No sé qué decir, a mí me gustan estas historias densas de ciencia ficción, la típica conspiración en que alguien de arriba está implicado.
Me recuerda a Ghost in the Shell, ya era hora que hicieran buena animación de temática adulta.
No sé la vida comercial que habrá tenido esta película pero se la recomiendo a todo el mundo, pero que tenga cuenta que no es un entretenimiento ligero, tienes estar totalmente atento a la pantalla para no perder detalle.
En el tema técnico es un caso aparte, jamás he visto nada parecido, su referente más cercano podía ser Sin City.

Me pregunto como industrias cinematográficas mucho más precarias que la nuestra como la Canadiense o la Alemana, dejo aparte la Francesa que tiene un modelo de negocio mucho mejor que el nuestro, consigen sacar autenticas joyitas como C.R.A.Z.Y o la que nos ocupa que es todavía mejor porque prescinde de amalgamas sentimentales para meterse en el nucleo duro de la existencia.

Dos personas se conocen y una necesita algo de la otra como en cualquier intercambio ya sea industrial o sentimental, Cahit no se encuentra bien, está en un momento de su vida que no sabe como continuar, Sibel esta angustiada, no soporta la presión de su familia y quiere disfrutar de la vida.

A partir de este momento se origina una historia disfuncional entre ambos, se puede decir que cada uno le ofrece al otro la paz interior que necesita.

Antes de que Stallone descendiera a los infiernos cinéfilos llegó a ser digno exponente del cine de acción y lo que mucha gente no sabe es que comenzó siendo actor porno, no se le puede exigir una formación interpretativa.

De la mano de John G. Avildsen, su antiguo director de cine adulto dio el salto al estrellato con Rocky, a esta le siguieron otras muchas como Acorralado o Encerrado hasta que comenzó su declive a mediados de los años 90.

En la película que me ocupa compone uno de los personajes más sólidos que le he visto, un antiheroe al que se le presenta la oportunidad de redimirse de una vida llena de patetismo y sin sabores.

A Stallone le acompaña un buen reparto y James Mangold consigue una correcta atmósfera de cine negro en un policiaco no exento de tópicos pero muy estimable como entretenimiento ligero.

Lo primero es dejar los prejuicios aparte, el cine contemporaneo no me atrae mucho pero hay que reconocer que los nombres aparejados a esta producción son un gancho perfecto, Di Caprio se está forjando una gran reputación y Crowe ha demostrado su talento con multitud de registros, si esto le añadimos un director muy eficiente nos queda un relato muy apetecible.

Ahora entraríamos en el eterno dilema de la botella medio llena o medio vacía, se podría presuponer que con estos mimbres vendría asociada una historia mucho más potente, con ínfulas de Oscar incluso, pero está claro que le falta algo para llegar al nivel de American Gangster, fundamentalmente un guión más trabajado y más intensidad dramática, un poquito más de acción tampoco le vendría mal, a mi, personalmente no me ha defraudado demasiado.

Almanya: Bienvenido a Alemania debería haberse titulado: Un lugar idílico en la memoria. Una historia súper positiva de la evolución de una familia de emigrados a lo largo de 40 años. El tono de farsa dota a la película de una frescura necesaria, los personajes son auténticos, el guion está basado en la experiencia personal de las hermanas Samdereli, a ambas (guionista y directora), les marcó fuertemente la muerte de su abuelo, pero en vez de olvidarlo canalizaron todos esos recuerdos en un bonito relato familiar.

El eje de la historia se mueve en dos líneas temporales, un gran acierto que le da un ritmo endiablado, en el presente tenemos a toda la familia ya asentada en Alemania. El patriarca está a punto de conseguir la nacionalidad Alemana y es algo que le inquieta (no puede conservar la nacionalidad turca). Su mujer en cambio, está muy ilusionada, y Hüseyin accede al trámite pero al mismo tiempo compra una casa a escondidas y planifica un viaje a Turquía con toda su familia.

El corazón del relato es la familia. La importancia de ayudarse mutuamente que no es nada fácil, hay rencillas y en algunos momentos auténticos dramas, pero siempre esta latente el recurso de la exageración de la realidad. La farsa consigue algunos momentos hilarantes como la escena del pasaporte que satiriza los requerimientos para convertirse en un auténtico bávaro. Pero sin descuidar la parte dramática de la historia, no en vano, tardaron 10 años en sacar el proyecto adelante con 50 reescrituras del guion, si hay algo en esta película es respeto por los detalles, unos diálogos creíbles que te harán sonreír por la bisoñez de los niños o reír por la terquedad de los adultos.