Serie con actuaciones contenidas, muy finas, con otras que chirrían y nos acercan a productos de ínfima calidad.
Personajes que crecen con la historia y otros que te preguntas que hacen por ahí.
Capítulos intensos y bien construidos con otros tediosos y que apenas aportan gran cosa.
Dirección de actores esquizofrénica y a veces insufrible.
Protagonista superado por el personaje en casi todo el metraje.
Historia original pero mal estructurada en su desarrollo, la parte central más que un desarrollo es un relleno y la final necesitaría un poco más de aire para disfrutarla.
La recreación del pasado lo mejor, la actualidad se atraganta con esos primeros planos y un montaje sin ritmo.
En fin bien la historia y deficiente su realización.

Tan solo he visto ese capitulo.
Horrible, un guion recitado a toda velocidad y en ocasiones tan mal vocalizado que dan ganas de pasar a otra cosa. Qué le pasa a Raúl Arévalo con esa expresión absurda y algo en la boca que tan solo le permite susurrar palabras sin ningún sentido y Nathalie Poza una de las mejores voces de las actrices españolas perdidita en este desaguisado, la guinda Eduard Fernández sin filtros en una sobreactuación forzada por un director responsable de este engendro.
No sé si me atreveré con otro episodio, quizás Paula Ortiz o Paco Plaza lo hagan mejor, Rodrigo Cortés ha dejado el listón muy bajo.

Hacia tiempo que no veía una película con un personaje que me trajera a la mente el recuerdo de seres conocidos y vividos. Esa mujer es el compendio de muchas mujeres, desde la niña que se recrea y esconde en su mundo mágico a la mujer que hará cualquier cosa para continuar viviendo en su verdad, como la caricia última en el cuello del enojado enamorado; ese sí que tienes problemas de verdad. Antes de recuperar su luminosa libertad ante una copa de alcohol, un cigarro, su sonrisa y un baile solitario y mañanero.
De agradecer que no se hable de patologías ni otras manidas y cansinas formas que parecen se han instalado en la forma de contar historias. Se nos ofrecen seres en estado puro para que los observemos, podemos relacionarnos con ellos como se nos antoje, ya que esta es una película sobre la libertad que cosa rara también te la brinda a ti para tu disfrute, como espectador.

Este tipo de películas siempre te piden cierta credulidad y un estado de ánimo determinado. Son historias estimulantes y para pasar el rato, yo al menos no las pido nada más.
Con ésta me paso algo curioso y es que empecé a fijarme en lo sobreactuado que estaba todo desde el vestuario hasta el trabajo de los actores y ahí la película se hunde y como.
La dirección de actores es la peor que he visto en años y el montaje con esos primeros planos intercalados un chiste, y es un chiste tan bueno que aquello se convertía en una comedia con gente declamando o poniendo caras sin ton ni son, resumiendo una historia interesante destrozada.

Imposible, hacia tiempo que no veía un desatino actoral de este calibre.
He leído solo por encima, la verdad, algunas criticas y ninguna hacia referencia a ello. Sorpresa.
A nadie más le han parecido las actuaciones del abuelo, la inspectora o el policía depresivo simplemente insoportables, se salva la niña y punto.
La trama nada original y la narración caprichosa donde intentan jugar con el espectador con pildoritas de información que navegan en un mar aburrimiento mil veces visto.
He de ser sincero, vi el segundo capitulo entero porque no estaba solo.