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Documental

6,3
160
Documental
6
21 de septiembre de 2010
21 de septiembre de 2010
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para muchos, esta es la mejor fotografía de guerra de todos los tiempos, realizada por el mejor reportero de guerra: Ernest Andrei Friedmann, o lo que es lo mismo, Robert Capa. La figura de este genial fotógrafo siempre estuvo teñida de misterio y esta fotografía, emblema del Gobierno Republicano durante la Guerra Civil, siempre estuvo cuestionada. Su veracidad estuvo en entredicho desde el primer momento de su publicación, un misterio no resuelto, al que este documental intenta acercarse.
El trabajo es encomiable, pues partiendo casi exclusivamente de esta foto (y de otras de lo que parece una misma serie) se intenta abordar el tema de la autenticidad desde varios puntos de vista. Al final, todos los indicios (no hay pruebas concluyentes, y es difícil de que las haya algún día) parecen indicar que la foto es un montaje, que es una especie de posado. Eso, sin embargo, no empaña todo el trabajo de Capa en otros lugares del mundo, siempre en primera línea, hasta el día de su prematura muerte.
Para amantes de la fotografía y de la Historia.
Lo mejor: los intentos por desvelar una verdad, que parece que no se deja atrapar.
Lo peor: los autores parecen tener la respuesta de antemano, y a veces, eso le resta, verosimilitud al documental.
La escena: el mimo en Las Ramblas, haciendo de miliciano.
El trabajo es encomiable, pues partiendo casi exclusivamente de esta foto (y de otras de lo que parece una misma serie) se intenta abordar el tema de la autenticidad desde varios puntos de vista. Al final, todos los indicios (no hay pruebas concluyentes, y es difícil de que las haya algún día) parecen indicar que la foto es un montaje, que es una especie de posado. Eso, sin embargo, no empaña todo el trabajo de Capa en otros lugares del mundo, siempre en primera línea, hasta el día de su prematura muerte.
Para amantes de la fotografía y de la Historia.
Lo mejor: los intentos por desvelar una verdad, que parece que no se deja atrapar.
Lo peor: los autores parecen tener la respuesta de antemano, y a veces, eso le resta, verosimilitud al documental.
La escena: el mimo en Las Ramblas, haciendo de miliciano.
14 de septiembre de 2010
14 de septiembre de 2010
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En El sueño de Alexandria, la frontera entre lo real y lo imaginario es muy difusa, del mismo modo que es difusa la frontera entre el sueño y la vigilia. En realidad, The Fall es un largo viaje a través de la imaginación de un joven actor secundario con problemas amorosos y una niña que se deja llevar a lomos de un caballo llamado fantasía. En el mundo real, el joven, especialista de acción de un cine incipiente, ingresa en un hospital debido a una mala caída. Ese mal físico, viene acompañado de una profunda depresión por un amor inalcanzable. En el hospital conoce a una niña con un brazo roto y para entretenerla, comienza a contarle la historia más maravillosa del mundo. Esa historia, de tintes oníricos, comienza dubitativa, pero a medida que la narración avanza, se afianza, adquiriendo proporciones épicas. El joven actor, hundido en una terrible depresión, comienza a usar el cuento para conseguir que la niña consiga determinadas sustancias y el relato se hace cada vez más oscuro y cruel.
El punto fuerte de toda la película es su riqueza visual. Con unos paisajes reales que son absolutamente maravillosos y que le dan ese toque de fantasía que requiere la película. Además la historia tiene una gran carga emotiva, tanto en el mundo real, como en el mundo de la fantasía.
Para soñadores.
Lo mejor: los paisajes, rodados en más de 25 países. La acción dramática que acompaña al derroche visual. La transformación de la historia, desde un principio apacible, hasta un final de pesadilla.
Lo peor: como cuento para niños que es, a veces, es un poco infantil.
La escena: el tramo final, cuando las cosas se tuercen, y el maravilloso mundo creado por el actor se desmorona, al mismo tiempo que su vida real es escabulle entre bambalinas.
El punto fuerte de toda la película es su riqueza visual. Con unos paisajes reales que son absolutamente maravillosos y que le dan ese toque de fantasía que requiere la película. Además la historia tiene una gran carga emotiva, tanto en el mundo real, como en el mundo de la fantasía.
Para soñadores.
Lo mejor: los paisajes, rodados en más de 25 países. La acción dramática que acompaña al derroche visual. La transformación de la historia, desde un principio apacible, hasta un final de pesadilla.
Lo peor: como cuento para niños que es, a veces, es un poco infantil.
La escena: el tramo final, cuando las cosas se tuercen, y el maravilloso mundo creado por el actor se desmorona, al mismo tiempo que su vida real es escabulle entre bambalinas.
8
5 de marzo de 2010
5 de marzo de 2010
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para introducir la película, decir que desconocía por completo la hazaña de Philippe Petit, que fue capaz de tender dos cables entre las torres gemelas de Nueva York y cruzarlas andando varias veces. Este documental recrea a la perfección este hecho histórico. La película mezcla de forma precisa imágenes de archivo, con la dramatización de los hechos, y entrevistas a los implicados. La acción está hábilmente narrada, de modo que parece que estemos viendo una película sobre el asalto a un banco, ya que nos muestra la concienzuda planificación para desarrollar el proyecto y genera la tensión suficiente para que no perdamos el interés en ningún momento. El punto álgido, evidentemente, sucede cuando Petit se pone en marcha y parece flotar entre las dos torres gemelas, es un momento realmente emocionante y la película lo transmite a la perfección.
Para amantes de grandes hazañas. Equilibrio emocionante.
Lo mejor: La narración de la historia que mezcla imágenes reales e imágenes con actores. El interés y la emoción que transmite
Lo peor: Que hoy en día sería imposible de hacer, Petit caería fulminado de un disparo.
La escena: el primer paso de Petit hacia el vacío, impresionante.
Para amantes de grandes hazañas. Equilibrio emocionante.
Lo mejor: La narración de la historia que mezcla imágenes reales e imágenes con actores. El interés y la emoción que transmite
Lo peor: Que hoy en día sería imposible de hacer, Petit caería fulminado de un disparo.
La escena: el primer paso de Petit hacia el vacío, impresionante.
2
24 de febrero de 2010
24 de febrero de 2010
9 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Goodbye Dragon Inn tiene con la película anterior muchísimas similitudes. Es cine sin concesiones, que retrata el día a día, cine contemplativo, casi sin diálogos, pero a diferencia de la película de Eimbcke, ésta me pareció absolutamente fallida. La película es un sentido homenaje a un cine de los de antes, con su pantalla gigante, el anfiteatro y su grandeza. Así que, el día que un viejo cine de Taipei cierra sus puertas, proyectan una mítica película de artes marciales titulada Dragon Inn a modo de despedida.
La película, analizada por partes, resulta interesante. Se recrea excelentemente el cine, lleno de humedades, en el que casi se puede percibir el olor de las butacas apolilladas, de los fluidos corporales intercambiados entre algunos espectadores. Las relaciones entre los espectadores son interesantes, desde buscones, hasta nostálgicos que dan el último adiós a una época de su propia vida. Pero en este caso la suma de las partes da un resultado, para mi gusto, endeble y pesado. Una buena idea de partida pero que se estira de modo desesperante.
Para plantas de lento crecimiento. Zzzzzzzz.
Lo mejor: la atmósfera húmeda que envuelve la película, el amor que se desprende por el cine.
Lo peor: leeeeenta, muy leeeeenta. La escena de la taquillera coja que le lleva la comida al proyeccionista al otro extremo del cine durante cinco minutos, casi acaba con mi paciencia.
La película, analizada por partes, resulta interesante. Se recrea excelentemente el cine, lleno de humedades, en el que casi se puede percibir el olor de las butacas apolilladas, de los fluidos corporales intercambiados entre algunos espectadores. Las relaciones entre los espectadores son interesantes, desde buscones, hasta nostálgicos que dan el último adiós a una época de su propia vida. Pero en este caso la suma de las partes da un resultado, para mi gusto, endeble y pesado. Una buena idea de partida pero que se estira de modo desesperante.
Para plantas de lento crecimiento. Zzzzzzzz.
Lo mejor: la atmósfera húmeda que envuelve la película, el amor que se desprende por el cine.
Lo peor: leeeeenta, muy leeeeenta. La escena de la taquillera coja que le lleva la comida al proyeccionista al otro extremo del cine durante cinco minutos, casi acaba con mi paciencia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La escena: sin duda, el emotivo final, en el que dos personas mayores salen del cine y se saludan respetuosamente. Ambos son dos de los actores que participaron en la mítica Dragon Inn del año 1966 que acuden a ver esa última proyección.
7
20 de marzo de 2010
20 de marzo de 2010
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
El carnaval de las almas es una película de culto, serie B en toda regla, cuyas influencias se pueden apreciar en muchas películas posteriores. Rodada en un blanco y negro de la época, cuenta la extraña historia de una mujer que tras un grave accidente de coche, queda desubicada, desorientada. En un intento de encontrarse a sí misma, escapa a otra ciudad donde empezar, quizás, una nueva vida. En esa ciudad, un recinto abandonado, que alojó en tiempos una bulliciosa feria, ejerce sobre ella una extraña atracción. La aparición de un inquietante personaje le da el toque de misterio y terror.
Para rebuscadores de joyas de culto.
Lo mejor: el estilo serie B y la historia muy original para su tiempo.
Lo peor: podía ser mucho más terrorífica, cuentan que es una clara influencia de la maravillosa La noche de los muertos de George A Romero, pero le falta un poco de garra, de miedo.
La escena: la aparición del extraño personaje, hiela la sangre.
Para rebuscadores de joyas de culto.
Lo mejor: el estilo serie B y la historia muy original para su tiempo.
Lo peor: podía ser mucho más terrorífica, cuentan que es una clara influencia de la maravillosa La noche de los muertos de George A Romero, pero le falta un poco de garra, de miedo.
La escena: la aparición del extraño personaje, hiela la sangre.
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