Película con buenas ideas pero que no terminan de plantearse y desarrollarse de forma óptima.
La película se desarrolla en un mundo en decadencia que se agrieta, se marchita y cae a pedazos; un mundo que dolería y desgarraría si no fuese por el incansable sentido del humor desplegado, por el dinanismo del film o por sus personajes "tan humanos" frente a lo deshumanizado y tenebroso del paisaje. Y esa es la belleza de la película, la dualidad, lo humano con lo deshumano, la imaginación con la realidad, el terror con el cuento de hadas, etc.
En lo relativo a la película, la historia transmite una idea clara como la necesidad de los adultos de preservar una parte de los niños que llevan dentro para no envejecer interiormente demasiado rápido, sin embargo, a su vez, nos muestra unos niños ladrones que se han visto arrastrados a la mala vida por el mundo en el que viven ya que se trata de una película pesimista que, sin embargo, lanza un alegato último a la esperanza, al sueño de un mundo mejor.
Tendré que verme la "opera prima" de este director ("Delicatesenn") para saber apreciar este tipo de cine que si bien no me ha defraudado no ha terminado de enamorarme.

Un aire lovecraftiano a una producción que me ha recordado por momentos a la atmósfera de la 1º temporada de True Detective. Oscura, irreverente, angustiosa, en definitiva un MUST para todos aquellos enamorados de este tipo de subgénero fílmico. Todo empieza en un pueblo aislado de montaña donde empiezan a desaparecer niños. Es cierto que la película intenta adentrarse en la psique de los personajes, pero no se consigue con éxito. Tal vez es lo único que le critico. Fuera de eso, es tremenda, como mezcla realidad con folclore, para terminar desembocando en el auténtico mal: el ser humano.