Sabéis que es una ardua tarea encontar un filme de terror que sorprenda. Pues éste sorprende por su gran cantidad de sustos. Sorprende porque son todo protagonistas femeninos, porque es oscura y sangrienta pero sin ser respulsiva y porque aunque aparezcan monstruos el miedo no mengua.

El argumento está bastante logrado desde la sencillez, y digo logrado porque entretiene. El reparto no es conocido pero tiene buenas actuaciones.

Recomiendo este filme, te puede hacer pasar un buen rato si te gustan los sustos, además de provocarte cierta desesperación por las situaciones que aparecen.

El cine bélico no es una de mis pasiones, pero cuando el director es tan célebre como Stanley Kubrick me siento obligado a el filme.

El prólogo es divertidísimo, nunca me he reído tanto con una película bélica. Los insultos del superior a los reclutas son ingeniosos con cierto humor negro, pero que a mí me han hecho pasar un buen rato. Pero de repente la película da un cambio de ritmo pasmoso, desaparece la que parecía una pieza fundamental de la película y el filme cobra una seriedad terrible. Esto es extraño por que lo que parece una comedia al principio se convierte en cine bélico más puro. Esto es un acierto total de Kubrick, ya que así gana espectadores.

Pero he de decir que se me ha hecho larga, y quizá epílogo ha hecho que baje un poco mi puntuación. A lo mejor se debe a mí afición por otros géneros o tal vez es porque Kubrick no ha sabido mantener en vilo al espectador.

Un aspecto que a mi me ha llamado la atención es el poco carisma que tiene el protagonista, esto conlleva a que el filme sea más pesado, debido a que cuando el personaje te agrada y tiene una personalidad llamativa sientes más empatía, y esto hace que la película te transmita más emotividad.

Australia 1915. Aliada con Inglaterra decide ayudar en una guerra que mantienen sus aliados con Alemania atacando a Turquía, por su afiliación con los germanos. Un joven australiano promesa del atletismo decide aparcar su carrera va alistarse en el ejercito creyendo que va a defender los intereses y el interés de su país. Pero lo que ocurre es que nace una buena y eterna amistad (si la habéis visionado sabéis porque digo lo de eterna) con otro atleta al que convence para que le acompañe a la guerra, ambos junto a su relación se pondrán a prueba en esta absurda guerra.

Los actores transmiten a la perfección las sensaciones que se sienten en la guerra: temor, nervios, valor... El filme se desarrolla a la perfección, y tal como transcurre es difícil adivinar su epílogo y eso hace que se convierta en una notable película.

Pura acción en un utópico futuro próximo donde es ilegal el tabaco, el alcohol, la cafeína, el sexo, los besos, los deportes de contacto, la sal, los tacos...

Inmesurables Snipes y Stallone (más el primero que el segundo). Su enfrentamiento es de un atractivo trepidante que aunque sepas desde el principio que Stallone tiene que vencer entretiene igual y te mantiene en vilo durante todo el filme.

Lo más a tener en cuenta es la originalidad del comportamiento pacifista de la sociedad y la gran cantidad de leyes estrictas que existen, además del extenso repertorio de patadas de Snipes.

A parte de todo esto, el desenlace de la película es formidable. En mi opinión un filme de acción bastante infravalorado.

Si se pudiera le pondría un 7'5.

Historia trágica, ciertamente inverosímil. Visualmente es perfecta: muchos colores, escenas bonitas, excelentes fotografías...
Parte de la banda sonora me recuerda a algunas procesiones, pero a lo largo de la película, la música aumenta el ritmo y la cantidad de notas.
La trama es lo que impide que esta película alcance el nivel de otras de Yimou como La casa de las dagas voladoras o Hero, debido a que es muy aburrida. Ésto no significa que tenga un mal argumento, el problema es como lo expone el director, porque si no fuera por su asombrosa estética estaríamos ante una destacable bazofia.