Aunque la película parece tenerlo todo para perdurar, el resultado del conjunto es, tristemente, menor a la suma de las partes.

El relato, basado en hecho reales, acumula un drama familiar con un caso de corrupción policial, entre los que comparecen un puñado de personajes sin escrúpulos y alguno fiel a sus principios.

Con todos estos ingredientes, Eastwood centra su atención en una Jolie que responde convincente, bien arropada por un reparto de altura encabezado por el bueno de Malkovich.

El filme muestra el esmero habitual marca de la casa, pero más que desgarrar pincha en hueso, evitando en todo momento órganos vitales.

Lo mejor, sin duda, la crítica a los periodistas de la época, voceros sin criterio en una ciudad en decadencia.

El director demuestra su dominio del género a través del montaje, imprimiendo un ritmo frenético que te deja pegado a la butaca. Interpretaciones sobrecogedoras y fotografía efectista para una pesadilla sin presupuesto ni exteriores. Atmósfera hiperrealista con resultado estremecedor. Un ejercicio de estilo prodigioso que con muy poco consigue muchísimo.

Es evidente que la última película de Malick no te deja con la satisfacción de una narración convencional, porque después de la introducción, alarga el nudo y suprime el desenlace. A pesar de ello, este drama existencialista sobre el sufrimiento humano invita a reflexionar sobre lo relevante de la vida y las contradicciones del mundo adulto.
El relato se intercala con imágenes de la naturaleza, tan sensitivas que se pueden oler, palpar o masticar desde la butaca, aunque el excesivo afán del autor por evitar convencionalismos formales termine convirtiendo un marco evocador en un bodegón algo grotesco.
Por lo demás, El Árbol de la Vida resulta un ejercicio de reflexión áspero y necesario para nuestras vidas, tan frenéticas como insustanciales.

Comedia de enredo que tiene como hilo conductor los estragos del amor en diferentes etapas de nuestras vidas. Si le tocaba a ella elegir peli, estás de suerte. No es American Beauty pero tampoco es otra estúpida comedia romántica americana. Se le puede achacar falta de profundidad a sus personajes, pero la película mostraría sus carencias. Si tuviera que ponerle algún "pero": odio que las películas terminen dos veces.

Por lo demás, me encantaría volver a verla... por primera vez!!

Sanguinolento monográfico sobre la agonía prolongada hasta la extenuación. Es el sufrimiento humano hecho película. Revisión forense de los últimos momentos de Jesucristo bajo el prisma siempre polémico de Gibson. Se le puede achacar muchas cosas al filme: maniqueísmo, sordidez, antisemitismo... pero es una de las obras más perturbadoras que he visto nunca. Técnicamente impecable y con un final estremecedor. Cine de envergadura aunque demasiado efectista. Quien no se retuerza en el sillón debería revisarse la sensibilidad o la vista.