Una película que en ningún momento hace que pierdas el interés por ella. Lo logra inquietándote por la forma de contar la historia. Al igual que a sus protagonistas el film te va aprisionando, hasta expulsarte a una segunda mitad excelente. Vemos un correcto manejo de los tiempos para que vayamos descendiendo, entre enigmas, hasta "perder la cordura ". Mi puntuación 7.5

La película busca revivir los elementos escalofriantes de la maldad, contenidas en el cuerpo de un niño. También explica la naturaleza maternal y la fuerza que lleva innata como creadora. En líneas generales la película no crea mucha tensión, se toma su tiempo para mostrarnos un terror más palpable ya desde la mitad del film hasta el impacto final, más llamativo visualmente. Las actuaciones son normales, fotografía y maquillaje también. Aprobado con lo justo.

Pelicula que raya la mediocridad, y con un mensaje que se quiere dar pero resulta complicado, no de entender, sino por lo fallido. En la parte visual y de terror presenta algunas secuencias buenas, unas más explicitas que otras. Las actuaciones dejan mucho que desear, y la trama se va tornando de a poco incoherente. En resumen: deficiente y que ni siquiera encaja en lo perturbador.

Es una película que te mantiene casi siempre atento a la historia. Juega con eso, y lo hace muy bien. Te engaña, en el buen sentido. Agreguémosle una notable fotografía y un acertado apartado musical. Pero...a mí no me resultó lo suficientemente macabra (ni con sus ideas) como para deleitarme. Será cuestión de gustos.

Brandon Cronenberg continúa en Infinity Pool con la misma interesante narrativa y línea de estilo visual de sus trabajos anteriores. Aquí nos muestra como tras esas fachadas disfrazadas de paraísos se esconde pobreza y máxima violencia y como los turistas forman parte de ese engaño. Este contraste lo trata Cronenberg casi como una experiencia surrealista.
La ciencia ficción es una pieza clave en el desarrollo de la trama, aunque no obtenemos muchas respuestas respecto a esta temática. Por lo tanto hay aspectos que funcionan más que otros.
La película juega con la identidad y la conciencia del ser humano.
Ya más en lo técnico hay mucho juego con la iluminación, con diferentes colores, componiendo la fotografía esta variedad de filtros y fragmentación de imágenes que van muy bien.
A modo de conclusión: no me olvido de la energía y el magnetismo de Mía Goth. Entonces, el film es una gran sátira hacia el turismo, a ese grupo de élite que con muchísimo dinero pueden lograr casi todo. Hay una interesante dosis de carga sexual y de violencia en el mundo profundo y retorcido de la mente humana que nos trae Infinity Pool.