You must be a loged user to know your affinity with Nekro Zombie
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred

5,6
2.534
6
1 de mayo de 2014
1 de mayo de 2014
17 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras ver "Kill Your Darlings" imaginé que mientras sólo era poco más que un boceto debió producirse una conversación similar a ésta:
-Quiero que hagas una película sobre la Generación Beat para un público muy amplio -suelta el productor.
-Pero es que la Generación Beat no se dirigía a un público muy amplio -le responde el director.
-Pues ya sabes que tu misión va a ser complicada.
Algunos pensadores por los que siento un gran respeto aseguran que, viendo como está el panorama cultural e intelectual, una película de cierto presupuesto que llega a millones de espectadores debería tener la obligación de "educar" y "enseñar" a pesar de que su objetivo principal sea el de "generar ganancias". Como la mayoría de gente que va al cine o ve una película en su casa lo hace por puro entretenimiento con ánimo de desconectar de la rutina, sumado al hecho de que en muchas ocasiones carece de la "base" necesaria para entender esto y lo otro, se muestran bastante partidarios de "tratar temas complejos de una manera sencilla".
Yo, francamente, no tengo muy claro qué opino al respecto. Visionando filmes como "Kill Your Darlings" me doy cuenta de ello.
Por un lado, es evidente que la elección de Daniel Radcliffe, más conocido como Harry Potter, así como su liviano acabado comercial pueden despertar la curiosidad de una proporción considerable del público hacia la "Generación Beat" y lo que supuso para su tiempo y las generaciones posteriores. Por otro lado, yo, que sé bastante sobre el tema, me quedo un poco con la sensación de que no se profundiza demasiado en ciertos asuntos y el contenido acaba siendo un tanto opaco. Resumiendo: para quien no sepa algo sobre Kerouac y compañía puede resultar interesante e incluso reveladora. Para quien sí, le encontrará su aquél en otros aspectos. Por ejemplo, la caracterización de personajes. Es una auténtica pasada. En algunos momentos tenía la sensación de estar viendo a los protagonistas reales de todo aquello. Claro que esto tampoco funcionaría si los actores no lo hiciesen bien. Algunos simplemente lo bordan.
Para rizar el rizo y que el espectador actual encuentre un punto "combativo" de referencia, de moda, se sobredimensiona todo lo relacionado con la homosexualidad. Y se hace creando un curioso paralelismo entre el miedo académico por las posibles represalias a mostrar un arte revolucionario y el temor al qué dirán y qué me harán si salgo del armario. En el filme se resuelve con la idea de que si la poesía es una fuerza "interior" imparable e incontrolable, los instintos sexuales son más de lo mismo. Simple, trillado, pero efectivo. Todo el mundo es capaz de comprenderlo. "Tratar temas complejos de una manera sencilla".
Ahora bien, la escena del robo a la biblioteca es simplemente ridícula. El personaje de Kerouac sobra completamente y podría haberse omitido. El de Burroughs es casi un pegote: un gracioso "viejecito" drogadicto. Se nos introduce en el opresivo e institucionalizado mundo de la Universidad, pero no se ahonda en el ambiente libertario por el que se movían Ginsberg y sus amigos. Etcétera.
En conclusión, "Kill Your Darlings" funciona como una bonita y entretenida introducción a un movimiento literario que al menos yo considero interesante. Especialmente si se tiene entre quince y veinte años. Sinceramente, prefiero que se trate la vida de sus autores a que se hagan traslaciones de las letras a la gran pantalla de las obras que produjeron. Por ejemplo, "On the road" de Walter Salles me pareció bastante floja porque se alejaba del tono original de la novela en pos de algo "hipster" e infinitamente más aburrido. Los de la Generación Beat, aunque en ocasiones no lo parezca, hacían un gran uso de los recursos literarios. Recursos que muchas veces son imposibles de traducir a otros medios.
-Quiero que hagas una película sobre la Generación Beat para un público muy amplio -suelta el productor.
-Pero es que la Generación Beat no se dirigía a un público muy amplio -le responde el director.
-Pues ya sabes que tu misión va a ser complicada.
Algunos pensadores por los que siento un gran respeto aseguran que, viendo como está el panorama cultural e intelectual, una película de cierto presupuesto que llega a millones de espectadores debería tener la obligación de "educar" y "enseñar" a pesar de que su objetivo principal sea el de "generar ganancias". Como la mayoría de gente que va al cine o ve una película en su casa lo hace por puro entretenimiento con ánimo de desconectar de la rutina, sumado al hecho de que en muchas ocasiones carece de la "base" necesaria para entender esto y lo otro, se muestran bastante partidarios de "tratar temas complejos de una manera sencilla".
Yo, francamente, no tengo muy claro qué opino al respecto. Visionando filmes como "Kill Your Darlings" me doy cuenta de ello.
Por un lado, es evidente que la elección de Daniel Radcliffe, más conocido como Harry Potter, así como su liviano acabado comercial pueden despertar la curiosidad de una proporción considerable del público hacia la "Generación Beat" y lo que supuso para su tiempo y las generaciones posteriores. Por otro lado, yo, que sé bastante sobre el tema, me quedo un poco con la sensación de que no se profundiza demasiado en ciertos asuntos y el contenido acaba siendo un tanto opaco. Resumiendo: para quien no sepa algo sobre Kerouac y compañía puede resultar interesante e incluso reveladora. Para quien sí, le encontrará su aquél en otros aspectos. Por ejemplo, la caracterización de personajes. Es una auténtica pasada. En algunos momentos tenía la sensación de estar viendo a los protagonistas reales de todo aquello. Claro que esto tampoco funcionaría si los actores no lo hiciesen bien. Algunos simplemente lo bordan.
Para rizar el rizo y que el espectador actual encuentre un punto "combativo" de referencia, de moda, se sobredimensiona todo lo relacionado con la homosexualidad. Y se hace creando un curioso paralelismo entre el miedo académico por las posibles represalias a mostrar un arte revolucionario y el temor al qué dirán y qué me harán si salgo del armario. En el filme se resuelve con la idea de que si la poesía es una fuerza "interior" imparable e incontrolable, los instintos sexuales son más de lo mismo. Simple, trillado, pero efectivo. Todo el mundo es capaz de comprenderlo. "Tratar temas complejos de una manera sencilla".
Ahora bien, la escena del robo a la biblioteca es simplemente ridícula. El personaje de Kerouac sobra completamente y podría haberse omitido. El de Burroughs es casi un pegote: un gracioso "viejecito" drogadicto. Se nos introduce en el opresivo e institucionalizado mundo de la Universidad, pero no se ahonda en el ambiente libertario por el que se movían Ginsberg y sus amigos. Etcétera.
En conclusión, "Kill Your Darlings" funciona como una bonita y entretenida introducción a un movimiento literario que al menos yo considero interesante. Especialmente si se tiene entre quince y veinte años. Sinceramente, prefiero que se trate la vida de sus autores a que se hagan traslaciones de las letras a la gran pantalla de las obras que produjeron. Por ejemplo, "On the road" de Walter Salles me pareció bastante floja porque se alejaba del tono original de la novela en pos de algo "hipster" e infinitamente más aburrido. Los de la Generación Beat, aunque en ocasiones no lo parezca, hacían un gran uso de los recursos literarios. Recursos que muchas veces son imposibles de traducir a otros medios.

5,4
236
8
19 de octubre de 2012
19 de octubre de 2012
14 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Leer “El mago” de John Fowles, la novela en la que se basa este film, es una experiencia única. Si se hubiera presentado a una editorial hoy en día, o a un taller literario, o a un concurso, recibiría las siguientes críticas:
-Los personajes son demasiado complejos y el lector nunca se acaba de identificar con ellos.
-La trama es absorvente, pero no tiene mucho sentido y el lector puede perderse.
-El simbolismo es complicado.
-Se tratan demasiados temas importantes que pueden desorientar y no dejar clara cuál es la verdadera intención o tésis de la obra: filosofía, historia, psicología, etc.
Pues bien, algunos pueden decir exactamente lo mismo de la película protagonizada por Michael Caine. Supongo que por estar demasiado acostumbrados a mensajes facilones como los de “La chispa de la vida” de Álex de la iglesia, donde los mismos personajes te repiten una y otra vez de qué va el asunto.
Voy a centrarme únicamente en la película, ya que el cine y las letras, algo que muchos no entienden, son dos medios distintos.
Para empezar, la cinta gusta muchísimo a directores como Resnais o David Lynch. Puede que a Woody Allen le pareciese horrorosa. Pero, sin despreciar al neoyorquino, él jamás ha sabido construir algo tan enrevasado, molón y que respire tanto cine en estado puro como “The Magus”.
Yo también estoy de acuerdo en que es una de las cintas más infravaloradas de la historia. Las pocas críticas que se encuentran en internet la catalogan de mala o mediocre. Esto es debido a que cometen el error de compararla con la novela o a que no se acaban de zambullir en ella por pura pereza.
Podríamos incluirla en el género “mindfuck”, que tanto le gusta al citado Lynch. Es un puzzle muy difícil que el espectador tiene que saber reconstruir justo cuando aparecen los créditos finales.
-Los personajes son demasiado complejos y el lector nunca se acaba de identificar con ellos.
-La trama es absorvente, pero no tiene mucho sentido y el lector puede perderse.
-El simbolismo es complicado.
-Se tratan demasiados temas importantes que pueden desorientar y no dejar clara cuál es la verdadera intención o tésis de la obra: filosofía, historia, psicología, etc.
Pues bien, algunos pueden decir exactamente lo mismo de la película protagonizada por Michael Caine. Supongo que por estar demasiado acostumbrados a mensajes facilones como los de “La chispa de la vida” de Álex de la iglesia, donde los mismos personajes te repiten una y otra vez de qué va el asunto.
Voy a centrarme únicamente en la película, ya que el cine y las letras, algo que muchos no entienden, son dos medios distintos.
Para empezar, la cinta gusta muchísimo a directores como Resnais o David Lynch. Puede que a Woody Allen le pareciese horrorosa. Pero, sin despreciar al neoyorquino, él jamás ha sabido construir algo tan enrevasado, molón y que respire tanto cine en estado puro como “The Magus”.
Yo también estoy de acuerdo en que es una de las cintas más infravaloradas de la historia. Las pocas críticas que se encuentran en internet la catalogan de mala o mediocre. Esto es debido a que cometen el error de compararla con la novela o a que no se acaban de zambullir en ella por pura pereza.
Podríamos incluirla en el género “mindfuck”, que tanto le gusta al citado Lynch. Es un puzzle muy difícil que el espectador tiene que saber reconstruir justo cuando aparecen los créditos finales.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En principio, el prota, Urfe (no tiene este nombre de casualidad, es “Orfeo”) se marcha a una isla semi-desierta porque encuentra que tanto su vida como él mismo son “insustanciales”. Repite una y otra vez que le encantaría que su existencia fuese como una novela. Y es ahí cuando aparece Conchis, el extraño personaje que nunca se sabe muy bien qué es hasta el final. Le habla del “metateatro”; es decir, que todo sea como una especie de escenario donde sólo los actores conocen de qué va la trama o qué está sucediendo o qué trascendencia tienen sus actos.
Urfe empieza a revivir de alguna manera las emocionantes experiencias de Conchis durante la Segunda Guerra Mundial. Empieza el “juego”, que no se conoce si es una broma pesada o una alucinación o cualquier otra historia. Una vez sumergido en él, no puede escapar de su nueva situación. De hecho, ni siquiera desea regresar con la mujer de la que se ha enamoró. Prefiere quedarse en la “isla” y ver qué ocurre, saber cómo “avanza la trama”. La irrupción de los nazis no es más que puro simbolismo.
Es el punto hardcore del filme. Tenemos en mente que las nazis aportaron orden al caos. Pero el mensaje es que fue exactamente al revés: aportaron caos al orden. Cuando aparecen en la isla, la vida de Conchis se transforma y vuela hacia otros niveles. Los nazis, en todos los países, quisieron destruir una cultura occidental, marcada por el cristianismo y su moral, que de alguna manera funcionaba. Mejor o peor, pero funcionaba. Ellos trajeron el caos y la irracionalidad a Europa.
Urfe, sin comerlo ni beberlo, es partícipe tanto de los propios nazis como de los rebeldes griegos. En el fondo, no deja de experimentar las diferentes formas en que los ciudadanos vivieron el asunto. De alguna manera... vive... vuela hacia otros mundos, que son de mentira, pero que de alguna manera están ahí. Reveladora es la escena en la que de repente la chica abre una compuerta secreta de una roca que está... ¡En la playa! ¡Ni siquiera puedes confiar en que los paisajes naturales sean del todo... reales! ¡O que no escondan algo más!
Otro momento mítico es cuando le pide Conchis a Urfe que se juegue la vida con unos dados. Urfe pierde, pero no acepta tomarse la “pastilla de la muerte”, lo cual hace que Conchis se ponga la mar de contento. En Matrix se copia este momento cuando lo de la pastilla azul o la otra. A fin de cuentas, las dos van sobre algo similar.
Para terminar, decir que el simbolismo en el filme es muy importante. Es una película francamente esnob. Si no entienden que significan las máscaras o los monstruitos o el momento en el que Urfe es “el juez”, es posible que no se entienda gran parte de lo que se quiere transmitir.
Urfe empieza a revivir de alguna manera las emocionantes experiencias de Conchis durante la Segunda Guerra Mundial. Empieza el “juego”, que no se conoce si es una broma pesada o una alucinación o cualquier otra historia. Una vez sumergido en él, no puede escapar de su nueva situación. De hecho, ni siquiera desea regresar con la mujer de la que se ha enamoró. Prefiere quedarse en la “isla” y ver qué ocurre, saber cómo “avanza la trama”. La irrupción de los nazis no es más que puro simbolismo.
Es el punto hardcore del filme. Tenemos en mente que las nazis aportaron orden al caos. Pero el mensaje es que fue exactamente al revés: aportaron caos al orden. Cuando aparecen en la isla, la vida de Conchis se transforma y vuela hacia otros niveles. Los nazis, en todos los países, quisieron destruir una cultura occidental, marcada por el cristianismo y su moral, que de alguna manera funcionaba. Mejor o peor, pero funcionaba. Ellos trajeron el caos y la irracionalidad a Europa.
Urfe, sin comerlo ni beberlo, es partícipe tanto de los propios nazis como de los rebeldes griegos. En el fondo, no deja de experimentar las diferentes formas en que los ciudadanos vivieron el asunto. De alguna manera... vive... vuela hacia otros mundos, que son de mentira, pero que de alguna manera están ahí. Reveladora es la escena en la que de repente la chica abre una compuerta secreta de una roca que está... ¡En la playa! ¡Ni siquiera puedes confiar en que los paisajes naturales sean del todo... reales! ¡O que no escondan algo más!
Otro momento mítico es cuando le pide Conchis a Urfe que se juegue la vida con unos dados. Urfe pierde, pero no acepta tomarse la “pastilla de la muerte”, lo cual hace que Conchis se ponga la mar de contento. En Matrix se copia este momento cuando lo de la pastilla azul o la otra. A fin de cuentas, las dos van sobre algo similar.
Para terminar, decir que el simbolismo en el filme es muy importante. Es una película francamente esnob. Si no entienden que significan las máscaras o los monstruitos o el momento en el que Urfe es “el juez”, es posible que no se entienda gran parte de lo que se quiere transmitir.

6,9
101.765
2
5 de mayo de 2008
5 de mayo de 2008
32 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo más triste no es que tenga un oscar al mejor guión original...
Ni que su presencia dejase a otras que lo merecían mucho más fuera de las nominaciones...
Ni que todas las actuaciones excepto la de Ellen Page provoquen vergüenza ajena...
Ni que los padres reaccionen de un modo tan superhappy y comprensivo porque son la ostia de modernos...
Ni que se diga por ahí que la estética es una pasada porque refleja el mundillo bloguero y colorista de una chica rebelde... (“Yo soy la Juani” también lo conseguía con el ambientillo bakaluzo, reggaetoneano y tuningiano. Se la consideró algo peor que mierda de hurón. Será que los poligoneros, a diferencia de los emos y otras especies salidas de la MTV e internet, no caen muy bien debido a que no se les puede embutir una idea romántica de fondo)
Ni que el “muy inteligente humor” tenga sus momentos más álgidos en escenas como en la que Juno vomita en un jarrón.
No.
Ni que su presencia dejase a otras que lo merecían mucho más fuera de las nominaciones...
Ni que todas las actuaciones excepto la de Ellen Page provoquen vergüenza ajena...
Ni que los padres reaccionen de un modo tan superhappy y comprensivo porque son la ostia de modernos...
Ni que se diga por ahí que la estética es una pasada porque refleja el mundillo bloguero y colorista de una chica rebelde... (“Yo soy la Juani” también lo conseguía con el ambientillo bakaluzo, reggaetoneano y tuningiano. Se la consideró algo peor que mierda de hurón. Será que los poligoneros, a diferencia de los emos y otras especies salidas de la MTV e internet, no caen muy bien debido a que no se les puede embutir una idea romántica de fondo)
Ni que el “muy inteligente humor” tenga sus momentos más álgidos en escenas como en la que Juno vomita en un jarrón.
No.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo más triste es que una cinta tan mediocre llegue a lo más alto por sacar unas Converse All Star, citar genios del terror italiano y reivindicar el punk del 77.
Y que toda la película huela a demagogia barata porque es bien sabido que quienes más y mejor juzgan este tipo de filmes no son precisamente aquellos que poseen todos los discos de Bustamante...
Y que tenga ese punto de adolescente guayón que yo no sé a vosotros, pero a mí me incita a sacar el bate que guardo en el armario...
Y que sin la parafernalia fanzinera y rockdeluxiana estaríamos ante otra laxita comedia en la que una idiota se queda preñada...
Bah, prefiero “Casi 300”. Me parece más sincera y menos pretenciosa.
Y que toda la película huela a demagogia barata porque es bien sabido que quienes más y mejor juzgan este tipo de filmes no son precisamente aquellos que poseen todos los discos de Bustamante...
Y que tenga ese punto de adolescente guayón que yo no sé a vosotros, pero a mí me incita a sacar el bate que guardo en el armario...
Y que sin la parafernalia fanzinera y rockdeluxiana estaríamos ante otra laxita comedia en la que una idiota se queda preñada...
Bah, prefiero “Casi 300”. Me parece más sincera y menos pretenciosa.
18 de junio de 2016
18 de junio de 2016
13 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tengo un amigo que todavía tiene fe en el cine español. No va de coña. Cuando yo le digo que la vida es demasiado corta y hermosa como para perder el tiempo con los engendros del celuloide ibérico, él me argumenta que de vez en cuando asoman la cabeza películas que valen realmente la pena. Y yo me tengo que callar, ya que a mí me pasa algo parecido con el cine histórico. Es uno de los géneros que mayores cantidades de basura ha vomitado durante las últimas décadas (alcanzando picos de inaceptabilidad-me-da-un-ataque-de-asma con atrocidades como Braveheart. Por poner un ejemplo de este monstruo multi-premiado, al inicio de la peli se nos comenta que están en 1280, poco después de que el rey Alexander III of Scotland falleciese. Si buscáis información sobre este monarca veréis que murió... ¡En 1286!).
Que no, que ya te digo yo que no soy el típico repelente que busca fallos históricos en las pelis para dárselas de tipo culto ni nada parecido. Es más, entiendo que muchas veces la veracidad histórica tenga que ensombrecerse en pos del drama. Pero es que hay filmes con un número tan elevado de gazapos que de manera involuntaria se adentran en los territorios de otro género: el fantástico. Vamos, que si una película histórica no tiene un mínimo de rigor, tiene más de "El Señor de los Anillos" que de Tito Livio.
Muchas veces los mismos productores de estas películas pseudo-históricas se defienden argumentando que el cine histórico es carísimo (lo cual es cierto. Al igual que la ciencia ficción, se retrata "otro mundo" y no puede aparecer en pantalla casi nada que tenga que ver con nuestro presente más inmediato y cada plano es un reto para los decoradores) y que, claro, si quieres recuperar tu inversión tienes que anteponer la idea general que tiene la gente sobre un país y una época a lo que fue realmente. Es uno de los motivos por los cuales muchas veces España se retrata como si fuese una provincia de México (país que, por cierto, me encanta), los antiguos griegos son rubios con ojos azules que parecen vikingos y los propios vikingos parecen Cónan.
Por todo lo argumentado anteriormente las películas como 'Michiel de Ruytier' son necesarias. Al menos, a mí me devuelven la confianza y fe en el género histórico del mismo modo que a mi amigo pelis como "La isla mínima" le hacen seguir creyendo en los talentos sumergidos del cine español. Que sí, que 'Michiel de Ruytier' también tiene sus errores e inexactitudes. Pero, lo bueno, lo muy bueno, es que no es Braveheart. Para nada es Braveheart o cualquier cosa pseudo-histórica en la que haya estado involucrado Mel Gibson. Y se nota. Mucho.
Continúa en spoilers.
Que no, que ya te digo yo que no soy el típico repelente que busca fallos históricos en las pelis para dárselas de tipo culto ni nada parecido. Es más, entiendo que muchas veces la veracidad histórica tenga que ensombrecerse en pos del drama. Pero es que hay filmes con un número tan elevado de gazapos que de manera involuntaria se adentran en los territorios de otro género: el fantástico. Vamos, que si una película histórica no tiene un mínimo de rigor, tiene más de "El Señor de los Anillos" que de Tito Livio.
Muchas veces los mismos productores de estas películas pseudo-históricas se defienden argumentando que el cine histórico es carísimo (lo cual es cierto. Al igual que la ciencia ficción, se retrata "otro mundo" y no puede aparecer en pantalla casi nada que tenga que ver con nuestro presente más inmediato y cada plano es un reto para los decoradores) y que, claro, si quieres recuperar tu inversión tienes que anteponer la idea general que tiene la gente sobre un país y una época a lo que fue realmente. Es uno de los motivos por los cuales muchas veces España se retrata como si fuese una provincia de México (país que, por cierto, me encanta), los antiguos griegos son rubios con ojos azules que parecen vikingos y los propios vikingos parecen Cónan.
Por todo lo argumentado anteriormente las películas como 'Michiel de Ruytier' son necesarias. Al menos, a mí me devuelven la confianza y fe en el género histórico del mismo modo que a mi amigo pelis como "La isla mínima" le hacen seguir creyendo en los talentos sumergidos del cine español. Que sí, que 'Michiel de Ruytier' también tiene sus errores e inexactitudes. Pero, lo bueno, lo muy bueno, es que no es Braveheart. Para nada es Braveheart o cualquier cosa pseudo-histórica en la que haya estado involucrado Mel Gibson. Y se nota. Mucho.
Continúa en spoilers.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Ya de primeras el protagonista se nos presenta como un ser humano, no como una especie de Batman capaz de vencer a todos los malos y de tirarse a la rubia más explosiva de Amsterdam. Por otro lado, se nos muestra la compleja telaraña política de la época de manera muy clara y sin llegar a cargar. Aunque el filme se posiciona a favor de un determinado bando, lo cierto es que también nos explica el porqué había mucha gente favorable a la monarquía tanto en las altas esferas como en las clases populares. De hecho, uno de los planteamientos que manda constantemente el filme es que Holanda es una idea de libertad y civismo en la que caben todas las ideologías y religiones. Además tiene detalles como por ejemplo cuando al final de la cinta los franceses hacen rugir sus cañones en señal de respeto hacia Michiel tras su muerte, lo cual también sucedió en la realidad. Etcétera.
Desde un punto de vista técnico sorprende que una película holandesa tenga esos aires de superproducción. Vale, sí, en algún momento concreto se nota el CGI de los barcos, pero no más que en algunas películas yanquis. En cualquier caso, otro de sus aciertos, las reproducciones reales de los barcos son casi perfectas(tan perfectas que casi pierdo el conocimiento. Será de las películas históricas que mayor respeto muestran por el aspecto de los navíos). Tan perfectas que a día de hoy se sigue conservando en Amsterdam la parte de la popa arrebatada al HMS Royal Charles, uno de los mejores barcos de guerra de su tiempo, que se ve en el filme y que si tenéis curiosidad podéis visitar en esta magnífica ciudad que para muchos es poco más que un fumadero de marihuana.
También me dejó flipado que sea uno de los pocos filmes que insiste en algo que aterrorizaba a los militares durante las batallas navales: el vuelo de astillas. Se te clavaban en la piel, te podían dejar ciego o incluso colarse en tu garganta. Hablando de los combates, está muy bien llevado el hecho de que Michiel intentase modernizar las técnicas de combate de la flota holandesa. A mejores navíos y marineros, más necesaria se hacía una estrategia de combate. Si se quería vencer, ya no bastaba con salir de puerto a darse cañonazos y poco más. En este sentido, todo sea dicho, Michiel era un genio.
No me enrollo más: es una de las mejores películas históricas que he visto en mucho tiempo. Entiendo que a muchos no les gustará porque no sigue el cánon de gran parte del cine "histórico"(si, entre comillas) norteamericano de última generación que está muy influenciado por los Power Rangers. A quien no sepa demasiado del contexto retratado o no disfrute demasiado con este género, le parecerá una película de aventuras entretenida, que tampoco es para tanto. Somos nosotros, los fans del cine histórico, quienes podemos valorar esta maravillosa cinta como se merece. Somos nosotros los que apreciamos pequeños detalles como cuando se ve a Jan de Baen retratando el brutal estado en el que quedaron los cuerpos de los hermanos Witt. Somos nosotros quienes siempre diremos que esa peli holandesa, 'Michiel de Ruytier', fue todo un acierto.
Desde un punto de vista técnico sorprende que una película holandesa tenga esos aires de superproducción. Vale, sí, en algún momento concreto se nota el CGI de los barcos, pero no más que en algunas películas yanquis. En cualquier caso, otro de sus aciertos, las reproducciones reales de los barcos son casi perfectas(tan perfectas que casi pierdo el conocimiento. Será de las películas históricas que mayor respeto muestran por el aspecto de los navíos). Tan perfectas que a día de hoy se sigue conservando en Amsterdam la parte de la popa arrebatada al HMS Royal Charles, uno de los mejores barcos de guerra de su tiempo, que se ve en el filme y que si tenéis curiosidad podéis visitar en esta magnífica ciudad que para muchos es poco más que un fumadero de marihuana.
También me dejó flipado que sea uno de los pocos filmes que insiste en algo que aterrorizaba a los militares durante las batallas navales: el vuelo de astillas. Se te clavaban en la piel, te podían dejar ciego o incluso colarse en tu garganta. Hablando de los combates, está muy bien llevado el hecho de que Michiel intentase modernizar las técnicas de combate de la flota holandesa. A mejores navíos y marineros, más necesaria se hacía una estrategia de combate. Si se quería vencer, ya no bastaba con salir de puerto a darse cañonazos y poco más. En este sentido, todo sea dicho, Michiel era un genio.
No me enrollo más: es una de las mejores películas históricas que he visto en mucho tiempo. Entiendo que a muchos no les gustará porque no sigue el cánon de gran parte del cine "histórico"(si, entre comillas) norteamericano de última generación que está muy influenciado por los Power Rangers. A quien no sepa demasiado del contexto retratado o no disfrute demasiado con este género, le parecerá una película de aventuras entretenida, que tampoco es para tanto. Somos nosotros, los fans del cine histórico, quienes podemos valorar esta maravillosa cinta como se merece. Somos nosotros los que apreciamos pequeños detalles como cuando se ve a Jan de Baen retratando el brutal estado en el que quedaron los cuerpos de los hermanos Witt. Somos nosotros quienes siempre diremos que esa peli holandesa, 'Michiel de Ruytier', fue todo un acierto.
3 de abril de 2014
3 de abril de 2014
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es indudable que Sion Sono tiene un gran talento visual, que sabe muy bien qué quiere y qué no, que controla el ritmo narrativo como pocos, que siempre sorprende con sus historias y que, además, "se moja" criticando aspectos de su realidad más inmediata, de su Japón natal por el que siente un extraño amor/odio. Para entender la obra de este director, se ha de tener muy en cuenta su nacionalidad. Para entender esta película, se ha de tener en cuenta todavía más. Serán muchos los que no verán en esta cinta más que otra frikada nipona en la que se vierten litros de sangre y poco más. Para nada. En absoluto. Este filme es todo un ataque hacia el duro momento que está viviendo el cine japonés.
¡Ay! ¡La tierra del sol naciente! Una de las naciones que ha dado mayor número de obras maestras al celuloide mundial. Kurosawa, Fukasaku, Kobayashi, Imamura, Mizoguchi... son nombres que todo aficionado al cine, sea de Kyoto, Tucson o Bangkok, conoce. Sin embargo, desde hace unos años, parece que los japoneses sólo estén interesados en exportar buenos animes y alocadas películas trash. Obviamente, han realizado obras maestras en, por ejemplo, "los últimos diez años", pero generalmente no llegan ni de coña a los niveles alcanzados tanto por los directores anteriormente mencionados como por otros. En realidad, su vecina Corea del Sur parece haberles tomado el relevo. Lleva ya un tiempo realizando películas sorpresivas que pueden competir con las producciones norteamericanas e incluso, en algunos casos, superarlas en ingenio, creatividad e inteligencia.
En "Why don't you play in hell?" Sion Sono parece lamentarse de esto. El grupo protagonista está formado por verdaderos amantes del cine, auténticos obsesionados de las cámaras, los focos y los micros. Sin embargo, pese a todo el empeño que ponen en rodar una película, el "dios del cine" parece pasar de ellos, parece "estar muerto". Lejos de desanimarse, siguen intentando sacar su proyecto adelante, teniendo como punto de reunión un lugar muy simbólico: un cine que ha cerrado sus puertas. En efecto, estamos ante otra obra del S. XXI que siente una cierta nostalgia hacia el S. XX, que se plantea si estamos yendo por buen camino o quizá estemos matando las cosas que realmente nos gustaban de un mundo que, por diversos motivos, parece empezar a desintegrarse para dar paso a algo nuevo. No es muy distinto a lo que muchos escritores e incluso cineastas hacían a principios del S. XX con respecto al S. XIX.
En paralelo a las aventuras y paranoias de los "Fuck Bombers", contemplamos como la hija de un jefe Yakuza hace todo lo posible por ser actriz, por ser famosa. Continúan así las punzantes críticas que, salvando las distancias, también podrían ser válidas para el cine español. Voy a comentar algunas de las que más me han gustado. En primer lugar, para tener oportunidades en la industria debes ser hijo de alguien importante o acostarte con ese alguien importante. Esto se nos enseña varias veces durante el metraje, como por ejemplo en las distintas "amantes" que tiene el jefe Yakuza. Regentan un "bar" hasta que se cansa de ellas y las sustituye por otras más jóvenes. En segundo lugar, la hija del yakuza huye cuando ve que es la protagonista de una película horrorosa. Vamos, que en su país últimamente sólo se está haciendo bazofia sin "alma" ni intención artística alguna. Si quieres estar en el meollo, tienes que soportarla sí o sí. Personalmente me dejó destruido el momento en el que el productor le dice al yakuza que prefiere contratar a una mala actriz a esperar a su hija, dándonos a entender que para él es sólo trabajo y rutina. En tercer lugar, que se siga vendiendo el cine japonés más "folklórico". Me partí de risa cuando unos yakuzas modernos son obligados a vestirse de un "modo tradicional", sin injerencias occidentales. Aquí nos sucede exactamente lo mismo con el flamenco, los trajes de sevillana, la estética castiza y tantas otras cosas de las que todos estamos un poco hartos. En cuarto y último lugar, que al final la película la rueden unos mafiosos. O lo que es lo mismo: la industria del cine es una mafia.
Continúa en "spoilers".
¡Ay! ¡La tierra del sol naciente! Una de las naciones que ha dado mayor número de obras maestras al celuloide mundial. Kurosawa, Fukasaku, Kobayashi, Imamura, Mizoguchi... son nombres que todo aficionado al cine, sea de Kyoto, Tucson o Bangkok, conoce. Sin embargo, desde hace unos años, parece que los japoneses sólo estén interesados en exportar buenos animes y alocadas películas trash. Obviamente, han realizado obras maestras en, por ejemplo, "los últimos diez años", pero generalmente no llegan ni de coña a los niveles alcanzados tanto por los directores anteriormente mencionados como por otros. En realidad, su vecina Corea del Sur parece haberles tomado el relevo. Lleva ya un tiempo realizando películas sorpresivas que pueden competir con las producciones norteamericanas e incluso, en algunos casos, superarlas en ingenio, creatividad e inteligencia.
En "Why don't you play in hell?" Sion Sono parece lamentarse de esto. El grupo protagonista está formado por verdaderos amantes del cine, auténticos obsesionados de las cámaras, los focos y los micros. Sin embargo, pese a todo el empeño que ponen en rodar una película, el "dios del cine" parece pasar de ellos, parece "estar muerto". Lejos de desanimarse, siguen intentando sacar su proyecto adelante, teniendo como punto de reunión un lugar muy simbólico: un cine que ha cerrado sus puertas. En efecto, estamos ante otra obra del S. XXI que siente una cierta nostalgia hacia el S. XX, que se plantea si estamos yendo por buen camino o quizá estemos matando las cosas que realmente nos gustaban de un mundo que, por diversos motivos, parece empezar a desintegrarse para dar paso a algo nuevo. No es muy distinto a lo que muchos escritores e incluso cineastas hacían a principios del S. XX con respecto al S. XIX.
En paralelo a las aventuras y paranoias de los "Fuck Bombers", contemplamos como la hija de un jefe Yakuza hace todo lo posible por ser actriz, por ser famosa. Continúan así las punzantes críticas que, salvando las distancias, también podrían ser válidas para el cine español. Voy a comentar algunas de las que más me han gustado. En primer lugar, para tener oportunidades en la industria debes ser hijo de alguien importante o acostarte con ese alguien importante. Esto se nos enseña varias veces durante el metraje, como por ejemplo en las distintas "amantes" que tiene el jefe Yakuza. Regentan un "bar" hasta que se cansa de ellas y las sustituye por otras más jóvenes. En segundo lugar, la hija del yakuza huye cuando ve que es la protagonista de una película horrorosa. Vamos, que en su país últimamente sólo se está haciendo bazofia sin "alma" ni intención artística alguna. Si quieres estar en el meollo, tienes que soportarla sí o sí. Personalmente me dejó destruido el momento en el que el productor le dice al yakuza que prefiere contratar a una mala actriz a esperar a su hija, dándonos a entender que para él es sólo trabajo y rutina. En tercer lugar, que se siga vendiendo el cine japonés más "folklórico". Me partí de risa cuando unos yakuzas modernos son obligados a vestirse de un "modo tradicional", sin injerencias occidentales. Aquí nos sucede exactamente lo mismo con el flamenco, los trajes de sevillana, la estética castiza y tantas otras cosas de las que todos estamos un poco hartos. En cuarto y último lugar, que al final la película la rueden unos mafiosos. O lo que es lo mismo: la industria del cine es una mafia.
Continúa en "spoilers".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Hay tres géneros que todos asociamos con Japón: samuráis, yakuzas y trash. Sion Sono, sabedor de esto, los mezcla en este filme como modo de rendirles tributo y revelar qué opina de los mismos. Por ejemplo, en Japón nunca ha habido un "action hero" famoso como Bruce Lee o Jackie Chan. Desde un punto de vista occidental, esto puede parecer una tontería. Pero para los japoneses es algo muy serio, ya que han tenido una larga tradición de cine de artes marciales. No es casualidad que el director amateur esté obsesionado por crear el "primer action hero" japonés. Por esto mismo también se le rinde tributo a "Kill Bill" de Tarantino, pues fue un norteamericano quien les enseñó hace unos pocos años que su cine de género es molón, que ha influenciado y entretenido a mucha gente fuera de sus fronteras, que no es algo de lo que reírse sino de lo que sentirse orgulloso. Es más, durante toda la espectacular batalla final, Sono parece asegurar que la supervivencia del cine japonés pasa por estos tres géneros.
En la última escena, cuando el director corre como loco por la calle y se descubre que no es más que un rodaje, se nos transmite que simplemente acabamos de ver cine que habla sobre cine. En este caso, cine japonés. Y que a quien realmente le interesa el tema hará todo lo posible por ver sus producciones en pantalla grande. Es una gran película a la que únicamente le achaco los excesos de sus propios excesos.
En la última escena, cuando el director corre como loco por la calle y se descubre que no es más que un rodaje, se nos transmite que simplemente acabamos de ver cine que habla sobre cine. En este caso, cine japonés. Y que a quien realmente le interesa el tema hará todo lo posible por ver sus producciones en pantalla grande. Es una gran película a la que únicamente le achaco los excesos de sus propios excesos.
Más sobre Nekro Zombie
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here