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Críticas ordenadas por utilidad
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9
9 de diciembre de 2013
9 de diciembre de 2013
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película fría, pero visualmente atrayente. Calmada y lenta al principio, pero el ritmo va aumentando según avanza la historia de forma natural, sin resultar violento. Pueden llegar a parecer demasiado dispares el principio frío y austero, con algún momento de la parte final más excesiva, para formar parte de una misma película. Pero queda perfecto con la historia, con el violento cambio que se produce en la vida del personaje central de la misma.
El protagonista de esta película es un hombre solitario, silencioso, extremadamente serio, gris, carente de imaginación y aburrido, desde hace ocho años vive una vida monótona encerrado en un hotel suizo, a parte de eso no sabemos nada de él. Una magnifica interpretación de Toni Servillo, unida al gran trabajo de Paolo Sorrentino, hace que el personaje sobre el que gira la trama tenga un aura de misterio, que mantiene gracias a que los datos se muestran con cuentagotas a su justa medida.
El tiempo parece que se ha congelado Titta Di Girolamo, hasta que se enamora. Entonces comenzara a replantearse su propia vida, y a tomar riesgos que nunca antes había tomado, siendo completamente consciente que al final deberá pagar las consecuencias del amor.
El protagonista de esta película es un hombre solitario, silencioso, extremadamente serio, gris, carente de imaginación y aburrido, desde hace ocho años vive una vida monótona encerrado en un hotel suizo, a parte de eso no sabemos nada de él. Una magnifica interpretación de Toni Servillo, unida al gran trabajo de Paolo Sorrentino, hace que el personaje sobre el que gira la trama tenga un aura de misterio, que mantiene gracias a que los datos se muestran con cuentagotas a su justa medida.
El tiempo parece que se ha congelado Titta Di Girolamo, hasta que se enamora. Entonces comenzara a replantearse su propia vida, y a tomar riesgos que nunca antes había tomado, siendo completamente consciente que al final deberá pagar las consecuencias del amor.
Cortometraje

2,0
358
3
5 de noviembre de 2013
5 de noviembre de 2013
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
No voy a negar que el mensaje que quería transmitir este cortometraje (aunque ni siquiera parece que sea tal cosa) sea muy necesario, especialmente en algunos sitios, y ese es el único motivo por el cual no le he dado un 1. Porque, aunque las intenciones fueran buenas, el resultado no podría haber sido peor. El argumento es tan simple y superficial, y los personajes tan planos que me niego a pensar que necesitaran más de dos minutos para escribir el guión.
Lo mejor: la intención.
Lo peor: La ejecución.
Lo mejor: la intención.
Lo peor: La ejecución.

5,5
997
6
23 de junio de 2014
23 de junio de 2014
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué puede hacer que alguien deje de ser una buena persona para convertirse en un auténtico monstruo? ¿Qué teclas hay que pulsar para que el cambio se realice de la forma más rápida y efectiva posible? Exacto: dinero. Más concretamente cantidades indecentes de dinero. Especialmente si la persona a la que queremos transformar no está pasando precisamente por un buen momento financiero y dicho dinero le vendría de perlas para mantener el cuello intacto… su cuello y el de sus seres queridos. Ese es el tema central de la obra que nos narra también qué ocurre cuando un pequeño porcentaje de la población domina de forma absoluta y despótica al resto, jugando con sus vidas simplemente para su disfrute. También se podría interpretar como una sátira a ciertos concursos televisivos en los que los concursantes están dispuestos a hacer cualquier cosa por llevarse la pasta a casa.
Esta película, remake estadounidense de un film tailandés, aborda esos temas trascendentes, que pudiera dar pie a una obra realmente polémica pero en su lugar dichos temas son planteados de una forma ligera, tratándolos casi de pasada, centrados en ofrecer una obra más accesible y comercial. Uno de los mayores aciertos es el empleo de humor negro en ciertos puntos de la trama facilitando el visionado de la obra pese a su irregular guión, especialmente en el tramo final, en el que algún que otro giro llega a lo ridículo. Pese a que se nota que el presupuesto no ha sido especialmente elevado, las escenas gore que de vez en cuando asoman por pantalla están resueltas.
La historia gira alrededor de un hombre, concretamente, de un buen hombre. Este detalle, en teoría, tendría que jugar a su favor; pero no es el caso. Para empezar, ese “defecto” suyo le ha llevado a perder su trabajo como vendedor de seguros al no querer aprovecharse de una anciana. Pero su vida sufre un cambio radical cuando recibe una extraña llamada. Desde ese mismo momento se convertirá en el participante de un extraño juego donde deberá superar con éxito los 13 desafíos que le pongan por delante. Si lo consigue, logrará una fortuna con la que podrá solucionar su vida y la de sus seres queridos. Tentador, ¿verdad? Pero pronto la cosa se irá complicando poco a poco hasta llegar a un punto en el que estará completamente atrapado.
Se trata de una película con una peculiar e interesante premisa pero desgraciadamente no han querido (o podido) llevarla hasta las últimas consecuencias quedando como resultado una obra más simple y convencional de lo que podría haber sido. Por haber, había material de sobra para hacer un buen film, pero desgraciadamente, al no aprovechar todas sus bazas, es simplemente una obra interesante. Aún así, se trata de una película entretenida y amena en la mayor parte del tiempo.
Lo mejor: la interesante premisa
Lo peor: el tramo final de la historia
nosoyuncritico.com/destacados/2014/06/13-sins-13-pasos-para-ser-un-monstruo/
Esta película, remake estadounidense de un film tailandés, aborda esos temas trascendentes, que pudiera dar pie a una obra realmente polémica pero en su lugar dichos temas son planteados de una forma ligera, tratándolos casi de pasada, centrados en ofrecer una obra más accesible y comercial. Uno de los mayores aciertos es el empleo de humor negro en ciertos puntos de la trama facilitando el visionado de la obra pese a su irregular guión, especialmente en el tramo final, en el que algún que otro giro llega a lo ridículo. Pese a que se nota que el presupuesto no ha sido especialmente elevado, las escenas gore que de vez en cuando asoman por pantalla están resueltas.
La historia gira alrededor de un hombre, concretamente, de un buen hombre. Este detalle, en teoría, tendría que jugar a su favor; pero no es el caso. Para empezar, ese “defecto” suyo le ha llevado a perder su trabajo como vendedor de seguros al no querer aprovecharse de una anciana. Pero su vida sufre un cambio radical cuando recibe una extraña llamada. Desde ese mismo momento se convertirá en el participante de un extraño juego donde deberá superar con éxito los 13 desafíos que le pongan por delante. Si lo consigue, logrará una fortuna con la que podrá solucionar su vida y la de sus seres queridos. Tentador, ¿verdad? Pero pronto la cosa se irá complicando poco a poco hasta llegar a un punto en el que estará completamente atrapado.
Se trata de una película con una peculiar e interesante premisa pero desgraciadamente no han querido (o podido) llevarla hasta las últimas consecuencias quedando como resultado una obra más simple y convencional de lo que podría haber sido. Por haber, había material de sobra para hacer un buen film, pero desgraciadamente, al no aprovechar todas sus bazas, es simplemente una obra interesante. Aún así, se trata de una película entretenida y amena en la mayor parte del tiempo.
Lo mejor: la interesante premisa
Lo peor: el tramo final de la historia
nosoyuncritico.com/destacados/2014/06/13-sins-13-pasos-para-ser-un-monstruo/

6,6
6.503
6
14 de abril de 2015
14 de abril de 2015
12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tiene apariencia de thriller carcelario, pero no es. Sí, es cierto que la trama se desarrolla de principio a fin en el interior de una cárcel; pero ésta no es el eje de la historia. Aquí no se nos narra simplemente las penalidades de un preso en prisión (que en cierto modo lo hace, pero no es lo más importante), ni mucho menos las aventuras o desventuras sobre una fuga de la misma; cosa que ni siquiera se plantea en todo el metraje. No, esta es la historia entre un padre y un hijo; el primero un criminal que lleva muchos años en prisión, el segundo un joven que va siguiendo los pasos de su progenitor. La cárcel no pasa de ser un marco alrededor de los sucesos, que sirve como mini universo aparte que atrapa a los personajes para que estos muestren sus vulnerabilidades y defectos ocultos; en otras palabras, su verdadera cara.
Aunque durante la trama se muestren más personajes, que cumplen su objetivo de dar credibilidad y añadir riqueza a la narración; todo girará en torno a la ya mencionada relación paterno filiar, según va avanzando la historia la relación entre ambos irá evolucionando constantemente, al mismo tiempo que se nos mostrará progresivamente el origen de las tensiones entre ambos. Es un gran acierto que apenas se conozca información sobre la vida (ya sea presente o pasada) de ninguno de sus personajes, y lo que el público sabrá se le revelará a cuentagotas partiendo desde el desconocimiento absoluto. Todo esto fortalece la sensación de que estas cárceles un lugar aislado respecto al mundo normal; el de las personas libres.
Aunque todo eso tiene su contrapartida, ya que es uno de los factores que consigue que los personajes secundarios carezcan prácticamente de profundidad; llegando a parecer que son sólo piezas que se han colocado en su sitio simplemente para realizar su función determinada dentro de la narración más que un persona tridimensional; lo cual podría haber sido un gran acierto según hubiera sido el enfoque de la obra, pero que no encaja con el estilo realista de la obra. Sus dos personajes centrales están mejor construidos, aunque es cierto que en todo momento son movidos por los mismos instintos y motivaciones, lo que hace que lleguen a resultar, a nivel general, un poco lineales.
Aunque hay que destacar las interpretaciones cargadas de energía de ambos: como el padre, Ben Mendelsohn que consigue con sólo su mirada mostrar su fuerza, su determinación, su ansia protectora hacía su descendiente, y los celos que siente hacia las nuevas amistades de éste: Por otro lado, Jack O'Connell da vida al hijo en una actuación visceral, cuya fuerza expulsada en forma de violencia solo es una pequeña parte de toda que tiene acumulada en su interior.
En resumen, no es la típica película carcelaria, pero es una de las obras ambientadas en una prisión más estimulantes de los últimos años. Quizás el desarrollo psicológico de sus personajes podría haberse pulido más, pero la evolución de las dos tramas centrales (la relación padre-hijo; y el grupo de ayuda al que accede este), y especialmente, la forma en la que se van fusionando progresivamente hace que merezca ver esta obra británica dirigida por David Mackenzie.
http://nosoyuncritico.com/destacados/2015/04/convicto-starred-up/
Aunque durante la trama se muestren más personajes, que cumplen su objetivo de dar credibilidad y añadir riqueza a la narración; todo girará en torno a la ya mencionada relación paterno filiar, según va avanzando la historia la relación entre ambos irá evolucionando constantemente, al mismo tiempo que se nos mostrará progresivamente el origen de las tensiones entre ambos. Es un gran acierto que apenas se conozca información sobre la vida (ya sea presente o pasada) de ninguno de sus personajes, y lo que el público sabrá se le revelará a cuentagotas partiendo desde el desconocimiento absoluto. Todo esto fortalece la sensación de que estas cárceles un lugar aislado respecto al mundo normal; el de las personas libres.
Aunque todo eso tiene su contrapartida, ya que es uno de los factores que consigue que los personajes secundarios carezcan prácticamente de profundidad; llegando a parecer que son sólo piezas que se han colocado en su sitio simplemente para realizar su función determinada dentro de la narración más que un persona tridimensional; lo cual podría haber sido un gran acierto según hubiera sido el enfoque de la obra, pero que no encaja con el estilo realista de la obra. Sus dos personajes centrales están mejor construidos, aunque es cierto que en todo momento son movidos por los mismos instintos y motivaciones, lo que hace que lleguen a resultar, a nivel general, un poco lineales.
Aunque hay que destacar las interpretaciones cargadas de energía de ambos: como el padre, Ben Mendelsohn que consigue con sólo su mirada mostrar su fuerza, su determinación, su ansia protectora hacía su descendiente, y los celos que siente hacia las nuevas amistades de éste: Por otro lado, Jack O'Connell da vida al hijo en una actuación visceral, cuya fuerza expulsada en forma de violencia solo es una pequeña parte de toda que tiene acumulada en su interior.
En resumen, no es la típica película carcelaria, pero es una de las obras ambientadas en una prisión más estimulantes de los últimos años. Quizás el desarrollo psicológico de sus personajes podría haberse pulido más, pero la evolución de las dos tramas centrales (la relación padre-hijo; y el grupo de ayuda al que accede este), y especialmente, la forma en la que se van fusionando progresivamente hace que merezca ver esta obra británica dirigida por David Mackenzie.
http://nosoyuncritico.com/destacados/2015/04/convicto-starred-up/

5,3
3.433
4
17 de abril de 2015
17 de abril de 2015
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el cine (especialmente en el americano), como en todo, dominan las modas (remakes, reboots, películas de superhéroes, franquicias interminables... e infinitas combinaciones entre ellas), y una de ellas es que actores de fama se coloquen en la silla de director, en los últimos años hemos podido ver una gran ola de estrellas que se han atrevido a dar el salto con mayor o menor fortuna: Angelina Jolie, Joseph Gordon-Levitt, George Clooney, Ben Affleck, James Franco, Russel Crowe... y a esta nueva tendencia se ha sumado Ryan Gosling, uno de los actores más populares del panorama actual gracias a su trabajo en obras tan dispares como son “El diario de Noa” (Nick Cassavetes, 2004) y Drive (Nicolas Winding Refn). El resultado es “Lost River”, obra que fue abucheada en el festival de Cannes, y que no augura que la carrera de Gosling vaya a seguir los pasos de grandes actores-directores como Charles Chaplin, Orson Welles, Clint Eastwood o Woody Allen; a no ser que haya aprendido muy bien la lección para futuros trabajos.
Cuento de hadas con caballeros valientes que se enfrentan sin dudarlo a peligrosos y malvados dragones guardianes de grandes tesoros, con tal de salvar a su amada doncella en peligro. Maduras caperucitas rojas, que en lugar de llevar comida a su indefensa abuela, luchan por todos los medios por seguir proporcionando un techo a sus hijos; aunque deberán de tener cuidado con los falsos consejos del lobo feroz de turno. Historias de cuentos trasladados a la época actual de banqueros, desempleo y desahucios. Un punto de partida muy interesante, que aunque cuenta con un inicio prometedor, pronto se diluye como un azucarillo en un río de agitados delirios coloridos, que trata de presentarnos la historia desde un tono onírico que puede recordar a David Lynch, pero que hecha aguas por todos los lados. Una interesante historia desperdiciada con una narración epiléptica, que no parece saber bien a dónde ir, y que se pierde completamente en los últimos compases de la obra.
El desacierto continuo de la fórmula con la que se presenta esta obra, hace que la misma se aproxime peligrosamente al límite de la auto-parodia; sin cruzarla en ningún momento, lo que igual la hubiera convertido en una entretenida comedia (aunque fuera de forma involuntaria). A lo que no ayuda el villano interpretado por Matt Smith, que aunque tiene una presentación interesante, su personaje naufraga enseguida sin dejar nada destacable a la memoria, y sin resultar en ningún momento ser la amenaza que se supone que es. Pero destacaría la actuación del otro villano de la función, al que da vida Ben Mendelsohn; que ejecuta con mucha diferencia la mejor labor actoral de la película. Aunque la obra cuenta con algún elemento interesante, como la metáfora del negocio del sexo atrevas de espectáculos gore, pero el resultado no lleva a nada realmente satisfactorio.
Definitivamente, o al menos esperemos eso por su bien, “Lost River” no será por lo que se recuerde a Ryan Gosling, y puede que siga los pasos del prestigioso escritor Stephen King, que tras su célebremente nefasto debut como director con “La Rebelión de las máquinas” no volvió a colocarse tras una cámara de cine. O puede que dentro de unos años Gosling consiga realizar una fructífera filmografía como director, y “Lost River” sea dentro de ésta lo mismo que la serie “El joven Hércules” en su carrera como actor. Sólo el tiempo lo dirá. Mientras tanto, simplemente nos queda este interesante pero fallido debut.
Cuento de hadas con caballeros valientes que se enfrentan sin dudarlo a peligrosos y malvados dragones guardianes de grandes tesoros, con tal de salvar a su amada doncella en peligro. Maduras caperucitas rojas, que en lugar de llevar comida a su indefensa abuela, luchan por todos los medios por seguir proporcionando un techo a sus hijos; aunque deberán de tener cuidado con los falsos consejos del lobo feroz de turno. Historias de cuentos trasladados a la época actual de banqueros, desempleo y desahucios. Un punto de partida muy interesante, que aunque cuenta con un inicio prometedor, pronto se diluye como un azucarillo en un río de agitados delirios coloridos, que trata de presentarnos la historia desde un tono onírico que puede recordar a David Lynch, pero que hecha aguas por todos los lados. Una interesante historia desperdiciada con una narración epiléptica, que no parece saber bien a dónde ir, y que se pierde completamente en los últimos compases de la obra.
El desacierto continuo de la fórmula con la que se presenta esta obra, hace que la misma se aproxime peligrosamente al límite de la auto-parodia; sin cruzarla en ningún momento, lo que igual la hubiera convertido en una entretenida comedia (aunque fuera de forma involuntaria). A lo que no ayuda el villano interpretado por Matt Smith, que aunque tiene una presentación interesante, su personaje naufraga enseguida sin dejar nada destacable a la memoria, y sin resultar en ningún momento ser la amenaza que se supone que es. Pero destacaría la actuación del otro villano de la función, al que da vida Ben Mendelsohn; que ejecuta con mucha diferencia la mejor labor actoral de la película. Aunque la obra cuenta con algún elemento interesante, como la metáfora del negocio del sexo atrevas de espectáculos gore, pero el resultado no lleva a nada realmente satisfactorio.
Definitivamente, o al menos esperemos eso por su bien, “Lost River” no será por lo que se recuerde a Ryan Gosling, y puede que siga los pasos del prestigioso escritor Stephen King, que tras su célebremente nefasto debut como director con “La Rebelión de las máquinas” no volvió a colocarse tras una cámara de cine. O puede que dentro de unos años Gosling consiga realizar una fructífera filmografía como director, y “Lost River” sea dentro de ésta lo mismo que la serie “El joven Hércules” en su carrera como actor. Sólo el tiempo lo dirá. Mientras tanto, simplemente nos queda este interesante pero fallido debut.
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