Otra de esas películas que deberían proyectarse, junto con "Senderos de gloria" y "El Gran Dictador" en las clases de Historia de los institutos.

Una gran obra maestra en todos los sentidos. Pasarán los años y seguirá igual de fresca, porque lo que satiriza y cómo lo hace no tienen época.

Salvan esta película las interpretaciones de Michelle Jenner y Belén Rueda. Y la hunden los diálogos de algunas escenas que son totalmente vacíos y mediocres. Los diálogos deben servir para contarnos detalles de los personajes o para que la acción avance. En esta película hay demasiados momentos en los que no sirven ni para una cosa ni para otra; están simplemente de relleno y además dan grima a cualquiera a quien le guste el buen cine y que le traten como un espectador inteligente.

Típica película de engaños y desengaños en la que los actores son muy guapos y visten muy bien, pero amenizada por chispeantes diálogos (no en vano es una adaptación de una obra teatral de Oscar Wilde). Las dos actrices principales vuelven a demostrar su buen hacer. Es una pena que Scarlett Johansson haya quedado relegada a películas de segunda.

A ratos bonita, a ratos divertida, pero en general a mí se me ha hecho larga. La idea está bien, las interpretaciones correctas, pero adolece de los clichés de todas las comedias románticas: chico conoce chica, ella gusta a los padres de él, él gusta a los padres de ella, compran casa, tienen hijos, hay alguna tragedia en la familia y final feliz. Todo ello aderezado con canciones insufribles utilizadas sin ninguna mesura y el mensaje facilón de "disfruta de cada día como si fuera el último". Recomiendo esta película solo a fanáticos (que suelen ser fanáticas) del género. Los demás seguramente no lograrán llegar al final sin la misma cara que se le queda a uno después de comer dos tartas de merengue.

El cine español está plagado de películas que no llegan a tener nivel suficiente para ser proyectadas y que incluso llegan a resultar patéticas. Afortunadamente cada año surge alguna excepción (Luis Tosar ya ha trabajado en más de una). "Mientras duermes" es una de esas excepciones. Influenciada claramente por el cine de Hitchcock, no aporta nada nuevo pero sí se puede afirmar que es un trabajo correcto en todos los aspectos. Logra mantener el suspense hasta el final y mantiene el pulso narrativo. En cuanto a las interpretaciones, destacar los trabajos de Tosar y de Iris Almeida (la niña chantajista), a la que auguro un futuro brillante en el cine. Algo flojo, como de costumbre, un Alberto San Juan que creo que no debía haber dejado de hacer teleseries de sobremesa.