Esta película la vi por primera vez hace ya 4 décadas y la he revisto 3 o 4 veces mas. Es un gusto la calidad de la actuación de Peter O'Toole, su perfección y estudio del personaje. Omar Sharif creo que esta correcto pero lo veo perdido entre tanto talento británico.
Anatole Litvak pertenece a esa notable pléyade de directores judíos centro-europeos que iluminaron el cine mundial después de la guerra, con sus obsesiones ideológicas y éticas.

Esta película solo se puede hacer basándola sobre un actor monumental como O'Toole. Es un filme hecho a medida, "tailored". La propia imagen que da este veterano y talentoso actor, su envejecimiento, su aspecto cadavérico, físicamente deteriorado y por suerte con su capacidad actoral intacta. Es cierto que este talento siempre tuvo una vida disipada, sus rictus y expresiones que reflejan algo perverso por lo cual algunos creen que es simple locura sobreactuada. Este anciano muestra por momentos una gran lubricidad en su mirada y algo de la llama seductora que siempre se le reconoció. Vanessa Redgrave da sustento a este esfuerzo con una actuación discreta donde todo el brillo es para O"Toole. El resto una serie de actores británicos de diferentes edades que son capaces cualquiera de ellos de llenar una sala.El perfecto acople con este talento envejecido pero con el brillo intacto. La historia mínima discurre con elegancia y para mi con amplio disfrute. Jóvenes amantes de la acción quizás deban abstenerse.

Era una película obligada de ver para todo individuo de izquierdas en la década de los 70.Tiene una impronta sueca y setentista que realmente está a años luz de los temas y probablemente la sensibilidad de estos años.Cuidado formal y correción política para retratar una huelga en ese año y lugar, un distrito maderero en Suecia, y que los suecos consideraron hasta la década del setenta, como la ultima huelga salvaje que se produjo en ese país antes de que el ¨welfare-state¨socialdemócrata se estableciera y con eso el país disminuyera sus confrontaciones sociales violentas.Impecable fotografía y un director exquisito, dirigió esa joyita que se llamó Elvira Madigan demostrando que Suecia tenía otros directores además del gran Ingmar. En su momento me impresionó; hoy con tanto recorrido vital me pesarían mas sus larguezas. La película no admite otra lectura que lo mostrado y toca al sentimiento, muy alejado de la tradicional frialdad que se esperaría de su origen. Si quieren ver con que nos emocionamos algunos tan lejos y hace tiempo; atrévanse a verla.

La dramática historia del Gral. Gordon y su heroica muerte esta tratada con un guión riguroso, una actuación eficaz de Heston, estrella de limitados recursos pero que ha trabajado con grandes directores, y un siempre rico en matices trabajo actoral de Sir Lawrence Olivier. Creo no se le hace justicia al filme de David Lean "Lawrence de Arabia" cuando se lo compara con Kartum. Es a mi entender la diferencia que hay entre un filme excelente y otro correcto, O'toole recrea a su personaje en sus grandezas y miserias. Heston no es creíble en la piel de su personaje, su carnadura suele acartonarse y se nos pierde el individuo complejo que representa.El enviado de esa Albion que detrás de sus proclamas revela siempre que no tiene amigos sino intereses comunes.Por otra parte "chapeau" a Gran Bretaña que sabe ser grande con el sacrificio y la sangre de sus hijos.

Tengo que reconocer que en lo personal me parece Bogart una estrella interesante por como pudo tener tanta fama con una apariencia física tan particular, pareciendo sucio, con una barba de días. Herbert Ross se burlaba de ello en una película donde un fantasmal Bogart le decía al dubitativo personaje de Allen que para conquistar una mujer lo mejor era no usar desodorante. Pero Humphrey estuvo en pareja con Lauren Bacall y trabajo con grandes directores, Huston, Curtiz, etc, por lo cual chiton.En fin el personaje de Matrac es un hombre patriota, duro y obcecado. Francia es su vida y muere como un héroe.Bogart compone eficazmente su personaje y su rostro refleja la soledad y el romanticismo. Por ultimo en esta película un motín y un bombardeo a un barco se resuelven con unas secuencias magnificas donde aparecen en acción unas ametralladoras Lewis muy utilizadas en peliculas de guerra, Akim Tamiroff la usa en "For whom the Bell Tolls"".