El guión tiene aspectos y giros interesantes. Y me gusta su carácter de película un poco inclasificable, entre el drama social protagonizado por adolescente, la película sobre el cine y su mundo, la denuncia de una rigida sociedad de castas y el musical. De todo ello tiene un poco y eso es a la vez de lo mejor y lo peor de la película.

A mi ha habido momentos en que me ha interesado y muchos otros en que he perdido el interés y la he dejado hasta otro momento. Algún problema de ritmo o de guión que se pierde demasiado por las ramas tiene. 8

Martin Sheen está guapísimo. Más allá de eso, he sido incapaz de encontrarle ninguna gracia a la película o de captar de que quería hablar el director. Como western, sin encanto. Como película que pretende arrancar alguna sonrisa, no lo ha logrado conmigo. Si es un monumento al absurdo, tampoco convence. Para fans del actor, y poco más

Aunque la historia pueda ser interesante, no te atrapa del todo sin buenos personajes. En las series policiacas, me pasa especialmente. Está bien que la trama sea interesante, que te sorprendan, que te resulte creíble. Pero cuando además el drama externo (la resolución del crimen o lo que sea que se investigue) y el interno (los dilemas y las heridas de los personajes centrales) están bien conectados, entonces ya no hay remedio y la serie te ha poseído.
Si además está bien ambientada, bien interpretada, con buena combinación de acción, suspense y partes más emotivas, no podemos pedirle más.

Una preciosa película que para mi, habla por encima de todo de la adolescencia. Con una mirada rica como la vida misma, como una etapa en que nos enfadamos con todo, nos entusiasmamos con muchas cosas (y muy especialmente con amig@s o personas a las que admiramos sin matices), nos asustamos, nos aburrimos, nos atrevemos hasta niveles que en otras edades nos parecen un poco suicidas, nos hacemos adictas a la mirada de los demás y, por supuesto y por encima de todo, bajamos del pedestal a nuestros padres y les cortamos la cabeza por lo que nos hicieron y por lo que imaginamos o creemos recordar que nos hicieron.

Todo eso lo retrata la película de forma muy poética, a través de un verano en la casa familiar de la playa, de dos personajes adolescentes principales (espectacular la interpretación de María Morera) y sus familias. Otras actuaciones de la película son bastante más del montón.

Pero además esas dos adolescentes nos hablan con mucha sutileza de clases sociales, con un retrato típico de cine francés de mirada crítica a la familia pequeñoburguesa fielmente reflejada, contrapuesta a la adolescente hija de cuidadora, con todas sus contradicciones, a veces de niñata insoportable que no quiere aceptar donde la ha puesto la vida, a veces de crédula y otras de la más lista de la clase porque todo se ha aprendido ya en la calle.

La vida cambia y buscamos diferentes maneras de enfrentarnos a esas nuevas situaciones. En esta película vemos este dilema clásico a través de dos amigos de la infancia, ambos pescadores en Bombay. Ante un mar donde la pesca escasea, donde se encuentran tantos plásticos como peces y donde la competencia de las formas de pesca cada vez más tecnificadas se impone, los dos amigos elegirán estrategias diferentes. Uno, leal a su madre y a las tradiciones, tratará de aferrarse a estas. El otro, apostará por la expensación, la modernidad, el endeudamiento y la incorporación de todos los cambios que encajen en una visión más empresarial.
Rodada con mucho realismo, la película nos muestra con detalle la vida de ambos, en detalle en cuanto a su actividad pesquera, pero también sus distintas actitudes ante la familia, la sociedad y la vida en general, incluso frente a su propia relación, que tratan de preservar a pesar de las diferencias.
Una película interesante, profunda y bonita, quizás no apta para quien necesite mucha acción o dramatismo aparente.