You must be a loged user to know your affinity with Ficus Pandorama
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred
Documental

6,2
702
6
14 de julio de 2010
14 de julio de 2010
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué el fútbol ha formado parte de mí vida como una gran pasión al igual o más que el cine, lo delatan mí coleccionismo de álbumes de cromos, revistas, periódicos, fotos, autógrafos, libros, cintas de VHS y DVD, viajes y demas locuras y mitomanía que profeso por esté bendito deporte que inventarón mis admirados ingleses.
He de decir en honor a la verdad, que tenía ganas de realizar una crítica sobre un documental o película que tratara sobre mí deporte preferido, y aprovechando el atracón que me he dado en esté mes y del exito obtenido merecidamente por la selección española en este mundial de Sudáfrica 2010, no he querido perder la oportunidad de ver esté trabajo sobre el deporte rey en lo que a la selección española se refiere, que ha realizado Santiago A. Zannou.
Indudablemente alcanzar la internacionalidad absoluta es uno de los logros más importantes para cualquier futbolista del mundo en su carrera deportiva, interesante pues, es la propuesta que nos depara esté documental en el que se repasa 88 años de historia de la selección de fútbol, la furia española para mí, ya que ese snobismo de la roja me cae fatal, a parte de que no es original, ya que siempre la han utilizado los chilenos muchos años antes que los españoles para denominar a su selección, y no esta mal que se le siguiera llamando la furia española, ya que como dice el reciente entrenador y flamante campeón del mundo, Vicente Del Bosque en un periodico deportivo con fecha de hoy, "Sin furia no hay tiqui-taca".
Es un repaso en 80 minutos rapidos, pero pausados que van desde el primer partido en las Olimpiadas de Amberes en 1920 contra Dinamarca, hasta la consecución de la segunda Eurocopa en Austria y Suiza en el año 2008 ante Alemania, por supuesto no da para todo lo que en 548 partidos de selección ha sucedido, solo las gestas mas importantes comentadas por algunos de sus más de 700 protagonistas que han sido los jugadores que alguna vez han vestido su camiseta, contando como eje principal de la narrada historia con Ignacio Eizaguirre, que en el transcurso del documental tiene un emocionante encuentro con sus antiguos compañeros de selección, el mitico portero del Barcelona Antonio Ramallets y el valenciano Puchades.
La cinta transcurre entre recuerdos, imágenes y opiniones inéditas de jugadores antiguos y contemporaneos, periodistas, cronistas, presidentes, y entrenadores de casi todas las épocas, destacaria quizás por que he tenido la suerte y fortuna de conocerle personalmente la de Estanislao Basora, apodado "El monstruo de Colombes" por un soberbio partido que realizo esté fabuloso extremo derecha en dicho estadio en París, en el que realizo tres goles en su segundo partido como internacional, él cual explica una anécdota de las chicas en bikini que disfrutan en Rio de Janeiro, con motivo de la disputa del mundial de Brasil en 1950, algó que en España era casi imposible de contemplar en esa época, tan imposible como quedar Campeones del Mundo.
¡Felicidades!
He de decir en honor a la verdad, que tenía ganas de realizar una crítica sobre un documental o película que tratara sobre mí deporte preferido, y aprovechando el atracón que me he dado en esté mes y del exito obtenido merecidamente por la selección española en este mundial de Sudáfrica 2010, no he querido perder la oportunidad de ver esté trabajo sobre el deporte rey en lo que a la selección española se refiere, que ha realizado Santiago A. Zannou.
Indudablemente alcanzar la internacionalidad absoluta es uno de los logros más importantes para cualquier futbolista del mundo en su carrera deportiva, interesante pues, es la propuesta que nos depara esté documental en el que se repasa 88 años de historia de la selección de fútbol, la furia española para mí, ya que ese snobismo de la roja me cae fatal, a parte de que no es original, ya que siempre la han utilizado los chilenos muchos años antes que los españoles para denominar a su selección, y no esta mal que se le siguiera llamando la furia española, ya que como dice el reciente entrenador y flamante campeón del mundo, Vicente Del Bosque en un periodico deportivo con fecha de hoy, "Sin furia no hay tiqui-taca".
Es un repaso en 80 minutos rapidos, pero pausados que van desde el primer partido en las Olimpiadas de Amberes en 1920 contra Dinamarca, hasta la consecución de la segunda Eurocopa en Austria y Suiza en el año 2008 ante Alemania, por supuesto no da para todo lo que en 548 partidos de selección ha sucedido, solo las gestas mas importantes comentadas por algunos de sus más de 700 protagonistas que han sido los jugadores que alguna vez han vestido su camiseta, contando como eje principal de la narrada historia con Ignacio Eizaguirre, que en el transcurso del documental tiene un emocionante encuentro con sus antiguos compañeros de selección, el mitico portero del Barcelona Antonio Ramallets y el valenciano Puchades.
La cinta transcurre entre recuerdos, imágenes y opiniones inéditas de jugadores antiguos y contemporaneos, periodistas, cronistas, presidentes, y entrenadores de casi todas las épocas, destacaria quizás por que he tenido la suerte y fortuna de conocerle personalmente la de Estanislao Basora, apodado "El monstruo de Colombes" por un soberbio partido que realizo esté fabuloso extremo derecha en dicho estadio en París, en el que realizo tres goles en su segundo partido como internacional, él cual explica una anécdota de las chicas en bikini que disfrutan en Rio de Janeiro, con motivo de la disputa del mundial de Brasil en 1950, algó que en España era casi imposible de contemplar en esa época, tan imposible como quedar Campeones del Mundo.
¡Felicidades!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Hoy a tres dias de haber conquistado su primera copa del Mundo, y entrar en el selecto club de las selecciones nacionales que alguna vez la han ganado (Uruguay, Italia, Alemania, Brasil, Inglaterra, Argentina y Francia.) aun recuerdo aquel primer partido que vi de la selección española en el año 1977 contra Yugoslavia en Belgrado, con el gol de Rubén Cano y el posterior botellazo a Juanito, y no puedo más que acordarme de muchos jugadores que vistierón alguna vez la camiseta entre derrotas, triunfos, alegrías y decepciones, como mí ídolo de la infancia, si, mí ídolo por que todos los que amamos esté deporte seguro que en nuestra infancia tuvimos uno al cual queriamos imitar y soñabamos parecernos a él con profunda admiración. El mío fue 35 veces internacional y marcó 8 goles.
Y lo más importante ese niño, que soñaba con imitarlo cada vez que bajaba a la calle con un balón de fútbol, y que ahora les escribe pudo hacer su sueño realidad y con el paso de los años conocerlo, y lo que es mejor gozar de su amistad.
Enrique Castro QUINI, gran goleador y mejor persona.
Y lo más importante ese niño, que soñaba con imitarlo cada vez que bajaba a la calle con un balón de fútbol, y que ahora les escribe pudo hacer su sueño realidad y con el paso de los años conocerlo, y lo que es mejor gozar de su amistad.
Enrique Castro QUINI, gran goleador y mejor persona.

7,0
68.751
7
29 de enero de 2010
29 de enero de 2010
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
No nos engañemos, nos esperábamos más, ¿a qué si?. Es tan alto el nivel que Clint nos ofrece en sus películas, que nos es imposible valorar su cine con una escala de medir normal, nos tiene mal acostumbrados y eso mismo nos ha pasado, después de ir a ver su preestreno como ha sido mi caso, y el de muchos admiradores del cineasta de San Francisco.
Esta es una historia que casi todos sabemos como empieza y como termina, no trata de ser un biopic de la vida de Nelson Mandela, sólo nos muestra un momento de su vida, un momento en el que fue parte determinante para su país, en el que política y deporte se unen buscando una Sudáfrica totalitaria sin odios y rencores, intentando olvidar el apartheid, por medio de un deporte muy arraigado entre la comunidad Afrikáners, tan fuerte, tan vitalista y tan de caballeros como lo es el rugby, un intento de darse la mano, un nexo de unión buscando la nueva nación arco iris, por medio de la lucha y la fe en la victoria.
Morgan Freeman sin lugar a dudas, camino de su segundo Oscar (Mejor actor de reparto en 2004) esta magnifico, ni que calcado en el papel de Nelson, en lo que él mismo ha llegado a calificar como su mejor interpretación y Matt Damon, no se queda atrás en su papel de Francois Pienaar el capitán de los Springbok.
Invictus sin dejar de ser una buena historia con su dosis de emoción, sobre todo en su largo final, nos resulta demasiado correcta, entretiene, nos convence, pero no nos conmueve como otras veces lo hace Clint, con sus historias comprometidas, a veces en forma de western (Sin Perdón), o dramas personales (Million dollar baby, Mystic river, Gran Torino), joyas todas ellas en su ya extensa filmografía.
Eastwood, esta vez no nos gana, cierto, pero tampoco nos pierde como espectador, porque cada vez que se pone detrás de la cámara y finaliza una de sus películas, aunque no sea una obra mayor, seguimos teniendo la sensación de que sigue estando Invicto, con su buen y artesanal cine como el que nos vuelve a ofrecer otra vez en esta ocación.
Esta es una historia que casi todos sabemos como empieza y como termina, no trata de ser un biopic de la vida de Nelson Mandela, sólo nos muestra un momento de su vida, un momento en el que fue parte determinante para su país, en el que política y deporte se unen buscando una Sudáfrica totalitaria sin odios y rencores, intentando olvidar el apartheid, por medio de un deporte muy arraigado entre la comunidad Afrikáners, tan fuerte, tan vitalista y tan de caballeros como lo es el rugby, un intento de darse la mano, un nexo de unión buscando la nueva nación arco iris, por medio de la lucha y la fe en la victoria.
Morgan Freeman sin lugar a dudas, camino de su segundo Oscar (Mejor actor de reparto en 2004) esta magnifico, ni que calcado en el papel de Nelson, en lo que él mismo ha llegado a calificar como su mejor interpretación y Matt Damon, no se queda atrás en su papel de Francois Pienaar el capitán de los Springbok.
Invictus sin dejar de ser una buena historia con su dosis de emoción, sobre todo en su largo final, nos resulta demasiado correcta, entretiene, nos convence, pero no nos conmueve como otras veces lo hace Clint, con sus historias comprometidas, a veces en forma de western (Sin Perdón), o dramas personales (Million dollar baby, Mystic river, Gran Torino), joyas todas ellas en su ya extensa filmografía.
Eastwood, esta vez no nos gana, cierto, pero tampoco nos pierde como espectador, porque cada vez que se pone detrás de la cámara y finaliza una de sus películas, aunque no sea una obra mayor, seguimos teniendo la sensación de que sigue estando Invicto, con su buen y artesanal cine como el que nos vuelve a ofrecer otra vez en esta ocación.
28 de enero de 2011
28 de enero de 2011
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Nunca intentes averiguar por quién doblan las campanas, estan doblando por ti".
Interesante e intenso drama romantico entre Gary Cooper y Ingrid Bergman, que se desarrolla en junio de 1937 durante la guerra civil española, con guión del reputado Dudley Nichols que en esta ocación adapta la exitosa novela del mismo nombre, publicada en 1940 por el escritor americano Ernest Hemingway, que en su día participo en la contienda como corresponsal de guerra.
Hemingway siempre detesto la película y tenía razón (no he tenido la oportunidad de leerme la novela), pero parece ser que su historia fue más enfocada desde un punto de vista intimo y personal, más que político, lo que la alejaba de su libro.
Ciñendonos en lo que es la película, está gana en interes en la segunda mitad del metraje, ya que sobre todo en sus primeros 70 minutos nos deja entre otras cosas unos personajes secundarios desdibujados y poco definidos, con unas conversaciones hasta algo ridiculas diria yo, con un doblaje pesimo, y una Ingrid Bergman que no me parece muy creible en su papel de María, por sus rasgos poco españoles, no haci por su formidable interpretación. Todo esto influye para que en su conjunto deje de ser una obra redonda principalmente por los dos primeros motivos.
En su haber hay que destacar, la partitura de aires hispanos, que compone Victor Young, junto a la buena fotografía y los decorados, que le dan un cierto toque irreal, bien resueltos en ambos casos y principalmente y sin lugar a dudas, lo que sostiene a esta película es la arrebatadora historia de amor más que bélica, que viven sus dos protagonistas principales, que crece y se desborda según va llegando a su final, donde el norteamericano especialista detras de las líneas enemigas que lucha en España, proviniente de la brigada Lincoln, Robert Jordan, apodado "El inglés", trata de salvar, defender y amar a la vez a la idealista María. Paralelamente a este apasionado duo formado por Cooper y Bergman es justo y digno de destacar y no dejar a un lado, la interpretación de la griega Katina Paxinou, como la dura combatiente republicana Pilar, lo que le valió ser la primera actriz extranjera en ganar el Oscar en el apartado correspondiente a la de mejor actriz de reparto.
Treinta y cinco años después, con el general Franco ya muerto y desaparecida la censura, esta superproducción se estrena en España y recientemente fue restaurada. Recomiendo verla en una versión exclusiva que anda por DVD, ya que incluye metraje cortado en el día de su estreno en 1943.
Bueno, pues nada más, haciendo mia una de las últimas y conmovedoras frases finales que Robert le dice a María en esta irregular, pero ya mítica película...
"No me digas adios, porque no nos despedimos".
Interesante e intenso drama romantico entre Gary Cooper y Ingrid Bergman, que se desarrolla en junio de 1937 durante la guerra civil española, con guión del reputado Dudley Nichols que en esta ocación adapta la exitosa novela del mismo nombre, publicada en 1940 por el escritor americano Ernest Hemingway, que en su día participo en la contienda como corresponsal de guerra.
Hemingway siempre detesto la película y tenía razón (no he tenido la oportunidad de leerme la novela), pero parece ser que su historia fue más enfocada desde un punto de vista intimo y personal, más que político, lo que la alejaba de su libro.
Ciñendonos en lo que es la película, está gana en interes en la segunda mitad del metraje, ya que sobre todo en sus primeros 70 minutos nos deja entre otras cosas unos personajes secundarios desdibujados y poco definidos, con unas conversaciones hasta algo ridiculas diria yo, con un doblaje pesimo, y una Ingrid Bergman que no me parece muy creible en su papel de María, por sus rasgos poco españoles, no haci por su formidable interpretación. Todo esto influye para que en su conjunto deje de ser una obra redonda principalmente por los dos primeros motivos.
En su haber hay que destacar, la partitura de aires hispanos, que compone Victor Young, junto a la buena fotografía y los decorados, que le dan un cierto toque irreal, bien resueltos en ambos casos y principalmente y sin lugar a dudas, lo que sostiene a esta película es la arrebatadora historia de amor más que bélica, que viven sus dos protagonistas principales, que crece y se desborda según va llegando a su final, donde el norteamericano especialista detras de las líneas enemigas que lucha en España, proviniente de la brigada Lincoln, Robert Jordan, apodado "El inglés", trata de salvar, defender y amar a la vez a la idealista María. Paralelamente a este apasionado duo formado por Cooper y Bergman es justo y digno de destacar y no dejar a un lado, la interpretación de la griega Katina Paxinou, como la dura combatiente republicana Pilar, lo que le valió ser la primera actriz extranjera en ganar el Oscar en el apartado correspondiente a la de mejor actriz de reparto.
Treinta y cinco años después, con el general Franco ya muerto y desaparecida la censura, esta superproducción se estrena en España y recientemente fue restaurada. Recomiendo verla en una versión exclusiva que anda por DVD, ya que incluye metraje cortado en el día de su estreno en 1943.
Bueno, pues nada más, haciendo mia una de las últimas y conmovedoras frases finales que Robert le dice a María en esta irregular, pero ya mítica película...
"No me digas adios, porque no nos despedimos".
6
30 de noviembre de 2010
30 de noviembre de 2010
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El hijo del mítico actor Douglas Fairbanks, encarna en está película al marino Simbad, en la que es su tercera adaptación fílmica del archiconocido relato anónimo de "Las mil y una noches" antes le precedieron "Simbad" 1936 de George Pall y "Las mil y una noches " 1942 de John Rawlins. Quizás no sean estas las versiones más famosas llevadas a la pantalla, pero si constituyen un fastuoso y entretenido pasatiempo.
Un Simbad que en está versión, se nos presenta bastante dicharachero y bufonesco, que cuenta a sus ingenuos amigos de Bagdad sus historias y aventuras aunque si son ciertas, o no, nadie lo sabe. Aqui nos relata la busqueda de un tesoro que le llevara a la isla de Deryabar, no sin antes sortear una multitud de luchas y peripecias en su afán de llegar a encontrarlo.
Entre unos coloridos decorados, y un no menos lujoso vestuario para la época, fluye está discreta cinta de puro entretenimiento y diverción, con buen ritmo y correctas actuaciones que durante cerca de ciento veinte minutos nos hace disfrutar de está exótica aventura.
El reparto protagonizado por un elenco de actores, del que forman parte, una sensual y confiada Shireen interpretada, por la tantas veces mujer Fordiana Maureen O'Hara, él ambicioso Emir de Dabul, un sobrio y discreto Anthony Quinn, y un astuto y también codicioso Melik, buena interpretación que corre a cargo de un todo terreno quizás hoy en día algo olvidado, y que creo justo recordar en esta ocasión, como lo fue el actor de origen austriaco Walter Slezak que a menudo retrato en el cine, papeles de villanos y matones, y que trabajo de manera constante en más de cien películas, además de numerosas apariciones en televisión, radio y en musicales de Broadway, un todo terreno.
Aventura oriental apta para todos los públicos, sin mucha fantasía, pero con bastante entretenimiento.
Un Simbad que en está versión, se nos presenta bastante dicharachero y bufonesco, que cuenta a sus ingenuos amigos de Bagdad sus historias y aventuras aunque si son ciertas, o no, nadie lo sabe. Aqui nos relata la busqueda de un tesoro que le llevara a la isla de Deryabar, no sin antes sortear una multitud de luchas y peripecias en su afán de llegar a encontrarlo.
Entre unos coloridos decorados, y un no menos lujoso vestuario para la época, fluye está discreta cinta de puro entretenimiento y diverción, con buen ritmo y correctas actuaciones que durante cerca de ciento veinte minutos nos hace disfrutar de está exótica aventura.
El reparto protagonizado por un elenco de actores, del que forman parte, una sensual y confiada Shireen interpretada, por la tantas veces mujer Fordiana Maureen O'Hara, él ambicioso Emir de Dabul, un sobrio y discreto Anthony Quinn, y un astuto y también codicioso Melik, buena interpretación que corre a cargo de un todo terreno quizás hoy en día algo olvidado, y que creo justo recordar en esta ocasión, como lo fue el actor de origen austriaco Walter Slezak que a menudo retrato en el cine, papeles de villanos y matones, y que trabajo de manera constante en más de cien películas, además de numerosas apariciones en televisión, radio y en musicales de Broadway, un todo terreno.
Aventura oriental apta para todos los públicos, sin mucha fantasía, pero con bastante entretenimiento.
6
17 de abril de 2012
17 de abril de 2012
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
La curiosidad y fascinación por todo lo que ocurrió hace 100 años, en la noche del 14 al 15 de abril en las gélidas y profundas aguas del Atlántico Norte, a 400 millas de las costas de Terranova, nos sigue a una inmensa mayoría entre los que me incluyó, cautivando con desmesura en todos sus aspectos. Por eso cualquiera de las historias acaecidas durante el transcurso del hundimiento del lujoso trasatlántico de la White Star Line nos asombra, atrae y nos conmueve.
Durante cinco días, cerca de 2.207 historias diferentes se desarrollarón abordo del legendario barco, desde que zarpó desde el puerto de Southampton, hasta su fatídico final, pero la historia que se nos cuenta en este primer film realizado en Hollywood sobre el Titanic, obra de la Twentieth Century Fox sobre el célebre naufragio, a mi modo de ver, sin dejar de ser interesante como todas las que han abordado cinematográficamente este hundimiento, es tan fría, como el iceberg contra el que se produce la famosa tragedia. Jean Negulesco nos cuenta con buenos actores, en especial Clifton Webb y Barbara Stanwyck, un melodrama que apenas se adentra en los hechos reales, una pareja separada que se pelea por la custodia de sus hijos, una historia de amor y los problemas de un sacerdote alcohólico interpretado por Richard Basehart.
El film se aleja bastante en su metraje, en profundizar sobre lo que fue la catástrofe en si, poco minuciosa en los hechos, contandonos unas historias que para mi, no emocionan, pero que si mantiene el interés ante la tragedia que se avecina, aunque todos conozcamos ya de antemano lo que va a suceder, también se permite algunos fallos, entre ellos en una de las escenas, el iceberg choca contra la amura de babor, cuando por supuesto, todos saben que chocó por estribor, y esto se debe a una falta de rigor, debido a que la historia no se concentra en el Titanic, si no en sus personajes de ficción y sus problemas personales.
Obras más logradas parecen en primer lugar, la dirigida en 1958 por Roy Baker "La última noche del Titanic" más de estilo documental y que conto como técnico asesor, al cuarto oficial del Titanic Joseph Boxhall, convertida en un buen guión por el novelista Eric Ambler, basandose en el éxito de ventas de unos años antes de Walter Lord, y la de mayor envergadura, comercial de 1997 "Titanic" de James Cameron, oscarizada por todos lados, a la que también a mi juicio le sobran algunos personajes y la historia de amor, un tanto tópica y propia de una telenovela, pero superior a está de Negulesco, tanto en la dirección artística, como en los detalles del hundimiento del mítico barco, todo aderezado con unos magníficos efectos especiales y una formidable banda sonora compuesta por James Horner.
Bajo mi punto de vista "El hundimiento del Titanic" de Negulesco, es un film estimable y entretenido, pero para nada le hace un justo homenaje en modo fílmico, al más famoso de los pecios que acaba de cumplir un siglo en su eterno y profundo limbo espectral.
Durante cinco días, cerca de 2.207 historias diferentes se desarrollarón abordo del legendario barco, desde que zarpó desde el puerto de Southampton, hasta su fatídico final, pero la historia que se nos cuenta en este primer film realizado en Hollywood sobre el Titanic, obra de la Twentieth Century Fox sobre el célebre naufragio, a mi modo de ver, sin dejar de ser interesante como todas las que han abordado cinematográficamente este hundimiento, es tan fría, como el iceberg contra el que se produce la famosa tragedia. Jean Negulesco nos cuenta con buenos actores, en especial Clifton Webb y Barbara Stanwyck, un melodrama que apenas se adentra en los hechos reales, una pareja separada que se pelea por la custodia de sus hijos, una historia de amor y los problemas de un sacerdote alcohólico interpretado por Richard Basehart.
El film se aleja bastante en su metraje, en profundizar sobre lo que fue la catástrofe en si, poco minuciosa en los hechos, contandonos unas historias que para mi, no emocionan, pero que si mantiene el interés ante la tragedia que se avecina, aunque todos conozcamos ya de antemano lo que va a suceder, también se permite algunos fallos, entre ellos en una de las escenas, el iceberg choca contra la amura de babor, cuando por supuesto, todos saben que chocó por estribor, y esto se debe a una falta de rigor, debido a que la historia no se concentra en el Titanic, si no en sus personajes de ficción y sus problemas personales.
Obras más logradas parecen en primer lugar, la dirigida en 1958 por Roy Baker "La última noche del Titanic" más de estilo documental y que conto como técnico asesor, al cuarto oficial del Titanic Joseph Boxhall, convertida en un buen guión por el novelista Eric Ambler, basandose en el éxito de ventas de unos años antes de Walter Lord, y la de mayor envergadura, comercial de 1997 "Titanic" de James Cameron, oscarizada por todos lados, a la que también a mi juicio le sobran algunos personajes y la historia de amor, un tanto tópica y propia de una telenovela, pero superior a está de Negulesco, tanto en la dirección artística, como en los detalles del hundimiento del mítico barco, todo aderezado con unos magníficos efectos especiales y una formidable banda sonora compuesta por James Horner.
Bajo mi punto de vista "El hundimiento del Titanic" de Negulesco, es un film estimable y entretenido, pero para nada le hace un justo homenaje en modo fílmico, al más famoso de los pecios que acaba de cumplir un siglo en su eterno y profundo limbo espectral.
Más sobre Ficus Pandorama
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here