no encajan, no funcionan. Estos son unos extraterrestres. Por mí que el árbol les caía en la casa con todos adentro y nos íbamos todos a tomar unas cervezas.
Ya le sacamos la foto, Sr. Baumbach. Su objetivo no es más que hablar de usted, de usted y de usted. Claramente es un derecho básico de cada autor, pero se le olvida que una buena obra es la que transmite sus inquietudes personales y las convierte en temas universales, ya sea en el cómodo living de su penthouse en Manhattan como en el medio del Kalahari.
Ya esta mas que claro que al amigo Noé le viene el tema de las familias disfuncionales. Pero no cualquiera, sino las de pijos, intelectuales, artistas, fanfarrones, sabihondos, perdidos. De personajes que necesitan vomitar el discurso del guionista a través de sus discos favoritos, recitando poesías para el bronce, nombrando como loros nombres de escritores sesudos o hablando de otras películas. Madre del amor hermoso, a quién mierda le interesan estos pajarones? Supongo que a los críticos y sus repelentes festivales, cada vez mas desprestigiados. De esas que tienen hojitas de laurel en sus afiches, esas que te dicen "esta es buena".
Amigo Noé, usted no es Woody Allen, el único capaz de darse ese tipo de licencias. Además con todo respeto, amiguete, usted tiene una mirada algo preocupante de la sexualidad. Quizás algún trauma del pasado, no lo culpo.
Margot en la Boda desde su primer fotograma impide al espectador (al tonto como uno) poder involucrarse con la historia de esos subnormales. Ojo, que no es necesario identificarse con los personajes, es más el director aplica de manera bastante ramplona el distanciamiento, pero cuando la historia (lo que importa) se aleja y encasilla tanto, estamos en verdaderos problemas.
Las interpretaciones están bien. En mi opinión la Jennifer Jason Leigh puede sacar adelante el papel que le pongan… hasta la Kidman está bien. Pero el trazado en la tinta de sus personajes es tan indignantemente vacío, sus pre-historias tan intrascendentes y el universo descrito tan enclaustrado, que no encajan, no funcionan. Estos son unos extraterrestres. Por mí que el árbol les caía en la casa con todos adentro y nos íbamos todos a tomar unas cervezas.

4,8
301
2
12 de enero de 2011
12 de enero de 2011
Sé el primero en valorar esta crítica
¿Que se puede decir? Cine chileno actual en su máxima expresión. No me refiero al estilo narrativo, fotografía, guión, actuaciones ni otras memeces. La cosa va en que parece una producción española rodada en estos lados. Solo en un filme de mi país la protagonista es vasca (¿) el galán de turno es argentino (¿?) y el único actor nacional decente que aparece… hace de español (¿???).
Así es, en mi país el cine vive de subvenciones e inversionistas pequeños por montones. No creo que en otro país una cinta comience sus créditos iniciales con el logo de un banco estatal.
Muchos de estos dineros provienen de otras tierras. Ojo, que no es xenofobia. No tengo nada en contra de los españoles, es más, la actriz me pareció buenorra. El problema va en que todo en la historia está supeditado. Hay que inventar que la prota parte de España a Chile, hay que inventar que el coprotagonista es un argentino aventurero que se conoce el Desierto de Atacama mejor que cualquier norteño. O sea, un sin fin de elementos mecanismos forzados al máximo.
En fin, la historia es insustancial y carece de motivaciones claras. Muchas cosas pasan solo por obligación. Escenas innecesarias (como la de la gasolinera), sinsentidos supinos (encontrarse a la primera en una ciudad de 300.000 habitantes con un travesti hada madrina, que conoce al tipo que busca la prota), una subtrama criminal ingenua e idiota, secundarios que desaparecen sin consecuencias.
La música, como en cualquier filme nacional del nuevo siglo, es un total mojón alternativo de cancioncillas insufribles. La fotografía, siendo generoso, está deslavada. Un verdadero pecado desperdiciar los alucinantes parajes naturales del norte chileno de tal manera.
En el plano actoral, va de lo horriblemente malo (primeros 15 minutos en Barcelona) a lo mediocre (dupla fémina-macho) a lo inexplicable: Héctor Noguera, un actor veterano de mucho talento, sólo pronuncia un par de monosílabos en sus 5 minutos de metraje.
Como apartado, la que mejor sale parada es la menuda actriz chilena Carolina Varleta, que pese a lo demencial de su personaje se desempeña con naturalidad y carácter. Fue integrada a la cinta como crédito local gracias a su carrera asentada en las tele cebollas de la tarde (nuestro pequeño gran Hollywood). Irreconocible en “Desierto Sur”, fue “afeada” en pos de su personaje. Una total pena, siendo una chica muy bella y con un cuerpazo a considerar.
En resumen, se le puede ver sin aburrirse demasiado. Pese a la indiferencia del tema tratado y toda esa superficialidad progre y modernilla que tanto le acomoda a nuestros realizadores actuales. Penas de pijos contadas por pijos. Permítanme usar una palabra tan española.
Así es, en mi país el cine vive de subvenciones e inversionistas pequeños por montones. No creo que en otro país una cinta comience sus créditos iniciales con el logo de un banco estatal.
Muchos de estos dineros provienen de otras tierras. Ojo, que no es xenofobia. No tengo nada en contra de los españoles, es más, la actriz me pareció buenorra. El problema va en que todo en la historia está supeditado. Hay que inventar que la prota parte de España a Chile, hay que inventar que el coprotagonista es un argentino aventurero que se conoce el Desierto de Atacama mejor que cualquier norteño. O sea, un sin fin de elementos mecanismos forzados al máximo.
En fin, la historia es insustancial y carece de motivaciones claras. Muchas cosas pasan solo por obligación. Escenas innecesarias (como la de la gasolinera), sinsentidos supinos (encontrarse a la primera en una ciudad de 300.000 habitantes con un travesti hada madrina, que conoce al tipo que busca la prota), una subtrama criminal ingenua e idiota, secundarios que desaparecen sin consecuencias.
La música, como en cualquier filme nacional del nuevo siglo, es un total mojón alternativo de cancioncillas insufribles. La fotografía, siendo generoso, está deslavada. Un verdadero pecado desperdiciar los alucinantes parajes naturales del norte chileno de tal manera.
En el plano actoral, va de lo horriblemente malo (primeros 15 minutos en Barcelona) a lo mediocre (dupla fémina-macho) a lo inexplicable: Héctor Noguera, un actor veterano de mucho talento, sólo pronuncia un par de monosílabos en sus 5 minutos de metraje.
Como apartado, la que mejor sale parada es la menuda actriz chilena Carolina Varleta, que pese a lo demencial de su personaje se desempeña con naturalidad y carácter. Fue integrada a la cinta como crédito local gracias a su carrera asentada en las tele cebollas de la tarde (nuestro pequeño gran Hollywood). Irreconocible en “Desierto Sur”, fue “afeada” en pos de su personaje. Una total pena, siendo una chica muy bella y con un cuerpazo a considerar.
En resumen, se le puede ver sin aburrirse demasiado. Pese a la indiferencia del tema tratado y toda esa superficialidad progre y modernilla que tanto le acomoda a nuestros realizadores actuales. Penas de pijos contadas por pijos. Permítanme usar una palabra tan española.
3
13 de enero de 2011
13 de enero de 2011
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Oh, por Dios, el mundo se me acaba. La vida me castiga y me pisotea en el suelo, probablemente deba a volver a pensar en el suicidio. Estoy entre la espada y la pared. He de decidir si aceptar o no una beca para ir a estudiar a Europa o casarme con mi guapo novio profesional y vivir una vida infeliz y sin sentido, sumida en la eternidad sin saber jamás de problemas económicos. Ayúdenme por favor, ¿Qué hago?”
Si tus problemas o preocupaciones se asemejan al enunciado, adelante, esta es tu película. Si tus tribulaciones van más por el lado de tener un empleo de escritorio de 9 horas diarias, no poder pagar las cuentas, pensar si puedes con la matrícula del colegio, etc. Huye como puedas, como Moisés de los egipcios.
La inexperiencia de los realizadores de esta película echa por tierra toda una historia a la cual se le podría haber sacado muchísimo jugo. Una locación, una noche, un grupo pequeño de personajes. Pero nunca pasa nada y morimos esperando. La culpa quizás no la tiene la puesta en escena inexistente, la anodina fotografía o las actuaciones justitas, el problema radica en la veta de los conflictos presentados.
Por que hay que parar de una vez y decirle a esta nueva generación de directores chilenos que la corten con el ombliguismo. Hablarnos de ese micro universo liviano como una pluma, que contiene sus inanes penas de burgueses que a nadie le interesan. “Uy, tengo treinta años. Estudié en una universidad cara y soy un artista de sushi y música electrónica. Mírenme como sufro.”
Tan poca humanidad.
La excusa no es el escaso presupuesto ni la fotografía en video. Para mi gusto el cine no corresponde a ningún formato especial. Puedes filmar una peli en Cinerama o con la cámara que le sacaste a tu papá, da igual. La cosa va por otro lado.
Tampoco es el origen social acomodado de los nuevos realizadores, sino pregúntenle a Sebastián Campos con su magnifica y corrosiva “La Sagrada Familia”, donde destripa sin piedad los cimientos de la clase alta chilena que lo vio nacer. Eso quedará para otra crítica.
Pero bueno, tópicos por montones, atmosfera yupi-indi-guay-cuico-pijo-alternativo-buena onda, música repelente y diálogos de teleserie. Liviandad a granel.
Se aguanta su visionado gracias a la belleza de la actriz principal, Paz Bascuñán, muy rica en traje de baño. Un prototipo ideal de mujer chilena 100%. Para exportación.
Si tus problemas o preocupaciones se asemejan al enunciado, adelante, esta es tu película. Si tus tribulaciones van más por el lado de tener un empleo de escritorio de 9 horas diarias, no poder pagar las cuentas, pensar si puedes con la matrícula del colegio, etc. Huye como puedas, como Moisés de los egipcios.
La inexperiencia de los realizadores de esta película echa por tierra toda una historia a la cual se le podría haber sacado muchísimo jugo. Una locación, una noche, un grupo pequeño de personajes. Pero nunca pasa nada y morimos esperando. La culpa quizás no la tiene la puesta en escena inexistente, la anodina fotografía o las actuaciones justitas, el problema radica en la veta de los conflictos presentados.
Por que hay que parar de una vez y decirle a esta nueva generación de directores chilenos que la corten con el ombliguismo. Hablarnos de ese micro universo liviano como una pluma, que contiene sus inanes penas de burgueses que a nadie le interesan. “Uy, tengo treinta años. Estudié en una universidad cara y soy un artista de sushi y música electrónica. Mírenme como sufro.”
Tan poca humanidad.
La excusa no es el escaso presupuesto ni la fotografía en video. Para mi gusto el cine no corresponde a ningún formato especial. Puedes filmar una peli en Cinerama o con la cámara que le sacaste a tu papá, da igual. La cosa va por otro lado.
Tampoco es el origen social acomodado de los nuevos realizadores, sino pregúntenle a Sebastián Campos con su magnifica y corrosiva “La Sagrada Familia”, donde destripa sin piedad los cimientos de la clase alta chilena que lo vio nacer. Eso quedará para otra crítica.
Pero bueno, tópicos por montones, atmosfera yupi-indi-guay-cuico-pijo-alternativo-buena onda, música repelente y diálogos de teleserie. Liviandad a granel.
Se aguanta su visionado gracias a la belleza de la actriz principal, Paz Bascuñán, muy rica en traje de baño. Un prototipo ideal de mujer chilena 100%. Para exportación.
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